Titulo: Años y Meses, Días y Horas
Autor:
destielwinchiFandom: (Crossover) Hawaii Five-0/True Blood
Clasificación: +17
Parejas: Steve McGarrett/Daniel “Danno” Williams (McDanno) alusiones a Daniel “Danno” Williams/Eric Northman
Personajes Secundarios: Chin Ho Kelly, Kono Kalakaua, Rachel Edwards, Eric Northman, Max Bergman, Stan Edwards (menciones), Grace Williams, Charles William Edwards y varios OC.
Género: Slash (relaciones M/M)
Advertencias: A.U. Angst, Hurt, Menciones de abuso de bebidas alcohólicas, Alusión al suicidio, Menciones de violencia domestica, Descripción explicita de asesinatos, Confort.
D. de R: Ni Hawaii Five-0 ni True Blood así como sus respectivos personajes no me pertenecen, todos ellos, ideas y conceptos pertenecen a sus respectivos creadores y casas productoras, y editoriales. Hago esto sin el más mínimo intento de lucro, solo es por diversión y no gano absolutamente nada al hacerlo.
Resumen: Muchas cosas pueden cambiar durante la ausencia de una persona, muchos corazones se rompen y muchas relaciones se crean. Al igual que algunas heridas jamás terminan de cicatrizar del todo.
Steve McGarrett abandono todo lo que amaba por llevar a cabo una última misión como SEAL, esta decisión lo aparto de su familia, amigos y del hombre que amaba durante poco más de dos años. Mismos en los que Daniel Williams a sellado su corazón para que nadie más vuelva a lastimarle como lo hizo su pareja al marcharse y no volver a comunicarse con él.
Tras Años, meses, días y horas de ausencia, dolor y diversas situaciones, Danny a logrado salir adelante como ha podido; pero ahora que el hombre que alguna vez amo con locura ha vuelto a su vida, esta mas que seguro que no le perdonara por mas arrepentido que se encuentre.
Porque hay heridas que son demasiado profundas como para poder curarse, aun cuando el tiempo ha hecho su trabajo en ellas.
*Notas de Autor: Bien, pues esta idea nació del regalo de cumpleaños que
yvarlcris hizo para mí, en el cual he basado esta historia. Es más como un lado B de la misma, aunque no sé si esa definición se aplique a esto, más bien es el ejemplo de cómo dos historias pueden nacer de una misma idea. Y para que lo sepan le pedí permiso a ella para publicar esta locura, porque en gran medida las historias se parecen aunque el contexto en el que se desenvuelvan sea distinto.
yvarlcris, este es tu regalo de cumpleaños, espero que te guste.
\\o//
Parte I
Hace calor, demasiado calor, incluso para ser Hawái y estar en pleno verano. Danny odia el calor, al igual que muchas otras cosas en la isla, pero hoy odia un poco más de lo normal la temperatura sofocante de la isla que lo aqueja en el interior de su oficina de paredes de cristal y persianas blancas, casi amarillentas, por la falta de uso.
Danny las ha cerrado de manera definitiva desde que se convirtió en el líder del Five-0 de manera oficial y no solo como el suplente del comandante, y no las ha vuelto a levantar desde entonces; nadie dijo, ni dice nada. Todos comprenden que esa es su manera de protegerse, de demostrar que ahora es inaccesible para cualquiera que no sean sus hijos.
La puerta cerrada de su oficina se abre con un movimiento suave, más bien tímido, después de ser golpeada un par de veces por, la ya no tan novata, Kono, quien lleva en sus manos una carpeta con lo que será su siguiente caso.
- Días, Jefe. - le saluda con su jovial tono de siempre, pero manteniendo la preocupación en la mirada, aun después de todo el tiempo transcurrido no puede apartarla del todo, no desde que Danny se derrumbara hasta el punto de casi… bueno, algunas cosas son mejores ni recordarlas. - Tenemos trabajo.
- Puedo verlo ¿Qué tienes ahí? - pregunta el ahora líder del equipo, dejando de lado el sobre que el gobernador le enviara un par de días atrás.
- Un adolescente fue asesinado a las afueras de Waikiki hace unas horas, herida de bala en la cabeza, múltiples signos de tortura y con las manos atadas a su espalda, lo encontraron desnudo y con… bueno, será mejor que lo veas por ti mismo. - indicó Kono, tendiéndole la carpeta a Danny al ser incapaz de describir la manera en que el cuerpo había sido hallado y mucho menos el estado en el que se encontraba.
