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Nov 27, 2009 16:30

{viñeta: ashtray heart} (original: wine red)
personajes. thom polly, gloria lamb.
notas/advertencias. posibles spoilers, pero qué más da. la viñeta se llama así por la canción de placebo, ashtray heart, que no me gusta ni me da igual, pero es agradable. fin.
palabras. 848.

(para viperusclaymore , que me dio el prompt cenicero y porque se lo debía)

Glo no quiere ni verlo. Prefiere pretender que es importante su rehabilitación de manos; prefiere disimular que lo ve acabarse lo poco que queda de sus pulmones.

Alza la vista en una de esas, y el alma que le queda entre pecho y espalda, que no es mucha, se estruja. Su corazón tiembla, sus ojos se llenan de lágrimas, de ira, de impotencia, desesperación, tristeza y derivantes.

Una enfermera los mira, desde lejos, y quiere ir y llevarse a Gloria de ahí, quitarle a Thom el cenicero y llevárselo fuera, lejos. Si quiere morir, que se muera fuera, pero frente a ella no. Hace un gesto que sus compañeras notan, y al instante la miran, diciendo que no, que no vaya. Y termina sin ir. Porque si no estuvieran ellas ahí, así, nadie intervendría. ¿Y quiénes son ellas, por cierto, para intervenir entre las relaciones de la gente? Lo único en lo que pueden intervenir es entre la vida y la muerte de las personas, por más cruel que suene.

Glo baja la mirada a la especie de gorrito que está haciendo (que parece un suéter para perro y nada más), y deja las agujas para tejer con las manos temblando sobre el cobertor que tiene encima, que cubre casi todo el sofá. Extiende el gorrito en el cobertor y mete los dedos de la mano derecha sobre los espacios libres del estambre. Quita el cobertor ayudándose de sus brazos y apoya la mano libre sobre el posa brazos del sofá. Se tambalea, pero no cae. Da dos pasos antes de que sus rodillas choquen entre sí y se precipite hacia la pared. Gira su cuerpo lo que éste le permite, pero su hombro termina dañándose contra el marco de un cuadro que cae, pero no se rompe.

(Ya habían pensado en eso al construir el edificio, la gran casa blanca de la esquina: imitaciones de vidrio o bien, vidrio de plástico. Para evitar accidentes, ¡a sólo $12.99, una ganga!)

Dos brazos la rodean, y a ella le resulta imposible aguantarse las lágrimas por el dolor tanto interno como externo. Ése marco sí que estaba duro, diantre, centellas, rayos, caracoles y demás. Porque las maldiciones no encajan en esa casa.

-Déjalo.

Thom aprieta los labios, y sus ojos se llenan de lágrimas, de vacío, tanto que suena sin sentido y paradójico, pero termina siendo así. Su reflejo de cada día en el espejo no miente. Y él menos.

-No puede dañarme más.

Los dedos de ella luchan por agarrarse más fuerte, él puede sentirlo; puede oír su respiración, cada vez más fuerte, luchando para procesar bien el aire. Puede sentir cómo ella lucha por no morirse en ese mismo instante, frente a él, de tristeza, de impotencia… y de todas esas cosas listadas antes. Siendo todo tan irónico, tan escaso de sentido, claro está, porque el lugar en el que ella está en ese momento sería en el único en el que se le ocurriría morir. Al contrario…

Ella sólo hace una mueca indescifrable.

-Te aleja de mí. -respira. -Y eso daña. -palabras llenas de emociones, lentas, dañadas. -Como no tienes una idea.

Thom abre la boca para decir algo, para calmarla, para que no hable más con esa voz cortada que tiene, pero es tarde. El cuerpo, cada día más liviano, de Glo se escapa de entre sus manos. Las enfermeras se acercan y se la llevan, dejándolo solo. Literalmente, por su culpa.

&
Él está fuera de la habitación de ambos, esperando.

Aunque todavía no sabe qué.

Puede estar esperando a que alguna idea venga a su mente sobre qué puede decirle. Otra puede ser que esté esperando a que la valentía vaya hacia él por primera vez después de mucho tiempo. O que el miedo simple y llanamente se vaya. Sería más fácil.

La puerta se abre, y las manos blancas de ella se apoyan en el marco de la puerta. Él alza la cabeza, se levanta, la rodea con un brazo y ella le sonríe, como si nada hubiera pasado.

Y es que nada pasa. No entre ellos.

No se odian ni van a dejar de hablarse. No van a cambiar de habitación; no van a hacer eso nunca, para empezar. Porque por más fuerte que sea el huracán, el pueblo tiene que permanecer en calma, o todo se irá al demonio. Palabra de un Thom hiperactivo y de una Glo sin dormir.

Glo aprieta los labios, se ríe un poco y se apoya en la pared, soltándose de su ayudante permanente e incondicional.

-A que llego primero que tú al sofá.

Y echa a andar agarrándose de todo, mirando hacia atrás y haciéndole comentarios de burla por ser tan lento. Él sólo se ríe, caminando a paso cansado hacia donde Glo llega, cansada y tambaleándose, ganando.

Cuando él llega y se sienta, le hace cosquillas y ambos se ríen. Se sienten. Se quieren… y empiezan a despedir inconscientemente los días felices.

(Después de ese día, Thom no volvió a fumar. No por su salud o enfermedad, como dice si le preguntan, sino por ella.)

pj: gloria lamb, pj: thom polly, tipo: viñeta, advt: i'm a musicwhore, ¡ para..., advt: spoilers, original: wine red

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