[trad-esp] Metal - Capítulo 11 || 39%

Dec 03, 2015 18:02

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Parece que la única cosa que Sehun no entiende acerca de su trabajo es que Tao está obligado a estar con él casi todo el tiempo, salvo por momentos de privacidad. Las llamadas telefónicas no son la excepción, sobre todo porque las señales pueden ser interceptadas en cualquier momento. (Aunque la idea era casi paranoica; realmente no creía que tal cosa sucediera.)


En medio de la confusión, Sehun no se había percatado o no había escuchado los pasos de Tao mientras lentamente le seguía hasta el baño donde haría la llamada. Tao, sin embargo, se quedó detrás de la puerta, no queriendo interrumpirlo. Oiría la llamada para asegurarse de que nada malo le sucediese. Para asegurarse de que no estaba siendo amenazado o rastreado. Todo esto es parte de su trabajo. Estar con Sehun en todo momento.

Lo había escuchado todo.

A pesar de que la voz de Sehun había temblado aquí y allá, Tao había reconocido al instante que estaba hablando con Jongin. Por la forma en cómo cambiaba de tono a algo más cómodo y familiar. No era igual a como hablaba con Tao, no. Esa es la voz que guarda para Jongin.

Tao inclina su cabeza para escuchar con más atención. Acababa de oírle decir, "Tengo un pequeño problema." ¿Sehun le está ocultando algo? Como su guardaespaldas, se supone que debe ser informado de todos los sucesos relacionados al joven amo. El hecho de que hay algo que no sepa de él le preocupa. ¿Cómo se supone que lo proteja de un problema si no sabe cuál es el problema?

Tao se muerde el labio ante ese pensamiento. Sabe cuál es el problema. Sabe bastante bien cuál es el problema.

Continúa escuchando y oye a Sehun decir, "Yo, uhm... Creo que... uhm..."

¿Está a punto de decir el "problema"? El hecho de que haya empezado con "creo", claramente decía algo acerca de este tema. Tal vez no es tan grande como Tao había pensado. Relaja sus músculos tensos, no se había dado cuenta que estaba tenso hasta ese momento, y luego oye-

"Creo que me gusta Tao."

Es como si el tiempo se detuviera y un zumbido terriblemente fuerte llenara sus oídos. Su corazón comienza a acelerarse y sus ojos se ensanchan. ¿Había oído mal? Debe ser eso. Pero no, no era posible. Había estado escuchando agudamente, y esas fueron las palabras que había oído. Su corazón late y late y late, a un ritmo que su cerebro no puede manejar. Hay un revoloteo en su estómago, y posa una mano sobre su pecho. Quiere calmarse, pero no sabe qué está mal. Se siente terriblemente caliente. Y tambaleante.

Sin pensarlo, se da la vuelta y se toma su tiempo caminando de regreso a la biblioteca.

Huang Zi Tao no piensa demasiado en las situaciones. No está en su sangre hacerlo. Hay soluciones fáciles para todo. Si alguien se está ahogando, realizar la maniobra de Heimlich. Si alguien ha sido apuñalado, vendar la herida y llevarlo al hospital. Si alguien se ha quemado, lavar la herida con agua fría durante veinte minutos y llamar a emergencias. Si alguien no está respirando, realizar CPR. ¿Si alguien gusta de él?

Bueno, es la primera vez que no tiene una respuesta a su pregunta.

Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que no signifique nada. "Gustar" podría significar muchas cosas, como "me siento cómodo con" o "disfruto de su compañía" o algo por el estilo. Está exagerando, ¿verdad? Quiere desesperadamente que ese sea el caso. Quiere saber que está mal sentirse tan avergonzado, tan tímido, y tan... feliz.

Sí, tiene que estar mal sentirse tan feliz.

Su chocolate caliente se ha enfriado en su ausencia. Coge la taza con manos temblorosas y vuelve a sentarse donde había estado anteriormente, envolviendo la esquina de la manta alrededor de él como antes. El chocolate está grumoso y frío cuando toma un sorbo.

Tao debería sentir frío. Sin Sehun junto a él, ahora siente la falta de su presencia a su izquierda. Un espacio vacío donde, piensa, cierta persona debería estar sentada.

Sus movimientos son torpes mientras baja la taza y furiosamente pasa los dedos por su cabello. Su respiración suena fuerte, incluso para sus oídos. Debe calmarse rápidamente. Ya puede escuchar los pasos de Sehun regresando por el pasillo. O tal vez es su imaginación.

