Fandom: Star Wars (Universo Expandido)
Pareja: Luke Skywalker y Mara Jade
Clasificación: PG-13
Género: Romance y Angst
Tiempo: Diecinueve años después de la Batalla de Yavin.
Resumen: Lo que en un principio fue un matrimonio por convenencia toma un cambio inesperado para nuestros protagonistas.
Capítulos Anteriores Las líneas blancas se desvanecieron en el horizonte hasta transformarse en estrellas. Había llegado a lo que debía ser el sistema de Nirauan. Observando detenidamente la opaca estrella roja, Mara dudó de la sabiduría de estar en ese lugar. Toda su piel se erizó. Pero inmediatamente dedujo que su reacción fue debido al peculiar lugar. Los tres planetas se veían desolados y nada hospitalarios. Los instrumentos en su nave le indicaron la aparición de algo no muy lejano a la suya. Verdes ojos se dirigieron hacia el lugar que los sensores le señalaron, todos sus sentidos en alerta. El diseño era idéntico a la extraña nave que Luke y ella habían divisado en la base de los piratas.
Parecida con la que Luke había tenido otro encuentro muy cercano en los últimos días. Ghent aún estaba intentando decodificar el mensaje cuando ella abandonó Coruscant.
Todo su cuerpo se tensó al percibir una peculiar sensación a través de la Fuerza que, inesperadamente, desapareció. Las dudas le asaltaron al tiempo que observaba la nave dirigirse al segundo planeta. Nunca había estado en el lugar, mas, sin embargo, no desconocía de su existencia. Tanto Vader como el Emperador hablaban del lugar, no con mucha frecuencia, pero lo habían hecho. Era un secreto compartido entre los dos hombres. Uno al cual ella nunca fue invitada a ser parte, para su total desconcierto y rabia. Desde ese entonces, ella reconoció que su amo y el siniestro señor del Sith compartían una estrecha relación de la cual ella no era participe. Era una torcida, no obstante, una relación.
Despabilándose de sus recuerdos, optó por seguir la nave a una distancia prudente. Leia dependía de que ella hallara los malditos documentos. Y lo haría, aunque le costara la vida en ello.
Al acercarse al planeta perdió toda esperanza de ver algún tipo de mejora. Continuaba igual de inhóspito, la vegetación tenía un color nada agradable que variaba desde los tonos marrones a los grisáceos. No debió haber esperado más, la luz de la roja estrella no propiciaba el crecimiento de plantas verdes. Sobrevoló sobre la superficie y leyó la información que los controles de su nave le proveyeron sobre el lugar. Tenía atmosfera respirable y la temperatura era adecuada. Así que Mara decidió arriesgarse para tomar sus posibilidades. Buscó un lugar escondido y plano para aterrizar su nave. Luego, tomó su blaster, el cual colocó en su funda en el interior de su brazo izquierdo. Colocó la mano en su sable de luz; siempre lo traía consigo, colgado de su cinturón, quizás buscando sentir la presencia reconfortante de Skywalker.
-Granjero. - murmuró ella, -¿Dónde estás cuando necesito de tu bolsa de trucos?
El lugar despertaba en ella una sensación de aprensión, como si escondiera algo tenebroso. No le agradaba para nada. Y más le desagradaba saber que necesitaba de la fortaleza y sosiego de Luke para seguir adelante.
Bajó del Jade’s Fire con cautela, estrechando sus sentidos en la Fuerza, preparada para cualquier eventualidad. La vegetación no era molesta, apenas casi rozaba la parte superior de sus botas y el terreno no era tan escabroso de lo que esperaba. A pesar de que había decidido dejar su nave a una distancia alejada de donde descendió la otra, decidió que la mejor opción sería caminar hasta la fortaleza que había divisado desde el aire. Nadie estaría buscando a una persona caminando entre la vegetación. Halló una hondonada de lo que un pasado debió haber sido una quebrada. Bajó hasta el lugar para utilizar el camino libre de toda vegetación. Manteniendo su mirada cautelosa en el cielo azul verdoso, caminó por la seca quebrada, en espera de un ataque. El cual nunca llegó mientras caminaba, la hondonada en ocasiones estrechándose para luego volver a ensancharse hasta que llegó a un cañón. Sus paredes estaban cubiertas de piedras en tonos grisáceos y de enredaderas tenaces. Divisó varios huecos en los cuales varios animales tenían sus nidos. No captó ningún peligro de ellos y continuó su caminó hasta encontrar la entrada a una enorme cueva. Si sus cálculos no estaban equivocados, sospechaba que el lugar le proveería de una entrada a la parte posterior de la fortaleza que había divisado desde su nave.
