TITULO: Dejame Protegerte
FANDOM: Supernatural
AUTOR: Yo mismo, DestielWinchi. jiji.
PAIRING: Descubranlo, muaaaa, soy malo.
ADVERTENCIAS: Lo tipico, uso de lenguaje no apto para menores, escenas porno y claro por supuesto es SLASH asi que si no te gusta, ahi esta la puerta y es muy grande.
DISCLAIMER: Nada de supernatural me pertenece, todo es propiedad de Kripke, creanme si fueran mios la serie estaria clasificada como Slash y pago por evento, jajaa, esto lo hago sin fines de lucro, no gano nada, solo mi perverso gozo.
RESUMEN: Dean esta abrumado por todo lo que `pasa a su alrededor, es el blanco tanto de angeles como demonios, la situacion con Sam y Cas se pone tensa, un extraño y enigmatico ser le cuida y para colmo descubrira que esta enamorado desde los primeros años de su adolescencia y no prescisamente de lo que el esperaba.
Hago la aclaracion esta es la continuacion directa del ultimo capi, esto es lo qe Liam le cuenta a Dean y Castiel en la cocina de su casa mientras Sam esta inconciente.
MEMORIAS PERDIDAS
Flash Back...
La mañana siguiente a la partida de su padre Dean se levanto mas temprano de lo habitual Sammy aun continuaba durmiendo pero como toda la vida estaba desparramado en la cama con las sabanas enredadas en sus cortas y flacuchas piernas. Con la mayor sigilosidad que es capaz el hijo de un cazador libero las piernas de su hermano y le cubrió el cuerpo como la noche anterior.
Se apresuro a bajar a la cocina dispuesto a preparar el desayuno para ambos pero al llegar Bobby ya se encontraba preparándolo, no pudo evitar que su corazón diera un pequeño salto, hacia mucho que nadie se preocupaba por ellos de esa manera, su padre los quería no había duda de ello pero ese tipo de detalles dejaron de suceder entre ellos desde mucho tiempo atrás.
-¿Que haces levantado tan temprano Dean? - pregunto el cazador al notar la presencia del chico.
-Tenia planeado hacer el desayuno de Sam y mio.
-Me parece muy bien de tu parte pero mientras estén aquí conmigo yo me ocupare de todo eso. - dijo mientras le daba un vaso de jugo. - Bueno al menos mientras no salga de cacería, pero no es muy común así que lo que necesites no dudes en pedirlo, ¿entendido?.
-Esta bien tío Bobby. - contesto esbozando una pequeña sonrisa.
Dean conocía a Bobby desde hace algunos años a causa de las cacerías de su padre, a veces los cuidaba pero no pasaba de unas horas o un día, tal vez por ello no conocía esta faceta tan paternal del viejo.
Un rato después Sam bajo por las escaleras esbozando sonoros bostezos que se podían escuchar por toda la casa.
-Parece que tu hermano ya se levanto. - apunto el cazador.
-Sam, pareces un oso bostezando de esa forma ven a desayunar de una vez. - ordeno al niño de ojos perezosos en el marco de la puerta.
-¿Y papá, Dean? - pregunto tallándose un ojo.
-Salio Sam. - fue la escueta respuesta que recibió de su hermano.
-¿Tardara mucho esta vez?, el aniversario de mamá esta cerca.
-No lo se, pero no te preocupes tío Bobby nos llevara si papá no llega a tiempo, ¿verdad? - dijo volviéndose al hombre junto a la estufa.
-Claro no se preocupen chicos pero no creo que sea necesario ya verán que el cabezota de su padre estará aquí. - aseguro a los chicos. - "Antes lo cuelgo de las bolas" pensó para si.
El resto de la mañana fue tranquilo, terminaron de desayunar y Sam se puso frente al televisor para ver dibujos animados, el rubio le acompaño un rato hasta que se aburrió, así que salio a dar una vuelta por el deshuesadero mientras su hermano seguía hipnotizado por bugs y compañía.
