022/100.

Jan 27, 2012 20:19

Número: 022/100.
Título: Una vieja melodía. [1/?].
Fandom: Uta No Prince-Sama Maji Love 1000%
Claim: STARISH.
Rating: K.
Extensión: 748 palabras.
Advertencias: Spoilers si no se ha terminado el anime
Para: Mi tabla Abecedario de la comunidad retos_a_lacarta
Prompt: #68.- Riesgoso.


Una vieja melodía

La tranquilidad era un factor importante para que el grupo pudiese funcionar. Por eso, nadie se atrevía a incumplir un capricho de Otoya; hacían todo lo posible por soportar las peripecias impulsivas de Ren; Dejaban a Masato concentrarse en su música; Si Syo no quería hacer algo, que así se quedara; no preguntar a Tokiya por Hayato o tendrías problemas,;métete con la abuela de Haruka y estabas muerto. Pero, la regla que más se trataba de respetar, era no quitarle por ningún motivo o circunstancia los lentes a Natsuki.

Tenían sumo cuidado con esto, de lo contrario, podían dar la casa por destruida. Todos y cada uno de los integrantes de STARISH llevaban consigo un repuesto del armazón por si se ofrecía y para que no faltara si se utilizaban más de uno.

Pero todo tenía una primera vez.

Satsuki no salía a la luz desde que se aventuró a sustituir a Hayato en aquél concierto fallido -momento que Tokiya prefiere no recordar-, en vivo y en directo.

¿Para qué arriesgarse, entonces?

Y, por más precauciones que quisiesen tener, los accidentes ocurren.

Era tarde y regresaban de la grabación de un video musical; apenas empezaban sus prácticas de baile y canto. Estaban rendidos.

- ¿Quién tiene las llaves? -preguntó Syo.

-… ¿No las tenías tú, Ochibi-chan?

- ¿Qué? No me tocaba llevarlas hoy -miró a Ren de mala forma y se cruzó de brazos.

- ¡¿Las hemos olvidado de nuevo?! -se asustó Otoya.

-Etto… -Haruka buscó en su bolso, a lo mejor la traería escondida por ahí, aunque sabía muy bien que no las había cogido ni por accidente.

-Deberíamos llamar a un cerrajero -propuso Natsuki con los ojos entrecerrados, se caía del sueño.

-Es muy tarde ya, no habrá ninguno -bufó Tokiya.

-Bueno -habló Masato después de meditar un par de minutos-, la única forma es derribar la puerta, pero…

-Masayan tiene razón -sonrió burlón Ren-, ¿lo hacemos?

-No lo decía ense…

-Nos quedaremos sin puerta toda la noche -Razonó Tokiya-, no podemos poner a Haruka en peligro.

-Buen punto. Nuestra koshitsuji-chan puede ser raptada por unos matones.

Era la hora de los apodos, al parecer.

-Eso no puede…

- ¡Ya sé! -interrumpió a Haruka. A Otoya le daba por ingeniárselas pasada la medianoche-. ¿Qué tal si dormimos aquí?

O tal vez, era todo lo contrario.

-Estás loco -pateó suavemente la puerta. Syo empezaba a desesperarse.

-Qué cansado estoy... -Suspiró Natsuki y sacudió su cabeza para no quedarse dormido-, creo que voy a…

-Espera -Tokiya lo jaló de la camisa antes de que éste pudiera irse a sentar.

Se arrepentiría de hacerlo.

Natsuki se había ofrecido a llevar las pertenencias de la mayoría de los chicos simplemente por buena voluntad, y como se partían del cansancio…

─ ¿Eh? ─se detuvo en seco, provocando que sus lentes resbalaran apenas del tronco de su nariz.

Dentro de su equipaje, su celular sonaba. Después de haber dejado plantado a su manager en tres eventos, no se podía dar ya el lujo de ignorar sus llamadas.

─El celular ─en realidad no sabía por qué demonios le había confiado sus cosas. Arqueó una ceja y esperó la respuesta del otro.

─Ah, lo siento ─El rubio sonrió, apenado por no darse cuenta y la maleta que le respondía.

─ ¡Qué lindo! ─gritó Otoya de pronto─. Jamás había recibido un peluche de Piyo-chan tan…

─ ¡¿Piyo-chan?! ─se volteó muy bruscamente. Sus lentes cayeron al suelo, de por sí no se los había acomodado. ¡Piyo-chan era el culpable!

¿O Tokiya? ¿ Otoya, quizá?

─Ehm…

Y la interrogante principal en esta situación: ¡¿Por qué le enviaban a Otoya esos regalos en lugar de a Natsuki?! Debió haber resistido la curiosidad de ir y revisar el apartado del correo, a lo mejor así se hubieran ahorrado el alboroto que se armaría en tres…

Ren, Haruka y Masato conversaban acerca de los planes del día siguiente, no prestaban atención a los demás.

Dos…

Syo buscaba la forma de abrir la puerta con una ramita de un árbol cercano, a lo mejor y lo lograba aunque no fuera exactamente un experto en entrar a casas ilegalmente.

Uno…

Tokiya hablaba por teléfono, al parecer tenía una de esas peleas con su agente, típicas en él cuando no estaba de acuerdo.

Y Otoya fue el único que se dio cuenta. Dejó caer el peluche y trató de coger los lentes antes de que cayesen al suelo. Fue inútil.

Para entonces, Satsuki ya hacía de las suyas.

comm: reto_diario, comm: retos a la carta, claim: ST☆RISH, ff, reto, tabla, a: utapuri

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