{viñeta: muerte / fallecimiento} (original: sucia sociedad)
personajes. lioba, millo y nana espiro.
tabla.
bdt.
notas/advertencias. una imagen, un pedazo del pasado de lioba y angst.
palabras. 620.
Acaricia la mano de ella suavemente, haciendo que la caricia pase desapercibida.
Ha pasado apenas una semana y a ella le parece como si fuera ayer cuando sucedió todo.
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Ella está preparando café mientras revisa la mezcla de chocolate con cacahuate que está preparando para el pastel. Al sacar el café lo coloca en la mesa. Llama a su padre para que le ayude con la leche, pues ninguno de los Espiro toma café solo y negro. Pero él no acude a su llamado.
Y no acudirá.
Un ruido seco, como un trueno, y luego un golpe en el suelo. Una puerta cerrarse y pasos sobre la acera apresurados.
Ella, la mayor de las dos, sale de la cocina y ahoga un grito. Ni siquiera puede alcanzar a sacarse los guantes que utilizaba hace unos momentos para sacar el café caliente. Ni siquiera puede acordarse de nada o pensar en algo.
-¡Lioba!
Un grito desgarrador, lleno de temor, lleno de angustia, lleno de muchas emociones encontradas.
La solicitada baja las escaleras corriendo, por el grito. Se ha torcido el pie al bajar, pero al demonio con el dolor.
Corre al lado de su hermana, viendo la terrible escena, y marca unos números rápidamente. Habla palabras nerviosas, rápidas y llenas de temor. La atienden, pero es demasiado tarde.
Lioba mira a su padre, quien le está diciendo a su hermana mayor que la cuide, que no sea tonta y que no se olvide de vivir, porque es lo que él quería que hicieran desde un principio. Lioba cuelga el teléfono, salta las piernas de su padre y lo toma del brazo. Le suplica... no, le ruega, que no las deje. Que no podrán sin él. Que no se vaya. Por favor. Se lo ruega. De rodillas, aunque su pantalón se esté empapando de sangre.
Pero él no hace caso.
Y en ese instante dejan de ser tres en la familia.
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-¿Crees que nos esté viendo?
Nana parpadea, saliendo de sus recuerdos. La mira, mira su mano, que es acariciada por la de ella, y sonríe.
-¿Tú que crees? -pregunta ella, abrazándola. Lioba aprieta los labios.
-Creo que el mundo es cruel.
Su voz se quiebra. Nana la abraza con más fuerza y su hermana menor empieza a llorar. El dolor que ambas sienten es mutuo y de igual magnitud, pero ella tiene que ser fuerte. Porque es la mayor.
Y porque tiene que cuidar de ella.
-Sí, lo es. -asiente, con la voz firme. Aunque le cueste. Lioba la mira. -Pero hay que aprender a vivir en él. ¿Vas a dejar que te gane, a que vea que eres débil y a que vea cómo sufres mientras te desgarra? Porque sí, tiene garras, tiene dientes. Y duele. Y no tiene piedad porque es Mr. Cruel Acabo Contigo En Tus Mometos de Debilidad. -explica, sin dejar de mirarla a los ojos. Lioba asiente a medias con un gesto ausente y sonríe. -¿Vas a dejar que papá te vea, desde donde quiera que esté, triste? Él no quiere eso para ti.
Nana le seca una lágrima que baja por su mejilla y ella sonríe, haciendo que bajen más lágrimas de sus ojos. Pero no tiene palabras. No puede decirle nada. No puede agradecerle, y no porque no quiera. Es que simplemente si abre la boca se va a echar a llorar.
La abraza con fuerza y ella le devuelve el abrazo.
-Te quiero.
Le sale cortado, a medias, tiene que tragar para decirlo y casi no se le entiende, pero Nana lo sabe.
No tienen que decirlo; ambas están ahí para la otra si llegan a necesitarse.
Por más cosas que pasen, ellas van a estar ahí.
Siempre.
No importa qué.