Parte II
Título: II. Lluvia.
Parte de: La mejor forma de aprender es a través de la experiencia.
Fandom: LMF!HS!KHR.
Claim: L/Miyu. Nah, en realidad es + xD.
Advertencias: OoC ;_;. Y sosedad horrible D:.
Notas: Perdón, Miyu ;O;. *Se calla* Conste que escribí esto antes de la amenaza (?!). En fin, a comparación de las cosas pervs que tenía pensadas para esta poción, esta no es NADA LOL. Srsly, es inocente.
Ese día había sido su turno de hacer las compras, así que como buena chica responsable, había abandonado temprano la reunión habitual en el hotel la casa de Sawada, y había pasado por la tienda para comprar lo que hacía falta… en especial productos de limpieza.
La alcoba supuestamente estaba vacía, lo cual Miyu planeaba aprovechar para ordenar las compras y quizás desinfectar un poco (ahorrándose los comentarios del OCD). Ya lo tenía todo planeado: atacaría las cosas de sus dos compañeras de habitación y se encargaría de limpiarlas de una vez por todas. No era su culpa si ellas eran tan sucias, la verdad. Además, realmente les estaba haciendo un fav…
Casi le da un infarto cuando, al abrir la puerta, vio que su habitación no estaba vacía. Debía hacer algo por quitarles a L y D esa costumbre de meterse allí sin avisar.
-Por amor al Cielo, L, ¿qué haces aquí? -preguntó la chica, luego de recuperarse del sobresalto.
Su entrenador estaba sentado frente a la enorme televisión que las chicas habían adquirido recientemente (luego se quejaban de que no había espacio), mirando alguna serie como si aquella fuera su casa. Ni siquiera se volteó a ver a la chica cuando habló.
-Lluvia me dejó venir a ver Firefly en su televisión, ¿no te avisó? -respondió el joven, mirando fijamente la pantalla-. D rompió el nuestro.
Miyu se cruzó de brazos molesta. Por un lado, L se había aprovechado del frikismo de Cosa para usar la televisión (como si no supiera que la chica era capaz de prácticamente cualquier cosa con tal de que alguien viera sus fandoms), y por otro lado, estaba segura de que nadie se había molestado en avisarle intencionalmente. Lugh y Ciel estaban llevando sus bromas muy lejos, Dios.
Finalmente se resignó, cerró la puerta y comenzó a ordenar las compras, manteniendo una cautelosa distancia con L. El trauma de la última vez que había estado sola con él no se le iba a quitar nunca.
-¿D anda inventando algo nuevo?
Esta vez L sí se volteó a verla, y por la enorme molestia que se reflejaba en sus ojos, supo que la respuesta era afirmativa. Su supervisor era una persona muy seria y “cuerda” usualmente, pero cuando estaba en sus “procesos creativos” cambiaba radicalmente. O eso sabían por descripciones de L, nunca lo habían visto así.
Bueno, eso explicaba por qué últimamente su entrenador iba a visitarlas más seguido.
-Depende de cómo lo veas. Yo más bien diría que anda buscando excusas para destrozar la casa.
Miyu pensó en las locuras de sus dos compañeras de cuarto, y creyó comprender a la perfección el sentimiento.
-De hecho -continuó L, regresando su mirada a la televisión-, ya que no queda ningún otro lugar de la casa sano (salvo su propio cuarto), ahora está haciendo añicos mi habitación con sus nuevos experimentos. No hablemos de que no queda un solo aparato electrónico en la casa que no haya sido completamente aniquilado en “busca de piezas”. Necesito un celular nuevo, de paso.
La joven rió nerviosamente, sin saber qué decir. La verdad, tenía que admitir que cada vez que D se emocionaba inventando algo, los resultados solían beneficiarlas mucho. Así había ocurrido cuando inventó el aparato que había transformado sus gigantescas y poco discretas armas, en bonitas armas de bolsillo que cambiaban de tamaño a voluntad. Y recientemente, parecía que crear las pociones lo había “inspirado”. Lo sentía por L, la verdad (aunque se lo merecía por lo que había hecho unas semanas atrás, cuando ella inocentemente estaba tratando de estudiar), pero sabía que a la larga les iba a convenir.
Así que prefirió no decir nada y mejor cambiar el tema.