Buscó su linterna y murmuró para sí, -Bueno, aquí vamos.
Más no hubo entrado cuando todo el interior pareció iluminarse con una luz amarillenta. En un movimiento nacido del instinto, tomó su sable de luz y lo encendió.
-Mara Jade. Es un placer volver a encontrarnos.
Mara comprimió sus labios y replicó apenas sobre un murmullo, - Si esto es una broma, es una de mal gusto.
- - -
Desde un lugar recóndito en la parte trasera de su cabeza, Luke pareció haber escuchado una serie de sonidos; una mezcla de chisporreteo con silbidos electrónicos. Algo desorientado, se obligó a si mismo a abrir los ojos mientras hacía todo lo posible para dejar atrás los vestigios del sueño del trance de hibernación al que había entrado. Artoo le estaba indicando que ya había llegado al lugar destinado.
-Gracias, Artoo.
Volvió a cerrar sus ojos y al abrirlos los enfocó en el sistema de Nirauan que apareció frente a su nave. Intentó localizar a Mara a través del enlace que compartían en la Fuerza pero no sintió su presencia. Luke procuró ahogar la alarma; ella era muy precavida. De lo seguro debió haber estado preparada para cualquier advenimiento. Quizás estaba escondiéndose detrás de sus bien erigidas murallas.
Y de todas formas, aún luego de haber buscado toda lógica, no podía evitar que la ansiedad tomara posesión de sus sentidos.
Hacía sólo una semana que una alarmada Leia le había llamado, proveyéndole el mensaje decodificado por Ghent. Pedían tanto de la presencia de Mara como de la suya en el sistema. Su hermana se preocupó cuando Ghent le dio las coordenadas; eran las mismas que Mara le había dado de Nirauan. Y luego de la oscura visión que había tenido de Mara… Una punzada de dolor atravesó su alma. No podía perderla ahora, no lo permitiría.
Luke abrió su canal de comunicación y se identificó. Luego de una breve pausa de silencio le respondieron.
-Bienvenido comandante Skywalker. Le estabamos esperando.
Apenas Luke le preguntaba por Mara, pero optó no hacerlo. Cuando esas pequeñas señales en su interior le advertían algo él prefería escucharlas. En más de una ocasión le habían sacado de apuros.
-Le enviaremos una nave para guiarle.
-Gracias. - dijo Luke procurando estar sereno, -Skywalker fuera.
Divisó la nave provenir del horizonte hacia donde se encontraba y se acercó para seguirle. Tomando una última bocanada de aire, entró a lo que no estaba seguro era una situación fiable. Sólo esperaba que la Fuerza le guiara a través de todo posible acontecimiento… y que Mara estuviera bien.
- - -
Luego de la inicial sorpresa de hallarse de frente con los seres de la misma raza de Thrawn, Luke no percibió nada fuera de lo normal. Bueno, sólo si apartaba una peculiar sensación de ansiedad. Definitivamente le estaban esperando y requerían algo de él. Algo que temían él le negaría. No obstante, pudo divisar detrás de las emociones, un fuerte deseo de convencerle.
Tan pronto como bajó de su nave, le recibieron con diplomacia y respeto. En todo momento utilizaron su título de maestro. Le llevaron por varios corredores dentro de la fortaleza que divisó desde el aire hasta llegar a una puerta abierta que daba acceso a una habitación.
-Adelante, maestro Skywalker.
Luke aceptó la invitación y observó el cuarto al tiempo que cruzaba el umbral. Al otro extremo se hallaba un hombre de edad madura, sentado detrás de un escritorio y frente suyo había una silla desocupada que Luke asumió era la que debía utilizar. El hombre vestía uniforme de almirante Imperial. Luke caminó hacia él, en todo momento alerta…
Cuando sin ningún tipo de advertencia, sintió que la Fuerza le abandonaba. Sacudió la cabeza ante la inesperada sensación, la sangre pulsando en sus oídos.