Daniel tomo la carpeta y al abrirla deseo no haberlo hecho, el adolescente, como le llamo Kono, no pasaba de los catorce años de edad como mucho, y en efecto, se encontraba desnudo, pero todo su cuerpo estaba cubierto por infinidad de moretones, heridas abiertas y sangre seca por donde se mirara, su cara estaba completamente desfigurada debido a la brutalidad con la que había sido tratado y sus muñecas, al igual que sus tobillos, se notaban claramente maltratados por las cuerdas con las que obviamente había sido atado, probablemente por días enteros.
Pero lo que realmente hizo que a Danny se le erizara la piel debido al horror, fue ver como el chico mostraba evidentes signos de haber sido violado y sodomizado de una manera horrible e inhumana, era grotescamente obvio que estaba desgarrado.
- Parece un crimen de odio. - consiguió articular Daniel, en medio de la nube de aturdimiento y frustración que le envolvía.
- Eso mismo cree Max, y Chin comparte su opinión, en estos momentos ya se encuentran en la escena del crimen. Te habríamos llamado antes pero sabemos que últimamente no has estado mucho tiempo con Grace y Charlie, así que decidimos darte algo más de tiempo con ellos. - dijo Kono al notar la molestia de Danny, aunque sabía que esta no iba dirigida a ellos.
- Se los agradezco mucho, pero ahora ya estoy aquí, así que a trabajar. - respondió el rubio, forzando una sonrisa al tiempo que cerraba la carpeta, escondiendo el enojo y la indignación que sentía porque alguien se atreviese a hacerle eso a un casi niño. El solo pensar que algo así les podría pasar a sus pequeños le daba terror, y se prometió atrapar al bastardo que había hecho eso a como diera lugar.
Mientras se encaminaban al estacionamiento Kono no pudo evitar notar el sobre que Danny había dejado de lado sobre su escritorio y que tenía el sello del gobernador, y siendo tan curiosa como era, no pudo evitar sacarlo a colación en cuanto tuvo oportunidad. No sería la primera vez.
- ¿Algo importante ha pasado? - preguntó, apenas empezaron el descenso por las escaleras del cuartel.
- No, ¿Por qué preguntas? - le devuelve el rubio al no entender a que se refiere.
- El sobre en tu escritorio, lo envía el gobernador, ¿no?
- Ah, eso. - dice el detective al entender. - Nada de qué preocuparse, solo la incorporación de un nuevo miembro al equipo.
- ¿Lori vuelve? - dejo escapar incrédula la morena, desde que Lori Weston dejara al equipo hacia un par de años, habían estado intentando que volviera pero sin mucho éxito. A final de cuentas le habían empezado a coger algo de cariño.
- No, no es ella. Simplemente una adición a fuerza para el equipo.
- No lo apruebas, ¿cierto? - señalo la mujer, desde que Steve se marchara Danny no había permitido nuevas incorporaciones al equipo, salvo por el teniente Eric Northman, que hacía casi poco menos de un año se había unido al equipo por recomendación misma de Danny. Kono estaba casi segura que se debió a que Eric se había mudado de Louisiana por motivos muy parecidos a los del rubio detective.
Aunque realmente el enigmático hombre estaba escapando de una relación en lugar de perseguir a la persona amada, como era el caso de Danny.
- El gobernador así lo quiere, así que no puedo negarme aunque quiera. - gruño malhumorado por la imposición de Denning.
- Ok, ¿una nueva niñera como se supone sería Lori, o es genuinamente una incorporación al equipo?
- Probablemente más la segunda que la primera, pero no importa. Llega mañana, así que prepara el cartel de bienvenida y los globos. - soltó un poco sarcástico el detective en cuanto hubo llegado a su auto color plata.
- Solo intenta no matarlo del susto. - añadió Kono antes de meterse en su propio auto.
*****
Apenas llegaron a la escena del crimen todos percibieron que sería un caso difícil para el nuevo líder del Five-0, la simple implicación del menor en todo ese asunto era una clara señal.
Todos tenían claro cuáles eran los sentimientos de Daniel con respecto a cosas como esas.
- ¿Qué tienes para nosotros, Max? - preguntó Daniel, una vez que estuvo a unos pasos del forense, quien sin apartar su atención del cuerpo de la victima dio su informe.
