Fic: Una Proposición Personal 21/?

Oct 07, 2009 15:51

Fandom: Star Wars (Universo Expandido)
Pareja: Luke Skywalker y Mara Jade
Clasificación: PG-13
Género: Romance y Angst
Tiempo: Diecinueve años después de la Batalla de Yavin.
Resumen: Lo que en un principio fue un matrimonio por convenencia toma un cambio inesperado para nuestros protagonistas.
N/A: Les pido una disculpa -de nuevo ;p- y es que estaré actualizando esto a cuenta gotas o sea tras que un poco tarde, también con capítulos cortos. Es que si no lo hago así, me tardo aún más. Creo que sólo le restan como tres o cuatro capítulos, por eso de irme a la segura. Les advierto que es posible que encuentren horrores ortográficos; todavía ni me arreglan ni me compran compu nueva. XD

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Mara sintió un leve roce en uno de sus hombros. Frunció el ceño, no deseaba abrir sus ojos pues el sueño no le quería liberar de sus garras. Repitieron la caricia y procuró ignorarla, arrinconándola en lo más profundo de su inconsciente. Fue entonces que sintió la extraña humedad que logró sobresaltarla, haciendo que un delicioso cosquilleo bajara por toda la parte superior de su cuerpo para luego posesionarse de lo más intimo de sus entrañas.

-Buenos días, perezosa

Fue un ronco murmullo cerca de su oído al tiempo que le mordisqueaban su lóbulo. Ese simple contacto despertó en ella una vorágine de deseo y lujuria.

-Skywalker… - comenzó ella a gruñir.

-Sshh. - le acalló él, -Antes que me reprendas, no hay holocámaras en la habitación.

Ella se giró con brusquedad en la cama para mirarle, -¿Y cómo estás seguro… de…?

Sin ningún tipo de advertencia, arremetió contra ella un remolino de sensaciones y tuvo que apretar los dientes para controlarlas. Aspirando, ella le siseó, -Tú…

-¡Eh! - exclamó Luke, -No es mi culpa que hayan retirado los ysalamiris.

Si es que acaso era posible, ella arrugó aún más su frente mostrando su disgusto. Dejó escapar un resoplido de duda; con el granjero nunca podía saberse a ciencia cierta si él era o no culpable de alguna situación. Sin embargo, desapareció con rapidez la mirada contrariada del rostro femenino; una mano bajaba con lánguida suavidad por debajo de la frazada y se detuvo justo sobre su monte de Venus. Ella casi pareció ronronear de gusto y en un reflejo involuntario, levantó esa zona de su cuerpo, indicándole que añoraba mucho más. El a su vez, acercó la boca al cuello femenino que estaba levemente arqueado y siguió la curvatura con labios entreabiertos para concluir la trayectoria con un pequeño mordisco cerca de la barbilla.

-Mmm. -suspiró ella, -¿Quién hubiese pensado que el discreto y callado maestro Jedi sería así en la cama?

El respondió sobre la blanca piel, esta vez bajando su boca a lo largo del grácil cuello, -Quizás un mal heredado de los Skywalkers…

-Definitivamente. - y dejó escapar un pequeño gemido, consintiendo el camino que tomaba esa boca, -puedo entender como tu madre perdió la cabeza por tu padre.

El alzó su cabeza para mirarle con seriedad al rostro. Ella se mordió su labio inferior, temiendo que tal vez hubiese tocado un tema indebido…

-Si tanto te interesa mi linaje, creo que ya es hora de que tengamos un poco más de acción. Así practicamos para comenzar a añadir más Skywalkers a esta galaxia…

De lo más hondo de su ser brotó una dulce carcajada. El que la fuerza hiciera cruzar al granjero en su camino fue lo mejor que le pudo haber sucedido.

-No, mi amor. Soy yo quien debería darle la gracia.