-Por favor, tome asiento.
Como si le pesara hacerlo, Luke hizo lo que el almirante le indicó mientras luchaba contra el vacío en su interior. Inmediatamente reconoció que había sucedido. Ysalamari. Debían estar en algún cuarto cercano a éste.
-Le hemos estado esperando, maestro Skywalker. - el almirante le miró atento pero Luke sabía que no pudo interpretar nada de su rostro. Se mantuvo impávido, sin mostrar desconcierto alguno.
-Tal vez hubiese llegado antes si la invitación hubiese sido más directa desde el primer momento, almirante o ¿me equivoco?
-Almirante Voss Parck. -le replicó el hombre con un leve movimiento de su rostro, -Y le debo una disculpa por ello; no queremos que esta base se convierta en algo, diríamos, muy público.
Luke asintió, aceptando por ahora la explicación del almirante.
-¿Y qué es lo que requiere de mi?
Los ojos del almirante brillaron, -Directo al grano, ¿no, maestro Jedi?
-He aprendido que es la mejor forma para resolver negocios o problemas.
-Muy bien. - y el hombre hizo una leve pausa, -Sabemos de la precaria situación en la que se haya la Nueva República en estos momentos. A punto de una guerra civil.
-Es cierto.
-Y nosotros aún no decidimos a que bando aliarnos.
Luke frunció el ceño, verdaderamente confundido, -Pero no son Imperiales…
-¡Ah! Me imagino lo que debe estar pensando. Lo lógico sería que nos uniéramos al Imperio. No obstante, no es nuestra manera de actuar. Le explicaré. Nosotros estamos aquí desde hace muchos años, en secreto. Nuestra prioridad es vigilar las Orillas de la Galaxia en caso de alguna amenaza de la galaxia vecina.
Luke se tensó, -Saben de algo o alguien que exista al otro lado.- El no necesitó tener acceso a la Fuerza para percatarse de ello.
-Se podría decir que sí. - el almirante le miró fijamente, -Por eso requerimos de… ¿cómo decirlo? ¿Una garantía?
-¿Garantía?
-Sí; de que tanto usted como su esposa se unan a nuestra causa.
-No tengo esposa. - fue la inmediata negación de Luke.
-Por favor, Skywalker, no nos subestimes. Estamos muy bien informados.
-De acuerdo. - le replicó Luke, -Pero, ¿qué importancia tiene de que Mara y yo nos unamos a su causa?
A Luke no le pasó por desapercibido el leve temblor en las manos del otro, -Nos enfrentaremos a un enemigo muy poderoso… quizás demasiado muy poderoso para nosotros.
El Jedi se mantuvo en silencio, ponderando en las palabras del almirante. Fuera lo que fuera que llegaría a ellos, debía ser muy peligroso. Así se lo estaba indicando la expresión del hombre mayor sentado frente suyo.
-Intentamos hablar con su esposa pero no fue muy cooperativa.
-Me pregunto porque. - murmuró Luke con algo de ironía. Mara no deseaba a aliarse a nadie. -¿Dónde está ella?
El intentó esconder la inquietud en su voz, pero fue inútil.
-No se preocupe. Está siendo escoltada a este cuarto… ¡Ah, creo que ya llega!
Luke no esperó a que le confirmaran. Se colocó de pie inmediatamente y se giró para verla entrar en ese preciso momento. La pelirroja le sonreía de una manera peculiar, sin embargo ignoró su gesto. Caminó hacia ella y le abrazó con fiereza, -¿Estás bien?
-No podría estar mejor.
Sólo fue entonces que Luke se percató de que ella no correspondía a su abrazo. Echando su rostro hacia atrás, le miró, -¿Mara?
Los ojos verdes le miraban con frialdad. Algo no estaba bien. -Mara, ¿qué sucede?
-Ella está bien, Skywalker.
Mara apretó los dientes al escuchar esa voz. Hasta ese momento Luke no se había percatado de la persona que la escoltaba. Al ver como el semblante masculino palidecía, ella sintió que su corazón bajaba hasta sus pies.
-Yo soy su “problema de actitud.”
-¿Callista? - murmuró él, no creyendo lo que veían sus ojos.