- Adolescente, no más de 14 o 15 años de edad, la muerte fue provocada, evidentemente, por el balazo en la cabeza, además de presentar múltiples golpes pre y post-mortem, diversos cortes y quemaduras a lo largo de brazos y piernas, así como el evidente daño a las articulaciones debido al roce de las cuerdas con las que estaba atado. Así como el evidente desgarro de los músculos internos del…
- No necesitamos saber esa parte, Max. - le detuvo Danny, incapaz de tolerar la descripción excesivamente grafica que el forense le relataría.
- A grandes rasgos la víctima fue violada, torturada y asesinada en un lapso aproximado de 48 horas por lo que indica el estado de sus heridas, sin contar que fue mutilada post-mortem. - añadió Max, sorprendiendo al detective y a todos los presentes.
- ¿Cómo que mutilada? - preguntó Kono, mostrando su evidente desconcierto. - No parece que le hayan corta…
Kono fue incapaz de continuar, en su lugar dejo escapar un gemido ahogado de horror cuando Max giro el cuerpo de la victima dejándole ver su entrepierna ensangrentada, al mismo tiempo que Max señalaba la boca de la misma.
- Dios Santo, esto es…
- Una monstruosidad. - termino de decir Danny por ella, indignado y horrorizado por lo que las fotos no mostraban.
- Estoy seguro al decirles que esto fue un crimen de odio, tanto por las heridas infligidas como por el claro mensaje que nuestro asesino intentaba enviar.
- Genial, un maldito asesino especialmente mas enfermo que los demás. ¿Dónde está Chin?, tenía entendido que ya estaba aquí. - masculló Daniel, apartando la vista del cuerpo.
- Esta con la madre del muchacho. - le respondió Eric a su espalda, apareciendo de entre el mar de policías y demás personas que se encontraban acordonando la zona. - La mujer está en shock, pero está intentado que le diga algo que nos pueda ayudar.
- ¿Cómo dieron con la madre tan rápido? - preguntó Kono casi de inmediato.
- Fue ella quien encontró el cuerpo, esa es su casa. - indicó el hombre de cabello rubio claro, señalando la casa a espaldas de ellos. - Estaba saliendo a hacer unas compras cuando lo vio, uno de los vecinos llamo a la policía en cuanto la escucho gritar.
- ¿Cómo le reconoció? Esta totalmente desfigurado. - preguntó Kono. Eric se limito a señalar el crucifijo ensangrentado que aun colgaba del cuello de la víctima.
- Dios Santo. - consiguió decir Daniel, no queriendo imaginar lo que la mujer debió haber sentido al ver a su hijo de esa manera. - Y el vecino, ¿dónde está?
- Aquí mismo, le acabo de entrevistar. Dice que no pudo acercarse porque la madre no lo dejo, se limito a llamar al HPD y a esperar. Dice que la víctima era una buena persona, dos veces por semana le limpiaba el jardín y le hacía unos cuantos recados.
- ¿Tenemos un nombre? - intervino Kono, mas recuperada de la impresión por la brutalidad del ataque.
- Bryan Maleale. - respondió Northman.
- ¿Cómo es que nadie noto su desaparición? es decir, ni en la escuela o su madre se percataron de su ausencia.
- Según el vecino que llamó, Bryan se marcho a un campamento religioso hace unos cuatro días. Según lo que nos ha contado estaba metido en un grupo religioso que es abierto con los homosexuales.
- Ya no hay lugar seguro por lo que veo. - dijo Danny. - ¿Tienes algo, Chin? - preguntó en cuanto vio que el teniente Kelly se acercaba.
- No, brah, la madre está completamente en shock, no para de llorar y preguntar por su hijo a gritos. Los paramédicos tuvieron que sedarla para que se calmara. - la cara de pena en el rostro del teniente era una clara señal de lo mal que la mujer debía estar.
- Bien, entonces esperemos a que se le pase y empecemos a buscar algo que nos conduzca al desgraciado que hizo esto. - ordenó Danny, apartándose de la escena con un sentimiento de terror y angustia presionándole el pecho.
Pero antes de que pudiera alejarse lo suficiente el grito de un muchacho le detuvo.
- Bryan, ¡BRYAN! - se escucho gritar a un joven rubio, que luchaba con todas sus fuerzas contra un par de policías para acercarse al cuerpo del muchacho, que para esos momentos ya lo estaban colocando en una de las bolsas forenses. - ¡Déjenme pasar demonios!