-

Es casi un instinto de Jongin sonreír al ver el nombre de Sehun en la pantalla de su teléfono, lo hace inconscientemente. Aunque es impactante. Sehun sabe que está en la escuela ahora. Es un momento extraño para estar llamándolo. Había estado a punto de dejar caer su preciosa lonchera al suelo por el sonido repentino de su teléfono; no podía desperdiciar la gloriosa comida casera de Kyungsoo. Pero al ver el número familiar, había sonreído. Al contestar, esconde su felicidad. Es un hábito. Como decirse a sí mismo, no te emociones demasiado por una estúpida llamada.

"¿Sehun?" Deja que la sorpresa se oiga en su voz.

"Hola," Sehun responde. Suena extenuado y cansado con un dejo de aflicción. Abre su lonchera con las dos manos, encajando su celular entre su oreja y su hombro. Bien podría comer durante la llamada. Kyungsoo le da una mirada y articula, ¿Quién es?

Sehun, Jongin le articula de vuelta. Kyungsoo asiente para hacerle saber que había entendido.

"Tengo un pequeño problema," dice Sehun. "Y necesito tu ayuda, ahora."

¿Una llamada de emergencia? Mira a Kyungsoo. Algunas cosas son entre novios, y algunas cosas son entre mejores amigos. Y esto es entre mejores amigos. "Un momento," murmura rápidamente al celular. Lo baja durante unos segundos y empuja su silla hacia atrás.

"¿A dónde-?" Kyungsoo está a punto de preguntar.

"Ya regreso." Le da al confundido chico una sonrisa tranquilizadora, como diciéndole no te preocupes, es sólo Sehun después de todo.

Kyungsoo asiente de nuevo. Es en momentos como estos que ambos realmente se entienden entre sí. Jongin no necesita palabras para hablarle a Kyungsoo y Kyungsoo no tiene que preguntar para saber qué está mal. Se adaptan bastante bien uno con otro, como dos piezas de un rompecabezas que se complementan.

Camina rápidamente fuera del aula con el teléfono en la mano. Hay pocos lugares a los que puede ir. La azotea está prohibida, y sólo tenía acceso si estaba con Sehun. Está el baño, pero nunca sabes quién puede entrar. Hay un armario del conserje por el pasillo, pero eso también es un poco impredecible. Jongin piensa en el patio, los días que ha pasado bajo el sol abrasador del verano quejándose de la escuela con Sehun bajo la sombra de un viejo árbol. Se habrá vuelto infértil con el clima, sin duda. Se asoma por la ventana en su camino por el pasillo. Sí, está garantizado. Cualquiera estaría loco si saliera con esta nieve.

Nunca se ha considerado cuerdo.

Llega tan rápido como le es posible y se apoya contra el árbol. El momento para lamentarse de no haber traído una chaqueta sería después. "Muy bien, ¿qué pasa?" Le pregunta a Sehun, poniendo el teléfono en su oreja. Ni siquiera ha pasado cinco minutos y sus dedos ya están entumecidos.

"¿Dónde estás ahora?" Sehun pregunta. Es un chico cauteloso, silencioso y protector con sus secretos.

"Fui al patio," dice Jongin. Se pregunta si Sehun recuerda esos días con él. Desde la escuela primaria hasta la escuela secundaria Jongin nunca se ha alejado de él. Seguramente, seguramente lo debe recordar. "El salón era demasiado ruidoso. Entonces, ¿qué pasa?"

Sehun murmura algo así como, "Yo... uhm..." Jongin se esfuerza para escucharlo. La vacilación de Sehun para hablar con su mejor amigo está irritándolo. ¿Es que no confía en él? ¿Es este "problema" realmente tan preocupante?

Lo insta a continuar. "¿Sí?"

"Creo que," Jongin tiene que cerrar los ojos y concentrarse en su voz; cada vez se hace más y más suave, "me gusta Tao."

Jongin se queda mudo por la sorpresa. Sus pies están pegados al suelo. La tierra debajo de él está tragándolo lentamente y enterrándolo hasta el fondo, porque esa es la única explicación para la sensación de pesadez en su corazón. Hay un vacío en su pecho. Su caja torácica está vacía; ¿dónde está su corazón? Ha desaparecido y en este momento, sólo puede sentir esa pesadez. Sin pensarlo, se echa a reír. Me he vuelto loco, piensa, me he vuelto absolutamente loco. ¿Qué dimensión alternativa es esta? Ni en sus sueños más salvajes habría pensado alguna vez que Sehun realmente se abriría a otra persona. Todo había sido una broma.

Pero reacciona como normalmente "Jongin" lo haría. "Jongin" es un idiota sarcástico que sólo sabe cómo sonreír y bromear. "Jongin" es el Jongin al que Sehun está acostumbrado. "¿Qué quieres que te diga? Te lo dije." Deja que su ego aparezca en su tono.

