Aug 31, 2006 14:04
¡Suprimid el talento y acaberéis con las ansiedades!...
La gente en general es tan feliz como si estuviera de fiesta
o como si subiera a una torre en primavera.
Yo sólo estoy tranquilo, y no he hecho signos,
como un niño que aún no sabe sonreír;
desamparado como si no tuviera casa adonde ir.
Otros todos tienen más que suficiente,
y yo sólo parezo estar necesitado.
Psoiblemente mi mente sea la de un tonto
¡que es tan ignorante!
Los vulgares son tan brillantes,
y yo solo parezco ser torpe.
El vulgo discrimina,
y yo solo parezco más que suficiente.
Soy negligente como si fuera oscuro;
a la deriva, como si no me apegase a nada.
La gente, en general, todos tienen algo que hacer,
y yo solo parezco carecer de habilidad y de práctica.
Yo solo soy diferente de los otros,
pero valoro la búsqueda del sustente que viene de la Madre.
TAO
Estas vacaciones han sido de desconexión absoluta y radical de la realidad circundante. Lo necesitaba después de más de 10 años de trabajos forzados, aunque la rutina de seguir trabajando no me ha dejado tan fácilmente y el móvil no ha estado desconectado todo el tiempo. Sin embargo, es de agradecer que las cosas han ido cambiando en estos últimos años de esfuerzo continuado para que se notara que no era una diosa sino una humana frágil y desvalida que pierde los estribos cuando se satura. Y mis niveles de descarga de saturación no funcionan como en el resto de la gente.
Por eso, este año he tomado tres semanas de vacaciones especiales: Viaje al interior, a los recuerdos y sentimientos para levantar las emociones necesarias en la redacción del libro. No he salido de Madrid, en realidad apenas he salido de casa. He conjugado unos circuitos termales en un spa que hay a la esquina de mi casa con una limpieza en profundidad a todas las esquinas y rincones del hogar. Todo ello aderezado con las labores de bricolaje en madera de nuevas estanterías del salón (gracias a la inestimable ayuda y esfuerzo de mi caballero Y) y a las labores de investigación en los capítulos del libro en el que trabajo.
Este viaje me ha aportado cansancio físico ( y rotura de uñas) junto con cansancio mental (y que llore cada vez que escucho o leo una nueva noticia de maltrato doméstico), pero las vacaciones se acaban hoy y mañana será otro día.
Por cierto, hemos acabado con el juego del Retorno del Rey (PS2) ayer a las 4 a.m. y me he leido algún libro aunque no tantos como me hubiera apetecido. También he echado de menos a algunas personas, que han sabido dejarme espacio para realizar parte del viaje que necesito hacer. Pero el camino es largo y nos reencontraremos.
azalea,
ikebana,
pensamiento