- ¡Hey!, ¿Quién eres tú? - le preguntó Daniel en cuanto se le hubo acercado.
- Soy su hermano, demonios, ¡Déjenme Pasar! - grito una vez más.
- Lo siento amigo, pero eso no va a ser posible hasta que te tranquilices. - señalo el rubio, indicando a los policías que lo apartaran un poco de la escena, llevándolo a una patrulla cercana.
- Es mi hermano el que está en una bolsa, ¿Cómo quiere que me tranquilice? - le gruño el joven, dejándole ver las gruesas lagrimas que ya corrían por su cara.
- ¿Cómo supiste lo que paso? - inquirió de inmediato Daniel, no queriendo desconfiar de la familia cercana de su víctima.
- Uno de los vecinos me llamo y me dijo lo que había sucedido. - soltó casi al instante, sin apartar la mirada de la camilla que llevaba el cuerpo de su hermano.
- Mira se que todo esto es… difícil, pero voy a necesitar que te calmes, tanto para que respondas unas cuantas preguntas, como para que vayas a ver a tu madre. - acotó Danny al muchacho, que para ese entonces ya no luchaba contra los oficiales, solo miraba impotente como el cuerpo de su hermano era subido a la camioneta del equipo forense.
- ¿Qué le paso? ¿Quién… quién le hizo esto? - pregunto el joven, dejándose caer sobre el asiento de la patrulla y tapándose el rostro con sus manos. - Se supone… se suponía que iba a estar con el padre Gill y su grupo… en un campamento. - dijo mientras Danny despachaba a los oficiales.
- Aun no sabemos quien hizo esto, pero te prometo que lo vamos a averiguar. Solo necesito que cooperes conmigo, ¿está bien? - el muchacho se limito a asentir incapaz de hacer algo más. - Bien, que te parece si me dices tu nombre.
- Me llamo Steven. - respondió el joven, Danny sintió como algo en su interior crujía dolorosamente en su pecho al escuchar ese nombre, pero se obligo a sonreír ligeramente en señal de apoyo.
- Bien, Steven… ¿Sabes si Bryan tenía algún novio o que alguien que lo molestara?
- No, es decir, Bryan es… era… lo siento. - dijo el muchacho tras un ligero sollozo. - Bryan era muy tímido, apenas y tenía amigos… a mi madre y a mí nos costaba mucho que saliera de casa o se incluyera en las actividades de la escuela. Y realmente nos sorprendió cuando por su propia cuenta empezó a ayudar al señor Hopkins.
- ¿El señor Hopkins? - inquirió el rubio.
- Si, nuestro vecino. Le ayudaba con su jardín y le hacía encargos unas cuantas veces por semana. Fue en uno de esos encargos que conoció al padre Gill y se unió a su grupo. Fue gracias al padre que empezó a ser mas extrovertido, pero aún si, no le conocíamos muchos amigos y los pocos que tenia eran miembros del grupo y dudo que ellos le hicieran algo, se protegían mutuamente.
- Entiendo, entonces… ¿Problemas en la escuela? No sé, notaste algo sospechoso en su actitud los últimos días. - siguió preguntando Daniel.
- No realmente, en la escuela era uno de los mejores estudiantes y que supiéramos no le molestaban. Lo único que resaltaba a la vista es que estaba más animado, pero eso se debía al padre Gill y al grupo, realmente le estaba ayudando con su autoestima, antes de que le conociera Bryan había tenido serios problemas de aceptación con respecto a si mismo.
- ¿Problemas de aceptación?
- Si, mi hermano era muy religioso, y creía que sus preferencias estaban mal con respecto a lo que Dios dictaba en la biblia, así que tuvo bastantes conflictos para aceptarse a sí mismo, y las iglesias locales no ayudaban mucho, al menos hasta que encontró al padre Gill. A partir de ahí empezó a mejorar y a aceptarse como era. Nosotros nunca lo juzgamos, pero aun así… bueno, supongo que tenía mucho que ver con que nuestro padre se fuera en cuanto se entero de las preferencias de Bryan.
- Siento mucho que tengan que pasar por esto.
- Solo atrape al que hizo esto, por favor.
- Muy bien, gracias Steven. Haremos todo lo posible por atrapar al maldito que hizo esto, ahora creo que deberías ir con tu madre, está en la ambulancia de por allá. - indicó Daniel, señalándole hacia donde se encontraba la ambulancia un poco más a su derecha.
