Voy a terminar la crónica del pasado 8 de Enero, que no hice en su momento porque no me gusta escribir "en caliente". Ya estoy más tranquilo y ya se me pasó el enfado por ver la película "Thumbsucker", que se ha quedado dentro de los límites aceptables de "mosqueo".
La primera parte de esta crónica era un poco críptica, ya que tampoco quería destrozar la película a quienes no la hubieran visto. Al final he decidido que tampoco se destroza tanto y, si lo hace... mmmm... ella atacó primero.
El motivo de mi enfado viene a que estoy harto de ver cómo en las películas, series, programas de TV, promociones, letras de canciones, actitudes de cantantes y demás famosos, etc, que van dirigidos especialmente a los jóvenes, se hace una publicidad positiva de las drogas en general, y del porro y el alcohol en particular. Los personajes "guays" son siempre los rebeldes (amén de la serie del mismo nombre), los que se saltan las clases, los que se mofan de sus padres y profesores... y los que se meten un canutillo de vez en cuando. El personaje que podríamos calificar de "bueno" en cuanto a su actitud (responsable, estudioso, que ayuda en casa...) siempre responde a uno de los dos casos siguientes:
A) es el tonto, el hazmereír de los demás, no tiene piercings ni tatuajes, pero lleva corbata aunque tenga 12 años, gafas de pasta para que se sepa que es el empollón, y es feo, por supuesto, para que ligar, la máxima preocupación de un individuo de entre 12 y 18 años, esté totamente fuera de sus posibilidades. En resumen, la clase de modelo que ningún adolescente querrá imitar.
B) Aparte de las anteriores características, en un determinado momento de la serie o película, nuestro personaje quiere cambiar. En este caso, ese cambio siempre pasa por saltarse una clase e irse (sin decírselo a sus padres, por supuesto) a una fiesta de los "enrollados", donde el alcohol y los porros pasan de mano en mano. No será hasta que coja la copa en la mano o le dé una calada al "porrito", que nuestro personaje empiece a pasárselo bien. NOTA: Los personajes de esta categoría no eran feos, sino de belleza oculta.
"Thumbsucker" pertenece a la categoría B). Es un "outsider" hasta que se fuma un porro. He aquí el diálogo entre él y la "chica guapa" en el momento clave:
- Ya vas colocada...
- No le des tanta importancia. Todavía quieres, ¿no?
- Sí.
- Ya no eres tan raro, ¿a qué no?
- Nunca he sido raro.
- Ja, ¿en serio?
(Ella le da el porro, el aspira y tose)
- Te acostumbrarás.
A partir de ahí, se liga a la guapa y es aceptado por los demás. Bravo. Aplausos. Dile ahora a un adolescente que haya visto la película que las drogas son malas y que es mejor no empezar. No solo no te harán caso, sino que te incluirán en su categoría B), a saber, la de las personas aburridas que no comprenden a los jóvenes (incluídos padres y profesores) y desconfiarán de cualquier otra cosa que les digas. Es decir, pasas a ser para ellos una persona no fiable. Tu opinión va a contar menos que la de Melendi, que pertenece, por supuesto a su categoría A), la de las personas enrolladas y guays.
Mientras, en otra parte del Planeta Mundo, un grupo de personas que viven en oficinas, despachos y que no miden la superficie de sus casas con precisión de hasta cm2 recibirán, un día determinado (supongamos el 1 de Abril), un informe sobre los hábitos de consumo de los adolescentes, se echarán las manos a la cabeza al ver que más de un 50% consume alcohol frecuentemente, y mas de un 20% hace lo propio con el cannabis, saldrán el 2 de Abril en los informativos diciendo que los datos son muy preocupantes y que no están surtiendo efecto los planes contra la drogadicción, y volverán a los sudokus el 3 de Abril, hasta que les llegue el siguiente informe con los datos un poco más altos, y vuelta a empezar.
Los que de verdad estamos preocupados por estas cifras, nos seguiremos preguntando ¿Qué planes exactamente son los que no funcionan? ¿Qué se está haciendo realmente para evitar que esas cifras sigan subiendo? Alguién debería decirles que sus consejos y toda la información que puedan dar en panfletos y trípticos solo sirven para gastar papel, porque quienes los hacen están a la cabeza de la categoría B)
PD: Esta crónica quiere unirse a:
"Pegatinas Tocapelotas" sobre las revistas en el blog de Ángel
Comunicación Audiovisual;
"¿Prohibir para educar o Prohibir en vez de educar?" sobre los videojuegos en
Iguales en las 3000y a
"Esta televisión anti-educativa" sobre la televisión en el blog de Juanjo
Efervescente2H.
Básicamente tratan de lo mismo: Mensajes opuestos, ¿a quién hacen caso los caso los adolescentes?