Películas que me marcaron (1): "El cebo"

Sep 05, 2006 08:39




Hay fragmentos de películas y fotogramas  que, puede decirse, quedaron grabadas en mi retina. En general, son películas que he visto de noche, en soledad, a oscuras y cuya atmósfera, historia e histeria junto con las miradas de algún personaje me dejaron el rastro de esas imágenes sin nombre ni manera de identificar que perduran hasta el día de hoy.

Así pasó con la imagen del “mago” con sombrero negro y trufas en el bosque que mataba niñas. Recuerdo de mi niñez en blanco y negro, sin nombre ni seguridad de no ser mas que una mera fantasía distorsionada. Pero esa mano blanca con las trufas en la mano y ese mago gigante que ofrecía las trufas en el bosque vestido con su capa negra… Necesitaba confirmar si era real o imaginación.

Ahora vivimos en la era de la información y con un poco de paciencia, descubrí, después de intentarlo con “M, el vampiro de Dusseldorf”, que es más famosa y además fuente de inspiración, la película que buscaba: El cebo, de Ladislao Vajda.

“Empieza y termina en el bosque como misterioso y fatídico lugar que esconde el crimen. Es el escenario donde sale a la luz la verdad oculta de los personajes: de las niñas, su soledad y ansia de cariño y magia, y del asesino, el mal."

Un buhonero encuentra el cadáver de una niña en el bosque y avisa a la policía. El comisario Mattei, que al día siguiente se traslada al extranjero a un nuevo puesto, toma el caso pero tras hacer ciertas averiguaciones lo deja en manos de su sucesor, que determina que el hombre que encontró el cadáver es el culpable. Tras el suicidio de este último el caso se da por cerrado.

Sin embargo, el descubrimiento de una nueva pista hace que el comisario Mattei sospeche que el homicida sigue vivo y retome el caso de modo extraoficial. Sigue investigando y tras obtener nuevos datos decide establecerse en una gasolinera situada en la carretera donde se han producido una serie de asesinatos parecidos al de la niña. En su obsesión, pretende usar a la hija de la señora Heller, su ama de llaves como cebo para el asesino.

El plan, a priori, parece perfecto... si exceptuamos que el asesino sin que nadie más lo sepa, ha entablado una extraña relación con la niña con la que tiene encuentros a escondidas en el bosque y a la que agasaja con golosinas y la divierte con una marioneta. Para ella, el torvo personaje será "el mago", el cual le hace prometer que guardará en secreto sus encuentros. Casualmente, Mattei se enterará de las citas de la niña con el asesino y, deberá cambiar de planes: Vestirá a una muñeca con las ropas de la niña y engañará al asesino que acabará acribillado por la policía al esgrimir contra Mattei la navaja que pensaba utilizar contra la inocente chiquilla. Mattei ocultará el macabro suceso a la niña (ignorante de la suerte que ha estado a punto de correr), entreteniéndola con la marioneta que llevaba su "amigo" el mago.

Seguir buscando información sobre este film me ha permitido descubrir que:
-  es una de las mejores piezas del cine de suspense español (aunque se rodara en Suiza y sólo sea coproducción);
-  el director de El cebo es el mismo que el Doña Francisquita, Marcelino Pan y Vino o Carne de Horca;
-  posiblemente la vi en uno de los pases que hubo en la Clave cuando tenía 10 ó 12 años;
-   siempre me identifiqué con la niña y odié por igual al policía y al asesino; ambos tienen una parte buena y otra que esconden a la niña mintiendo sobre la verdad.
-  lo mismo que desprecié a esa madre que no se entera de lo que pasa dejándose manipular por el hombre que llega y a esa mujer dominante que provoca todo lo malo al reprimir los sentimientos de los que le rodean.

Es la pérdida de la inocencia de la infancia, robada mediante la "magia" y las trufas que se deshacen en las manos manchando todo lo que toca.

dalia

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