But I fall apart when you appear, 'cause you are the greatest disaster
Título: Fuegos artificiales.
Original: Anima.
Claim: Nil+Luca.
Advertencias: No lo revisé, tbh. Es simplecito y corto.
Notas: Mi fic original de año nuevo, para no perder la costumbre.
Como era de esperarse, a las doce empezó el espectáculo de fuegos artificiales. La gente se amontonaba en el centro de la ciudad para observarlos, con ojos brillantes de la emoción y sonrisas exultantes en sus rostros. Pero Nil y Luca estaban bastante lejos del centro en aquel momento, en busca de un lugar donde poder quedarse por esa noche.
El pequeño levantó la vista hacia el cielo, encantado con los elaborados fuegos artificiales.
-Ah, feliz año nuevo, supongo -dijo Nil distraídamente, como quien nunca le da demasiada importancia a esos temas.
-¡Feliz año nuevo! -respondió Luca, con más efusividad de la que era normal en él.
El mago parpadeo ante eso y miró al niño, que continuaba alzando la vista al cielo cada tanto.
-¿Quieres ver los fuegos artificiales?
-Uhm. N-no quiero molestar.
Eso era un "sí".
Nil miró en otra dirección y se pasó una mano por el cabello, pensando en el asunto. Probablemente no fueran a conseguir alojamiento en ningún lugar hoy y menos a esa hora. Apurarse no iba a cambiar nada. Y por otra parte, podía usar su magia para hacer un lugar donde pasar la noche, aunque no iba a ser tan cómodo.
Además, tenía que admitir que con lo bien que se comportaba el niño, merecía un pequeño premio (y absolutamente era por eso, no porque le agradara y se preocupara por él. Por supuesto que no). Al menos cuando le dijeron que su trabajo era encontrar a un chico que había huido de su casa, había esperado que ese viaje fuera un infierno.
Suspiró y finalmente se dio la vuelta para caminar en dirección al centro de la ciudad, siendo seguido por Luca.
-¿V-vamos a volver?
-Es que tengo ganas de ver los fuegos artificiales -respondió Nil, encogiéndose de hombros.
-¿En serio?
-Totalmente. Ahora cállate y sígueme.
Luca asintió y obedeció la orden, pero ahora con una sonrisa en el rostro. Nil, al verlo, también sonrió un poco.
En serio que detestaba a los niños. Totalmente.
Original: Anima.
Claim: Nil+Luca.
Advertencias: No lo revisé, tbh. Es simplecito y corto.
Notas: Mi fic original de año nuevo, para no perder la costumbre.
Como era de esperarse, a las doce empezó el espectáculo de fuegos artificiales. La gente se amontonaba en el centro de la ciudad para observarlos, con ojos brillantes de la emoción y sonrisas exultantes en sus rostros. Pero Nil y Luca estaban bastante lejos del centro en aquel momento, en busca de un lugar donde poder quedarse por esa noche.
El pequeño levantó la vista hacia el cielo, encantado con los elaborados fuegos artificiales.
-Ah, feliz año nuevo, supongo -dijo Nil distraídamente, como quien nunca le da demasiada importancia a esos temas.
-¡Feliz año nuevo! -respondió Luca, con más efusividad de la que era normal en él.
El mago parpadeo ante eso y miró al niño, que continuaba alzando la vista al cielo cada tanto.
-¿Quieres ver los fuegos artificiales?
-Uhm. N-no quiero molestar.
Eso era un "sí".
Nil miró en otra dirección y se pasó una mano por el cabello, pensando en el asunto. Probablemente no fueran a conseguir alojamiento en ningún lugar hoy y menos a esa hora. Apurarse no iba a cambiar nada. Y por otra parte, podía usar su magia para hacer un lugar donde pasar la noche, aunque no iba a ser tan cómodo.
Además, tenía que admitir que con lo bien que se comportaba el niño, merecía un pequeño premio (y absolutamente era por eso, no porque le agradara y se preocupara por él. Por supuesto que no). Al menos cuando le dijeron que su trabajo era encontrar a un chico que había huido de su casa, había esperado que ese viaje fuera un infierno.
Suspiró y finalmente se dio la vuelta para caminar en dirección al centro de la ciudad, siendo seguido por Luca.
-¿V-vamos a volver?
-Es que tengo ganas de ver los fuegos artificiales -respondió Nil, encogiéndose de hombros.
-¿En serio?
-Totalmente. Ahora cállate y sígueme.
Luca asintió y obedeció la orden, pero ahora con una sonrisa en el rostro. Nil, al verlo, también sonrió un poco.
En serio que detestaba a los niños. Totalmente.