[trad-esp] Metal - Capítulo 10 || 35%

Nov 27, 2015 18:01

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○ También en Amor Yaoi.



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Está oscuro. Muy oscuro. Y tiene miedo de su lucidez, pero no sabe por qué. Su corazón late como loco, y sus ojos están amplios con la idea de que algo está muy mal. Pero una parte de él también está exasperada. ¿No puede pasar una noche sin pesadillas?


Una tenue luz parpadea detrás de él y se gira alrededor. Tao se encuentra en el suelo, boca abajo, inerte e inmóvil. Hay un charco de líquido oscuro alrededor de él, y mientras Sehun se acerca, ve que es sangre. Jadea en sorpresa cuando el miedo imaginario de antes de repente se hace real. ¿Muerto? No puede ser. Se pone de rodillas y sacude a Tao. Nada.

"¡Tao! ¡Despierta!" A su alrededor, la oscuridad se está acercando. Está muriendo también, perdiendo la luz. Un trozo de papel cae del cielo y aterriza a su lado. Levanta la vista para ver a alguien sonriendo. El asesino arroja el arma hacia él, una navaja, que golpetea en el suelo a unos pocos pies de distancia. Sehun coge el trozo de papel mientras el hombre se va, dejándolo como la última persona viva. Desdobla el papel.

"Por ti."

Desde el espacio frente a él, se oye una voz. No es un hombre ni una mujer, sino una vibración extraña que le hace temblar. "Por ti, él acabaría todo esto."

Sehun está realmente contento de ver a Tao en el momento en que sus ojos se abren y se despierta, y oye su ligera respiración junto a él. Se da cuenta de que todavía está sosteniendo la mano de Tao, pero no quiere dejarla ir por el momento. Tao es cálido, y no quiere despertarlo. "Gracias a Dios que estás vivo," le susurra a nadie. No puede pensar con claridad ahora. Además, está en ese estado medio-despierto-y-medio-dormido, y está muy satisfecho con cómo están las cosas.

Y después de unos diez segundos más tarde, está totalmente despierto.

Toda la sangre de su cuerpo parece subir a sus mejillas. Su corazón está latiendo de manera irregular, saltándose latidos aquí y allá, y luego latiendo un tiempo extra para compensarlos. Además del toque real de piel contra piel, sus cuerpos también están bastante cerca, aunque Sehun no puede recordar haber hecho algo. Teniendo en cuenta que el brazo de Tao está todavía sobre él, se encuentra con que está atrapado. No hay nada que pueda hacer excepto tal vez tratar de dormir otra vez. Deja escapar un suspiro y se esfuerza por ponerse cómodo, aunque ninguna cantidad de esfuerzo puede detener a su corazón que está latiendo tan fuerte como fuegos artificiales en Año Nuevo. Está seguro de que si él no despertaba a Tao, su corazón sin duda lo haría. Los latidos hacen eco en su cabeza.

-

Tal vez debería estar acostumbrado, pero el ser de sueño ligero realmente está afectando su salud. No es que sus ojeras existieran por la privación de sueño, o que se pusiera de mal humor ni nada. No, realmente quiere tener la oportunidad de dormir más.

Sin embargo, no le importaría despertar frente a la cara de Sehun. ¿Está sonrojándose? Qué extraño.

¿Yi Fan había puesto algo en su bebida ayer? Se siente muy animado y sus pensamientos son confusos. Y "muy animado" y "confuso" no son palabras que Huang Zi Tao asociaría con sí mismo.

Puede decir que Sehun está despierto, pero sólo para asegurarse, le pregunta. "Sehun, ¿estás despierto?" Susurra.

Sehun le da un pequeño asentimiento. "Tao, creo que estoy enfermo," gime suavemente. Ambos quieren permanecer en silencio, como si sus voces pudieran perturbar la paz de despertar al mismo tiempo en la mañana.

"¿Por qué?" ¿Una fiebre? ¿Un resfriado? ¿Una gripe? Las posibilidades flotan en la cabeza de Tao.