El corazón femenino hizo una inesperada maroma en su pecho. No pudo molestarse con él pues estaba consciente de que ella había proyectado sus pensamientos. Pero… ¿sería capaz de tomar esas palabras en su valor nominal? Las dudas se agolparon súbitamente a su interior; deseaba hacerle tantas preguntas… en particular, todo lo que refería a Callista. No obstante su orgullo -¿o era quizás miedo?- le paralizaba. Los ojos azules le miraban atento, como en espera de alguna respuesta. En un impulso nacido del ímpetu del momento, ella se arrojó sobre él y le besó con fiereza.

En esta ocasión, Luke no pudo contener la risa cuando esos labios abandonaron los suyos, -¿Y quién hubiese dicho que la controlada y fría comerciante tiene a todo un thernbee en su interior?

-Muérdete la lengua granjero y comienza a utilizarla como es debido. - el regaño no tenía ninguna cualidad de dureza; la sensual voz proveyéndole otro sentido.

Accedió con placer al pedido. Ella cerró sus ojos cuando los labios masculinos tomaron posesión de los suyos, las lágrimas al borde de sus pestañas al sentir la singular mezcla de terneza y adoración en ese beso. Deleitándose en ese despliegue puro -¿tendría ella el valor de llamarle amor? - subió sus manos por la sedosa cabellera dorada y así enredar sus dedos en esta, entre tanto procuraba acercar el cuerpo masculino al suyo. Le había extrañado tanto…

A lo lejos escuchó algo parecido a pequeñas campanas. ¿Acaso era tan maravilloso lo que Skywalker le hacía que alcanzaba escucharlas…?

-Llaman a la puerta. - farfulló Luke al separar sus labios de los de ella.

Mara se mordió el labio inferior para no reír en su presencia; tenía el rostro de un niño petulante al que le habían arrebatado su dulce favorito.

-Pues alguien debería ir a contestar. - le replicó con una ceja arqueada.

Algo malhumorado, Luke salió de la cama sin molestarse en cubrir su desnudo pecho. Su ceñuda expresión le dio el paso a una de completa perplejidad.

-Soldado raso Fel a su servicio, General Skywalker.

Luke no sabía que deducir de la imagen incongruente. El jovencito de apenas unos doce años o quizás trece, le saludaba a lo militar. Cuerpo erecto, botas negras y pulidas chocando una con la otra y la mano sobre su frente.

Picada por la curiosidad, pues había sentido el desconcierto de su marido, Mara buscó su bata y se dirigió a la puerta. Sus ojos miraron con algo de suspicacia al pre-adolescente de cabellera negra y ojos verdes. Vestía a la usanza de los pilotos imperiales.

-De verás que el Emperador hubiese sentido gran orgullo de ustedes enlistando a tan temprana edad. - Mara no pudo reprimir el sarcasmo en su voz.

-Capitán Jade. - Y de nuevo le saludó con un ademán militar.

Fue muy fuerte la tentación de alzar su mano y alborotar esa cabellera negra. No obstante, Mara sabía que no sólo erizaría el bien peinado cabello sino su orgullo y dignidad también en el proceso.

-¿Y tu nombre es…? - le preguntó ella mientras le saludaba con un pequeño movimiento de su cabeza.

-Jagged Fel.

No fue difícil captar el orgullo en la voz del chico. Repentinamente, como si a ambos le hubiesen vaciado una cubeta de agua fría sobre sus cabezas, reconocieron el segundo nombre. Mara permitió que Luke hiciera la pregunta;

-¿Hijo de Soontir Fel?

-Sí.

Luke extendió su mano para saludar al joven como era debido, -Tu padre fue un gran amigo y uno de los mejores pilotos de la Alianza Rebelde.

Jagged ladeó su rostro al tiempo que estrechaba la mano que el maestro Jedi le ofrecía, -¿Fue?

-Bueno, él murió en una batalla…

Y como si hubiese recordado algo muy importante, el joven masculló un improperio e inmediatamente añadió, -En realidad, su accidente fue un montaje; mi padre esta muy bien y lo esperamos de regreso de una misión hoy o si acaso mañana.

Luke y Mara intercambiaron miradas. Jagged, observando la muda conversación, exclamó, -¡Wow! Así que es cierto que los caballeros jedis pueden comunicarse telepáticamente.

