Título: Cielos y recuerdos.
Personajes: Dean
Género/Rating: Mayores de 13
Resumen: Su cielo esta lleno de cosas importantes para el.
Advertencias: fluffy.
Nota: da botes por la mayoria de las temporadas
Pareciesen que pasaran días, minutos, no lo sabía. Pero por primera vez en muchos años ya no sentía dolor.
Era una tranquilidad y paz que se le pegaba hasta en los huesos.
No estaba al tanto en donde podría estar Sam pero a veces sentía que no le necesitaba más. Con sus recuerdos le valía. Hacían mucho menos daño y lastimaban menos.
Por ejemplo; en ese momento con una camiseta color amarillo pastel y con un patito de peluche en sus brazos. Y su padre mirando orgulloso a la ventana de vidrio que contenía a su pequeño recién nacido hermano menor. No había rastros de un cazador era solo un padre orgulloso de sus hijos.
Mientras el mira a las regordetas mejillas y recuerda el pequeño peso de su hermano en los brazos.
Nuevamente la luna pasa y el recuerdo cambia.
Esa vez era el primer beso entre los dos. Mínimo pero que repercutió el resto de sus vidas. Fue inexperto y tembloroso recordando los aun algo pequeños brazos delgados de su hermano contra su cuello. Su mirada que no era de odio ni de venganza. Solo un líquido sentimiento dentro de los ojos cambiantes y avellanas.
Acostumbrándose al tirón de los recuerdos encuentra otro igual de preciado.
A pesar de que en ese se mezclaban de forma intermitente recuerda como Sam volvió con él, todas las veces. Algunas más dolorosas que otras, otras más felices, otras más amargas pero todas le dejaban un buen sabor en la boca. 16, 26, 27, 29, 30, 31 años.
Otros pocos recuerdos más recónditos pero tan preciados que atesoraba cada vez que aparecían. Todas las veces que John Winchester se comporto de verdad como un padre para el. Cuando cazaban cosas que el mundo no llegaba a imaginar. Seres que después eran recuerdos “felices” para él. Junto el peso de su primer arma en mano. Y la mirada de orgullo de su padre.
Recuerda a veces sus relaciones serias. Cassie, Lisa y su 1ª novia allí por las calles de los suburbios de una ciudad de Idaho.
Cambia de recuerdo, pensando que así se sentiría al trasportarse Harry Potter.
Cuando recibió a su nena y era por fin toda suya. Ronroneante y reluciente al igual que su sonrisa. De repente su nena se materializa y suena. Y toda la niebla, el sopor feliz desaparece para darse cuenta cuanto tiempo debió de estar sin Sam a su lado. La radio crepita y se oye la distorsionada voz de Castiel. Era momento de ir a buscar a Sammy. Con la demasiado brillante luna de su lado.