El miércoles tuve una revelación. Extraña cuanto menos.
No soporto los spoilers de Bones. Me saca de quicio Hart Hanson y cada vez me gusta menos la serie. Algún día Brennan le pedirá matrimonio a Booth. Eso es muy relativo, al paso que vamos antes cancelan la serie. ¡No da para más, c**o!
Todos los stills de los capítulos son iguales, HH dice lo que hará en el futuro y me doy cuenta de que me da igual. Sólo había una cosa que me importaba realmente en esa serie y la echó por el sumidero sin ningún tipo de remordimiento.
Soy una persona relativamente conformista. De esas que siempre ve el lado positivo de la vida, "todo ocurre por algo", "las cosas mejorarán" y demás. Por eso a veces necesito la comparación para ver si algo está bien o mal. Y la comparación, en principio, sería Castle.
Una semana sin Castle y me moría por verlo. 5 semanas sin Bones y de repente ya es casi la semana en la que vuelve. A contarnos algo que me da un poco igual. Porque, aunque Booth con un compañero caído en batalla da para mucho, habría dado aún para más cuando su padre se murió y fue un episodio mediocre. Así que imaginaros lo poco que espero de este.
No me creo sus besos. El beso del muérdago sigue siendo el beso más caliente que se han dado estos dos. Ninguno, absolutamente ninguno, ha vuelto a estar a la altura. Que no digo que practiquen sexo en pantalla. Pero no puedes tener a dos personas con semejante tensión sexual y resolverlo haciendo que sea como siempre sólo que "sabes" que ahora se acuestan juntos. ¡Venga ya!
Me siguen gustando los fics de Bones. Pero es que los fics de Bones están mucho mejor que el propio Bones. Y eso no es lógico ni normal.
Disfruté más con el 6x03 que con casi cualquiera de la 7ª y 8ª temporadas. Porque entonces aún tenía esperanzas de que les dieran el lugar que se merecían. Ahora sé que nunca será así.
Sin embargo, la comparación no me la ha dado Castle. La comparación, irónicamente, me la ha dado un libro, Mandrágora, de Laura Gallego García.
Es un libro cortito, unas 160 páginas, de fantasía. Muy del estilo de la autora de la que ya tenía leída la trilogía de Memorias de Idhún (que me fascinó al ser el primer libro en el que me empecé a "oler" las cosas). Sus libros tienen algo en común con Bones para mí. Su forma de ver el amor es muy similar a la mía. El amor nace de la amistad y del respeto, no es posesivo ni cruel.
¿Qué tiene que ver el libro con Bones? Pues que el miércoles por la mañana fui a la biblioteca a por lectura para el autobús y me traje este libro. No llegó al autobús. Lo comencé por la tarde y lo terminé ese mismo día a la noche. Estaba tumbada en la cama, pensando "tengo que apagar la luz que mañana madrugo" y sólo podía seguir leyendo. Necesitaba saber que ocurría, necesitaba saber si la protagonista sería capaz de ver al que de verdad la quería y si acabarían juntos. No os voy a reventar nada pero, cuando lo terminé, me di cuenta de que hacía mucho tiempo que no me sentía así. Con una historia que me había dejado una sonrisa en la boca y el cuerpo temblando de emoción.
Bones no es lo que era y yo ya estoy harta de esperar que vuelva a serlo.
No puedo escribir sobre ellos. Ahora, que no tengo tiempo de casi nada, es cuando me doy cuenta de que no le quiero dedicar el poco tiempo que me sobra.
Seguiré viendo la serie, probablemente, pero estoy harta de darle prioridad y sentir el golpe de la decepción. No sabéis todo lo que esa serie fue para mí. Casi una religión, algo a lo que aferrarme cuando me sentía sola y perdida, algo sobre lo que pensar cuando estaba triste. Y ya no es casi nada.
Adiós, Bones. Fue bonito mientras duró. Ojalá me sorprendas pero no lo creo.