... -3-
Título: Atardece, anochece.
Fandom: Starry Sky.
Claim: Miyaji Ryunosuke
Rating: K.
Extensión: 368 palabras.
Advertencias: Spoilers si no se ha llegado al arco de virgo.
Prompt. Centro.
No se resiste y compra un pastel de chocolate para él solo. No piensa compartirlo con nadie porque adora aquél líquido como a su vida misma. Regresa a la Academia en cuestión de minutos y se sienta en una banca cercana para comerse todo el postre.
Mira el ocaso como si se tratara de un espectáculo al que es invitado todos los días. Un tenedor es lo único que necesita para empezar a comer, con el dulce placer que tiene sobre sus rodillas, se relaja del atareado día.
Salió apenas del Club de Tiro con Arco, pensó en que no le haría mal comerse alguna golosina y, en lugar de ir por el helado en el que había pensado, se fue a comprar no una rebanada, si no un pastel completo.
Sonrió al probar el primer bocado y esperó que nadie se ocultara detrás de algún arbusto y lo fotografiara con esa estúpida cara de infante.
Le dolían los hombros, la constancia del deporte no le impedía que le doliera el cuerpo de vez en cuando, más cuando se excede y no lo deja descansar. Miyaji es uno de esos tipos que dan todo de sí hasta que sus resultados sean favorables.
Come un poco más.
Las nubes cubren la mitad del sol y la luna ya está esperando su turno para brillar.
Se siente como si fuera el centro del universo, pues no ve a nadie caminar por ahí ni escucha la voz de algún transeúnte. Es feliz porque sabe disfrutar de su soledad, más aun cuando se trata de una tarta de chocolate.
Va ya a la mitad y duda de si se la debe terminar o no. Piensa que un buen té resultaría agradable acompañando el pastel y enseguida le llega a la mente Hayato o Kanakubo-senpai.
No, a él no deseaba incomodarlo. Hayato era la mejor opción.
Se incorporó, dispuesto a salir de la burbuja en la que estaba absorto, no sin antes guardar bien su querido tesoro.
Sí, qué mejor manera de terminar el día que con un té, chocolate y unos buenos amigos con los que, seguramente, también sentiría que estaba justo en el centro del universo.
Fandom: Starry Sky.
Claim: Miyaji Ryunosuke
Rating: K.
Extensión: 368 palabras.
Advertencias: Spoilers si no se ha llegado al arco de virgo.
Prompt. Centro.
No se resiste y compra un pastel de chocolate para él solo. No piensa compartirlo con nadie porque adora aquél líquido como a su vida misma. Regresa a la Academia en cuestión de minutos y se sienta en una banca cercana para comerse todo el postre.
Mira el ocaso como si se tratara de un espectáculo al que es invitado todos los días. Un tenedor es lo único que necesita para empezar a comer, con el dulce placer que tiene sobre sus rodillas, se relaja del atareado día.
Salió apenas del Club de Tiro con Arco, pensó en que no le haría mal comerse alguna golosina y, en lugar de ir por el helado en el que había pensado, se fue a comprar no una rebanada, si no un pastel completo.
Sonrió al probar el primer bocado y esperó que nadie se ocultara detrás de algún arbusto y lo fotografiara con esa estúpida cara de infante.
Le dolían los hombros, la constancia del deporte no le impedía que le doliera el cuerpo de vez en cuando, más cuando se excede y no lo deja descansar. Miyaji es uno de esos tipos que dan todo de sí hasta que sus resultados sean favorables.
Come un poco más.
Las nubes cubren la mitad del sol y la luna ya está esperando su turno para brillar.
Se siente como si fuera el centro del universo, pues no ve a nadie caminar por ahí ni escucha la voz de algún transeúnte. Es feliz porque sabe disfrutar de su soledad, más aun cuando se trata de una tarta de chocolate.
Va ya a la mitad y duda de si se la debe terminar o no. Piensa que un buen té resultaría agradable acompañando el pastel y enseguida le llega a la mente Hayato o Kanakubo-senpai.
No, a él no deseaba incomodarlo. Hayato era la mejor opción.
Se incorporó, dispuesto a salir de la burbuja en la que estaba absorto, no sin antes guardar bien su querido tesoro.
Sí, qué mejor manera de terminar el día que con un té, chocolate y unos buenos amigos con los que, seguramente, también sentiría que estaba justo en el centro del universo.