23 años han pasado. Y el escenario que pensamos que nunca llegaría, lo hará el 24 de enero.
No voy a seguir hablando de los spoilers que se han filtrado hasta ahora, porque me niego a seguir dándole pábulo a ese tarado que se empeña en sabotear una y otra vez su serie que una vez fuera tan perfecta, así que, aprovechando que la semana pasada vi uno de aquellos episodios que hacían absolutamente fenomenal esta serie, he decidido dejar las excusas y ponerme a revisionarla.
Y debo decir que está siendo todo un placer. No me sorprende mucho, modelitos noventeros a parte, ha envejecido MUY BIEN. Sigue siendo la serie fantabulosa que fue. Siento envidia por quienes nunca la hayan visto. (Y un poco de pena, por la que se les viene encima al final, todo hay que decirlo). A pesar de todo, estoy feliz. Sin expectativas, pero feliz.
Lo primero en que me fijo es en el aire como de entre de serie B, película de espías de los 70 y de algo que sabes que es como rarillo que destila todo desde el primer fotograma, y no me refiero a los estilismos. A pesar de ello, es un tufillo muy guay.
Como dato curioso, este episodio está rodado en 1992, un año antes de que se rodara el segundo. Si te fijas, se nota un poco cuando ves el segundo capítulo, pero poco. Aunque se supone que en el universo de la serie son consecutivos.
El teaser es todo un clásico de XF. Somebody corriendo por el bosque y sabes de inmediato que algo malo va a pasar. Mi equisófila interior ya está nerviosita.
A partir de aquí, empezamos con lo que viene siendo la presentación de los personajes. Es muy guay que la presentación de Mulder la haga Scully cuando sus jefes le preguntan si sabe algo de él, y la de ella la haga el propio Mulder cuando ella baja a presentársele a su sótano, porque es un poco premonitorio en plan de que es como si cada uno fuera fan del otro antes de conocerse. Also, inciso: todo el mundo sabe que Chris Carter eligió el nombre de Fox Mulder por un amigo de la infancia cuyo nombre le gustaba y por el apellido de soltera de su madre y el de Scully por el comentarista deportivo Vin Scully, pero lo que menos gente sabe es que sus segundos nombres eran también los nombres de los padres de Carter, William y Katherine (Catherine). Fin del inciso.
Continúo. Scully entra en una sala donde desde que aparece se la ve infinitamente descolocada, infinitamente joven, y no infinita, pero sensiblemente diferente de cómo luego la conoceremos. Está muy guapa, pero lleva una ropa muy 90’s. Ay, lo que nos espera. Ya lo decía Gillian Anderson, “en las primeras temporadas nadie me prestaba atención”. Qué pintas, y eso que en el contexto de la primera temporada es aquí donde tiene el mejor pelo y hasta diría que el mejor vestuario (bueno, no digo nada de su ropa interior, porque además ahí seguro que Chris Carter tuvo segundas intenciones). Pero está guapa. No puedo evitar compararla con la Gillian actual, mucho más exuberante, y hay que decir que esta mujer puede que sea de las actrices que mejor se está haciendo mayor, ahí con 47 añazos y hecha un pibón. A ver si sigue así.
Es cuanto menos bastante curiosa la primera idea que tenían de ella. Chris Carter ya admitió muchas veces que se inspiró un poco en Clarice Starling para concebir a Scully, y es algo que en retrospectiva te cuadra un poco porque ves que tiene cosas en común con ella, pero en realidad no muchas. Scully es un milagro maravilloso de personaje, como un milagro fueron tantas cosas que confluyeron en esta serie.
Ya digo que en la primera temporada, especialmente en los primeros episodios y en el Piloto, es muy curioso fijarse en Mulder y Scully y ver lo diferentes que son de cómo son luego. Mulder menos, aunque también, pero Scully es como más despreocupada, menos severa, como más inocente. La pillas a menudo riendo. Es como más Gillian, supongo. Es normal, creo, el personaje estaba recién parido. ¿Os podéis creer cómo se ríe en el Piloto? Recuerdo la escena del cementerio y creo que en 9 años no volveremos a verla reír tan desinhibida. De hecho, en los tiempos en que aún no veía la serie porque creía que me iba a dar miedo, tenía a Scully por una borde. No, en serio. Nunca la veía reírse, en ningún zapping, ni en ningún anuncio, ni en ninguna foto.