Era casi mediodía el cielo estaba algo nublado pero el sol brillaba con intensidad haciendo que el lugar fuera no menos que un horno, cuando quiso darse cuenta estaba empapado por el sudor, jadeaba por la inusitada sed que le había cogido y estaba cansado, algo extraño por el hecho de que solo estaba caminando por ahí sin rumbo sin hacer el mas mínimo esfuerzo. El rubio decidió sentarse en el cofre de un auto cerca de la entrada del lugar dispuesto a recuperar algo de la energía perdida antes de regresar por un vaso de agua helada. Un extraño ruido a su espalda llamo su atención, una pila de no mas de cuatro autos se precipitada sobre el, sus ojos se abrieron tan grandes que parecía que se saldrían de sus órbitas, el corazón le martilleaba en la garganta por el miedo, su mente le ordenaba a su cuerpo moverse pero este no hacia caso, comenzaba resignarse a su final cuando alguien le jalo del brazo con tal fuerza que terminaron sobre la tierra a escasos metros de la entrada viendo como caían los autos frente a sus ojos.
Cuando Dean estuvo mas recuperado del shock en el que se encontraba sintió unos brazos rodeandole por la cintura de manera protectora, se levanto lo mas rápido que pudo para encarar a su supuesto salvador, después de tantos años yendo de aquí para allá cazando quien sabe que cosas aprendió que no todo es lo que parece pero su mirada se encontró con una cara sonriente y uno enormes ojos miel que transmitían algo de sorpresa y alivio a la vez.
-¿Estas bien? - pregunto el chico levantándose.
-Eh... si. - fue su torpe respuesta. - ¿Quien eres? - pregunto desafiante para tener algo de control.
-Que bonita forma de dar las gracias a quien te salvo de morir aplastado. - respondió burlón.
-Nadie te pidió que lo hicieras, pude haberlo hecho solo. - la cara del muchacho fue de pura sorpresa ante la respuesta.
-Como digas... - susurro aun sorprendido. - Me llamo... -
Antes de poder decir su nombre Bobby llego con el corazón en la mano hecho un manojo de nervios por el susto, seguido de un Sam que lloriqueaba aun mas aterrado si eso era posible.
-¡Dean, ¿estas bien?! - pregunto alarmado tomando al chico por los hombros revisando si tenia alguna herida o hueso roto, para su alivio solo tenia uno que otro raspón. -En que demonios estabas pensando al subirte a esos autos eh mocoso. - regaño antes de que el rubio pudiera contestar la primera pregunta.
-Tío Bobby yo solo estaba sentado cuando se vinieron abajo. - respondió nervioso por el repentino regaño.
-¡Dean!
-Es cierto señor el solo estaba sentado cuando todo paso. - intercedió el muchacho ante la escena.
-Liam, ¿que haces aquí?, ¿lo viste? - dijo sorprendido el cazador quien parecía conocer al salvador del rubio.
-Si, pasaba por aquí cuando escuche el escándalo y saque al muchacho del camino.
-¿Lo conoces Tío? - pregunto el rubio. Bobby miro a ambos jóvenes todavía algo aturdido sin saber a quien dirigirse primero, termino haciéndolo por el joven de ojos miel.
-Te lo agradezco mucho Liam no sabes cuanto, ahora debo llevar a estos dos adentro antes de que me de un ataque.
-No se preocupe Sr. Singer nos vemos luego y alejate de los autos pecas. - advirtió al pequeño antes de irse.
Una vez encaminados hacia la casa Dean volvió a preguntar quien era el joven mientras consolaba a un Sam que no se desprendía de el. El cazador le dijo que se trataba del hijo adoptivo de uno de los vecinos quien de vez en cuando le ayudaba en diversas tareas. Pudo conformarse con eso pero algo en ese joven le llamaba la atención y no sabia si para bien o para mal.
Pasaron al menos dos días antes de que se volvieran a encontrar,los chicos fueron al pueblo a comprar algunas cosas con Bobby, el cazador les había dicho que lo esperaran en el parque cerca de la camioneta mientras el iba a comprar municiones para las armas que tenia en casa.
Los hermanos aceptaron gustosos pues en mucho tiempo no habían estado en un parque y si lo habían hecho fue a mitad de la noche siguiendo a su padre. Dean tenia trece años pero jugaba como si tuviera la misma edad de Sammy eran pocas las veces en que el podía recuperar algo de la infancia que le estaba siendo arrebatada, en medio del juego el castaño tropezó con alguien terminando ambos en el suelo, el mayor se apresuro a auxiliar a su hermano y disculparse o pelearse con el tipo en cuestión según fuera el caso.
