Where could I find a woman like that?
Título: La mejor forma de escapar al trabajo.
Fandom: LMF!D.
Claim: Sha+Locos.
Advertencias: Sosedad extrema :D/. Falta de explosiones. Y me inventé un mundo para Sha |D.
Notas: ESTO TENÍA QUE PASAR Y LO SABEN. Also, ignoren la sosedad, hace rato que no escribía /su excusa.
Un descanso. Necesitaba un descanso. Unas buenas horas de sueño, alguna distracción, tal vez gritarle a la persona que le había metido en eso que no le diera más trabajos sin preguntarle primero si los quería. Eso sería útil, en serio. Si sólo se atreviera a hacerlo…
Suspiró, pasándose las manos por el rostro. Aún le faltaba tanto para terminar... Pero no podía irse a dormir. La fecha límite estaba demasiado cerca y…
-Un café, eso necesito… -se levantó de la silla y salió de su cuarto, en dirección hacia la cocina.
Por su cabeza pasaban montones de quejas y protestas acerca de su situación. ¿Por qué tenía que gustarle uno de los trabajos más importantes de su mundo? ¿Por qué no se había dedicado a otra cosa, algo que no tuviera que ver con los libros? ¿Por qué…?
Pero todos sus pensamientos fueron acallados apenas cruzó la puerta de la cocina, siendo reemplazados por una simple frase:
“¿Qué. Es. Eso?”
En el medio de su cocina, brillando intensamente en el suelo, había algo semejante a… ¿un hoyo? (En algún lugar de su mente se preguntó si podían hacerse portales hacia el Nevernever en el suelo, pero significaría que había un monstruo o un mago en su casa.)
Se acercó con cuidado a examinarlo. Le dio varias vueltas, se agachó para verlo mejor, pero nada le daba una pista de qué era lo que estaba viendo.
-¿Estaré tan cansada que ando alucinando?
Dudosa, acercó un pie hasta el hoyo, tratando de ver qué tan grande era. Pero al lograr apoyar su pie en el suelo, se dio cuenta de que en definitiva no era un agujero lo que estaba observando ahí.
Un círculo brillando en el suelo… ¿Qué podía ser?
-Kmiya, ¿otra vez te olvidaste de cerrar el portal? -Escuchó una voz desconocida cerca suyo. ¡¿Había alguien en su casa?!
-Eh… ¿puede ser? -dijo una segunda voz-. Tengo memoria de teflón, me olvido de esos detalles. ¡No es tan malo!
-¡¿Detalles?! ¡¿Te parecen “detalles”?! -¡Oh Dios, alguien había entrado mientras estaba trabajando! ¿Y ahora qué…?
Levantó la mirada y se dio cuenta al fin de cuál era el problema real allí…
…No, ya no estaba en su casa. De alguna forma la impecable y brillante cocina de su casa había desaparecido, y ahora en cambio se encontraba en una espaciosa y oscura habitación que estaba repleta de extraños y desconocidos aparatos.
Y había más que sólo dos personas allí. Exactamente eran ocho en total, con ella incluida. Pero lo más curioso del grupo era la variedad de gente extraña que se encontraba reunida. Desde una muchacha sentada en una enorme luna flotante hasta otra que literalmente brillaba.
-Uhm… Creo que tenemos otra recién llegada.
-¡¿Otra más?! -gritó un hombre pelirrojo que llevaba puesta una bata blanca, y que por su expresión uno creería que estaba por matar a alguien.
-…Eh… ¿Hola?
-¡Bienvenida a este grupo de locos perdidos entre las dimensiones! ¿Quieres unirte al lado oscuro y conocer este nuevo mundo: sí, sí o sí? -preguntó la joven que estaba sentada en la luna.
-Al menos dale la opción de decir “no”… ¿Son todos así de hiperactivos en tu mundo, Miyu?
-No, es que comí galletas~.
-¿Me darán un lightsaber rojo si me uno? -interrumpió.
El grupo entero la miró en silencio durante unos instantes, y de pronto sintió que no tendría que haber dicho nada.
Pero finalmente la gran mayoría de ellos se largaron a reír.
-Creo que ya te quiero, joven Padawan -le dijo una extraña chica con antenas.
-¡Es perfecta para nosotros!
-¡No estamos formando un grupo, manga de idiotas! ¡Vamos a devolverlos a todos a sus mundos!
-Vamos, D, no seas tan amargado. Son gente divertida, ¿no podemos quedárnoslos?
-¡No son mascotas!
Mientras los dos hombres que parecían científicos discutían, el resto de los jóvenes se le acercaron, sonrientes. Y tuvo que admitir que daban un poco de miedo.
-¿Y cómo te llamas? -preguntó la chica que brillaba.
-Shary.
-Uhuhu. Bienvenida a los Locos, Shary~.
-Yep, espero que no te moleste este manicomio, porque parece que vamos a estar mucho tiempo aquí.
