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Oct 29, 2009 19:11

{viñeta: apocalipsis} (original: penélope)
personajes. penélope sevz, lars biggs.
notas. fluff.
palabras. 1,041.

(para viperusclaymore)

Lars se encuentra recostado en el sofá, con los ojos entrecerrados. Se ha acabado de levantar y ahora siente la punzadilla en la cabeza que no da dolor pero ah, cómo jode que siente siempre al levantarse y los párpados pesados. Se siente cansado. Pasa una mano a su torso y bosteza, pero vuelve a cerrar los ojos. Es seguro que cuando despierte va a dolerle la cabeza y le van a arder los ojos como si éstos estuvieran en el mismísimo infierno, pero no le importa.

La puerta se abre. Él voltea.

-Levántate. -ordena ella, y deja las bolsas en el contiguo a donde él está acostado. -Ayúdame a meter las cosas a los cajones.

Él asiente, bosteza, se estira, se toma su tiempo para despertar por completo y ella lo mira.

-¿Qué?

-¿Ya terminaste? -alza una ceja, y él sonríe y se remoja los labios con la lengua.

-Sí.

Toma todas las bolsas que Penélope ha traído y las lleva a la cocina, seguido por ella, que sólo carga con una caja de galletas. Lars deja las bolsas encima del mueble de cocina y empieza a sacar las cajas, ordenándolas en el armario café y grande que parece ataúd, ja, ja, de la esquina por orden descendiente.

-Si quieres no lo ordenes. -le dice ella, incómoda, con un tono de voz para nada propio de ella, y Lars, que está acuclillado con tres bolsas a su lado sonríe. Penélope siente su cara caliente. -O como quieras. Me da igual.

Se voltea y se dirige a las demás bolsas; toma dos bolsas de pasta y una grande de azúcar, pero ésta última cae al suelo. Lars se dirige hacia ella y se la pasa, pero no regresa a su tarea ordenadamente ordenada de ordenar en orden ordenado las cosas y no hace nada más que estar a su lado sonriendo.

-Gracias.

Él se regresa a su tarea y cuando termina Penélope apenas ha sido capaz de meter a un cajón las bolsas de pasta, que no son muchas. Lars le ayuda y lleva las bolsas que no ocupan a la lavandería, sin chistar.

-¿Te divertiste haciendo las compras? -le pregunta, mientras pone los jugos apilados en orden ascendiente en el refrigerador.

-No. Normal, como siempre. Y no tienes que ordenar mis cosas siempre, Lars. -le repite y él la mira, con la misma sonrisa y las cejas alzadas. Penélope rueda los ojos. -Está bien, haz lo que quieras. Me da igual.

-¿No te encontraste a nadie? ¿Ningún vago te pidió dinero? ¿Ningún malote te asaltó? -aprieta los labios en una sonrisa para no reírse, y Penélope se arrodilla a su lado para pasarle los jugos.

-No. Me encontré con una señora que se me quedó viendo. -recuerda, ignorando la risilla que se le escapa a su compañero. -Raro.

-¿Te habló?

-Me hizo varias preguntas. Que por qué tenía vendas, que si me dolía, que por qué. -recita, pasándole los
(es que Loppy es muy jugosa, le encantan los jugos, heeeeeeeeee)
jugos.

-¿Y qué hiciste? -quiere saber, quitándole a Penélope los jugos de las manos para que no haga tanto esfuerzo.

-Le asusté. -tuerce un gesto y se empieza a reír. Lars frunce el entrecejo.

-¿Cómo?

-La charla se derivó. -se sienta en el piso de una vez y deja de pasarle las cosas, pues no sirve de nada. -Terminó en pasajes de la Biblia, profecías, el apocalipsis.

Lars frunce más el entrecejo y Penélope lo mira, esperando a que pregunte que por qué, pero él se empieza a reír e, inesperadamente, le da un beso en la frente.

-Estás loquita.

Penélope suspira, roja, y sonríe.

-Cállate, Lars.

&
Penélope aprieta los labios y mira la televisión, con el entrecejo fruncido. Lars la mira.

-¿Qué pasa?

-No me gusta que ellos estén en el segundo lugar. -contesta después de dos minutos, pues hay comerciales. -Te puedo apostar lo que quieras que la banda que esté en primer lugar no va a valer tanto la pena.

Lars sonríe.

-¿Y eso te molesta?

-Sí. Porque. No es posible. Qué coraje. -conforme dice las palabras va bajando el tono de voz, y al terminar pasa su mirada a los ojos de Lars. -¿A ti no?

-Es la televisión. Nunca dice cosas certeras.

Ella aprieta los labios y, poco convencida, vuelve la mirada a la televisión. Lars la observa. La luz entra por la ventana que está en la pared derecha y, como está a medio metro lejos de Penélope y, aparte, está en el suelo, puede ver la punta de su fina nariz, la frente poco pronunciada y las pestañas sobre esos ojos color chocolate que se ha acostumbrado a ver. Sonríe.

-Eres un acosador, ¿lo sabías?

Ahora se ríe.

-Sí, lo sé. -asiente, pero no deja de mirarla. -Es que te ves bien así, contra la luz.

Penélope desvía su mirada de la televisión y lo ve, sin nada que decir.

-Aunque pensándolo bien...

Ella sonríe.

-Lars, si no fueras tan estúpido... -empieza, pero se calla al notar que está pensando en voz alta.

-¿Qué?

Penélope sonríe.

-Nada. Cállate ya.

-Nooooooooooooooo. -se levanta y se sienta a su lado, sobre su acolchonada cama. Penélope casi lo ve saltar como un niño pequeño para que le diga. -Ahora me dices. Dime, Loppy. Ándale. Soy curioso. Dime. Dime dime dime dime dime.

Ella le tapa la boca y mira la televisión, escuchando ruiditos provenientes de la boca de Lars y la lengua que sale de esta para asquearle y que lo suelte, pero ella se resiste, entre risas, y le dice que no, que se calle, que no sea idiota, que no sea curioso y que si sigue así lo va a dejar sin ya sabe qué.

Penélope se pierde la cuenta regresiva de las mejores bandas Grunge y del documental de Nirvana por culpa de Lars, pero se le olvida, porque qué idiota que es, tiene que taparle la boca, y es mejor sentir sus babas y oír los ruiditos a sentir los picoteos en el estómago y los abrazos estranguladores de esos no te dejo ir hasta que me digas qué ibas a decir.

Y se le olvida, aparte, porque se la está pasando bien.

...de hecho con Lars siempre se la pasa bien.

pj: lars biggs, tipo: viñeta, cp: lars/penélope, pj: penélope sevz, advt: fluff, ¡ para..., original: penélope

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