Bajo las sábanas, ve a Sehun subir la otra mano hasta su pecho. Hace una mueca y se retuerce, como si estuviera muy incómodo. "No. Solo me siento... raro." Se mueve de nuevo. Tao levanta su brazo que estaba junto a Sehun poner la palma de su mano contra su frente.

"Tu frente está caliente," comenta.

Sehun asiente tímidamente en respuesta. No puede quitar la vista de la mano de Tao que todavía está cogiendo la suya, y entonces se da cuenta. ¿Enfermo? Esa era una excusa lamentable. Sabe lo que está "mal" con él, y está demasiado aterrado para admitirlo. No.

Tao finalmente libera su agarre de los dedos de Sehun, demasiado despreocupadamente, Sehun nota. Su mano se siente fría y vacía, y se muerde el interior de su boca para evitar fruncir el ceño. "Entonces deberías permanecer en la cama," Tao dice.

"No, está bien." Sehun se levanta a una posición sentada y una ráfaga de aire helado lo golpea. "Mierda. ¿Por qué está tan frío?"

Tao bosteza antes de pararse. "Quédate aquí. Iré a preguntar." Sale de la habitación rápidamente, frotándose los brazos mientras camina. Realmente está frío. Anormalmente frío. La mansión siempre tenía el radiador encendido en invierno.

Encuentra a Yi Fan en la cocina de la planta baja, viéndose impecable en su uniforme de mayordomo. Con el ceño fruncido, a regañadientes se acerca a él y le pregunta, "¿Qué pasa con el radiador?" Sus pies descalzos escocen con cada paso que da en el suelo de baldosas heladas.

Yi Fan se voltea ante el sonido de su voz. "El radiador está averiado. Me temo que será así durante uno o dos días antes de que podamos arreglarlo." Una esquina de sus labios se levanta. "¿Tienes frío, querido?" Se inclina hacia adelante de puntillas.

"Iré a decírselo al joven amo," Tao dice con indiferencia, ignorando la pregunta. Se aleja rápidamente y antes de salir de la habitación, oye a Yi Fan decir, "Date prisa."

A veces, Tao sabe, es mejor ignorarlo.

Cuando regresa de nuevo a la habitación de Sehun, lo ve sentado tranquilamente en su cama vistiendo un suéter de lana con mangas demasiado largas y unos jeans ajustados y oscuros. Decir que es diferente verlo en esta ropa sería un eufemismo. Sehun es de usar mangas cortas y shorts o pantalones de pijama y camisetas sin mangas, excepto por esa vez que pasaron el día afuera. Sehun se ve cálido y amable, y... suave. Tao tose torpemente. Nunca pensó que esa palabra podría describir a una persona tan bien como ahora. Sus mangas blancas llegan hasta las puntas de sus dedos y mientras levanta la mano para frotarse el ojo, Tao está allí en silencio mirándolo hasta que Sehun levanta la mirada y lo nota.

"¿A qué se debe?" Pregunta, sus ojos mirando hacia su guardaespaldas. Tao niega con la cabeza, más para sí mismo que para Sehun.

"El calentador está averiado." Toma asiento junto a Sehun en la cama.

Sehun deja escapar un suspiro irritado. "Mierda," murmura en voz baja. Se pone de pie y comienza a caminar. Es como si pudiera sentir la temperatura de la casa disminuyendo constantemente junto con su estado de ánimo.

"¿Quieres que vaya a hacer café?" Parece ser lo más obvio. Es casi su rutina matutina.

"No, hoy no es un día para tomar café."

"¿Disculpa?"

Sehun parpadea. "Bueno, mira hacia afuera." Tira de Tao y lo lleva hacia la ventana.
"Wow."

El mundo exterior es de un blanco puro, el suelo está cubierto de una fina capa de, sí, nieve. La primera nevada del año. Delicados copos de nieve salpican el aire, creando una ilusión de niebla. El cristal de la ventana está cubierto por los pequeños zarcillos de hielo que se esparcen a través del cristal en un intrincado patrón. Es mágico y hermoso.