-¿Quieres un poco de té? -ofreció Miyu, desviando descaradamente la conversación.
-¿Oh? ¿Ya estás recordando comer de nuevo?
Si las miradas mataran… L debía aprender que era mejor no mencionar ese tema, al menos si apreciaba su vida. Incluso la paciencia de Miyu tenía límites.
-Técnicamente el té no es comida -respondió la chica.
-En ese caso, sabes que siempre estoy dispuesto a alimentarte de nuevo.
Selene podía sentir la sonrisa maliciosa de L en su voz, aunque no la viera. Y, molesta y traumada por el comentario, la joven hizo lo que solía hacer en esas situaciones: arrojarle un objeto en la cabeza al “agresor”. Por lo que tomó lo primero que encontró, y se lo lanzó con una puntería perfecta a L.
Dicho objeto fue una botellita llena con un líquido azul.
-¡Auch! -se quejó L llevándose una mano a la cabeza, y clavándose de paso algunos fragmentos pequeños de vidrio, pero preocupándose más por el mareo repentino que sentía- Tampoco era para tan…
Pero no terminó de hablar, porque súbitamente cayó inconciente al piso, sin explicación alguna. Miyu entonces se dio cuenta de lo que había arrojado, y miró nerviosamente las botellitas, preguntándose si era posible que hubiese una que matara instantáneamente o algo similar.
Se dirigió rápidamente hacia donde estaba su entrenador, y se alivio al ver que seguía vivo, sólo estaba… ¿dormido? Bueno, al menos podía descartar los planes de huída que había comenzado a formular en su mente.
Mas no pudo continuar pensando demasiado tiempo. De pronto sintió un leve aroma que le recordaba al de la lluvia, y pocos segundos después, inevitablemente ella también cayó dormida.
No sin antes pensar que al menos acababa de descubrir el efecto de la Poción de Lluvia.
Y un pequeño bonus :3.
Título: Mide tus palabras y sobrevivirás.
Fandom: LMF!HS!KHR.
Claim: Cosa+Miyu+Luga.
Advertencias: Lo mismo de antes. Continúa directamente a la viñeta anterior.
Cuando Miyu despertó luego del incidente con la Poción de Lluvia, sentía que nunca había dormido tan bien en su vida. Mejor aún, sentía que con su energía era capaz de cualquier cosa. Nunca se había sentido tan bien en mucho tiempo.
-Awww. Mira, Lug, nuestra hija al fin se despertó.
-Por Oda, sabía que sin Miyu controlando ibas a aspirarte detergente de más -respondió Liga, yendo hasta donde estaba la mencionada-. ¡Y usted, jovencita, está castigada de por vida por usar viagra!
Ciel soltó una carcajada, y Selene las observó a ambas sin comprender absolutamente nada. Acababa de despertarse, y apenas podía recordar cuándo y cómo se había dormido.
-En serio, Miyu. No puedo creer que L y tu se hayan tomado tan seriamente lo del viagra. ¡Era una broma de Lugh!
La representante del Trueno comprendió todo de repente, y sus amigas agradecieron que aún estuviera muy dormida, o ambas habrían recibido un velador en la cabeza ante aquellos comentarios. Eso se reflejaba a la perfección en la cara de molestia (y trauma) de Miyu.
-¡Que no…! ¡Dejen esos chistes o no escribo nunca más en mi vida!
Luga y Cosa rieron divertidas.
-Tendrás que soportarlo. Te encontramos dormida encima de L, ¿qué quieres que pensemos?
Ambas se agacharon justo a tiempo para esquivar el velador, que esta vez sí había sido arrojado para atacarlas. La nueva costumbre de Miyu de lanzar cosas comenzaba a volverse demasiado peligrosa para ellas.
-¡Ustedes…! ¡Van a traumarme para toda mi vida! ¡Y L también, Dios! ¿Qué les hice para que se las agarraran conmigo? -lloriqueó Selene.
-Si te consuela, lo primero que dijo L cuando se despertó fue que no volvería a hacer comentarios en frente tuyo. La cabeza aún le da vueltas.
Miyu parpadeó y luego sonrió maliciosa.
Al menos el incidente había tenido su lado bueno, porque al parecer se ahorraría varios traumas ahora.
