La frescura de diciembre, la frescura de las amistades, el anima mundi.
Hoy quizás tiramos (Mica y yo) a una amiga a la boca del lobo (su novio? Nah), pero hay momentos en que uno tiene que seguir su corazón y luego bancarse las consecuencias con la entereza y felicidad que ganaste con el acto de rebelarte. Y también con el apoyo de amigos y del alcohol (yeah!). Pues ayer tomé mi primer trago de alcohol (dos dedos) desde que me operaron. Desde septiembre que no tomo!!!!!!! Me quiero volver chango!!!!!!!! Era sólo Fresita, pero sentía cómo ardía en mi garganta. Rico!!! Creo que se viene con todo ahora, hígado, agarrate!!! Pero estábamos festejando, es válido, el final de una materia que fue hermosa y quizás decidió mi orientación dentro de la carrera: linguística. Pero no hay por qué apurarse, ir a un paso ligero, no dormirse en los laureles (para lo que tengo facilidad). Igual, me da mucho ilusión *.*
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Aquella vieja pero siempre familiar y agradable sensación volvió, justo hoy. El anima mundi, fellows. Hablo del anima mundi, el sentir que estás conectado con las entrañas del mundo. Y eso tiene que ver con las cosas que te hacen ser quién sos, una amiga (Mica), un lugar, (la universidad), hablar con amigas, que te vaya bien en una materia (je, a mí sí, hoy, 10, en Psicolinguística *.*), y se da todo como si estuviese planeado desde el comienzo del tiempo, como si fuese cósmico, y te quita el aliento, es como sentirte hormiga. Estar hablando de algo y que aparezca alguien en el momento en que se activa un clic en tu cabeza y las cosas adquieren sentido. Puede ser llamado coincidencias, conexiones, para mí siempre será el anima mundi y espero nunca perderlo.
Besos y abrazos.
Gi