FanFic: DEJAME PROTEJERTE

Feb 01, 2011 21:25








TITULO: Dejame Protegerte

FANDOM: Supernatural

AUTOR: Yo mismo, DestielWinchi. jiji.

PAIRING: Descubranlo, muaaaa, soy malo.

ADVERTENCIAS: Lo tipico, uso de lenguaje no apto para menores, escenas porno y claro por supuesto es SLASH asi que si no te gusta, ahi esta la puerta y es muy grande.

DISCLAIMER: Nada de supernatural me pertenece, todo es propiedad de Kripke, creanme si fueran mios la serie estaria clasificada como Slash y pago por evento, jajaa, esto lo hago sin fines de lucro, no gano nada, solo mi perverso gozo.

RESUMEN: Dean esta abrumado por todo lo que `pasa a su alrededor, es el blanco tanto de angeles como demonios, la situacion con Sam y Cas se pone tensa, un extraño y enigmatico ser le cuida y para colmo descubrira que esta enamorado desde los primeros años de su adolescencia y no prescisamente de lo que el esperaba.


ENTRE DISCULPAS Y EXPLICACIONES

-¿Se repondrá? - fue la simple pregunta que broto de los labios del mayor de los hermanos Winchester mientras miraba fijamente a su hermano aun inconsciente.

-Su cuerpo debe eliminar toda esa sangre de demonio, es un proceso lento que lo dejara extenuado, después habrá que hacer que olvide ese odio que le nubla el juicio en contra de Castiel y eso sera lo mas difícil de todo. - La mirada de aprehensión que el rubio dedico al serafín dejo claro que no era lo que esperaba escuchar. - Si Dean, se recuperara. - suspiro derrotado.

-¿Por que el?, ¿Por que siempre el?. - susurro la voz quebrada del cazador tomando desprevenido al joven que le acompañaba, el cual se limito a desviar la mirada.

Las lagrimas que amenazaban con abandonar sus verdes ojos fueron contenidas con lo poco de fuerza que ya le quedaba en el cuerpo, tres días, tres días desde que todo su mundo literalmente se cayo, Castiel estuvo al borde de la muerte dos veces en menos de 48 horas, una por intentar protegerle y la otra a manos de su hermano victima de un odio irracional que hasta ese momento aun no alcanzaba a comprender del todo, su hermano por otro lado cegado, engañado y manipulado por la zorra de Ruby se había transformado en lo que siempre temió un demonio o al menos lo mas cercano a uno por su culpa, todo por su culpa.

"Jamas tendré un maldito momento de paz", pensó mientras se pasaba una mano por el rostro en claro gesto de exasperación mientras se volvía para encarar otro de sus "problemas", la persona que debía cuidarlo desde su nacimiento estaba frente a el con la mirada baja incapaz de verle a los ojos.

-Dime, piensas contestar. - el tono de reproche le golpeo como si fuera un puño a mil km. por hora, pero el serafín sabia que lo merecía, todo lo que el cazador le hiciera o dijera se lo había ganado a pulso ese era el castigo por sus errores.

-El fue escogido para... -

-No me refiero a eso. - bufo con la rabia mal contenida - Se de sobra toda esa mierda de que Sam es el recipiente de Lucifer que es su destino y todo eso, lo que quiero saber es cuando vas a explicar tu ausencia y el por que decidiste aparecer ahora que mi ¡puta vida no tiene arreglo!- El castaño una vez mas solo desvió la mirada liberando un suspiro de resignación.

-Te contare todo si es lo que deseas pero antes debemos esperar a Castiel.

-¿Por que?, el también esta metido en toda esta mierda o necesitas apoyo moral.

-El apoyo es para ti. - dijo sosteniéndole la mirada al fin.

El rubio no pudo entender las palabras del joven pero decidió esperar al ángel que había ido a poner barreras alrededor de la propiedad, parecía increíble que apenas el día anterior había estado al borde de la muerte y sin poderes, por que ahora andaba como si nada le hubiese pasado, todo por obra de Liam, a quien le agradecía internamente pero jamas se lo haría saber. El ángel no tardo mucho en volver, apareciendo ante ellos en medio de la cocina a donde se habían dirigido después de ver el estado en el que se encontraba el cazador menor.

-Dean, ¿Y Sam? - pregunto Cass evidenciando su preocupación por el joven.

-Esta que es lo importante... por ahora. - soltó con voz apagada, Dean Winchester ya no esperaba absolutamente nada de la vida.

-Supongo que es hora. - el serafín tomo asiento frente al rubio, haciéndole la seña al ángel para que hiciera lo mismo, este negó con la cabeza y se coloco tras el cazador.

-Comienza de una vez. - el castaño trago con verdadera dificultad ante las palabras del rubio y comenzó.

