los ramalazos de mala leche.

Jul 07, 2005 14:34

A veces me dá por hablar mucho y muy rápido. Entiendo que esto puede hacer pensar que soy un poco tonta (cosa que no es del todo falsa). En fin, estaba en el zénit de una de esas veces, charlando con un amigo en la terraza del "Bar Catalunya", que se encuentra en frente de la estación de ferrocarriles de Sant Cugat, y, de pronto, en medio de uno de mis discursos retorcinados sobre la absurdidez más grande que tuviese metida en la cabeza, mi amigo señaló a una señora muy mayor y dijo que esa era la famosa señora del chiste, "Dolores Fuertes de Barriga". Le creí, aunque supongo que lo único que pretendía era hacerme callar. Me dí cuenta de que me había tomado el pelo cuando se lo conté a otra amiga y se rió de mi. No me extraña.

En otra ocasión, le dije a otro amigo que tenía unas ganas increíbles de jugar al parchís, y él me confesó su pasión por ese juego, y me dijo que él era el campeón europeo del parchís en el torneo de 2002. Le creí, también, y me mostré fascinada, y se burló de mi. Claro.

Nos íbamos de campamentos, en autocar, y el campamento estaba en medio del monte, y yo le pregunté a una de mis colegas del campa que de qué modo debíamos acceder al pueblo desde enmedio de la nada, y mi colega me dijo que debíamos ir en globo aéreo. También la creí, y, asombrada, corrí a contárselo a Rita, que también estaba ahí. Se rieron mucho. Normal.

Un amigo del alma me contó una história sobre una chica que tenía el clítoris tan grande y tan raro que, cuando nació, creieron que era un chico, y que no se dió cuenta de que era una chica hasta que le empezaron a crecer los pechos. Le creí, otra vez, y no me dí cuenta de que era una real trola hasta que le conté la história a mi padre y me dijo: "Hija mía, te han tomado el pelo". Vaya decepción.

Creo tan ciegamente en el absurdo que me pone de mala leche pensar que nuestra relación no es más que otro absurdo, otra de esas tomaduras de pelo en las que suelo creer.


No me molesta creer en los imposibles, pero también me gusta pensar que esto es real. Bah! ¿qué más dá? lo real no es más que una manifestación al azar del absurdo ¿no crees?
El cielo es de un color que llamamos "azul", y cuando es de noche... no sé, "oscuro". Podría ser que lo oscuro nos cegase los ojos y lo claro nos impidiese ver con "claridad" ¿no? las cosas podrían ser de otro orden. Podría todo ser de otro modo. Hay quien dice que vivimos en el mejor de los mundos posibles. No lo sé, pero, sinceramente, prefiero mis fantasías.
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