Título: Pitbulls al Rescate
Rating: PG-13
Pairing: Unusual Pairing - Joris Mathijsen/Gary Medel
Resumen: Joris Mathijsen ayuda a los animales y los rescata de las peleas clandestinas, especialmente a los pitbull, su raza preferida.
Ahí conoce a Gary, recién transferido a Alemania. Cabe notar el conocimiento de la lengua española de parte de Mathijsen.
Joris Mathijsen tiene una faceta poco conocida: su amor por los animales.
Cree en Dios y la colusión divina con Robert Enke, considerado animita protectora de los perros.
A él le carga que exhiban a los pitbull como raza peligrosa, que los saquen a pasear con bozal o lo que es peor: que sean perros de pelea.
Justamente, al chileno Gary Medel, transferido a Alemania hacía muy poco, se
estaba metiendo en problemas: quería comprarse un perro, pero en un puppy mill (semillero de cachorros) no establecido.
Joris se metió en una casa, ubicada en los suburbios del lugar donde trabaja.
Se notaba que era de mala calaña.
Los pobres perritos estaban enfermos, algunos con abultamiento abdominal, donde claramente, era indicador de poseedor de parásitos.
-¡Para! ¡Para!
-Estoy comprando un perro- dice Gary sonriendo.
-Pero tú, estás comprando perritos enfermos- dijo Mathijsen con un acento en español increíble y con una prosodia digna de Ripley para ser neerlandés.
-Espera...- le dice a la dama rubia teñida- no lo quiero...
Le tira el cachorro a la mujer y salió llorando.
Nunca había visto a Medel llorar.
-Hey... si te ven llorando, te llamarán el 'pitbull gay'.
-No sabes lo que me pasa...ándate de aquí oh.
Después se calló.
Para luego decir:
-Le tiré el perro por allá. ¡Pobre perro! Hizo un quejido súper agudo. Parece que lo maté.
No me gusta siquiera pegarles un coscorrón.- contesta Medel.
-Hey. Seré tu colega. Me llamo Joris Mathijsen y soy de Países Bajos. Disculpa por todo, amigo.
-En todo caso, no tenía ni idea... gracias.
Gary le dio un cálido abrazo al holandés.
-Me llamo Gary Medel. Soy de Chile. Jugué el...
-Lo sé. No tienes para qué decírmelo.
-Buen tatuaje- le dijo Joris a Gary.
No sabía de qué tatuaje hablaba. Pero al verse el brazo y captar el pitbull, arqueó las cejas y dijo:
-¡¡AH!! Ese es.¿Cómo se dice 'perro' en alemán?
-Hund.
-Ah. Está bien entonces la palabra. Quería corroborar.
-Hey, Medel... si quieres un perrito, adopta. No compres. El dinero que vas a ganar úsalo para un auto, una casa y una cunita, agua y comida para tu perrito.
-Si no voy a tener nunca un perro... recién llevo quince días y no me dejan tener ni gato.CH, güena oh.
Mathijsen se ríe.
-¿Qué te pasa?
El holandés más se ríe.
-Me gusta tu acento, muchacho.
Un gusto en conocerte.
-El placer es mío...guachito- concluye susurrando.
Medel tenía alemán A3, es decir, un poquito más que lo básico.
Pero había pasado el incidente aquel.
Al otro día, en el mismo barrio de mala calaña, Joris tiene la mala suerte de ver a un hombre dándole tasereadas a un perro...de su raza preferida.
Tocó la bocina para que parara. El pobre can convulsionaba.
Recordó que era la misma arma que se usó en el incidente de Toronto, cuando Gary era Sub-20 (claro, si Joris empezó a aprender la vida del recién transferido)
-¡Páralo, estúpido!- gritó en un bien modulado alemán.
Cuando lo deja noqueado en el piso, toma al perro en brazos.
Pero el perro... era perra...
Llamó a un veterinario para que la examinaran.
Los cachorros habían que sacarlos, porque los latidos disminuían.