-Para que entiendas todo lo que hice debo contarte como es que terminaste bajo mi cuidado y eso abarca desde mi nacimiento, pasando por la creación de los humanos y el alzamiento de Lucifer en contra de padre.

-¿Que tiene que ver...? - el ángel levanto una mano interrumpiendo la pregunta del cazador.

-Lo entenderás lo prometo y tu también hermano. - dijo dirigiéndose al ojiazul que tenia la cabeza ligeramente inclinada a un costado en su habitual gesto de incomprensión. - Veras Dean, yo soy un espíritu primordial, la primer alma creada por Dios mucho antes de que este creara el espacio y el tiempo, después de mi vinieron las grandes entidades espirituales como esperanza, destino y muerte, los cuatro somos seres independientes de la voluntad del creador, no nos regimos por sus ordenes y poseemos el libre albedrío, pero también somos presas de nuestros deseos e instintos, eramos los hijos nacidos de su "orgullo y poder", hasta que se aburrió de nosotros, igual que un niño se aburre de un juguete después de usarlo hasta el cansancio.

El cielo y la tierra fueron creados y junto con ellos los ángeles los hijos "ideales", aquellos que le amaban por sobretodo y obedecían sin siquiera dudar de sus ordenes, a ellos los creo sin el albedrío,dijo haber aprendido de su primer error, pero ciertas cosas nunca cambian como su manía por experimentar y manipular aun hoy siento como juega con los hilos creados por destino pero sin llegar a interferir de forma directa, así que creo a los demás, una larga cadena de ángeles uno mas poderoso que el anterior y sin quererlo nos separo por clases. - El ángel de ojos azules miraba con expectación a su hermano.

-¿Entonces no eres un ángel en si? - se atrevió a preguntar sin apartar la mirada.

-Dejame continuar Cass lo entenderán todo. - dijo esbozando una leve sonrisa. - Entonces apareció nuestra jerarquía.

La mas baja era donde se agrupaban los principados, arcángeles y ángeles, siendo los primeros los mas fuertes de ellos

El segundo grupo encima de ellos agrupaba a dominaciones, virtudes y potestades.

Y por ultimo por encima de todos ellos los tronos, querubines y solo tres serafines.

-Entonces los hijos de puta son la clase mas baja de ángeles que hay y aun así van haciendo lo que se les pega en gana, sin ofender Cass. - expreso disculpándose con el ángel. - Ese maldito de Michael se cree la gran cosa y solo es un...

-Como dije nos separo, pero la diferencia entre unos y otros no era muy grande de hecho apenas perceptible, los únicos que sobresalían eran los serafines, de hecho los ángeles fueron creados a partir de mi imagen, como dije le gusta experimentar e intento repetir lo que hizo conmigo quitando su "error" obviamente así como con el resto de los ángeles y creo a los otros dos serafines Amiel y Daziel. - la pena embargo su mirada con el solo hecho de mencionar los nombres.

-¿Por que jamas les vimos?, nunca estaban entre nosotros yo crei que solo eran un rumor. - la duda de Castiel provoco una ligera sonrisa.

-Por una simple razón... no eran dignos de vernos. - soltó con amargura.

-¿A que te refieres? se supone que eran sus hijos ideales y perfectos por que no eran dignos de verles?. - esta vez la voz de Dean fue la que inundo la habitación.

-Los serafines son diferentes a todas las criaturas de la creación por un simple detalle no estamos hechos a la semejanza de Dios, somos parte de Él nacidos de su esencia misma, regulamos la esencia misma de la vida y como el nos llamaba eramos la vibración primordial del amor. - un tono ácido, desdeñoso y apagado envolvió su voz al pronunciar las ultimas palabras. - Somos lo mas bello y solo él tiene el derecho a vernos tal cual somos, pues nos debemos a el completamente.

-Bien son muy bonitos y el es un egoísta que solo los quería para el, ¿Que tiene que ver conmigo?

-Todo..., si quieres comprender todas y cada una de mis acciones escucha. - contesto secamente. - Bien, de todos los ángeles yo era el único con la voluntad para hacer y tomar mis propias decisiones, aun así me quede a su lado por que le amaba, es mi padre después de todo y por consecuencia amo todo lo que el creo y los ángeles mas por haber sido inspirados en mi, fue entonces que igual que la primera vez se aburrió y creo al ser humano lleno de errores, sin poder, a su completa imagen, su ego en ese entonces era muy grande y estaba aburrido de nosotros, deseaba mostrar su poder, saberse temido y a la vez respetado de ahí nacieron sus hijos "realmente perfectos".

