[hp] - Meme Sirius/lily
Le debía a mi prima este drabble desde ya hace algún tiempo, dado que ha pasado su cumpleaños recientemente, creo que era hora de que hiciera entrega del mismo. Espero, Naoka que te guste, el Sirius/Lily no es lo mio *abrazo*! Aún debo el Blaise/Pansy ¬¬!
Fandom: Harry Potter
Pareja: Sirius/Lily
Objeto: Guantes.
Lugar: Hogsmeade en Navidad.
Advertencias: Ninguna.
Palabras: 367
Título: Nieve.
Notas: Para sunsglory en respuesta de su pedido.
Nieve. Blanca. Pálida. Nieve. Odiaba la nieve. Suponía que era porque le recordaba a la infancia que le hubiese gustado tener y no tuvo. Suponía muchas cosas pero sabía más bien pocas. Estaba seguro que odiaba la nieve. Sí, de eso seguro estaba. Le gustaba Hogsmeade, sin embargo. En Navidad, sobre todo. Con nieve. Sí. Con nieve. Con nieve y hielo. Sí, Hogsmeade le gustaba.
Snape. Odiaba a Snape. Tanto como amaba a su hermano. Quizás porque eran opuestos. Quizás porque ambos buscaban lo mismo, pero al primero podía odiarlo, al segundo no. Odiaba a Snape. Pero amaba lo mismo que él. Por eso cada vez que iban a Hogsmeade, sobre todo, si había nieve y era Navidad, se preocupaba de que Snape no fuera. Por que lo odiaba. Por nada más. No, absolutamente por nada más.
Amaba a Hogsmeade sin Snape, pero lo amaba aún más sin James. Lo hace hoy, cuando Remus se ha perdido vaya a saber donde, cuando Peter se ha quedado en el castillo con James, y él se encuentra solo. Solo con Hogsmeade, la nieve y Navidad. Porque es entonces cuando se olvida del frío, de lo detestable de las fiestas que nunca ha disfrutado y sonríe. Porque Sirius ama a las chicas, pero ninguna recibe sonrisa como la que dedica a su compañera ese día.
Extiende su mano, y toma la de ella, envuelta en guantes blancos. Le sonríe con delicadeza y ella ríe ante el juego de formalidades. No hay nieve dentro del local, ni Snapes, ni amigos, mucho menos hermanos.
Lily sonríe, y le acompaña hasta la salida casi en un baile para él. Se sorprende de la facilidad con la que acepta su trato, o de lo dulce de su mirada. Se siente traicionero, pero el grado de confort supera cualquier queja de su interior.
Entonces Sirius ama la nieve. Ama como esta se entremezcla en los rojos cabellos de la chica, como bailotea a su alrededor mientras ella camina y habla y sonríe. Ama como se confunde con sus guantes cuando lo toma de la mano, y lo guía hasta el siguiente local. Ama como está solo para él. Solo ellos, ellos y la blanca nieve.
Fandom: Harry Potter
Pareja: Sirius/Lily
Objeto: Guantes.
Lugar: Hogsmeade en Navidad.
Advertencias: Ninguna.
Palabras: 367
Título: Nieve.
Notas: Para sunsglory en respuesta de su pedido.
Nieve. Blanca. Pálida. Nieve. Odiaba la nieve. Suponía que era porque le recordaba a la infancia que le hubiese gustado tener y no tuvo. Suponía muchas cosas pero sabía más bien pocas. Estaba seguro que odiaba la nieve. Sí, de eso seguro estaba. Le gustaba Hogsmeade, sin embargo. En Navidad, sobre todo. Con nieve. Sí. Con nieve. Con nieve y hielo. Sí, Hogsmeade le gustaba.
Snape. Odiaba a Snape. Tanto como amaba a su hermano. Quizás porque eran opuestos. Quizás porque ambos buscaban lo mismo, pero al primero podía odiarlo, al segundo no. Odiaba a Snape. Pero amaba lo mismo que él. Por eso cada vez que iban a Hogsmeade, sobre todo, si había nieve y era Navidad, se preocupaba de que Snape no fuera. Por que lo odiaba. Por nada más. No, absolutamente por nada más.
Amaba a Hogsmeade sin Snape, pero lo amaba aún más sin James. Lo hace hoy, cuando Remus se ha perdido vaya a saber donde, cuando Peter se ha quedado en el castillo con James, y él se encuentra solo. Solo con Hogsmeade, la nieve y Navidad. Porque es entonces cuando se olvida del frío, de lo detestable de las fiestas que nunca ha disfrutado y sonríe. Porque Sirius ama a las chicas, pero ninguna recibe sonrisa como la que dedica a su compañera ese día.
Extiende su mano, y toma la de ella, envuelta en guantes blancos. Le sonríe con delicadeza y ella ríe ante el juego de formalidades. No hay nieve dentro del local, ni Snapes, ni amigos, mucho menos hermanos.
Lily sonríe, y le acompaña hasta la salida casi en un baile para él. Se sorprende de la facilidad con la que acepta su trato, o de lo dulce de su mirada. Se siente traicionero, pero el grado de confort supera cualquier queja de su interior.
Entonces Sirius ama la nieve. Ama como esta se entremezcla en los rojos cabellos de la chica, como bailotea a su alrededor mientras ella camina y habla y sonríe. Ama como se confunde con sus guantes cuando lo toma de la mano, y lo guía hasta el siguiente local. Ama como está solo para él. Solo ellos, ellos y la blanca nieve.