"¿Lo ves?" Sehun dice suavemente. "Hoy no es un día para tomar café. El café haría que el día de hoy sea duro y difícil. Hoy es para chocolate caliente, o tal vez té."

Tao sonríe. No puede evitarlo. Le encanta ver este lado de Sehun, un lado que es un poco más abierto con él y se alegra de tener su compañía. Un lado de él que es pequeño e infantil, alguien que puede sonreír y decir lo que le plazca.

Sehun se da vuelta para ver a Tao sonriéndole. Se siente abrumado con el repentino pensamiento de que, oh Dios, Tao es muy lindo. Traga saliva.

"¿Cual prefieres?" Tao pregunta.

"Supongo que chocolate caliente. Soy más aficionado a las cosas dulces."

Sin pensarlo realmente bien, Tao se acerca y despeina el cabello de Sehun con una pequeña sonrisa en su rostro antes de dirigirse hacia abajo. "Lo traeré para ti," dice mientras sale.

Sehun toca su cabeza ligeramente. Su cabello es un desastre y es un poco quisquilloso cuando la gente lo ve si está desarreglado. Sus mejillas se sonrojan un poco mientras murmura hacia el vacío. "No-no hagas eso."

-

Tao tiene un vago recuerdo de su infancia. Uno muy, muy borroso que apenas llega a su mente. Su madre, antes de desaparecer de repente, le había enseñado cómo hacer chocolate caliente sin utilizar sobres en polvo comprados en la tienda en un frío invierno. En comparación, sabía mucho mejor, y tenía una sensación de hecho en casa. No fue una difícil decisión hacerlo así en lugar de tener que abrir la caja de sobres en la parte superior de la nevera.

Sin embargo, abre la nevera para obtener los ingredientes simples y necesarios. Por suerte, la mansión tenía alimentos almacenados de sobra. Agarra la leche, una bolsa de chips de chocolate, y un poco de azúcar.

Está a punto de terminar con la bebida unos veinte minutos más tarde, cuando oye pasos detrás de él. Se voltea para ver a Sehun abriéndose paso hacia él con una manta envuelta alrededor de sus hombros. ¿Es sensible al frío? Se pregunta. Guarda ese pensamiento en su mente.

Sirviendo lo suficiente para dos personas, coloca las tazas delante de sus lugares habituales en las sillas de la encimera. "No," Sehun dice antes de que Tao pueda sentarse. "Hace demasiado frío. Vamos a la biblioteca."

"Claro," coge las tazas de nuevo. Sehun toma una y mantiene la taza caliente cerca de su cara.

La biblioteca es un espacio amplio, con estantes de piso a techo repletos de libros. Pilas de ellos se encuentran dispersos por la habitación, sobre todo contra las paredes, creando un espacio abierto en medio de la sala. En el centro hay una mesita de cristal con dos sofás en ambos lados para más comodidad, y un sofá para dos en el medio.

Sehun se deja caer en el asiento para dos y abraza sus rodillas. Mientras más pequeño se haga, piensa, más calor puede conservar en su cuerpo. Mira a Tao, quien ha tomado asiento en el sofá a su derecha. "¿Quieres una manta también? Hay otra en el piso de arriba," dice, ya parándose.

"Está bien. Solo," se levanta y se mueve a donde está Sehun, "podemos hacer esto." Cae a su lado, haciéndole una seña para que se siente de nuevo, y toma una esquina de la manta, envolviéndose con ella.

Sehun siente unos golpes en su pecho. Qué enfermedad tan terrible, piensa. Toma un sorbo de su bebida. ¿Compartir mantas? No es nada. Nada en absoluto.