Pero al ver de quien se trataba no supo que hacer, se trataba del joven que le había salvado de morir bajo media tonelada de fierros viejos, Liam, pero se sorprendió al ver que Sam no lloraba mas bien al contrario reía, Liam se disculpaba con el y le daba un dulce de los que llevaba.
-Hola, disculpame no quise tropezar con tu hermano no veía por donde iba. - se apresuro a disculparse con el también apenas se percato de su presencia.
-No importa a veces no sabe estarse quieto, pasa a menudo. - el rubio no supo por que pero le excuso de inmediato por lo sucedido.
-Por cierto soy Liam, el otro día no pude presentarme. - dijo ofreciendo su mano al rubio.
-Soy Dean y este renacuajo es mi hermano Sam. - contesto tomando la mano del joven.
-No soy ningún renacuajo. - protesto el menor dando un ligero empujon a su hermano.
-Si yo digo que lo eres, lo eres y punto entendido. - chincho a su hermano.
-Cretino. - replico el menor y salio corriendo por la posible reacción de su hermano.
-¡Sam!- grito el mayor ante la risa queda de Liam a quien le lanzo una mirada nerviosa.
-Si que tiene agallas, se nota que son hermanos.
-A veces creo que es adoptado. - respondió una vez mas con inusitada confianza.
-Bueno Dean me tengo que ir, espero verlos pronto. - el joven se alejo despidiéndose con un gesto de su mano y una enorme sonrisa de la que inmediatamente se contagio el mayor de los hermanos.
Dean no sabia que le pasaba con ese joven, le inspiraba una confianza que le abrumaba y a la vez le hacia sentir cómodo, aparentemente a su hermano le inspiraba lo mismo pero considerando la edad de Sam no era de mucho fiar, su hermano podría confiar en un lobo hambriento si este le dijera que lo acompañara a su cueva solo para jugar a la casita, el rubio estaba dispuesto a averiguar que era eso que le llamaba del joven de ojos miel y si Bobby le conocía y confiaba en el no debería ser nada malo, ¿cierto?
Su padre se había marchado tres semanas atrás dentro de las cuales no recibieron ni una llamada, solo dos sobres con dinero dirigidos a Bobby para solventar sus necesidades, pero sin ningún tipo de carta o nota. Las reacciones de el viejo cazador ante los dos sobres no se hicieron esperar, "maldito desobligado cabeza dura", refunfuño con el primero, con el segundo fue un poco mas profundo para el gusto de los niños quienes no sabían que existieran semejantes insultos para referirse a una sola persona los cuales terminaron con un "Jodidos Winchester".
En el tiempo transcurrido después de la segunda semana de su estancia con Bobby y la llegada del primer sobre los hermanos hicieron amistad con Liam, en un principio el rubio estaba receloso de la relación pues el joven conseguía ponerlo demasiado nervioso con su casi eterna sonrisa y ojos cálidos cosa que a su hermano menor no le importaba pues la mayoría del tiempo le estaba dando dulces, una vez Dean estuvo tentado a decirle que dejara de hacerlo pues solo lo estaba mal acostumbrando, pero se contuvo, recapacito por que en su interior sabia que eso no duraría mucho, así que dejo a su hermano disfrutar a sus anchas sin ningún tipo de restricción.
Después de superado su nerviosismo no supo, ni cuando, ni por que pero el y Liam eran inseparables, tanto que el joven se quedaba en casa del cazador por la aparente negativa de los tres a separarse al menos por unas horas obviamente no siempre conseguían cumplir con sus deseos.
A Dean jamas se le paso por la cabeza tener un verdadero amigo, a su corta edad ya tenia bien asimilado lo que seria su vida, cuidar de su hermano y cazar aquellas criaturas que le arrebataron a su madre y lastimaban gente inocente, en aquel plan de vida no tenia contemplada mas familia que su hermano, su padre y Bobby, se resigno a no tener una vida normal, aquello significaba nada de cosas tontas como un "amor verdadero" o "mejores amigos" pero con Liam comenzaba a creer que eso tal vez no fuera del todo cierto, por primera vez en su vida se permitio jugar con la idea de tener algo "comun" algo que le recordara que no solo era un instrumento, por que el joven Dean Winchester se sentia como un simple instrumento del destino al que se le podia usar hasta que no diera mas y se rompiera.
