¿Quien coño me ha robado a Joaquin?
Esta fue sin duda una noche especial por muchos razones, no fue solo el hecho que es la primera vez en algunos años que las cosas se acomodaban de forma precisa para poder realizar algo que yo consideraba "justo", que era no solo especial sino importante para mi. Fue un momento para mi y solo para mi, fui sola a ese encuentro entre los recuerdos y las memorias, las canciones y los momentos que me arrancaron lagrimas. No voy a describir en este espacio lo muy especial que a mi me parece la música del flaco de Ubeda, ese el gran Joaquín Sabina, a quien admiro desde que hace ya casi 18 años y quien con sus canciones me ha acompañado de muchas formas y en todo momento.
Gracias flaco por esa complicidad chilanga, por las lagrimas, la emoción de verte, escucharte y sentirte en un concierto lleno de canciones que jamas pensé escuchar en vivo, gracias por recordarnos la historia de esa rubia que usaba medias negras, bufanda a cuadros y minifalda azul, que nos hizo caminar a tu lado por la calle melancolía hasta llegar al boulevar de los sueños rotos y presentarnos a la bella Magdalena.
Gracias Joaquin por recordarme a cada una de esas aves de paso a las que se tarda uno en olvidar diecinueve días y quinientas noches, me enseñaste como se deben romper los cristales de bohemia en una noche donde hubo vinagre y rosas en la cena de dos enemigos íntimos que solo piensan que todas las noches sean noches de boda.
Contigo, nos dieron las diez y las once solamente, recorriendo todas las vidas de ese pirata cojo que a veces olvida donde habita el olvido navegando entre peces de cuidad y deseando encontrar pastillas para no soñar con esa princesa de la boca de fresa que jamas entendió que amor se llama el juego y que siempre sera peor para el sol.
Y perdón si voy olvidando un titulo por embustera o a causa de la mala memoria que se pierde ahora en el recuerdo de tan unica noche, donde a tu voz de lija, se unieron unas cuantas miles mas...
Gracias flaco, gachupe, borracho, embustero y vividor que ya se yo que esas palabras te agradaran mas que llamarte poeta, maestro y señor.
¿QUIEN COÑO ME HA ROBADO A JOAQUIN?
Gracias flaco por esa complicidad chilanga, por las lagrimas, la emoción de verte, escucharte y sentirte en un concierto lleno de canciones que jamas pensé escuchar en vivo, gracias por recordarnos la historia de esa rubia que usaba medias negras, bufanda a cuadros y minifalda azul, que nos hizo caminar a tu lado por la calle melancolía hasta llegar al boulevar de los sueños rotos y presentarnos a la bella Magdalena.
Gracias Joaquin por recordarme a cada una de esas aves de paso a las que se tarda uno en olvidar diecinueve días y quinientas noches, me enseñaste como se deben romper los cristales de bohemia en una noche donde hubo vinagre y rosas en la cena de dos enemigos íntimos que solo piensan que todas las noches sean noches de boda.
Contigo, nos dieron las diez y las once solamente, recorriendo todas las vidas de ese pirata cojo que a veces olvida donde habita el olvido navegando entre peces de cuidad y deseando encontrar pastillas para no soñar con esa princesa de la boca de fresa que jamas entendió que amor se llama el juego y que siempre sera peor para el sol.
Y perdón si voy olvidando un titulo por embustera o a causa de la mala memoria que se pierde ahora en el recuerdo de tan unica noche, donde a tu voz de lija, se unieron unas cuantas miles mas...
Gracias flaco, gachupe, borracho, embustero y vividor que ya se yo que esas palabras te agradaran mas que llamarte poeta, maestro y señor.
¿QUIEN COÑO ME HA ROBADO A JOAQUIN?