Luke no pudo evitar reírse ante la maravilla del joven; no era la primera vez que se hallaba con ese tipo de comentario en sus viajes por la galaxia. Eran muchos los seres que los consideraban a ellos desde criaturas extraordinarias hasta charlatanes con agilidades para hacer trucos. Mas no fue así con el chico, al captar sin dificultad alguna la reverencia y casi adulación en su voz inocente.

Mara le envió una sonrisa a medias, -Sólo nos mirábamos. Ambos estamos igual de sorprendidos ante la noticia que nos has dado.

-Y, - añadió Luke, -no deberías creer todo lo que escuchas sobre nosotros. Más de la mitad son invenciones; no somos los seres invencibles que cuentan por ahí.

Sospechó que el mensaje no había llegado como era debido ya que el chico aún le miraba con ese brillo de admiración.

Jagged permaneció mirándoles en silencio, por varios segundos, realizando que al fin tenía frente suyo a dos figuras claves de casi toda una galaxia. Cuando su capitán les informó la tarde anterior que uno de ellos sería elegido para servirles de guía por la base, él luchó para obtener tal privilegio. No le importó el haberse ganado tres turnos consecutivos en la limpieza de las barracas -ese fue el costo por el intercambio con uno de sus compañeros. Abrió los ojos desmesuradamente; ¡por supuesto! Se golpeó la frente con su mano al recordar cual era el propósito de su presencia…

-El almirante Parck ha pedido que le guiemos por la base para mostrarle todos nuestros sistemas de defensa, - y volvió a saludarle a lo militar, -General y Capitán Skywalker.

Mara arqueó sus dos cejas al escuchar que el chico unía los títulos de ambos bajo el mismo apellido, -Las noticias viajan con rapidez por este lugar, muy en especial las que nunca se han anunciado…

-Mara. - le amonestó Luke con suavidad, - Danos unos minutos y pronto saldremos.

-Bueno, creo que ya se nos ha ofrecido una oportunidad para conocer un poco más el lugar y la gente que lo habita. - comentó Mara luego de cerrar la puerta.

Luke le miró con curiosidad, -No sabía que conocías al Barón Fel.

-Tuve el honor de hacerlo. -e hizo una mueca de desagrado, -En una de las fiestas del Emperador, cuando simulaba ser una de sus concubinas.

-¡Oh, Mara! -comenzó él a decir al percatarse de lo que había sucedido ayer. Ahora entendía la causa de su disgusto al ver la ropa que tendría que utilizar para la cena.

Pero Mara le interrumpió, su voz cargada de sarcasmo, -Sí, mi pasado resurgiendo de nuevo.

Fue a tomarla en sus brazos; ella no se lo permitió, alejándose de él, -No necesito de tu compasión, Skywalker.

-Pero, Mara…

-No te atrevas. Después de todo eso es lo que soy, la ex-mano del Emperador. - ella trató esconder la rabia en su voz detrás de una risa fría y burlona pero fue inútil, -No es la primera vez y créeme, que tampoco será la última. - y ella se dio la vuelta, al tiempo que subía sus manos por sus antebrazos. No entendía que le había llevado a darle ese pequeño detalle de su vida con el Emperador. Cerró sus ojos; ¡tonta, más que tonta! Sólo había ayudado a abrir más el abismo entre Callista y ella, logrando que Luke viera las grandes diferencias que existía entre ambas.

Pálido por la rabia y el dolor, Luke la miró en silencio. ¡Qué fácil y rápido se podía juzgar a una persona por un pasado que se le fue impuesto! No conocía todos los detalles sórdidos de su vida bajo el mando de Palpatine, pero había podido ver algunos de ellos en las veces que ella había bajado su guardia y su consciente se había unido al de ella. Como la ocasión que lucharon contra C’boath y había sentido el extraño enlace con ella. Por primera vez, mientras la observaba tratando de esconder su dolor, Luke deseó haber tomado el lugar de su padre y haber sido él quien arrojara al Emperador al abismo. Se acercó a ella y tomándola por el brazo la obligó a girarse. Ella miró hacia el lado, tratando de ocultar su rostro. El inmediatamente descubrió que había detrás de ese gesto, vergüenza; como si no fuera digna de su presencia. Con suma delicadeza, él tomó la barbilla femenina para mirar ese adorado y hermoso rostro.