Liam era cortes, divertido, dulce y comprehensivo, la primera vez que se sorprendió pensando así del joven, Dean se pateo una y mil veces en su mente "eso es de niñas y yo soy un Winchester", se lo repetía hasta el cansancio y se convencía de ello, claro solo era hasta que volviera a ver al motivo de esos pensamientos y volvía a comenzar.
Poco a poco la cercanía sentimental de ambos se tradujo en cercanía física, empezó con ligeros roces en sus juegos, tocarse el hombro en señal de apoyo, hasta sentarse lo mas cerca el uno del otro cuando se sentaban a la mesa o veían televisión, no podían faltar las miradas cómplices y las sonrisas traviesas, el rubio no sabia bien de que se trataba todo aquello pero no lo vio mal pues como algo que se siente tan bien puede ser malo.
Era joven para comprenderlo pero se había enamorado, lo que también ignoraba era que en pocos días su felicidad se acabaría, comenzando una espiral de dolor que ya no se detendría.
Mes y medio había pasado desde la partida de su padre y no se sabia nada de él a excepción de los malditos sobres con dinero que Bobby hubiera quemado de no ser por que en alguna ocasión harían falta, pero para sorpresa de todos en esa casa John Winchester regreso un día antes del aniversario de su esposa, cansado, decaído y por que no decirlo arrepentido, lo primero que hizo al llegar aparte de recibir un buen reclamo de Bobby fue abrazar a sus hijos, bueno si se le puede llamar abrazo aun ligero apretón de manos y unas cuantas palmadas en la espalda.
El cazador apenas comió y se durmió unas horas, al levantarse indico a sus hijos subieran al auto pues irían a ver la tumba de su madre como todos los años, el mayor temió que una vez que se fueran no volverían a esa casa en mucho tiempo, pero sus miedos desaparecieron cuando su padre les dijo que no empacaran nada, solo era un viaje rápido, regresarían a la caza del cazador mayor a descansar al menos unos días mas, cosa que Bobby replico con un "No soy un centro de acopio para desamparados", pero igual que siempre termino cediendo, a regañadientes por su puesto. Lo único malo de todo ellos es que el rubio no pudo avisar a su amigo de su viaje relámpago.
El impala rugió cuando John le encendió para después alejarse por el camino levantando una pequeña polvareda tras de si, ninguno de los pasajeros sospechaba que dos pares de ojos les vigilaban desde lo lejos.
Una vez en el cementerio al igual que cada año los pequeños dejaron un ramo de flores blancas sobre la tumba vaciá de su madre, guardaban un largo silencio para como decía el pequeño Sam "Platicar con su madre y contarle sus aventuras".
Claro que la paz y el silencio no duraron como años anteriores, un hombre vestido de blanco, con cabello corto tan blanco como su traje y ojos azul oscuro ataco al cazador lanzandolo contra varias tumbas sin siquiera llegara tocarlo, Dean tomo a su hermano del brazo y comenzó a correr para tratar de huir de ese ser antes de que su padre se lo ordenara, el tipo ese caminaba lento con una seguridad aterradora, como si supiera que por mas que corrieran terminarían siendo atrapados.
En su intento por huir se metieron en una tumba para despistar a su perseguidor, guardaron silencio en espera de algún sonido que delatara la posición de su agresor, no paso mucho cuando escucharon sus pisadas suaves sobre las hojas secas que había en el suelo.
-Vamos Dean, sal de donde estés, tarde o temprano te encontrare y sera peor para ti, ahorremonos esto quieres. - la voz siniestra le hizo estremecer esa cosa le buscaba a el.
Por un momento pensó en dejar oculto a su hermano ahí y salir corriendo alejando al demonio de el pero así como lo llego a pensar lo deshecho, si dejaba solo a su hermano lo atraparían y lo usarían en su contra, así que decidió permanecer con el en espera de algún milagro o ayuda que los sacara de ese problema.
