{viñeta: acordes} (original: sucia sociedad)
personajes. saoul psycho, raoul monster.
tabla.
musical.
notas/advertencias. slash implícito.
palabras. 405.
Saoul abre los ojos a eso de las cuatro de la mañana y se los cubre con ambas manos, sintiendo la suave sábana de la cintura para abajo. Baja su mano derecha y la izquierda la usa para pasársela por el cabello.
(Saoul siempre se ha levantado temprano. Madrugador. Pero él no. Y resulta un poco extraño, ya que él suele quedarse dormido hasta después de la hora de la comida. Aunque, bueno, claro, nunca está de más aclarar que eso último sólo sucede cuando se quedan despiertos altas horas de la noche.)
-Cabrón.
El hombre que está sentado en la esquina de la cama se voltea y le mira, con la guitarra entre los brazos, la libretita de siempre que comparten para las buenas ideas en la mano derecha y un lápiz en la mano izquierda.
(Una de las cosas que más le gustan a Saoul es que es zurdo. Y eso le hace único.)
-Dime. -sonríe, y su amigo no duda en devolverle el gesto. Tal vez es la primera vez del mes (y la última) en la que lo verá sonreír, pero no importa. -Tengo una nueva idea. Mejor que no me interrumpas.
Saoul se encoge de hombros y se deja caer de espaldas a la cama, con los brazos extendidos. Se cubre con la sábana hasta el pecho y frunce el entrecejo. Alza un poco la sábana y se ríe, sin gracia. Se sienta otra vez y Raoul se ríe.
(Con gracia.)
-Qué cabrón.
-Gracias. -asiente él, sin mirarle. Escribe unas cuantas palabras más en la libretita compartida y se la lanza. Saoul la toma y la lee.
-Es buena. -aprueba, con la mano en el mentón y sus ojos fijos en las frases. -Realmente bue…
-Tú también eres bueno.
Saoul alza la vista y una ceja. Sonríe de lado y se ríe, negando con la cabeza. Le devuelve la libretita como él se la ha dado y se recarga en el respaldo de la cama.
-Cuando quieras.
Raoul se vuelve a reír, toma la guitarra y comienza a probar unos cuantos acordes. Anota uno que otro encima de las frases, muerde el lápiz una que otra vez y se lleva el dedo pulgar a la boca cuando no sabe qué ritmo tomar.
Todo esto con la mirada de Saoul clavada en su nuca.
No le molesta. De hecho…
(Va a tomarle la palabra.)
Le gusta. Porque así puede trabajar mejor.