A Sehun parece no gustarle esa respuesta. Su gemido hace evidente que eso no es lo que quería escuchar. "Jongin," Su corazón tambalea ante el sonido de su nombre. "¿Qué se supone que debo hacer?"

Un buen amigo le diría que lo intente. Un buen amigo diría "¡Tú puedes hacerlo! A la mierda, eres Oh Sehun, puedes hacer que se enamore de ti. Creo en ti." Qué demonios, una buena persona en general sería alentadora y le daría apoyo, le diría que debe ordenar sus pensamientos y hacer lo mejor posible si quiere lograrlo.

"¿Sal con él? No lo sé. ¿Qué diablos pasó?" Apenas puede escuchar las palabras que salen de su boca. Hay un rugido en su cabeza bloqueando todos los sonidos, excepto la voz de Sehun.

"Yo... yo... Dormimos juntos. Sólo dormimos. No la mierda que estás pensando en este momento."

Pero Jongin no está pensando en ninguna tontería. No piensa que tuvieron sexo o que se besaron, ni nada por el estilo. Suspira por pura frustración. "No sé cómo ayudarte entonces. Ustedes dos viven juntos, por el amor de Dios."

Jongin nunca se ha considerado una buena persona.

Traga saliva y abre la boca. "Él es tu guardaespaldas. Es temporal, Sehun. Tal vez," toma una respiración profunda, "no deberías profundizar tus sentimientos. Solo deja que desaparezcan."

La culpa lo aplasta. Después de un momento, Sehun se despide diciéndole algo como "Mándale saludos a Kyungsoo" o algo así. Jongin no está escuchándolo. Todo lo que oye son olas chocando contra su cráneo, ese sonido arrasador que le dice Has hecho algo malo. ¿Te sientes mejor contigo mismo? dentro de su cabeza.

"Sí, adiós." Dice entre dientes apretados. Jongin cuelga rápidamente, levanta la cabeza y da un paso hacia la dirección por la que había venido. Luego se detiene. Qué extraño, piensa. Le pareció ver una sombra volteando la esquina del edificio de la escuela.

-

Kyungsoo no es un chico paranoico. No es un novio celoso, y confía mucho en Jongin. Sin embargo, recientemente su amor se ha visto perturbado y parece que no se arreglará con la simple pregunta "¿algo anda mal?".

Kyungsoo no es del tipo posesivo... pero sí se preocupa mucho.

Después de que Jongin deja la clase, se toma unos cinco segundos para pensar antes de decidir seguirlo. Cuidadosamente baja sus palillos, temblando, nervioso por lo que está a punto de hacer. Si Jongin lo descubre o lo atrapa en el acto, se molestaría mucho. Kyungsoo lo ama demasiado; perderlo sería como perder la vida misma. Aunque nunca lo admitiría, no hay nada en este mundo que Kyungsoo no haría para mantener a Jongin a su lado durante tanto tiempo como le sea posible. Tomaría la bala y dispararía si fuese necesario.

Asoma su cabeza por la puerta y ve a Jongin dando bulliciosos pasos por el pasillo. Está apurado. Conoce a Jongin mejor que nadie. Cada acción suya significa algo para él; puede interpretar sus palabras, su tono, su todo.

Silenciosamente camina detrás de él, con al menos una distancia de diez metros entre ellos. Mantiene la silueta de Jongin a la vista y ve que baja por la escalera. Tendría que esperar hasta que Jongin esté abajo -los ruidos hacen eco en la escalera y está demasiado temeroso de ser atrapado.

Respirando profundamente, salta ligeramente por las escaleras, haciendo el menor ruido posible. Necesita alcanzarlo para ver a dónde va. Cuando ve a Jongin por delante, girando una esquina, entiende a dónde se dirige. El patio que está junto a la escuela.

Se detiene en la esquina cercana al patio, presionando su espalda contra la pared. Esto es lo más lejos que puede ir. Le cuesta oír la voz de Jongin. La nieve que cae a su alrededor parece detener el tiempo.

Kyungsoo sólo puede escuchar fragmentos de la conversación. Sabe que es Sehun con quien Jongin está hablando, pero no tiene idea de por qué Sehun estaría tan desesperado como llamar a Jongin en medio de la jornada escolar.

"Fui al patio," escucha. "El salón era demasiado ruidoso." Esa no era la razón por la que había salido. "¿Qué pasa?"

Una pausa. Se arriesga y toma un vistazo de Jongin. Por suerte, la cabeza de Jongin está hacia abajo, mirando sus manos mientras se concentra en la llamada. No nota a Kyungsoo, quien se siente cada vez más sucio por seguir escuchando.

"¿Sí?" La voz de Jongin suena irritada, apurándolo en busca de respuestas. Sehun parece estar dudando sobre algo.