El sonido de un arma disparar seguida de la voz de su padre le devolvió el alma al cuerpo, el alivio no duro mucho, el demonio maldijo con odio en la voz y por lo que pudo identificar ataco a su padre. Un pequeño resplandor sacudió el lugar fuera de donde se encontraban, alguien entro, Sam lloraba tratando de no hacer ruido apesar de estar muerto de miedo, Dean tenia cerrados los ojos, abrazaba a su hermano para protegerlo y rogaba a quien fuera que los ayudara.
-Deannie. - escucho decir a una voz dulce y conocida, al instante abrió los ojos, frente a el se encontraba Liam. - Vamonos de aquí. - le dijo tomándole del brazo antes de que el joven replicara algo.
Al salir se encontró con medio cementerio destruido a causa de una explosión pero no había oído ninguna, el sonido del claxon del impala llamo su atención en el interior estaba John con la cabeza sangrante, haciéndoles señas para que se apresuraran, una vez en el interior el auto avanzo a la máxima velocidad que le permitía su motor.
Recuperado de la impresión y el miedo vividos momentos antes el rubio comenzó un interrogatorio a su padre, de quien no obtuvo respuesta alguna, después dirigió sus dudas y miedos a Liam.
-¿Que hacías ahí Liam?, ¿Que paso con esa cosa que nos ataco?, ¿Que sucede díganme?. - pregunto al borde de un ataque de nervios.
-Calmate Dean, te explicare todo. - respondió el castaño para tranquilizarlo.
-No te atrevas a ... - John estaba a punto de replicar pero una mirada del joven basto para hacerlo callar.
-El ya no esta seguro y seria una idiotez no decirle que pasa. - contesto con una voz que el rubio desconocía, era diferente intimidante y llena de poder, sin ningún rastro de la amabilidad con la que le calmo momentos antes. John fijo su mirada en la carretera apretando con fuerza el volante hasta dejar sus nudillos casi blancos.
Liam respiro largo y profundo antes de comenzar, el rubio le miraba con cierto miedo y duda sin embargo no se aparto del abrazo en el que le tenia y con la misma voz dulce de siempre el joven le contó todo lo que sucedía, quien era el y la razón de que estuviera ahí en esos momentos.
-Soy un ángel Dean y el tipo que los ataco es un demonio muy poderoso que viene para acabar con... - el joven dudo por un momento pero fue el mismo Dean quien le insto a continuar.
-¿Acabar con que? - dijo con los ojos abiertos y aun cristalinos por las lagrimas.
-Quiera acabar contigo, con tu alma. - respondió casi en un susurro.
-¿Por que quiere matar a mi hermano? - pregunto el menor de los hermanos quien hasta ese momento solo hipaba por el llanto.
-Es algo que por ahora no comprenderían Sammy pero yo estoy aquí para cuidar que nada le pase a tu hermano ni a ti, me escuchas, no permitiré que les pase nada.
-¿Como que un ángel? - fue la repentina pregunta del rubio cuando termino de procesar toda aquella información - Entonces me engañaste todo este tiempo, solo fingías para poder cuidar de mi como un perro. - dijo tratando de alejarse del recién descubierto ángel con los ojos llorosos, mientras sentía como todas sus esperanzas se caían a pedazos.
-Dean no es así. - dijo sorprendido ante el sorpresivo rechazo del joven.
No pudo afianzar su agarre por que en ese momento John paro el auto frente a casa de Bobby y el rubio salio disparado del auto seguido de su hermano.
Bajo tan rápido del auto que fue completamente irreal para los ojos de John y Bobby quien ya había salido al escuchar el ruido del motor.
-¡Dean, Sam! - grito John pero Liam le detuvo con la mirada.
-Debo hablar con el espera aquí. - ordeno y salio en busca de los hermanos.
-John ¿Que paso? - pregunto el otro cazador pero no obtuvo respuesta alguna.
En el interior del deshuesadero, entre montones de autos Liam encontró a Sam abrazando aun Dean que lloraba amargamente, el pequeño al notar su presencia se le planto con un valor nada acorde con sus ocho años de edad para evitar que se acercara su hermano quien le dedicaba una mirada asesina entre sus lagrimas.
-No te quiere cerca, dejalo en paz y vete. - amenazo con voz chillona el menor.
-No me puedo ir hasta ver que estén a salvo y logre hablar con tu hermano. - respondió con esa voz dulce que Dean tanto quería.