Joris lloraba al ver que se la llevaban a la sala de operaciones.
Entonces fue cuando Gary llegó.
-¿Joris?
-¿Gary?
Abrazo.
-Rescaté a una pítbull. La estaba tasereando el dueño.
-Sí lo vi. Llamé a la policía. No sé cómo logré hablar alemán. Era medio chanta, pero lo importante era dar a conocer eso.
-¿Se llevarán al dueño arrestado?
-Al parecer sí. Pero por... porte ilegal de armas.
-Hey...acompáñame.
-¿Dónde?
Joris lo llevó hacia un recobeco de la veterinaria.
-Dime una cosa...¿por qué te dicen Pitbull?
-No lo sé- dice el chileno riendo- supongo que es por mi cara.No sé. Otros dicen porque soy fiero...en la cancha.
-Oh...- dice Joris abrazándolo.- bueno, el dicho de pitbull gay no es cierto... si puedes llorar...no tienes por qué reprimirte.
-Aunque yo creo que es cierto.
-¿Por qué?
-Por esto.
Gary agarra de la polera al neerlandés y le roba un húmedo beso.
-Sé que me admiras, pero no tienes para qué hacerlo.¿Sabes? Pensaba tatuarme un pitbull. Es mi raza preferida.
-¿De verdad? Si quieres puedes tomar el mío como matriz.
Joris frunce el ceño.
-De molde.
-Ah...no te preocupes. Buscaré uno adecuado y lo voy a colocar.
-De acuerdo...
-¿Joris Mathijsen?
-Oops! Espera...
Joris esta vez le contesta con un beso en los labios de Gary y se limpia la boca para no ser delatado por el veterinario.
-Ja?
-Ella tenía cinco cachorros. Sólo quedan cuatro.
-Awww...déjame verlos.
Joris le hizo una señal y Medel aprovecha.
-He aquí los perritos...
-¡Pero mira que lindos los perritos!
-Que Dios se coluda con Robert Enke y les de salud...pero están muy chiquititos para regalarlos. Te prometo, Gary si sobreviven estos cachorros, te regalaré uno.
-No tienes para qué hacerlo.
-Un holandés es un hombre de promesa.
-Y un chileno también... mira... tengo acá algo para ti.
Era una carpeta y contenía la matriz del tatuaje que se hizo Gary.
-¡Pero qué genial!
Leyeron la placa de la perrita. Ella se llamaba Sera, palabra italiana que quiere decir noche.
Por lo que supieron, el tipo que la tasereaba no era el dueño original.
Era una perra de la policía de Jena, se la habían robado de un criadero. Ella era perrita reproductora.
Así también sería formalizado por hurto.
-Mira, ella como descansa... espero que esté bien.
Ellos se retiraron de la UCI-canil y luego no se vieron hasta el partido Werder- Hamburgo, jugado un mes después.
Mathijsen y Medel se intercambiaban información sobre Sera, la perrita maltratada.
Pero pronto fueron a chequear la evidencia.
Las noticias: más o menos malas.
Sera tiene que ser dada en adopción, porque cumplió con su tiempo en la policía de Jena.
Los cuatro cachorros sobrevivientes fueron al canil de la policía
a ser educados en las artes de la detención de la delincuencia.
-Robertito...ayúdame, por favor...quiero un perrito. No quiero estar solo...
-¿A quién le rezas?
-A Robert...
-No estarás solo. Nunca más... me tienes a mí. No tienes para qué tener un perro. Bueno, a un perrito debes darle amor, cariño...y espacio.
-Si no crea'i que vivo en un departamentito chico. Me compré una casa grande para que el perrito que iba a tener corriera y corriera...
Mathijsen se ríe. Pero es porque le agrada el acento de Gary.
-Gary... aparte de los perros, te amo a ti...
-Joris... ¡Te amo, guachito rico!
Los dos se besaron apasionadamente.