Tao parece no inmutarse ante la cercanía. ¿Es raro? Desde luego, no lo cree así, pero se da cuenta de repente que el aura del joven amo es de incomodidad. Sus ojos se desvían de una cosa a otra, obviamente evitando mirar en cualquier dirección cercana a Tao, y está golpeteando tímidamente el lado de la taza con su dedo meñique. "¿Sucede algo malo, Sehun?" Inclina su cabeza hacia él.

Está demasiado cerca. Demasiado, demasiado cerca. La mente de Sehun falla. "No. Nada." Sigue mirando su taza. "¿No deberías cambiarte? ¿No sientes frío para nada?" Levanta una ceja hacia Tao, quien todavía viste una camiseta y pantalones de pijama. Normalidad. Debe actuar con normalidad.

"Por ahora no siento frío."

Sehun asiente, sintiéndose incómodo. El silencio es interrumpido por el sonido de una llamada entrante. Saca su teléfono de su bolsillo y observa la pantalla. Luhan lo está llamando. Responde rápidamente.

"¿Hola?"

"¡Buenos días, Sehun!"

"Buenos días, Luhan."

"Escucha, no creo que pueda llegar hoy. La nieve está causando algo de tráfico." A través de la estática del teléfono, Sehun oye el sonido de un claxon en el fondo. "Te lo compensaré, lo prometo."

"No te preocupes por eso. Regresa a salvo a casa, y por favor ten cuidado."

"Gracias, Sehun-ah. Bueno, ¡nos vemos pronto, entonces!"

Sehun se despide y cuelga.

A solas con Tao en la mansión, llenando horas silenciosas. Parece que su día estará vacío. Pero no le hace bien pensar en eso. Toma otro sorbo antes de que la bebida se enfríe.

"¿Quién era?" Tao pregunta. Su voz hace un ligero eco en el espacio circular.

"Luhan. Dice que no podrá venir hoy."

"Ya veo." Tao lo mira con curiosidad.

Beben lentamente. Sehun quiere moverse -mucho- pero el brazo de Tao está presionado contra el suyo y es como si el calor de su cuerpo se estuviera filtrando y uniéndose con el de Sehun a través de su suéter. Es casi hipnotizante. La combinación de su vertiginosa cercanía y la calidez del chocolate es suficiente para hacerle sentir somnoliento. Ni siquiera puede encontrar la energía para bajar su taza.

Sus párpados empiezan a caer. Lo único que lo mantiene despierto son sus esporádicos latidos, y pronto incluso eso se convierte en música de fondo. Para empeorar las cosas, se había despertado no hace mucho, y la fatiga seguía residiendo en su sistema.

-

Había cerrado los ojos durante unos dos segundos antes de sentir algo golpeando su hombro. Mira a Sehun, profundamente dormido, con su cabello haciéndole cosquillas al cuello de Tao. Tao se mueve un poco -el joven amo se había recostado sobre un lugar doloroso- y mueve la cabeza de Sehun para colocarla sobre su clavícula en su lugar.

De repente tiene una idea. No hay ningún daño si Sehun nunca se entera, ¿verdad? Tao acaricia el cabello de Sehun con dos pequeños movimientos, y de inmediato se siente nervioso. Tao no sabe por qué ha hecho eso, por qué había querido hacerlo en primer lugar. El cabello de Sehun era suave y espeso bajo sus dedos.

Estar atrapado en esta posición no le deja otra opción, la verdad. Toma la taza de la mano del chico, la coloca abajo, inclina su cabeza sobre la de Sehun y cierra los ojos. Necesita un descanso de todos modos.

-

Sehun se siente como si hubiera pasado años desde que había dormido sin soñar. Había cerrado los ojos y despertado después de lo que parecía haber sido segundos más tarde, sólo para sentirse bien descansado y muy despierto. Y ahora siente algo sobre su cabeza.

Se toma unos momentos para darse cuenta de que Tao está dormido. Están prácticamente apilados uno encima del otro.

"¿Tao?" Susurra, sin saber si el mayor ha despertado o todavía no.