Parte de: La mejor forma de aprender es a través de la experiencia.
Fandom: LMF!HS!KHR.
Claim: L/Miyu. Nah, en realidad es + xD.
Advertencias: OoC ;_;. Y sosedad horrible D:.
Notas: Perdón, Miyu ;O;. *Se calla* Conste que escribí esto antes de la amenaza (?!). En fin, a comparación de las cosas pervs que tenía pensadas para esta poción, esta no es NADA LOL. Srsly, es inocente.
Ese día había sido su turno de hacer las compras, así que como buena chica responsable, había abandonado temprano la reunión habitual en el hotel la casa de Sawada, y había pasado por la tienda para comprar lo que hacía falta… en especial productos de limpieza.
La alcoba supuestamente estaba vacía, lo cual Miyu planeaba aprovechar para ordenar las compras y quizás desinfectar un poco (ahorrándose los comentarios del OCD). Ya lo tenía todo planeado: atacaría las cosas de sus dos compañeras de habitación y se encargaría de limpiarlas de una vez por todas. No era su culpa si ellas eran tan sucias, la verdad. Además, realmente les estaba haciendo un fav…
Casi le da un infarto cuando, al abrir la puerta, vio que su habitación no estaba vacía. Debía hacer algo por quitarles a L y D esa costumbre de meterse allí sin avisar.
-Por amor al Cielo, L, ¿qué haces aquí? -preguntó la chica, luego de recuperarse del sobresalto.
Su entrenador estaba sentado frente a la enorme televisión que las chicas habían adquirido recientemente (luego se quejaban de que no había espacio), mirando alguna serie como si aquella fuera su casa. Ni siquiera se volteó a ver a la chica cuando habló.
-Lluvia me dejó venir a ver Firefly en su televisión, ¿no te avisó? -respondió el joven, mirando fijamente la pantalla-. D rompió el nuestro.
Miyu se cruzó de brazos molesta. Por un lado, L se había aprovechado del frikismo de Cosa para usar la televisión (como si no supiera que la chica era capaz de prácticamente cualquier cosa con tal de que alguien viera sus fandoms), y por otro lado, estaba segura de que nadie se había molestado en avisarle intencionalmente. Lugh y Ciel estaban llevando sus bromas muy lejos, Dios.
Finalmente se resignó, cerró la puerta y comenzó a ordenar las compras, manteniendo una cautelosa distancia con L. El trauma de la última vez que había estado sola con él no se le iba a quitar nunca.
-¿D anda inventando algo nuevo?
Esta vez L sí se volteó a verla, y por la enorme molestia que se reflejaba en sus ojos, supo que la respuesta era afirmativa. Su supervisor era una persona muy seria y “cuerda” usualmente, pero cuando estaba en sus “procesos creativos” cambiaba radicalmente. O eso sabían por descripciones de L, nunca lo habían visto así.
Bueno, eso explicaba por qué últimamente su entrenador iba a visitarlas más seguido.
-Depende de cómo lo veas. Yo más bien diría que anda buscando excusas para destrozar la casa.
Miyu pensó en las locuras de sus dos compañeras de cuarto, y creyó comprender a la perfección el sentimiento.
-De hecho -continuó L, regresando su mirada a la televisión-, ya que no queda ningún otro lugar de la casa sano (salvo su propio cuarto), ahora está haciendo añicos mi habitación con sus nuevos experimentos. No hablemos de que no queda un solo aparato electrónico en la casa que no haya sido completamente aniquilado en “busca de piezas”. Necesito un celular nuevo, de paso.
La joven rió nerviosamente, sin saber qué decir. La verdad, tenía que admitir que cada vez que D se emocionaba inventando algo, los resultados solían beneficiarlas mucho. Así había ocurrido cuando inventó el aparato que había transformado sus gigantescas y poco discretas armas, en bonitas armas de bolsillo que cambiaban de tamaño a voluntad. Y recientemente, parecía que crear las pociones lo había “inspirado”. Lo sentía por L, la verdad (aunque se lo merecía por lo que había hecho unas semanas atrás, cuando ella inocentemente estaba tratando de estudiar), pero sabía que a la larga les iba a convenir.
Así que prefirió no decir nada y mejor cambiar el tema.