-Nunca vuelvas a hacer eso. - le regañó él con suavidad.

-¿Hacer qué, Skywalker? - le reiteró ella a la defensiva.

El aspiró hondo, de nada valdría explicarse; Mara no estaba en el estado de ánimo adecuado para escucharle. Podía percibir que estaba a flote su naturaleza recelosa y no recibiría de buen agrado lo que deseaba decirle. Simplemente levantó su mano y acarició una de las mejillas femeninas, intentando demostrarle con ese sencillo gesto que tan importante era ella para él.

Mara sintió derretirse ante su sonrisa que parecía resplandecer más que los soles gemelos de Tatooine. Se alejó de él con brusquedad, -Al parecer, seré yo la primera en ducharme ya que no tienes mucha prisa.

Luke se sonrió para sus adentros. Estaba comenzando a conocerle por lo que no se sintió ofendido ante su rudeza; sabía perfectamente que en cierta manera le había afectado su caricia. Mara era una mujer algo compleja, no obstante, estaba seguro de que pronto lograría derrumbar esas murallas a su alrededor. Y quizás… en esta ocasión el suspiró. Tal vez era su lado optimista, mas presentía que ella le debía de estar tomando algún tipo de cariño. Después de todo, él había aprendido muy bien que lo último que el ser humano podía perder era la esperanza.

- - -

No fue ninguna sorpresa para ambos hallar al joven esperándole fielmente en el pasillo justo frente a la puerta, el cual inmediatamente se irguió y se dedicó en cuerpo y alma a su papel de guía.

Les llevó a la base para demostrarle la flota que tanto consistía de interceptores TIE al igual que de las extrañas naves de origen Chiss. Mara tomó provecho del momento para preguntarle sobre la particular especie.

-Según sus registros de historia, - le contestó Jagged a Mara, - hace al menos diez siglos que llegaron a las Regiones Desconocidas.

-¿Tanto tiempo? - murmuró ella mientras ponderaba en ello.

-Sí. Llegaron a hacer contacto con nuestra civilización un poco antes de las guerras de los clones.

-Cuando el almirante Parck trajo consigo a Thrawn a la corte Imperial.

-¡Oh, no! Eso fue después de la guerra. Al menos de nuestra guerra.

-¿Hubo otra lucha? - Mara le envió una mirada de soslayo a Luke. Al parecer nadie le había indicado al joven cuanta información les debía brindar.

-Perdone que le conteste con una pregunta, pero ¿sabe algo del Vuelo de Expansión?

-Sí; era un vuelo de expedición a las Regiones Desconocidas.

Jagged asintió, - Consistía de seis maestros jedis, doce caballeros jedis y cincuenta mil hombres, mujeres y niños.

Luke se sorprendió de que el chico fuera tan preciso, -Conoces muy bien la historia.

-¡Oh, sí! Es importante que lo haga.

La vehemencia en la voz de Jagged les picó la curiosidad. -¿Por qué?

-Tengo que demostrar que estoy igual de capacitado que cualquier piloto Chiss.

-Jagged. - le llamó Luke con firmeza entre tanto se detenía. Mara se quedó a su lado y vio como el chico se paraba abruptamente y se giraba a ver a Luke.

-Nunca debes compararte. - y el maestro Jedi colocó su mano en el hombro del joven, -El verdadero valor de una persona reside dentro de ella. Yo estoy seguro que eres igual a tus compañeros de clase, sin importar a que raza pertenezcan. Cada uno es distinto y es eso los que los hace únicos, cada cual contribuyendo con sus talentos particulares.