"¿Sí?" Tao responde, sentándose con la espalda recta. Sehun también se mueve rápidamente. Sus músculos duelen por la posición extraña; no debería dormir de lado.

Sehun abre la boca para decir algo cuando de repente siente una extraña sensación de ansiedad. Un nudo en su estómago, como si fuera a decir algo malo. Está nervioso, y desesperadamente quiere hablar sobre esto con alguien, cualquiera.

Es el dormir juntos. Es el despertar frente a su rostro. Es el que esté siempre ahí. Es el que siempre cuide de Sehun. Es el compartir una manta con él, dejarlo dormir en su hombro, no enojarse cuando Sehun lo despierta. Revolotea dentro de él.

Mira el reloj. Si estuviera en la escuela, sería el almuerzo ahora. "Ya vuelvo. Tengo que hacer una llamada."

Tao asiente en respuesta. Sehun sale a toda prisa, sacando su teléfono mientras abre la puerta. Deja que se cierre de golpe detrás de él mientras medio-trota y medio-corre por el pasillo hasta el cuarto de baño. Asegura la puerta y desliza su espalda por la pared mientras poco a poco se da cuenta de lo que ha hecho. No había querido salir airado (espera que no se haya visto de esa manera) pero realmente es demasiado, y no sabe cómo manejar estas situaciones. Pero conoce a alguien que afortunadamente sí sabe. Mejor tarde que nunca.

Sehun marca el número de memoria y timbra dos veces antes de que alguien conteste en el otro extremo.

"¿Sehun?" Jongin casi deja caer su lonchera. ¿Por qué está llamando justo ahora?

"Hola," Sehun dice. Puede oír la sorpresa en la voz de Jongin.

"¿Qué quieres?"

"Tengo un pequeño problema." No sabe cómo expresar esto de otra manera. "Y necesito tu ayuda, ahora."

Oye a Jongin decir, "Ya regreso" hacia, supone, Kyungsoo. Espera a que Jongin diga algo. Pasan un par de minutos antes de oír, "Muy bien, ¿qué pasa?"

"¿Dónde estás ahora?"

"Fui al patio. El salón era demasiado ruidoso. Entonces, ¿qué pasa?"

"Yo, uhm," no tiene ni idea de cómo abordar este tema, "Creo que... uhm..."

"¿Sí?" Jongin no está seguro de qué puede ser este "pequeño problema", pero se está sintiendo impaciente. ¿Y si se trata de la amenaza? ¿Hay noticias? ¿Ha empeorado?

"Creo que," la voz de Sehun se hace cada vez más y más suave, "me gusta Tao."

El silencio que le sigue es insoportablemente molesto. Y luego Jongin se echa a reír. Se había preocupado por nada.

"¿Qué quieres que te diga? Te lo dije."

Sehun gime. Se arrepiente de esta decisión inmediatamente. "Jongin. ¿Qué se supone que debo hacer?" Se frota las sienes para evitar el inminente dolor de cabeza.

"¿Sal con él? No lo sé. ¿Qué diablos pasó?"

"Yo... yo..." su voz está saliendo en chillidos. "Dormimos juntos. Sólo dormimos. No la mierda que estás pensando en este momento." Porque él conoce bien a Jongin. Y Jongin definitivamente pensaría en tonterías.

Jongin deja escapar un suspiro. "No sé cómo ayudarte entonces. Ustedes dos viven juntos, por el amor de Dios. Él es tu guardaespaldas. Es temporal, Sehun. Tal vez no deberías profundizar tus sentimientos. Solo deja que desaparezcan."

¿Jongin le está aconsejando que lo deje ir? Sehun no sabe si sentirse sorprendido o aliviado. "Está bien, supongo. Ahora vuelve a clase, estoy seguro de que Kyungsoo te está esperando. Mándale mis saludos o algo."

"Sí, adiós."

"Adiós."

Cuelga y la línea muere, dejándolo con más preguntas que respuestas.

Capítulo 9.- 32% || Capítulo 11.- 39%

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