-¿Quieres un poco de té? -ofreció Miyu, desviando descaradamente la conversación.
-¿Oh? ¿Ya estás recordando comer de nuevo?
Si las miradas mataran… L debía aprender que era mejor no mencionar ese tema, al menos si apreciaba su vida. Incluso la paciencia de Miyu tenía límites.
-Técnicamente el té no es comida -respondió la chica.
-En ese caso, sabes que siempre estoy dispuesto a alimentarte de nuevo.
Selene podía sentir la sonrisa maliciosa de L en su voz, aunque no la viera. Y, molesta y traumada por el comentario, la joven hizo lo que solía hacer en esas situaciones: arrojarle un objeto en la cabeza al “agresor”. Por lo que tomó lo primero que encontró, y se lo lanzó con una puntería perfecta a L.
Dicho objeto fue una botellita llena con un líquido azul.
-¡Auch! -se quejó L llevándose una mano a la cabeza, y clavándose de paso algunos fragmentos pequeños de vidrio, pero preocupándose más por el mareo repentino que sentía- Tampoco era para tan…
Pero no terminó de hablar, porque súbitamente cayó inconciente al piso, sin explicación alguna. Miyu entonces se dio cuenta de lo que había arrojado, y miró nerviosamente las botellitas, preguntándose si era posible que hubiese una que matara instantáneamente o algo similar.
Se dirigió rápidamente hacia donde estaba su entrenador, y se alivio al ver que seguía vivo, sólo estaba… ¿dormido? Bueno, al menos podía descartar los planes de huída que había comenzado a formular en su mente.
Mas no pudo continuar pensando demasiado tiempo. De pronto sintió un leve aroma que le recordaba al de la lluvia, y pocos segundos después, inevitablemente ella también cayó dormida.
No sin antes pensar que al menos acababa de descubrir el efecto de la Poción de Lluvia.
Y un pequeño bonus :3.
Título: Mide tus palabras y sobrevivirás.
Fandom: LMF!HS!KHR.
Claim: Cosa+Miyu+Luga.
Advertencias: Lo mismo de antes. Continúa directamente a la viñeta anterior.
Cuando Miyu despertó luego del incidente con la Poción de Lluvia, sentía que nunca había dormido tan bien en su vida. Mejor aún, sentía que con su energía era capaz de cualquier cosa. Nunca se había sentido tan bien en mucho tiempo.
-Awww. Mira, Lug, nuestra hija al fin se despertó.
-Por Oda, sabía que sin Miyu controlando ibas a aspirarte detergente de más -respondió Liga, yendo hasta donde estaba la mencionada-. ¡Y usted, jovencita, está castigada de por vida por usar viagra!
Ciel soltó una carcajada, y Selene las observó a ambas sin comprender absolutamente nada. Acababa de despertarse, y apenas podía recordar cuándo y cómo se había dormido.
-En serio, Miyu. No puedo creer que L y tu se hayan tomado tan seriamente lo del viagra. ¡Era una broma de Lugh!
La representante del Trueno comprendió todo de repente, y sus amigas agradecieron que aún estuviera muy dormida, o ambas habrían recibido un velador en la cabeza ante aquellos comentarios. Eso se reflejaba a la perfección en la cara de molestia (y trauma) de Miyu.
-¡Que no…! ¡Dejen esos chistes o no escribo nunca más en mi vida!
Luga y Cosa rieron divertidas.
-Tendrás que soportarlo. Te encontramos dormida encima de L, ¿qué quieres que pensemos?
Ambas se agacharon justo a tiempo para esquivar el velador, que esta vez sí había sido arrojado para atacarlas. La nueva costumbre de Miyu de lanzar cosas comenzaba a volverse demasiado peligrosa para ellas.
-¡Ustedes…! ¡Van a traumarme para toda mi vida! ¡Y L también, Dios! ¿Qué les hice para que se las agarraran conmigo? -lloriqueó Selene.
-Si te consuela, lo primero que dijo L cuando se despertó fue que no volvería a hacer comentarios en frente tuyo. La cabeza aún le da vueltas.
Miyu parpadeó y luego sonrió maliciosa.
Al menos el incidente había tenido su lado bueno, porque al parecer se ahorraría varios traumas ahora.