(no subject)

Mar 17, 2011 18:49

Reto: Marry you
Fandom: Glee- RPF
Título: Old marriage couple
Personajes: Darren Criss. Chris Colfer. La aparición estelar de shy!Heather Morris.
Extensión: 2106 palabras
Notas: Dedicado a michan_kitamura . Nuestro regalo de bodas, querida.
Advertencias: Primer RPF. Darren y Chris me derriten el cerebro, así que no esperen nada coherente. Spoilers de la serie hasta 2x08 Furt.



Old marriage couple 
Todo empezó durante la grabación de Furt (bueno, siendo estrictos, todo había empezado durante la grabación de Never been kissed, por supuesto, pero Darren lo había armado de esa manera en su memoria selectiva, y era imposible sacarlo de sus trece).

Si ser sinceros es una necesidad, no había muchos- por no decir ningún- motivos por los cuales Darren debiera estar en el set. No tenía partes que grabar hasta la semana siguiente y la excusa de que se había olvidado los arreglos de Hey, Soul Sister era bastante pobre, considerando que había estado metiendo las narices todo el tiempo mientras los arreglos estaban siendo hechos. El único y verdadero motivo era que Darren se aburría. Well, I'm not meant to live alone, pensaba mientras se iba adentrando en el estudio, con una bolsa llena de bizcochos. El pensamiento no podría haber sido más indicado; Chris, que se estaba quejando amargamente con Heather sobre que Kurt odiaría la coreografía que les habían armado para Marry you, fue la primer persona con la que se cruzó dentro del set. Heather se reía un poco, y Darren recordó que si en ese lugar alguien sabía algo sobre coreografiar canciones, esa era Heather. No era como si hubiera buscado obscenamente en internet hasta tener una base de información mínima indispensable sobre cada uno de los integrantes del elenco. Nada más alejado de la realidad. Darren Criss no era un stalker. Simplemente, siempre había sido un chico curioso.

-          - Ey. Hola, gente. Traje bizcochos. Heather, ese vestido te queda fantástico.

Y era verdad. Cada vez que la veía, Darren recordaba por qué la naturaleza la había hecho tan tímida si no estaba arriba de un escenario, y Ryan había hecho a Brittany tan tonta (pero no por eso menos adorable). De otra forma, cualquier hombre hubiera caído derretido a sus pies.

-          - Te estoy observando, Criss. Conozco tus intenciones.

Darren rió, y le dio una palmada en el hombro a Chris.

-          - Tú también estás muy guapo, no te pongas celoso.

Heather susurró algo que sonó como muchasgraciasdarrentengoquearreglarmelemaquillaje y desapareció rápidamente de la vista. Darren se preguntó si estaría aterrorizada por su presencia.

-          - Con lo que me cuesta que me hable, y tú me la espantas.

-        -    Suelo tener ese afecto.- Y acompañó el comentario con una de sus clásicas muecas. Chris no pudo evitar reírse.

-       -   Eres lo peor que existe.

-          - Tomaré eso como un cumplido. ¿Bizcochos?- Y le extendió la bolsa con una sonrisa.

-         - No, gracias. No como antes de bailar.

No, Darren, no deberías haberle traído una Coca-Cola Light. Eso te hubiera hecho parecer un maldito  stalker. Aún más de lo que ya lo pareces.

Chris suspiró.

-          - Debería volver a grabar. ¿Nos vemos la semana que viene, supongo?

-         - ¿Estás echándome? ¿O acaso insinúas que el hobbit se va a perder en la decoración? - Chris arqueó una ceja, y Darren se rio solo.- No, me quedaré por aquí un rato, confraternizando con el enemigo.

Darren se sentía solo en Hollywood. La mudanza había sido tan precipitada que en cierta forma seguía sintiendo que estaba de paso, lo cual tampoco estaba del todo errado, pues su futuro en Glee era un poco incierto. La cama seguía siendo la suya, la ropa seguía siendo la suya, los utensilios de cocina seguían siendo los suyos. Pero no eran los mismos los sonidos, los olores, los matices de la luz cuando se levantaba a la mañana. No eran las mismas calles, la misma manera de ver la vida. Extrañaba San Francisco, pero no tenía tendencia a la melancolía. Si no estaba en su hogar, podía remediarlo fácilmente buscando sentirse como en su hogar. No era mucho lo que necesitaba. Sólo alguien con quien poder reírse, alguien que pusiera gesto resignado frente a sus ideas descabelladas. Alguien que fuera un ancla a tierra en el torbellino en el que Darren siempre conseguía convertir su vida.