Su naciente fascinación era tal, que los ángeles fueron relegados a simples niñeras de los hombres y de ahí la inconformidad de Lucifer, se sabia bello, poderoso e inteligente pero al igual que padre era orgulloso y con un ego incluso mas grande, todo ello le hacia sentirse relegado, no comprendía como padre prefería a esas criaturas inferiores a ellos, los ángeles.

En su afán de destruir a los humanos y recordarle a Dios quienes eran sus verdaderos hijos convenció a todos los seres superiores a él a unirse a su causa, es talentoso y sabe engañar a todos a su alrededor, los enveneno en contra de su creador logrando que levantaran su puño contra él, mis hermanos Daziel y Amiel no soportaron aquello así que se fundieron nuevamente a la esencia de Dios desapareciendo completamente, dejándome a mi. Padre no hizo nada por detener a los rebeldes solo se fue y yo lo único que hice fue actuar con miedo al verme abandonado por aquellos a los que amaba y traicionado por los que según protegia, así que con un batir de mis alas los destruí a todos, destruí a mi familia en un segundo sin dudar, al único que deje vivo fue a Lucifer, ese fue mi primer error, haciendo uso de mi poder cree el infierno desterrandolo a su eterna cárcel, pero hallo la manera de escabullirse a la tierra, donde se vengaría de todos y cada uno de nosotros. - un silencio incomodo inundo la habitación momentos después.

-¿Por que no le mataste? - la voz calmada de Castiel rompió la tensa calma.

-Quería hacerle sentir lo mismo que yo sentí al acabar con todos ellos, quería que conociera la pena, la impotencia, el dolor pero no resulto, solo le di la clave para lastimarme mas. - el silencio se hizo nuevamente pero esta vez fue el mismo quien lo rompió. - Al crear a los humanos debía crear un alma, la primer y única alma pura de la cual derivarían todas las demás, a la que doto de un poder que nadie mas tendría y seria absoluto.

-Es... el alma de Adán. - dijo el ojiazul envuelto en asombro.

-Si, es un alma tan bella que el solo hecho de verla en todo su esplendor daría el mismo efecto que los ángeles al mostrar su verdadera forma ante los humanos, de esa alma derivo la creación de Eva el resto de la historia la conocen, Lucifer la tentó y ella cayo llevándose consigo a Adán.

La parte que desconocen es que al inicio no solo fueron dos sino cuatro, Adán, Eva, la siempre problemática Lilith y - pauso - Alucard.

-¿Alucard? - el temblor en la voz del rubio fue evidente, recordaba a la perfección la imagen de ese demonio en sus sueños, ese quien incendio el deshuesadero de Bobby y alejo a Liam de su lado.

-Si ese mismo. - el serafín dio un largo suspiro y continuo. - En venganza por haberlo desterrado Lucifer convirtió a Lilith en demonio para matar a Eva y Adán, pero Adán era custodiado por varios ángeles al ser poseedor de aquella primera alma humana y el plan de mi hermano fracaso, pero nadie contaba con la envidia de Alucard hacia el primer hombre, el deseaba a Eva de una forma enfermiza y en su fijación se creo el primer pacto demoníaco entre él y el ángel caído, Lucifer le doto de poderes que acabaron con todos los ángeles enviados a destruirle, la realidad de todo es que estuvo muy cerca de acabar con Adán y cumplir su objetivo de no ser por mi intervención.

Yo... ame el alma de Adán desde el primer momento, la he visto en todo su esplendor y me atrevería a decir que es sin duda el alma mas hermosa de todas inclusive por encima de mi, irradia tanta paz, bondad y amor que me hice la promesa de cuidarla de todo y de todos. Así que usando mi poder encerré a Alucard en el infierno y mande crear los sellos que lo retendrían junto con Lucifer para evitar futuras amenazas. Pero... me equivoque una vez mas, parte de los sellos fueron destruidos con el paso de los años y Alucard se libero de su encierro aun mas sediento de venganza que antes y busco una vez mas acabar con el alma del primer hombre, entonces fue que decidí bajar a la tierra cada vez que el alma de Adán renaciera para protegerle del demonio una y otra vez, hasta el día de hoy.

El ambiente se tenso tanto que el cazador sintió como el aire comenzaba a faltarle en los pulmones, abría la boca para pronunciar algo pero las palabras simplemente no salían de ella, hizo varios intentos hasta que por fin su boca respondió a las ordenes de su cerebro.

-¿Bromeas, cierto? - fueron las escasas dos palabras que escaparon de la boca del cazador que estaba inmensamente sorprendido por la revelación solo seguido por la estupefacción del ángel a su espalda. El serafín negó con la cabeza contundentemente.

Nuevamente, pero ahora mas que nunca Dean se sentía como una mierda, la peor escoria del mundo, todo había sido su culpa desde el comienzo, sabia que todo aquello que tocaba se torcía, las personas con las que se relacionaba terminaban mal pero aquello era inverosímil, Lucifer se rebelo por culpa suya solo por el hecho de ser uno de los favoritos de Dios, cosa que jamas pidió.