Bueno, sigo. Scully en esa sala es como si hubiera ido ahí al matadero, la pobre criaturica. Ella como que no se da mucha cuenta, pero algo intuye, porque todavía no lo sabemos, pero de tonta no tiene un pelo. Contesta relajada a las preguntas sobre Mulder y los Expedientes X y se nota cómo la intimida el Fumador en su esquina cuando contesta sobre el mote que tenía en la academia. (Un detallazo que me encanta es que ya ahí en la primera escena que sale sepamos que el Fumador va a ser el malo malísimo, Chris, porque: a) Está fumando en un rincón sin decir nada observando todo, lo cual es un signo inequívoco de su malignidad, y, b) Cuando le enfocan pone esa mirada chunga e intimidante y sabes que en el fondo el que lleva el cotarro ahí es él).
Después viene la escena donde millones de shippers around the planet ya se hacen pis de la emoción y es que no puede tener un diálogo mejor ni estar mejor escrita. No sé qué es mejor, si lo que se dicen, el ritmo con que lo hacen, o el lenguaje gestual de los dos. Lo que más me ha gustado siempre de esta serie era la interacción de Mulder y Scully, y ya en esta primera escena me hace dibujar corazones la forma en que se desafían y cómo Mulder le invade el espacio personal.
Scully entra en el despacho de Mulder, que es una especie de loco brillante que está ahí como arrinconado en el cuarto de las fotocopias y cuando le conoce(mos) es como que se nota que ella de oídas ya era un poco fangirl, pero él se da la vuelta con esas GAFAS dsfakjlñasfdjkñlsd y la mirada de ella es como de que aydiosmíoquéhombre. No me extraña, guapa. Mulder!gafas+Mulder!sabiondo+Mulder!mangasremangadas todo en uno. Hay quien pueda pensar que Scully era de palo, pero aquí las caras de ella son un poema.
Mulder también está superjoven. Tiene la cara más fina, y no están esas entradas de ahora. Pero también está ahí ese aire retador de Mulder (made in Duchovny, of course) con el que nos obsequiaría 7 temporadas y cachitos y eso me encanta. Duchovny, nunca dejaré de quererte por haber hecho eso de Mulder, eso hace que siempre te lo haya perdonado todo, y eso que ha habido MUCHO que perdonar.
La escena en realidad es bastante divertida, porque Scully no puede dejar de mirar todos los recortes que tiene pegados por ahí el chalado ese y lo desordenado que tiene todo, pensando: “pero dónde he venido a parar”, y aun así tiene un gesto entre de sonrisa y alelamiento muy gracioso, porque ha oído que fue a Oxford y que era la promesa de Quántico y eso le parece muy sexy. Inciso: estuve en Oxford este septiembre y no pude dejar de imaginarme todos los rincones donde Mulder soltaba pedanterías en ambiente académico y cometía indiscreciones juveniles en sus años de pipiolo. Fin del inciso. A él no se le ocurre otra cosa que llamarla espía nada más conocerla, y, Scully, en lugar de ponerse a la defensiva o enfadarse, simplemente trata de explicar los hechos, como hará en el futuro tantas y tantas veces. Oh, girl, te vas a hartar. Y a mí me encanta que Mulder ya sea tan Mulder en su primer minuto en pantalla.
Y atención, el momento fangirl del amor, porque Mulder sigue tratando de intimidarla para ver si es digna de trabajar con él, no la deja terminar y no solo se pone a recitarle su currículum, sino que además le espeta que se ha estado dedicando últimamente a leer su tesis doctoral y se pone a echarle flores mientras se pone a moverse alrededor de ella oliendo a kilos de perfume de pijo de Massachussets. :más corazones:
Esto por supuesto es una maniobra de seducción totalmente inconsciente de Mulder, porque Mulder, ya le iremos conociendo, es un poco idiota para estas cosas y no se entera mucho de los efectos que tiene cuando le da por desplegar sus encantos, lo cual al final lo hace todo mucho más seductor.
