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{viñeta: sabía que se enfadaría si le salvaba la vida} (original: penélope)
personajes. lars biggs, jillian sevz y menciones de penélope sevz.
tabla. ga.
notas/advertencias. casi nada; fluff.
palabras. 371.
Lars mira a Jillian. Su cabello es castaño cobrizo, su nariz es idéntica a la de su hermana y los ojos un poco. Le sonríe. Ella le ofrece una tacita de café y él la acepta.
-Gracias. -devuelve el gesto. Ella le dice que no es nada, no sin antes hacer un ruidito con la garganta. Se sienta a su lado, en la sala de espera, y ambos miran el reloj.
Hasta que ella rompe el silencio.
-Tendría que darte yo a ti las gracias. -suelta, de repente. Lars voltea, y observa que ella le da un sorbo a su tacita. Pero no lo mira, sólo mira fijamente el reloj. -Por aceptar... a mi hermana, ya sabes.
Él asiente.
-Sí, bueno...
-Sé que es una carga. -lo interrumpe. -Que es terca, y que se duerme en las terapias, y todo eso. Pero es... buena. Sólo tienes que darle por su lado.
Lo mira a los ojos, con una sonrisa, y él sólo atina a asentir.
Jillian se encoge de hombros.
-Es cuestión de tiempo.
Lars asiente, de nuevo, y le da un trago largo a su café. Separa los labios después de sentir el líquido caliente bajar por su garganta, y los aprieta.
-La quieres mucho, ¿cierto?
La joven (si no contamos que ella es mayor que él por seis años) sonríe.
-Es mi hermana menor. -lo mira. Lars alcanza a ver un brillo especial en sus ojos. E, inconscientemente, lo etiqueta como amor, dolor y tristeza. -Y me odia, pero...
Se ríe. Lars aprieta los labios, pero no asiente. Esta vez no, porque lo entiende de verdad.
-Es... cuestión de tiempo. -repite sus palabras. Jillian alza ambas cejas, sin dejar esa sonrisa triste de lado, e inclina la cabeza un poco. -Para que deje de odiarte.
Entiende, pero no dice nada. Sólo toma su tacita de café y le da un sorbo. Asiente.
-Y me lo agradecerá. -se ríe.
Lars se ríe también, dándose cuenta, inconscientemente, de que si no fuera porque ambos comparten algo en común, se llevarían mal. O simplemente no lo harían.
(Y es que ambos tienen fe en que ella salga delante; es lo que más desean ambos, de hecho, y por eso se llevan bien.)
personajes. lars biggs, jillian sevz y menciones de penélope sevz.
tabla. ga.
notas/advertencias. casi nada; fluff.
palabras. 371.
Lars mira a Jillian. Su cabello es castaño cobrizo, su nariz es idéntica a la de su hermana y los ojos un poco. Le sonríe. Ella le ofrece una tacita de café y él la acepta.
-Gracias. -devuelve el gesto. Ella le dice que no es nada, no sin antes hacer un ruidito con la garganta. Se sienta a su lado, en la sala de espera, y ambos miran el reloj.
Hasta que ella rompe el silencio.
-Tendría que darte yo a ti las gracias. -suelta, de repente. Lars voltea, y observa que ella le da un sorbo a su tacita. Pero no lo mira, sólo mira fijamente el reloj. -Por aceptar... a mi hermana, ya sabes.
Él asiente.
-Sí, bueno...
-Sé que es una carga. -lo interrumpe. -Que es terca, y que se duerme en las terapias, y todo eso. Pero es... buena. Sólo tienes que darle por su lado.
Lo mira a los ojos, con una sonrisa, y él sólo atina a asentir.
Jillian se encoge de hombros.
-Es cuestión de tiempo.
Lars asiente, de nuevo, y le da un trago largo a su café. Separa los labios después de sentir el líquido caliente bajar por su garganta, y los aprieta.
-La quieres mucho, ¿cierto?
La joven (si no contamos que ella es mayor que él por seis años) sonríe.
-Es mi hermana menor. -lo mira. Lars alcanza a ver un brillo especial en sus ojos. E, inconscientemente, lo etiqueta como amor, dolor y tristeza. -Y me odia, pero...
Se ríe. Lars aprieta los labios, pero no asiente. Esta vez no, porque lo entiende de verdad.
-Es... cuestión de tiempo. -repite sus palabras. Jillian alza ambas cejas, sin dejar esa sonrisa triste de lado, e inclina la cabeza un poco. -Para que deje de odiarte.
Entiende, pero no dice nada. Sólo toma su tacita de café y le da un sorbo. Asiente.
-Y me lo agradecerá. -se ríe.
Lars se ríe también, dándose cuenta, inconscientemente, de que si no fuera porque ambos comparten algo en común, se llevarían mal. O simplemente no lo harían.
(Y es que ambos tienen fe en que ella salga delante; es lo que más desean ambos, de hecho, y por eso se llevan bien.)