Todo el rostro de Jagged se iluminó. Mara a duras penas logró contener sus emociones mientras miraba a Luke. Ahora entendía porque la Academia en Yavin había sido exitosa y de ella habían surgido una nueva generación de caballeros jedis. Luke era verdaderamente un gran maestro. ¿Sería igual de paciente como padre? No lo dudaba. Un singular calorcillo le invadió logrando que todo su rostro se suavizara, fantaseando con un hijo de ambos.

Luke, percibiendo la insistente mirada femenina, dirigió sus azules ojos hacia ella. Su corazón dio un leve brinco al verle; la habitual rigidez y dureza había desvanecido mostrando un rostro de belleza sin igual. No pudo contenerse y le besó fugazmente los labios.

-¿Y eso? - Mara le preguntó algo inquieta.

El le envió su típica sonrisa de granjero, -¿Acaso no puedo besar a mi esposa cuando se me antoje?

Ella quedó enmudecida, un suceso fuera de lo común en su personalidad. Se percató de que estaba completamente hundida y perdida en lo que sentía por Skywalker y se turbó de gran manera. Por lo regular, no era muy dada a demostraciones en público y sin embargo… ese gesto genuino no le desagradó para nada.

Apenas conteniendo su regocijo, Luke sintió como cada una de las detestables murallas alrededor de Mara comenzaban a derrumbarse poco a poco. Ella le miró con incertidumbre, pero, -¡por todas las estrellas sagradas!- él le miraba con ese brillo que era tan intrínseco de su carácter. Se atrevería a jurar que todas sus emociones estaban a flote en ese mar turquesa. ¿Sería capaz de abrirse a él?

No hubo ella terminado de tener ese pensamiento, que una garra fría apretó su corazón e instintivamente se aferró de la mano de Skywalker.

Luke se sobresaltó, al discernir la extraña sensación y apretó la mano femenina, su personalidad sobre-protectora resurgiendo con rapidez.

-Maestro Skywalker.

Por varios segundos, Mara comprimió sus labios, esa vocecita sacándole de quicio.

Luke se giró en un movimiento abrupto, la mano de Mara aún entre la suya y frunció el ceño; no entendía la razón de tanta formalidad, -¿Sí, Callista?

-El almirante Parck desea hablar contigo… solamente.

-¡Qué conveniente! - el tono azucarado de Mara no engañó a nadie; ni tan siquiera a Jagged, que había sido un mudo testigo de todo lo que había transpirado entre sus dos admirados héroes.

Luke abrió su boca para protestar; Mara le atajó apresuradamente.

“Ve con ella.”

“¿Estás segura?”

“Sí. Tú intenta sacarle toda información posible a Parck; yo haré lo mismo con nuestro pequeño amigo.”

En esta ocasión fue Callista quien rechinó sus dientes. Tenía la certeza de lo que estaba transpirando entre ambos. No todos los caballeros jedis podían comunicarse como ellos lo hacían en ese momento. Ni tan siquiera los maestros con sus padawans. La furia se apoderó de ella al reconocer que entre ambos existía una conexión muy fuerte.

Asintiendo, Luke se agachó para besarla mejilla femenina a manera de despedida.

Mientras Mara le miraba alejarse en la compañía de Callista, una desagradable sensación le sacudió. Para su horror tuvo que admitir que era: celos.

-Ahora no pueden negarme que hablaron utilizando la telepatía.

Los ojos verdes miraron al joven que casi parecía brincar de júbilo por haber presenciado ese corto dialogo mudo. Ella no pudo contener su sonrisa; definitivamente el jovenzuelo había ganado su corazón.

-De acuerdo; pero ese será nuestro secreto. No queremos que nuestra reputación tenga… digamos, una nueva percepción.

Jagged se ruborizó al recibir el guiño de la hermosa pelirroja y movió su cabeza de arriba hacia abajo, aceptando lo que ella le pedía.

-Y, bueno, creo que me debes un recorrido por la base, soldado raso Fel.

-Sí, mi capitán.

Otra notita -yo y mis notitas LOL!-: En este capítulo he traído un nuevo personaje que hablaré sobre él en otra entrada pues se merece una. Por si no lo han notado, lo amo un montón. ;p

fic: una proposición personal, star wars, luke/mara

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