Hay una pausa más larga. Desde su ángulo, ve como los ojos de Jongin se ensanchan. Empieza a reír de repente, pero es una risa forzada. No es su habitual risa despreocupada y aguda. Está molesto por algo.

"¿Qué quieres que te diga? Te lo dije." La expresión de Jongin está dolida, aunque Kyungsoo sabe que podría no darse cuenta de eso. Se pregunta qué es lo que le ha dicho antes.

¿Se trata de Tao?

La intuición de Kyungsoo no falla. Él no es la protagonista inconsciente de una tonta novela, o un estúpido asistente de dibujos animados. No debe ser subestimado.

"¿Sal con él? No lo sé. ¿Qué...?" El resto es demasiado bajo y no lo escucha. Debe estar preguntando qué pasó, o posiblemente, cuál es la situación. A medida que la conversación continúa, se da cuenta de que la voz de Jongin cada vez se pone más tensa.

"No sé cómo ayudarte entonces. Ustedes dos viven juntos." Sí, definitivamente es sobre Tao. ¿Entonces qué significa "sal con él"? ¿A Sehun le gusta Tao? ¿O es al revés?

"Ustedes dos viven juntos, por el amor de Dios. Él es tu guardaespaldas. Es temporal, Sehun." La voz de Jongin enfatiza esa palabra. Está haciendo hincapié en eso, tratando de convencerlo de que es una mala idea. Kyungsoo traga saliva con inquietud. Cuanto más escucha, más grande se hace la grieta en su corazón. Está casi rompiéndose.

"Tal vez no deberías profundizar tus sentimientos. Solo deja que desaparezcan."

¿Está aconsejándole que lo deje ir? Kyungsoo no está sorprendido. Siempre ha tenido sus sospechas, pero nunca hubiese querido que fuesen ciertas.

"Sí, adiós."

¿Está colgando? ¿Tan pronto? Kyungsoo se pone rígido y luego trata de moverse. Tiene que irse. Debe volver al salón de clases. Avanza dos pasos y cae de rodillas en la nieve. No puede. No puede encontrar la energía. Sus ojos se sienten calientes. Su cabeza le duele.

"¿Kyungsoo?" Dice una voz familiar, sorprendido. Levanta la mirada. Jongin lo mira con ojos preocupados. Aunque preocupados, también se ven heridos. Y no importa lo que haga, no puede pararse. Sus piernas han dejado de escuchar a su cerebro.

"Jongin," su voz se quiebra, "por favor...."

-

Sehun se queda en el cuarto de baño un rato más, con la cabeza entre sus rodillas. Hay una sensación extraña en él, como si acabara de crear una red de problemas. Pero una llamada telefónica no podía empeorar las cosas, ¿no?

Mira hacia la ventana, a la nieve que aún sigue cayendo en el exterior. La nieve es como un escudo, piensa, algo que lo protege del mundo exterior. Pone su cabeza entre sus rodillas otra vez. Espera que sí. El mundo exterior parece demasiado problemático en este momento.

Por ahora, todavía tiene que volver a la biblioteca. Huir de repente sería algo problemático de explicar si no llegara a volver. Se pone de pie, sintiéndose nervioso y vulnerable por su repentina confesión a Jongin. Había dicho algo que nunca pensó que pudiera decir.

Creo que me gusta Tao. Las palabras flotan de nuevo en su mente. Se sonroja profundamente, su cara volviéndose más roja que las rosas que llenan el jardín a mediados de verano. Se tambalea hasta el lavabo y salpica su cara con agua. Las gotas se deslizan por sus mejillas hasta su barbilla y luego por su cuello, dejando una corriente fría a su paso.

Cálmate, se dice. No es como él si supiera ni nada. Sólo debería obedecer a Jongin. Jongin tiene más experiencia que él. Tiene razón; es temporal. Tal vez sea mejor simplemente dejarlo ir.

Sehun abre la puerta y camina por el pasillo. Todavía hay un revuelo en su corazón del que desconoce su origen. Una impresión de que acaba de causar algún tipo de problema. No puede detenerlo, ni tampoco hacerlo desaparecer. Abre la puerta de la biblioteca.

Tao está allí sentado bajo la manta, con su taza sobre la mesa. El chocolate está frío, sin dudas. Se siente incómodo. ¿Debería sentarse de nuevo a su lado como antes?

Sin decir una palabra, Tao lo mira y palmea el espacio junto a él. La respuesta es, por lo visto, que sí. Con un revoloteo nervioso de su corazón, se sienta y pone la manta alrededor de ambos.

Parece como si las cosas hubieran cambiado, aunque no está seguro de por qué.

Capítulo 10.- 35% || Capítulo 12.- 41%

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