Titulo: Crashdown 47
Capítulo: 2. Make your bed and lie in it
Autor:
bpolarghost Rating: Apto para todos.
Octubre había comenzado, así como las clases. Concurrida la mañana, Dallas Stegner se aproximó hacia las salas del UFO Center. Allí trabajaba por las tardes, y en ciertas otras ocasiones, desde que necesitó de un puesto laboral -parcial, a poder ser-. Le esperaba, como de costumbre, su curioso y extravagante jefe. Davis Fitcher. Un hombre sumido con gran conocimiento e intelecto sobre la causa alienígena, tan comentada y de atracción turística para los viajeros.
Se ocultaba entre muñecos de cabezas agigantadas y cuerpecitos verdes, con los cuales no se sentía especialmente identificado. Sólo espero que si alguna vez descubro mi verdadero yo… tenga menos cabeza. A veces bromeaba con eso. Leyó amplios relatos sobre encuentros extraterrestres y abducciones inventadas. No daba crédito a la falta de veracidad de aquellos pensamientos. Él era más que un objeto de estudio.
- Dallas, ¿puedo hablar contigo?
- Por supuesto. -éste afirmó.
- ¿Me puedes traer un sándwich del Crashdown? -Stegner dejó escapar una carcajada, éstas eran las situaciones que se componían con Davis.
- No digas más. -asumió sus responsabilidades como ‘ayudante’. Ya no necesitaba que le especificase qué tipo de jamón debía poner en el bocadillo, o cuántos pepinillos, así como la salsa. Habían pasado largo tiempo juntos.
…
El chico miró hacia los lados, antes de cruzar. La puerta del UFO Center -lugar de encuentros para fanáticos del fenómeno alien- estaba en la acera que daba frente a la fachada del dinner-café conocido como Crashdown, cuyo título se colgaba de un platillo volante simulando haber sido estrellado. Abrió la cristalera.
- Hola. -le dijo el chico tras la barra, al avanzar hasta ahí. Era él, el cual portaba el frío en su mirada y el color cálido en su cabeza.- ¿En qué puedo ayudarte? Quiero decir, ¿qué deseas? -se mostró amable y servicial.
A decir verdad, no habían concurrido un intercambio de palabras desde aquél primer encuentro. El día del asesinato, hacía un par. Ahora era inevitable.
- Pues… -intentó comenzar a explicar.
- Invierno. -le sorprendió una dulce voz a las espaldas, Dallas cerró el tono de su voz.- ¿Tienes lo que te pedí? La mesa 3 está bastante hambrienta. Uff… -sonó hastiada. ¿Invierno? Fue lo primero que vino a la mente del chaval.
- Sí, claro. Ahora mismo está, pásate por la barra.
Dallas se giró, intrigado por ver a quién pertenecían esas palabras. Entonces una apariencia angelical se iluminó ante sí. Una chica que describía sus genes similares a los de ¿Invierno? -repitió-, pues ésta era de cabello rubio intenso y ojos añil de cristal. Perla por piel.
- Ésta es mi hermana. Carrousel, se llama. También trabaja aquí. Ni que lo digas, ese trajecito de supuesta alienígena lo confirma. Pensó sin intención o control de sí mismo.
- Hola. -espetó de manera dulce, pero su mirada le traspasó fulminante por segundos.
- Por cierto, creo que nunca nos hemos presentado… Soy Invierno, Invierno Hekker, ¿y tú eres…? -le llevó la mano por encima de la barra del local.
- Dallas… Dallas Stegner. -agitaron sus manos, de forma varonil y educada.
- Uish… ¿Y ese acento? -la chica confirmó subiendo su ceja. Descubrió el mestizo tono británico interactuado con el tejano propio de New México. Algo inusual, tanto como su propio yo.
- Muy bien, Dallas. ¿Qué vas a pedir? -propuso el hermano.
- Encantada… Dallas Stegner. -sonrió levemente maliciosa ella, y comenzó a caminar en su corta faldita y frágil imagen.
- ¿Qué? -se giró hasta él, despistado.- ¡Ah sí! Un… Un Sandwich con pepinillos era… y… -se llevó el índice a la sien, pensando, pues ahora tenía que volver a explicar lo que antes conocían al dedillo algunas camareras. Cambio de personal, I guess.