-Pues ya estamos bien, puedes irte. - volvió a decir el pequeño. El castaño sonrió y se inclino para quedar a su altura.
-Sam, dime una cosa ¿ya no confiás en mi? - la pregunta hizo dudar al menor, Liam jamas les había hecho daño, de hecho siempre les hizo sentir bien y por si fuera poco ahuyento al demonio, ante esa lógica el pequeño Sam no tenia objeciones y contesto con la verdad.
-Si. - dijo quedamente.
-Entonces dejame hablar con tu hermano, prometo no hacerlos sufrir mas y si quieren que me vaya lo haré. - el menor se hizo a un lado dejando el paso libre al ángel.
-Eres un pésimo guardián Sam. - rugió el rubio a media voz, pero lo único que consiguió fue una tímida sonrisa de su hermano.
El ángel se acerco a el y guardo una distancia comprensible entre ambos no quería empeorar las cosas tratando de acercarse demás al rubio.
-Quiero que sepas que no te mentí Dean.
-Entonces por que no me dijiste que eras un ángel, creí que eramos amigos. - soltó herido.
-Y lo somos pero yo no sabia que era un ángel. lo descubri hoy cuando te fuiste.
-Como alguien puede no saber eso. - gruño con frustración.
-Pues así, no lo sabe y punto. - el rubio le miro con el ceño fruncido. - Mira cuando te conocí el día del accidente sentí que algo jalaba hacia a ti, no se decirte que fue por que no lo se, tal vez fue el instinto pero desde el primer momento sentí un deseo irrefrenable de cuidarte y protegerte. Y cuando vi que te ibas con tu padre note que un hombre de blanco les veía a lo lejos y algo en mi cambio.
El rubio le veía con aprehensión pero comenzaba a relajarse tanto que ni noto que se había acercado al ángel para escucharlo mejor.
-De un momento a otro recordé cosas que no sabia que sabia y que de alguna forma siempre habían sido parte de mi, la mayoría desagradables pero lo único que sabia a ciencia cierta entre todo eso era que yo debo protegerte sin importar que o de que.
-Entonces no me mentiste. - pregunto acercándose a un mas al joven.
-Jamas lo haría Dean y aunque quisiera no puedo, no te lo mereces. - Dean vio en esos ojos brillantes y supo que todo era verdad algo en su interior le gritaba que era verdad que no temiera.
-Te quiero. - dijo sin mas abrazando al joven, quien correspondió al instante con una sonrisa en los labios.
-Que tierno, tanto que da asco. - dijo una voz encima de ellos.
-Alucard. - dijo casi en un susurro el joven, quien inmediatamente tomo a Sam y lo coloco tras de si junto a Dean.
Un instante después una intensa explosión sacudió el lugar, las llamas consumían gran parte del lugar con ferocidad como si tuvieran vida propia, el demonio busco con la mirada los cadáveres calcinados de sus victimas pero lo que encontró fue un pequeño domo traslucido que protegia a sus ocupantes de las llamas.
-Tu y tus malditos trucos. - dijo divertido. - Pero esta vez no funcionaran el morirá y su preciosa alma también, estas muy descuidado en estos últimos tiempos, que pasa ya no puedes lidiar con los sentimientos humanos.
-Me confié es todo, pero apesar de ello no podrás ganar y lo sabes. - dijo con calma.
-Solo me volverás a encerrar y esto volverá a comenzar no es nuevo, pero como ya te dije esta vez no sera igual.
-¿Por que tan confiado?. - Dean observaba a Liam son asombro, su personalidad era tan distinta en esos momentos que dudaba que fuesen la misma persona, sonaba tan desafiante y poderoso que de algún modo extraño le reconfortaba.
-¿Ves esto? - dijo el demonio alzando un pequeño colgante.
-Un adorno, que tiene de especial Alucard o es que estas tan desesperado que recurres a brujería barata. - burlo el ángel.
-Esto contiene una parte de lo que alguna vez fueron las alas de mi señor, aquellas que tu arrancaste. - la cara del ángel mostró cierta duda pero se recompuso tan rápido que el demonio no lo noto.
-Te dio mas poder, que maldito. - dijo con acidez. - Dean toma a Sam y no salgan de este domo esto se pondrá algo feo, tu papá ya viene para acá cuando el llegue váyanse y no miren atrás.