Por supuesto, la solución más sencilla e inmediata era el elenco de Glee. Sin embargo, habían bastado cinco minutos para que Darren se diera cuenta de que había muchos motivos para que eso fuera una pésima idea- aunque también algunos cuantos para que fuera una idea fantástica. El elenco de Glee debería haberse llamado la familia de Glee. Hacia año y medio que pasaban doce o más horas al día juntos, grabando seis días a la semana si era necesario, y, pese a eso, muchas veces salían juntos, o tomaban por asalto alguna casa- en general, la de Jena y Kevin, descubrió Darren muy pronto- para hacer una maratón de películas o simplemente cenar y regocijarse viendo a Mark y a Cory lanzarse cosas por los aires en medio de chistes que muchas veces ni siquiera tenían sentido. Eso los volvía íntimos y excelentes amigos entre sí, pero un tanto inaccesibles para cualquier extraño que quisiera incorporarse al grupo. A la vez, el extraño que lograra la increíble hazaña de verdaderamente incorporarse al grupo, sabía que el esfuerzo iba a valer la pena.

Darren no estaba muy seguro sobre cuál era el mejor plan de ataque: agarrarlos en grupo, irse introduciendo de a poco, primero en silencio, simplemente estando presente, para permitir de a poco que ellos se fueran sintiendo cómodos con él y su presencia; o írselos ganando de a uno, a cada uno a su manera, con sus gustos y sus manías. De todas formas, a Darren se le cruzaban las ideas por la cabeza- porque así como él no podía quedarse quieto, tampoco podía su cerebro-, pero no se molestaba en tomar una decisión concreta. Era un hombre de actos, y no de palabras, y lo sabía. Sus mejores armas siempre habían sido su espontaneidad y su simpatía.

Por eso mismo, no se sorprendió a sí mismo cuando escuchó salir de su boca palabras que ni siquiera había pensado a medida que Chris Colfer se acercaba a él, una vez terminado el ensayo. No era la primera vez que le pasaba, ni sería la última. Además, no sería una mala idea. Chris era divertido, aceptablemente accesible… y era la persona con la que más horas Darren debería pasar en las siguientes semanas.

-         - ¿Quieres ir a tomar algo, Chris?

Colfer frunció un poco el entrecejo, definitivamente sorprendido. Darren se preguntó si iba a poner alguna excusa tonta o simplemente iba a decir que no se le daba la regaladísima gana. No se había asombrado de la pregunta, pero si se asombró con la respuesta. Chris se había encogido de hombros.

-        -  Supongo que no tengo nada que perder.

Chris se mojó la cara con agua fría luego de finalmente poder quitarse el traje que había tenido que usar para filmar las escenas de la boda. ¿Por qué demonios había dicho que si? No era que Darren le cayera mal, ni nada de eso- de hecho, sería conveniente que le cayera más que bien, considerando la cantidad de tiempo que iban a tener que pasar juntos durante las siguientes semanas. Simplemente, Chris se sentía un poco nervioso en su presencia. Se preguntó si alguna vez se le iría la constante necesidad de ser sarcástico cada vez que Darren tenía uno de sus gestos de cómica caballería- que era distinta a la educada caballería de Blaine, pero, ey, nunca hay que menospreciar los puntos en común-, con él o con cualquiera. Chris no se consideraba huraño ni anti-social, sino tal vez solo un poco… oxidado. El elenco de Glee lo había proclamado el niño mimado desde el primer día, y Chris agradecía con el alma el cariño y la protección que sentía que le profesaban todos los miembros. Pero ese mismo afecto, tan celoso y tan exclusivo, era el que había contribuido a minar su de por sí escasa habilidad social. Y Darren no sólo era una persona nueva, sino que encima poseía ese carácter explosivo y dulce, que es tan difícil no adorar en alguien. Chris meneó la cabeza mientras se colocaba la bufanda en el cuello. Lo siento, Darren, no es personal, pero vas a tener que aguantar los comentarios sarcásticos durante una buena temporada más. De otra forma, no sabría cómo reaccionar contigo.