No sólo Scully, yo en ese punto ya estoy embobada con esa forma de conocerse y mi mente se retrotrae a la primera vez que lo vi, que fue, increíblemente, después de haber visto todos y cada uno del resto de episodios de la serie. No, en serio. Si esto no es la mejor primera escena de dos personajes ever, que me maten. Mulder comportándose como un sabiondo para probarla, y ella ahí, estoica, aguantando el tipo aunque por dentro se le doblen un poco las rodillas. ¿Pero qué te has creído, Mulder? Acabas de dar con la horma de tu zapato.
Scully pasa la prueba pronto, porque le va objetando a todo con bastante gracia mientras él sigue tratando de intimidarla robándole el espacio personal. Mulder eso no se lo espera y se nota que le gusta mucho.
SCULLY: Do you have a theory?
MULDER: I have plenty of theories. Maybe what you can explain to me is why it's bureau policy to label these cases as "unexplained phenomenon" and ignore them. Do you believe in the existence of extraterrestrials?
SCULLY: Logically, I would have to say "no." Given the distances needed to travel from the far reaches of space, the energy requirements would exceed a spacecraft's capabilties th...
MULDER: Coventional wisdom. You know this Oregon female? She's the fourth person in her graduating class to die under mysterious circumstances. Now, when convention and science offer us no answers, might we not finally turn to the fantastic as a plausibility?
SCULLY: The girl obviously died of something. If it was natural causes, it's plausible that there was something missed in the post-mortem. If she was murdered, it's plausible there was a sloppy investigation. What I find fantastic is any notion that there are answers beyond the realm of science. The answers are there. You just have to know where to look.
MULDER: That's why they put the "I" in "F.B.I." See you tomorrow morning, Scully, bright and early.
We leave for the very plausible state of Oregon at eight A.M.
Es curioso cómo durante un montón de escenas en que Scully y Mulder están juntos en el Piloto, ella tiene todo el rato una sonrisa idiota que de entrada te hace pensar que ni le escucha, aunque lo mejor es que sí, y que a Mulder todas esas respuestas inteligentes y pedantes que le va dando ella a todo le están poniendo bastante. Las discusiones inteligentes entre Mulder y Scully mezcladas con esa complicidad, esa forma de mirarse y de robarse el espacio personal, siempre fueron un canteo en esta serie. Es algo que perdieron un poco al final, supongo que porque ya se tenían demasiada confianza, pero deberían recuperarlo. Y sí, también confío en que en la décima temporada Chris Carter hará todo lo posible por cargarse eso separándoles todo el tiempo o escribiendo un truño de caracterizaciones. Gracias a Dios va a haber otros tres escritores, so, supongo que iremos 50/50.
Así que, dejando los malos augurios aparte y volviendo a los buenos tiempos, aprobada la primera prueba, creo que los dos sin estar muy seguros de si ese primer caso no será el último de Scully en los expedientes x, cogen el petate y ya les tenemos en la primera misión.
Como dato curioso, en el avión aparece el padre de David Duchovny sentado detrás de Scully. Lo leí en IMDB, pero no he conseguido verle, la verdad. Como Rachel en sus ecografías. Pues eso. Pero aunque nunca puedas confiar en que sean verdad, sigo siendo una friki de los trivial del IMDB. Es curioso también el sitio libre que llevan los aviones en USA, y Scully está muy cute pasando miedo.
Otro clásico que nos hartaremos de ver durante 7 años: Mulder y Scully en el coche + Mulder comiendo pipas. Me gusta porque ya van hablando de sus cosas y se nota que a los dos les mola el tira y afloja que se traen. De momento Mulder para el coche y se pone a pintar en el suelo una cruz con spray, dejando a Scully completamente flipada. Este capítulo tiene unas cuantas imágenes muy graciosas de Scully con cara de qué coño está haciendo ahora, pero convengamos que se le pasa en pocos capítulos. En los good moments de continuidad que los creadores no siempre se preocupan de mantener, volveremos a ver esa X al final de la séptima en Réquiem. Y será graciosa la reacción de sobrada de Scully: “yo vi al agente Mulder pintarla hace 7 años”. Heee.
