{viñeta: au revoir} (original: kuuchuu buranko)
personajes. rizelle.
notas/advertencias. angst + spoilers.
palabras. 289
No pueden despedirse.
No ahora que ella ha definido bien lo que siente. No ahora que ella lo mira con esos ojos que transmiten emociones. Porque las palabras, para ella, no existen. Ella es diferente. Lo sabe. Ella no puede cambiar sus diferencias y sí… también lo sabe. Lo tiene muy claro.
(Desde que nació.)
-Nos vemos.
¿Por qué le miente?, se pregunta ella, con un nudo en la garganta. Abre la boca inútilmente, pues nada sale de ella. Y es que siempre ha sido así. De haber podido haber dicho algo, ella le hubiera dicho que no se fuera, por favor, que no la deje ahí. Que le dé otro día, otra sonrisa, otro hola y no un adiós. Que le dé una oportunidad de estar juntos al menos físicamente. Un roce de manos le basta. ¿Un beso en la mejilla sería mucho pedir? Entonces no lo pide.
Pero que se quede, que no se vaya. Porque ella nunca podría despedirlo.
No porque no quiera, es que simplemente no puede.
Él se da media vuelta, toma su maleta y sube al coche que sus padres han alquilado. La mira a través de la ventana y, con la mano que antes le levantó la cara y le dijo que no llorara por amores que no valían la pena, le dice adiós. Mueve los labios, pero ella no lo oye.
Ella le devuelve el gesto con la mano, con la carita empapada en lágrimas, y en lo más fondo de su corazón quiere gritarle un nos vemos, un no me olvides o tan siquiera un adiós.
Pero no puede. Y no porque no quiera.
(Es que ella no pidió ser muda.)