Fandom: LMF!D.
Claim: Sha+Locos.
Advertencias: Sosedad extrema :D/. Falta de explosiones. Y me inventé un mundo para Sha |D.
Notas: ESTO TENÍA QUE PASAR Y LO SABEN. Also, ignoren la sosedad, hace rato que no escribía /su excusa.
Un descanso. Necesitaba un descanso. Unas buenas horas de sueño, alguna distracción, tal vez gritarle a la persona que le había metido en eso que no le diera más trabajos sin preguntarle primero si los quería. Eso sería útil, en serio. Si sólo se atreviera a hacerlo…
Suspiró, pasándose las manos por el rostro. Aún le faltaba tanto para terminar... Pero no podía irse a dormir. La fecha límite estaba demasiado cerca y…
-Un café, eso necesito… -se levantó de la silla y salió de su cuarto, en dirección hacia la cocina.
Por su cabeza pasaban montones de quejas y protestas acerca de su situación. ¿Por qué tenía que gustarle uno de los trabajos más importantes de su mundo? ¿Por qué no se había dedicado a otra cosa, algo que no tuviera que ver con los libros? ¿Por qué…?
Pero todos sus pensamientos fueron acallados apenas cruzó la puerta de la cocina, siendo reemplazados por una simple frase:
“¿Qué. Es. Eso?”
En el medio de su cocina, brillando intensamente en el suelo, había algo semejante a… ¿un hoyo? (En algún lugar de su mente se preguntó si podían hacerse portales hacia el Nevernever en el suelo, pero significaría que había un monstruo o un mago en su casa.)
Se acercó con cuidado a examinarlo. Le dio varias vueltas, se agachó para verlo mejor, pero nada le daba una pista de qué era lo que estaba viendo.
-¿Estaré tan cansada que ando alucinando?
Dudosa, acercó un pie hasta el hoyo, tratando de ver qué tan grande era. Pero al lograr apoyar su pie en el suelo, se dio cuenta de que en definitiva no era un agujero lo que estaba observando ahí.
Un círculo brillando en el suelo… ¿Qué podía ser?
-Kmiya, ¿otra vez te olvidaste de cerrar el portal? -Escuchó una voz desconocida cerca suyo. ¡¿Había alguien en su casa?!
-Eh… ¿puede ser? -dijo una segunda voz-. Tengo memoria de teflón, me olvido de esos detalles. ¡No es tan malo!
-¡¿Detalles?! ¡¿Te parecen “detalles”?! -¡Oh Dios, alguien había entrado mientras estaba trabajando! ¿Y ahora qué…?
Levantó la mirada y se dio cuenta al fin de cuál era el problema real allí…
…No, ya no estaba en su casa. De alguna forma la impecable y brillante cocina de su casa había desaparecido, y ahora en cambio se encontraba en una espaciosa y oscura habitación que estaba repleta de extraños y desconocidos aparatos.
Y había más que sólo dos personas allí. Exactamente eran ocho en total, con ella incluida. Pero lo más curioso del grupo era la variedad de gente extraña que se encontraba reunida. Desde una muchacha sentada en una enorme luna flotante hasta otra que literalmente brillaba.
-Uhm… Creo que tenemos otra recién llegada.
-¡¿Otra más?! -gritó un hombre pelirrojo que llevaba puesta una bata blanca, y que por su expresión uno creería que estaba por matar a alguien.
-…Eh… ¿Hola?
-¡Bienvenida a este grupo de locos perdidos entre las dimensiones! ¿Quieres unirte al lado oscuro y conocer este nuevo mundo: sí, sí o sí? -preguntó la joven que estaba sentada en la luna.
-Al menos dale la opción de decir “no”… ¿Son todos así de hiperactivos en tu mundo, Miyu?
-No, es que comí galletas~.
-¿Me darán un lightsaber rojo si me uno? -interrumpió.
El grupo entero la miró en silencio durante unos instantes, y de pronto sintió que no tendría que haber dicho nada.
Pero finalmente la gran mayoría de ellos se largaron a reír.
-Creo que ya te quiero, joven Padawan -le dijo una extraña chica con antenas.
-¡Es perfecta para nosotros!
-¡No estamos formando un grupo, manga de idiotas! ¡Vamos a devolverlos a todos a sus mundos!
-Vamos, D, no seas tan amargado. Son gente divertida, ¿no podemos quedárnoslos?
-¡No son mascotas!
Mientras los dos hombres que parecían científicos discutían, el resto de los jóvenes se le acercaron, sonrientes. Y tuvo que admitir que daban un poco de miedo.
-¿Y cómo te llamas? -preguntó la chica que brillaba.
-Shary.
-Uhuhu. Bienvenida a los Locos, Shary~.
-Yep, espero que no te moleste este manicomio, porque parece que vamos a estar mucho tiempo aquí.