- Gracias. - atino a decir el muchacho antes de irse.
Danny le observo caminar hasta que llego al lado de su madre, pensando en todo lo que su simple nombre le había hecho sentir tan de repente. Había pasado bastante tiempo desde la última vez que había oído ese nombre en particular en voz alta, nadie de su equipo lo mencionaba, ya fuese por consideración o porque simplemente el tema de Steve se había convertido en un tabú para ellos. A fin de cuentas no había sido el único en ser abandonado sin explicación alguna.
Una mano se poso sobre su hombro y lo apretó ligeramente sacándolo de su trance, al girar su rostro para ver quién era el dueño de aquella mano vio a Eric parado justo a su lado. El teniente lo miraba con la misma preocupación con la que Kono le observo esa misma mañana.
- Estoy bien, no hay por qué preocuparse. - dijo casi de inmediato. Eric le miro durante unos momentos más antes de apartar su mano, en el corto tiempo que llevaba en el equipo, y en general en Hawái, él y Danny se habían convertido en buenos amigos, tanto que unas cuantas noches a la semana se reunían para tomar algo y compartir anécdotas de su vida en el continente. Además de que Eric era la única persona con la que Daniel había hablado sobre su… accidente y lo que sentía con respecto al ausente comandante McGarrett.
- Te creo, ¿conseguiste algo del muchacho? - preguntó, cambiando de tema.
- Unas cuantas cosas por las cuales podemos empezar. Como te dijo el vecino, el señor Hopkins, según el hermano, Bryan debía estar en un campamento organizado por un tal padre Gill, quien le había estado ayudando con sus problemas de autoestima.
- Pues vayamos a hacerle una visita a ese padre Gill. - dijo Eric, emprendiendo la marcha hacia donde se encontraba el auto de Daniel.
- Si, será mejor empezar de una buena vez.
*****
Mientras Daniel y Eric se marchaban para interrogar al padre Gill, Chin y Kono se quedaron en la escena del crimen por si encontraban alguna evidencia que los guiara hasta el autor de tan horrible crimen, pero hasta el momento lo único que habían conseguido era la sangre de Bryan sobre el pavimento de la acera.
Aunque esa no era la única cosa que les rondara por la mente.
- ¿Crees que estará bien? - le preguntó Chin a su prima, en cuanto escucho el motor del Camaro alejarse del lugar.
- No creo que debamos alarmarnos… todavía, pero creo que sí, estará bien. - fue lo que contestó la morena al situarse justo a su lado.
- ¿Crees que algún día vuelva a ser el mismo de antes? Quiero decir, ¿algún día logrará olvidarlo? - volvió a decir Chin, esta vez refiriéndose al tema del que jamás hablaban, al menos delante de su nuevo jefe.
- Danny no es de los que olvidan, Chin. Lo más que puede hacer es fingir que no le importa, pero en el fondo siempre lo tendrá presente. Además, algo como lo que hizo Steve es muy difícil de olvidar, yo no lo haría. - dijo Kono, observando como el auto color plata se perdía en la distancia. - Por lo menos ahora tiene a Eric para sostenerse.
- Eric no es Steve. - acotó el teniente.
- Exacto, y quizá eso sea lo que necesita, alguien que no se lo recuerde a cada minuto.
- Pero yo no creo que Eric este interesado en Danny.
- Yo sí, es parecido a cómo surgió lo de Danny y Steve, solo que Eric es mucho menos obvio que nuestro desaparecido comandante, pero he notado como lo mira cuando cree que nadie lo vigila. Créeme primo, Eric quiere a nuestro Danny. - afirmo con una sonrisa en el rostro.
Chin suspiro de manera pesada ante la idea, imaginando qué demonios pudo haber estado pasando por la cabeza de Steve para no volver. Porque si de algo estaban seguros todos ellos, era que Steve no estaba muerto, la marina no habría dudado en informárselos dado que el contacto de Steve era Danny, o en su defecto Chin, y puesto que esa notificación nunca llegó, todos llegaron a la conclusión obvia. Steve había dejado a Danny de la misma manera que Rachel, con la única diferencia de que al menos la ex esposa de Daniel había dado la cara.
- Steve… ¿Dónde demonios estas? - soltó al viento el teniente Kelly, resignado a no volver a ver al que alguna vez fue su amigo.
Continuara...