... les voy a contar algo que ya pasó en febrero, ya que esto me permite mostrarles un par de fotos de mi nuevo lugar de residencia; no del departamento donde vivimos actualmente con mujer maravilla sino de la ciudad de Heidelberg. Tengo las fotos que verán a seguir solamente gracias a Pancho, que decidió venir de vacaciones a Alemania en febrero (dijo que no le molestaban ni el frío ni la nieve en esa fecha ... ¡valor!) ... y en el camino de Múnich a Frankfurt pasó un par de horas aquí en Heidelberg.
Llegó un martes como a las 19:00 hrs si mal no recuerdo. Lo fui a buscar a la estación central de Heidelberg. El tren llegó tarde, casi 45 minutos. Después me dijo que casi todos trenes que había tomado habían llegado tarde o se habían atrasado durante el viaje, de manera que no se quiso cumplir la imagen de la puntualidad alemana para él como visitante. Venimos al centro histórico, dejamos su equipaje en mi casa y salimos a comer, porque los dos estábamos con hambre. Fuimos a un restorán tradicional que ofrecía su propia cerveza artesanal que nos gustó a los dos, él se comió una Bratwurst gigantesca con chucrut y yo me serví un plato de tres tipos de embutidos (o “carnes frías” como supe recién que les dicen en México) acompañados por buen pan oscuro. Después de una agüita de hierbas en mi casa nos acostamos más o menos temprano y al día siguiente nos levantamos a tomar desayuno y a recorrer la ciudad ...
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(Los que eligieron la segunda opción cagaron no más, porque no hay alternativa a las fotos)
Esta foto muestra la vista desde una de las dos piezas donde vivimos con mujer maravilla. El río que se puede distinguir ahí es el Neckar. Había nevado hace dos días y todavía quedaba bastante nieve, porque la temperatura se mantuvo alrededor y debajo de los 0 grados Celsius
Recorrimos el centro y pasamos por el Universitätsplatz, donde se encuentran las sobre todo facultades de letras y la oficina del director de la universidad
Seguimos y pasamos por el restorán en el cual habíamos cenado la noche anterior, se llama Vetter
Cruzamos el río y desde el puente Pancho le sacó una foto bonita al castillo de Heidelberg
En el otro lado del río subimos al cerro para llegar al “camino de los filósofos” desde el cual uno tiene una de las vistas más espectaculares sobre Heidelberg
Volvimos por el mismo camino, pero había que tener cuidado al bajar por la nieve y el hielo que todavía estaba en el camino
Logramos bajar sin que nadie de los dos se sacara la cresta y después de atravesar el centro subimos el camino al castillo del cual una gran parte está en ruina
Como siempre hay turistas que andan por ahí encontramos a alguien que nos sacó una foto
Y para terminar: la vista desde el castillo a la ciudad de Heidelberg
Después bajamos de nuevo al centro y fuimos a almorzar, y después de dar otra vuelta por ahí fuimos a la estación central para despedirnos. Pancho: ¡muchas gracias nuevamente por las fotos! ¡vuelve cuando quieras! (igual te propongo el verano ... para variar) ;-)