La charla había sido tranquila, tratando temas neutrales y obvios, como hablar un poco mal, pero con cariño, de los miembros del elenco y de la producción, o comentar las grabaciones de la última semana. Chris pensaba que Kurt hubiera estado orgulloso de varios de sus comentarios a lo largo de la conversación, y ese pensamiento lo hizo sonreír un poco. Por el contrario, Darren poseía, como Chris había intuido desde un principio, una personalidad prácticamente opuesta a la de Blaine: extrovertida, dulce, inquieta. Una personalidad totalmente abierta, y orgullosa de sí misma. A Chris le provocaba un poco de aprehensión, no porque le disgustara, sino todo lo contrario; incluso le daba un poco de celos.

Darren llevaba diez minutos hablando sobre la nueva producción de sus amigos de Starkid (Chris le había comentado alguna vez que le gustaba A Very Potter Musical, pero no le había dicho que se conocía los nombres de todos los integrantes. Porque Chris Colfer no era un stalker en potencia, no señor). Chris, por el contrario, mordisqueaba el sorbete de su Coca-Cola light y asentía distraídamente con la cabeza.

-        -  Creo que podría estarte diciendo que encontré a Ashley y Dianna teniendo sexo salvaje en uno de los escenarios, y lo mismo te daría.

Chris volvió a la realidad al escuchar el nombre de su amiga.

-        -  ¿Que Ashley qué?

Darren se rió con ganas. Siempre con ese espíritu tan alegre. Chris se preguntó si realmente tendría tanta alegría para compartir o era una máscara para esconder sentimientos más profundos.

-        -  Ey, si te estás aburriendo, puedes irte a casa, no te estoy obligando a nada.- Y levantó las manos como para probar su inocencia.

Chris suspiró.

-        -  Lo siento, Darren. No es algo personal. Solo me distraje un poco.

-         - ¿Pensando en que, si puede saberse?

-        -  Pensaba en las escenas que filmamos hoy.

-       -   Ey, si quieres mi opinión, también pienso que la coreografía de Marry you fue un poco ridícula. Definitivamente, Kurt no la aprobaría. Pero, ya sabes, si no fuera un poco absurdo, no sería Glee.

Chris no pudo evitar reírse.

-       -   Tienes razón. De todas formas, no era en eso que estaba pensando.- Darren alzó las cejas, invitándolo a continuar. Chris se removió un poco incómodo en el asiento.- ¿Crees en el matrimonio, Darren?

-        -  Wow. Que bomba. Que pregunta tan profunda.- Darren se llevó una mano al mentón.- No lo sabes, Chris, pero fui educado de una manera no muy… ortodoxa, que digamos.- Por supuesto que sabía. A veces, Chris pensaba que hubiera dado un riñón por haber podido crecer en un ambiente semejante.  Pero no podía decirlo, porque, bueno, no había pasado un par de noches leyendo todo lo disponible en internet sobre su próximo compañero de trabajo, claro que no. - Supongo que, como casi todo, excepto, ya sabes, la pedofilia y esas cosas- hizo un gesto vago con las manos. Chris ya se había dado cuenta de que no podía estarse quieto mientras hablaba, necesitaba gesticular con las manos y hacer muecas constantemente. Eso no lo decía en ningún sitio en internet.-, lo demás es todo válido, mientras los involucrados estén de acuerdo.

-         - ¿Pero tú te casarías, Darren?

El moreno lo observó largamente con sus ojos hazel, a través de su mar de pestañas espesas. Las de maquillaje casi habían tenido un orgasmo espontáneo al ver las pestañas de Darren, y Chris no podía culparlas.

-        -  Nunca me lo había planteado. Nunca me ha parecido algo relevante, aunque claro que jamás he tenido a alguien que me hiciera planteármelo realmente. ¿Y tú, Chris?

El menor tomó un sorbo largo de su vaso y no lo miró a los ojos cuando le contestó.

-       -   Por supuesto que no. ¿Para qué querría casarme?

Darren rió. Esa risa otra vez.

-        -  Ya verás, Chris, algún día conocerás a alguien que te derrita el cerebro, y te haga pensar que no podrías volver a respirar sin haberle proclamado a medio planeta que lo amas desesperadamente. Y ese día, el casamiento será apenas una de las primeras necesidades de tu lista.

Esta vez, fue Chris quien se rió. No se arrepentía de haber aceptado la invitación de Darren, no porque pensara que le había revelado el sentido de la vida, sino porque la estaba pasando bien. Quizás no debiera pasar tanto tiempo hasta que Chris dejara de sentir la necesidad de bombardear a Darren con sarcasmo, pensó mientras tomaba el último trago de su Coca-Cola.

fandom: glee, !dotación anual de crack, autor: albaclara

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