-Jodí toda la puta realidad por el solo hecho de existir. - una sonrisa nerviosa se le dibujo en el rostro al comprender las palabras del castaño frente a el.

-No, tu no tienes culpa de nada. - la voz de Castiel tras el quiso confortarlo.

-Pero Cass, no lo oíste, todo paso solo por que ese, ese .... me creo solo por eso. - dijo volviéndose para encarar al ángel.

-Castiel tiene razón, no es tu culpa, solo has sido victima de circunstancias que jamas han estado bajo tu control y no me dejara mentir al decirte que tu alma no se compara con ninguna, eres bueno te desvives por cuidar a todos aquellos a los que amas, eres lo mejor de este mundo Dean Winchester.

-Te estas oyendo, en serio tanto tiempo lejos de tu papi ya te afecto el cerebro, toda cosa viviente con la que me cruzo se jode o muere, como puedes decir que soy lo mejor del puto mundo. - la exasperación rayaba en ira, el cazador se sentía como un niño al que querían engañar para quitarle un caramelo, solo que en su caso era al revés, se lo querían dar aunque fuera a la fuerza.

-¡POR QUE LO ERES CARAJO! - la ira en la voz del joven tomo por sorpresa a los dos hombres frente a el, haciéndolos encogerse tan solo por la potencia de su voz. - Recuerda delante de quien estas Dean, por mucho que yo sea tu guardián sigo siendo un ser de poder absoluto y no tienes por que gritarme como si yo fuera tu hermano o cualquier imbécil que te cruzas por la calle, ¿entendido?

El rubio asintió con los ojos abiertos a mas no poder con un ligero atisbo de miedo en ellos, hasta ese momento Liam tenia un semblante tranquilo y melancólico, jamas imagino que pudiera tener un carácter tan fuerte e intimidante, sus facciones se tornaron duras e inexpresivas, el mismo semblante del infeliz de Michael, el aura de autoridad que le rodeo en ese momento le dejo claro por vez primera quien era ese joven.

-¿Que paso con Eva? - pregunto para suavizar un poco el ambiente, el castaño suspiro relajándose con notoriedad.

-Ella se arrepintió de todo lo que paso, de dejarse tentar por Lucifer y arrastrar a Adán en ello, al acabar su vida humana la convertí en un ángel, pero su naturaleza rebelde se mantuvo, hasta que la hizo caer y ser humana una vez mas, ustedes la conocen ahora como Ana. - aclaro con una leve sonrisa sombría. - No se puede evitar regresar a lo conocido ¿verdad Dean? - el rubio sintió el comentario como si el joven supiera lo sucedido entre el y la ángel. Castiel solo pudo abrir mas sus ojos al intuir lo mismo que el rubio.

-Hum.. - el ángel aclaro su garganta para llamar la atención del serafín. - Puedo hacerte una pregunta. - la voz salio como un simple susurro pero que el joven alcanzo a escuchar con toda claridad.

-Dime.

-¿Por que tu poder no es tan grande como el de antes? - buena forma de cambiar de tema.

-Lo notaste. - Castiel le miro en espera de su respuesta. -Yo hice algo antes de desapa... Bien creo que mejor empiezo de una vez y terminamos con esto.

El joven suspiro varias veces masajeando el puente de su nariz para tratar de contener la cantidad de sentimientos que se le agolpaban en el pecho, como una gran corriente de agua que buscaba romper el dique que la contenía.

-Tenias trece años cuando nos vimos la primera vez y en ese entonces aun no era consciente de quien era yo o de quien eras tu, solía ser un chico normal hasta cierto punto.

-A que te refieres con normal eres un ángel no naciste en la tierra no tuviste una vida como la miá como para decir eso. - espeto el rubio.

-Este cuerpo es mio Dean, soy el único ángel que tiene un cuerpo físico que nace cada vez que yo lo deseo. -

-¡No necesitas un recipiente para estar en la tierra! - exteriorizo el ángel de ojos azules sorprendido.

-Para poder cuidar a Dean de cerca, me volvía su amigo en cada vida que este pasaba en la tierra en esta debía ser su hermano. Pero alguien intervino en mi regreso retrasando mi llegada, dando como resultado todo esto.

-Entonces, ¿Sam no debía nacer? - el rubio tembló de miedo ante la sola idea.

-No Deannie, Sam nacería de una u otra forma era inevitable siendo el él recipiente de... es mejor que te cuente de una vez lo que paso en esos meses, ya basta de tantos rodeos.

El serafín suspiro de manera exagerada y comenzó a relatar lo que la mente de Dean no podía recordar.

CONTINUARA...

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