-¿Y tu? - pregunto temeroso de la respuesta.
-Me reuniré con ustedes en cuanto termine con esto. - la sonrisa que le dedico en esos momentos le inspiro tanta confianza en sus palabras que sin querer le devolvió el gesto.
-Esta bien.
Momentos después John llego junto a el joven quien le indico que se llevara a los chicos lejos de ahí y tras el llego Bobby pero fue detenido por un muro de flamas que le impedían el paso.
El demonio aburrido por lo sucedido movió su mano y mando a volar medio deshuesadero con John y sus hijos incluidos, mientras que al joven apenas y se le movió el cabello.
El mas pequeño de los Winchester intento acercarse pero su padre lo detuvo ante la mirada atónita del rubio quien no daba crédito a lo sucedido. Alucard intento acercarse pero fue inmediatamente atacado por un poder invisible que le desgarro casi todo el cuerpo haciendo que su sangre negra corriera por la tierra.
-¡MALDITO! - grito con la ira rebozando por sus impasibles ojos ahora abiertos de par en par.
En un leve instante y sin quitar la mirada del demonio Liam se comunico mentalmente con el rubio.
"Me temo que no podre cumplir lo que te prometí Deannie, hasta el día de hoy he cometido error tras error y el único perjudicado has sido tu, así que hoy pondré punto final a todo esto, espero no me odies, ...si tan solo recordaras mi nombre todo seria diferente."
Dean sintió un pánico atroz sin dudarlo ni un segundo se lanzo hacia el joven pero su padre lo detuve, ya que Sam se había quedado inconsciente, el rubio pataleo y golpeo a su padre con todas sus fuerzas para que le dejara ir.
-NO ME DEJES POR FAVOR, NO ME ABANDONES... SUELTAME PAPÀ, TENGO QUE EVITAR QUE LO HAGA, SUELTAME- decía dando patadas y golpes desesperado a su padre para que le soltara.
-No Dean, esto es para lo que esta aquí, no puedes hacer nada, esa es su obligación. - John mantenía su agarre para evitar que se acercara a una muerte segura, Dean no lo sabia pero el ángel también hablo con su padre y le contó todo lo que aun no podía entender, sus orígenes y la realidad de su identidad.
-NOOO!!!!- grito nuevamente el rubio.- POR FAVOR NOOO, NO QUIERO QUE ME PROTEJAS SI TENGO QUE PERDERTE, QUIERO MORIR SI CON ESO TE QUEDAS CONMIGO.
-BASTA DEAN!!- grito el joven con mirada severa, que después suavizo.- No me perderás, jamas me alejare de ti, te cuidare siempre, solo que... de otra forma, por ahora ya no puedo estar contigo así, ve todo lo que causo mi descuido.- respondió con un tono triste, pero lleno de dulzura hacia Dean.-Ademas esto no es mi obligación, te protejo por que te quiero, nunca lo olvides.
-¡MALDITO! - grito nuevamente el demonio, el medallon comenzó a brillar y las llamas se hicieron mas intensas. - Te matare con las mismas llamas con las que me has torturado todo este tiempo.
-No servirá de nada. - Liam volteo una ultima vez y con una sonrisa en los labios se despidió de Dean. - Perdoname por favor. Acto seguido el joven fue envuelto en llamas.
Dean vio la escena con horror y algo salio a la superficie arañando su interior para poder salir a toda potencia, era un nombre, un nombre tan antiguo como la creación del mundo mismo e igual de poderoso.
Grito con toda la fuerza que tenia hasta que la voz se le quebró. Una intensa luz invadió todo el lugar expandiéndose por kilómetros desde donde se hallaba el ángel.
Después solo hubo oscuridad una absoluta oscuridad en la mente de Dean Winchester y en la de todos los presentes.
Al siguiente día todos despertaron en sus camas sin recuerdo alguno de la noche anterior a excepción de una persona, el padre de los dos futuros cazadores que serian participes directos del apocalipsis pero seria un secreto que se llevaría a la tumba.
Pero apesar de no recordar nada el mayor de los hermanos sabia que algo andaba mal, algo se había roto en su interior y aquello jamas seria reparado, Dean Winchester sabia que ya no seria feliz.
Fin
Del Flash Back no se alteren.
CONTINUARA...