Autor:
denssanTabla simbólica. # 8. Susurro.
Fandom: Harry Potter.
Claim: (personaje) Severus Snape.
Spoliers: NO.
Apto para todos los públicos.
'¡Venga, que es muy fácil!'
'¡Hazlo tú entonces!'
'¡Lo haría hasta con los ojos cerrados!'
'Ah ¿si?'
'¡Sí!'
'¡Men.. men..ti..!'
“¡PLAF!” Se oyó un ruido seco; y sintió como la nieve tocaba su cara.
'JA,JA,JA,JA,JA'
El viento arrastraba los los pequeños copos de nieve hacía sus caras curbiertas por bufandas que sólo dejaban ver sus ojos. Estaban solos junto al Bosque Prohibido muy cerca del Sauxe Boxeador, el día de Navidad. Ella había llevado su nuevo regalo a los terrenos para enseñarselo. Idea que no le había parecido mal al verla llegar, pero que ahora le hacían preferir estar en la biblioteca repasando el libro de pociones, o haciendo cualquier actividad que no estuviera relacionada con despegar los pies del suelo.
'¡No te rias!'- se levantó a duras penas, notando que la cara le ardía de manera poco habitual. El trozo de rostro que no cubría la bufanda no tenía nada que envidiar al pelo de Lily; y pensando en lo rojo que estaría más aunmentaba la tonalidad.
'¡Que salvaje te ves! jejeje ¿Vienes del campo de batalla?'- Lily tambíen había caido en a nieve, estaba encogida cogiendose el estomago, riendose con tantas ganas que le lloraban los ojos.
'¡No le veo la gracia, Lily!'- No se la veía, Snape se sacudía la nieve de su capa mirado a aquella chica con rabia, pero la verdad es que no sabía si sentir rabia u otra cosa, Lily revolcansose en la nieve y riendo de esa manera le recordaba a la niña que le costaba conjurar wingardium leviosa cerca del lago. Pero ya no eran niños y ella no se había dado cuenta.
'¿No? ¡Qué raro! Porque yo sí! ¡Tienes que volar, no bailar sobre la escoba! Ja,ja,ja,ja'
'¡Dejame!'- pemsó lanzarle desmaius, furnunculus y hasta cruciatus, pero se dio media vuelta y caminó hacia el castillo. “Maldita Gryffindor es igual que todo aquellos estúpidos”
'¡No Sev! ¡Era una broma! Sé que es muy dificil, sólo estaba bromeando...'- Sentía que Lily corría detrás de él gritando palabras desesperadas y seguramente absurdas que no le importaban. “Maldita Gryffindor”
Y fue entonces, maldiciendo a una Gryffindor cuando diciembre perdió todo el frío con el que se había caracterizado los 14 años que él llevaba sobre el planeta. Una suave mano había cogido la suya, entrelazandose a sus dedos lentamente, haciendo que sus palmas se juntaran en un tibio cosquilleo. El mundo se había paralizado, su odio se había paralizado, él también.
Lily se acercó lentamente a su espalda, auquel cuerpo se pegaba a su brazo izquierdo y su cabeza se posaba leve y peligrosamente en su hombro. Deifinitivamente el mundo había dejado de rotar y los planetas de todos los universos existentes habían hecho una huelga contra el movimiento natural del Cosmos; y al parecer sus cuerpos se habían unido a ella.
Aquel tibio cosquilleo había recorrido su cuerpo en menos de un segundo posandose muy cerca de su ombligo, como si decenas de pequeños murciélagos aletearan frenéticos dentro de su estómago. Sus piernas flaquearon levemente, y deseó como nunca había deseado, ser sólo una extremidad, algo insignificante, ser de una pieza, ser todo él aquel brazo y hombro que Lily estaba contagiando con su ser.
Ella se acercó un poco más tirando suavemente de él llevando a su oido una desconocida brisa con palabras que no lograba entender: “Severus, lo siento”
El invierno había terminado de golpe, Lily lo había expulsó en un segundo del mundo para siempre. El roce de sus manos, su aliento tan cerca de su boca, su cuerpo pegado al suyo... le hicieron comprender de forma aplastante que ella era lo único que hacía que el mundo fuese mundo.
“Severus, lo siento”.- su cuerpo se estremeció con aquel susurro anhelante. Quiso desaparecer y no estar allí, ni que aquella chica se aferrara a él; porque era incomodo, raro, y le hacía sentir calor. Quiso huir de ese olor a bosque, que desapareciera aquel batir estúpido que quemaba su ombligo. Quiso que su cabeza dejara de maquinar cosas absurdas y asquerosas. Quiso no haberse dado cuenta que amaba a Lily Evans.
'No soy James Potter' - sentenció aliviado de haber encontrado las palabras que creía perfectas para aquella situación.
Algo le faltó al instante y el Cosmos volvió a girar.
Una cabellera roja se perdía con paso decidido hacia el castillo, y después de unos segundos se echó a correr, y aunque él había deseado hace tan sólo unos segundos irse de allí, y refugiarse en las mazmorras, echó a correr tras ella.
'¡Lily! ¡Lily!'
'¡Dejame! Eres tan estúpido Snape. ¡Dejame te he dicho! ¿ Acaso tu cerebro no entiende lo que te digo?
'Lo siento Lily, no quería decir eso'- lo había querido decir, lo quería decir desde que aquella maldita Gryffindor se había burlado de él.
'Mira Snape'- se detuvo dandose la vuelta para encararle- ' Si tanto te preocupa Potter vete con él' - había imaginado muchas respuestas a su fingidas palabras, pero ninguna tan repugnante como aquella - '¿Ha salido de mi boca su nombre durante estos días, durante estos meses? ¡NO SNAPE! Pero de la tuya sí. ¡Me tienes harta! Lo único que haces es hablar de él. ¡Si tanto te gusta, vete con él y dejame en paz! Porque a mi no me importa en absoluto James Potter, a mi me importas tú' - al parecer aquellas palabras habían salido de la boca de Lily sin que ella las hubiera invitado a la conversación, porque su cara tomó el tono de su pelo tan rapidamente que parecía a punto de hervir, pero como Gryffndor que era cogió valor y aliento y prosiguió como si aquello no tuviera la más mínima importancia; tan enfadada como la milesima de segundo anterior senteció: - 'Pero tu te estás conviertiendo en un clon de él. ¿Cuando formas el club de fans de Potter, Snivellus? '- abrió los ojos un poco asustada, pero dió la vuelta y con paso firme se fue hacia el castillo. Perdiendose entre la niebla, que de repente sin explicación alguna había aparecido junto al invierno y al conocido frío de diciembre.
¡Maldita Gryffindor! - palabras que ya ni siquiera él podía creer.