Tomados de la mano, salieron del veterinario y entonces es cuando Gary decide darle la sorpresa.
-¿Joris Mathijsen?
-Soy yo...
-Venga acá.
-Alguien me dijo que quería un pitbull.
- Sí...verdad, pero quiero que le agregue la palabra 'Sera'
El tatuador, se familiariza con los futbolistas, sobre todo con Torsten Frings, porque es uno de sus principales clientes.
El dolor lo hace un poco reacio a la continuación del trabajo, pero Gary está ahí, tomándole la mano y aliviándole los minutos de micropinchazos.
Cuando estuvo listo, se lo observó y dijo:
-Está maravilloso. Vendré otro día y me haré uno que diga "Robert".
-¡Oh! Muchos acá me han pedido el nombre del difunto. Incluso uno me pidió la fecha del terremoto de Chile.
-Vidal...- piensa Medel.
-Arturo Vidal es uno de mis clientes, si quieren saberlo- dijo el tatuador.
Pero antes que siguiera hablando, Gary otra vez le robó un beso a Joris...
-Esto fue un regalo de mi para ti. No importa que no tengas un pitbull, pero
al menos tendrás uno tatuado. No te va a oler mal, ni te comerá las cosas.
Mathijsen se ríe y abraza y besa a Gary.
-Me encanta tu sencillez...tu forma de ser... parece que la ternura se combina con la valentía...y eso deberían considerar cuando te llamen a jugar.
-No ha pasado nada conmigo.
-Pero ya va a pasar...
Los besos continuaron.
Un abrazo los comunica.
Definitivamente el mejor amigo del hombre une a los hombres.
Quince días más tarde, llaman a Gary a jugar el partido titular.
Cuando Mathijsen marcó un gol, al sacarse la camiseta, se reveló el tatuaje del pitbull.
Luego, Medel hizo el primer gol en el Hamburgo y lo celebró poniendo el tatuaje suyo al lado del neerlandés.
Cuando terminó el partido, el entrenador del Hamburgo le dijo:
-Gary...¿por qué te dicen Pitbull?
-No lo sé. Supongo que es por mi forma de jugar.
-¿Y entonces por qué tienen el mismo tatuaje?
-Es mi raza favorita, entrenador- contestó el jugador. (¡Qué excusa más fabulosa!)
El entrenador mandó al utilero. Al él entrar, tenía una cajita.
Gary la abrió y supo que era algo vivo.
-¡¡Un perrito!!
Awwwwwwwwwwwwwwww....todos los jugadores del Hamburgo se enternecieron con el perro, lo tomaron entre todos y finalmente se lo pasaron a su propietario.
-¡Los Pitbulls al Rescate! Winners!- exclama Mathijsen con abrazos a torso desnudo a Gary besándolo en la cara.
Se dieron un piquito, lo cual les causó a ellos unas cuantas fruncidas de ceño. Pero luego comienzan a asimilar este romance incipiente.
De hecho, los Pitbulls al Rescate no fue mera broma. Joris Mathijsen y Gary Medel fundaron la sociedad Pitbulls al Rescate, una organización sin fines de lucro que se encarga de combatir el maltrato animal y de promover la defensa del pitbull para no ser inscrita como raza peligrosa y erradicar las peleas clandestinas.
Por cuanto la identidad del perrito, es macho y le dieron el nombre de Maple, palabra en inglés que significa 'Arce'. El nombre se lo dio nada más ni nada menos que Mladen Petric, ya que conocía la vida de Gary desde sus comienzos, honrando el árbol nacional del país donde empezó a ser conocido.
Ya empezó a funcionar. Ahora piensan comprar una vieja
y roñosa furgoneta Volkswagen para ser convertida en el centro de operaciones y reclutar jóvenes
talentos en la medicina veterinaria.
Está en ellos el bautizar la furgoneta, replicando el estilo de amar del mejor amigo del hombre...
FIN HISTORIA
RANCAGUA, 06 AGOSTO 2010