Tengo un problema; últimamente me viene a la cabeza, cada vez con más frecuencia, la siguiente frase: "El comunismo y el fascismo son la misma mierda con distintos adornos".
Y es un problema, porque el 90% de mis amigos me mira mal, como si estuviese en un proceso de Jimenezlosantización. Y no es el caso; para empezar, el Homo iracundis (Maroto,
(
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Si por tocarnos la moral entiendes echarnos en cara los errores del socialismo-realmente-existente (o como lo quieras llamar) y darnos una clase de "Historia ortodoxa de la corriente principal", pues a tu aire.
Me parece que Raquel ha expresado muy bien la distinción entre ideología y desarrollo histórico. Yo creo que tú haces una coctelera escogiendo los sabores que más te gustan/convienen. Algunos están edulcorados. No estoy de acuerdo con prácticamente ningún concepto de los que expones. Y en el fondo esto ya lo hemos hablado otras veces y me hastía. Aún recuerdo una noche en Getafe: Juan te explicó que desde la perspectiva marxista el fascismo es la herramienta desesperada de la burguesía capitalista frente al comunismo. ¿Que no estamos de acuerdo? Pues vale, si no pasa nada. También una noche en Getafe Diego me dijo a la cara que el fascismo y el comunismo son la misma cosa; no sé por qué decírselo a Raquel iba a ser diferente.
Esto no es tocarnos la moral. Si acaso nos pondremos tristes y ya está. ¿Sabes por qué? Porque creemos firmemente en las cosas que pensamos, y tratamos de expresarlas lo mejor que sabemos para que otras personas también las piensen y reflexionen sobre ellas para cambiar aquello que queremos cambiar.
Todos los errores que se hayan cometido en nombre de nuestras ideologías son motivo de reflexión para nosotras, tanto ética como de otra índole.
Supongo que no me estarás llamando fascista en tu entrada. Si es así, simplemente me sentiré insultada, pero tampoco me importa, porque yo sé qué es lo que soy y lo que no soy.
Pd. Cuando hablo en plural, es porque supongo que Raquel suscribe. Por supuesto siempre puede corregirme.
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Perdón, me disculpo por las formas y los modos... Y por haber montado este pitoste de lo que, en un pincipio, pretendía ser una broma. La broma consistía en vincular esta entrada al facebook de Raquel, no en la entrada en sí. E insisto, siento haberos cansado-desesperado, mi intención no era esa.
He cometido el error de extrapolar una situación real ocurrida en un ambiente post-teatral al ciberespacio varios días después. En retrospectiva, es evidente que la he cagado.
Tampoco pretende ser una clase de Hª Ortodoxa main-streem porque no la conozco, ni se trata de una coctelera; es una simplificación extrema de ambos sistemas a la hora de compararlos (como pelar un rosal y una jara y decir "la estructura de sus ramas es muy similar, luego para mí son la misma planta"); no es riguroso y puede ser banalizar toda la comparación. Y es cierto, pero me permite la suficiente distancia para estudiar el fascismo sin prejuicios.
Las conclusiones de esta simplificación extrema, eso si que si, son mias; comparando las voces disidentes de ambos sistemas encuentras muchas similitudes, entre ellas y con el sistema opuesto.
Y como pseudolibertario-acrata-cínico; ambos sistemas me parecen excluyentes con el resto de ideologías; de haí lo de 'mierda'.
En fin; que espero que este viernes pueda dároslos sin malos rollos:
Besos y abrazos.
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Tamañán!
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-Goebbels: "Cada vez que oigo la palabra cultura, amartillo mi pistola".
-Unión Soviética: la cultura es una herramienta de la burguesía para oprimir al proletariado.
Puede parecer la misma mierda con distintos adornos, pero no tiene nada que ver.
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Suponogo que le problema seguirá siendo la aplicación, interpretación y enmascaramiento de las ideologías. Lo que hemos hablado muchas veces de "los compañeros de trinchera".
Tampoco hay que hablar de ideologías. Hablemos de economía básica que también está muy bien.
Por que el fascismo sigue y seguirá permitiendo el sistema de modelos rentistas. Y como cualquier economista sabe, el modelo rentista es, en realidad, un sistema de clases. Además de destruir la economía y el tejido social.
Pero vamos, que no creo yo que a estas alturas estemos como para discutir ideologías, sino más bien de la aplicación de las mismas.
Porque, como bien sabeis, yo llevo años con la crisis del adoctrinamiento capitalista. Estoy domesticado, lo se y por más que luche contra ello sigo domesticado.
Hablaré en primera persona porque me quiero coger como ejemplo representativo de un cierto colectivo social.
Soy una pena de persona, en el sentido político y social. Y es un hecho. No tengo el valor de asumir mis responsabilidades como ciudadano harto de la esclavitud y el sometimiento. Sencillamente no doy la talla. Hoy por hoy, de momento, me conformo con haber invertido el flujo y trabajar creando en lugar de consumir sin parar, cosa que me satisface enormemente.
Y quizá más adelante, cuando me vaya poco a poco curando de las distintas enfermedades mentales, sociales y guturales que padezco, entoces quizá.
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