Cuando llegan al cementerio ya se les ve un poco yonkis de lo suyo. El padre de Theresa Newman aparece para montar el numerito, pero ellos sólo están interesados en seguir con el jueguecito que se traen.
Tenemos la primera autopsia (nunca las escenas de autopsias se han hecho tan guays como se hacían en esta serie!), con Mulder!pululador haciendo preguntas desafiantes a Scully que ella contesta de forma aún más desafiante, lo cual a estas alturas a los dos ya les está poniendo potrísimos y en otra serie habría continuado con ellos gincando en la sala de autopsias. Pero recordemos la grave dolencia del síndrome de Luz de Luna de Chris Carter y bajemos a la Tierra porque nunca lo permitirá. Aunque admito que en las primeras temporadas tenía su gracia. Bastante, incluso.
Llegados a este punto, Scully claramente está maldiciendo esas normas del FBI que no dejan que te acuestes con tu compañero, porque, joder, su compañero le gusta mucho! Y como las escenas en las que aparece su novio Ethan se borraron porque CC consideraba que por qué Scully merecería tener vida o novio por favor, porque además del síndrome de Luz de Luna es un misógino de cojones! era mejor mantener la atención en las vidas profesionales de Mulder y Scully. Como soltera con hormonas y necesidades sexuales, Scully está bastante jodida por no poder aprovechar esta oportunidad. En cualquier caso, cada vez que le ve se nota más el crush on Mulder que tiene ya, porque su nuevo compañero no sólo es guapo y sexy y le da coba haciéndole preguntas lógicas a la par que hiperextrañas para que ella se luzca soltando pedanterías, sino que además intenta ser gracioso con ella:
SCULLY: Who is it?
MULDER: Steven Spielberg.
O sea, aquí la sonrisa de Scully es MUY FUERTE. Además es gracioso. Eh! Puñado de noromos out there que aún quedáis, ¿es que estáis ciegos? La verdad estaba ya ahí dentro en el primer capítulo!
Me gustaba cómo lo definía dasku hace un montón de años, “desde el principio hicieron click”. Chris Carter dijo que era un milagro haberse encontrado con semejante química entre Duchovny y Anderson. Aunque a la larga le saliera el tiro por la culata porque el paso inevitable a alcanzar entre dos personas con esa conexión era el que él se negó a dar recalcitrantemente durante muchos más años de los que debiera haberse negado. Y eso, como todos sabemos, acabó por joder la serie, porque alargar lo inevitable un par de años, es hasta lógico cuando se tiene una relación que no se quiere joder. Tres, aún se entiende… Lo que le pasa a Scully en el cuarto año, podría justificar que no se liaran en ese momento, pero después… Ya directamente pasó a tomadura de pelo.
Bueno, que me lío. El caso es que Scully y Mulder encajan superbien en este primer capítulo y a nosotros nos encanta. Él le hace preguntas que a ella le encanta rebatir, y a él le encanta cómo le explica ella que tiene que estar equivocado, y le plantea más preguntas. Porque, que no se nos olvide que si hay algo que a Mulder le pone de verdad, y a Mulder le ponen muchas cosas, es tener un misterio delante. Así que ese círculo vicioso en el que se embarcan desde el primer día, no sólo es súper eficiente para ellos como pareja de investigadores, es que a los dos les encanta.
Jo, miro en retrospectiva, y esto era la gasolina en Expediente X. Por eso me chirría tanto la Scully final de IWTB, que deseo de todo corazón que haya evolucionado en lo que nos espera y vuelva a sentirse viva discutiendo teorías con Mulder. Y sí, una cosa es desear, y otra cosa es encontrarse con la cruda realidad.
Este piloto es como uno de los mejores pilotos de una serie hechos ever, porque, no solo está genialosamente bien escrito y tiene a los protagonistas superbien definidos, es que implanta un montón de cosas clásicas que luego veremos en Expediente X, no sólo el germen de la relación de Mulder y Scully, sino por ejemplo las salidas por el bosque y la pérdida de tiempo. No sé, hay un montón de buenas series que luego ves los primeros capítulos y son raras, pero no se puede decir eso de Expediente X. O sea, visten superantiguos y están muy jóvenes, pero enseguida parece que llevan un montón de tiempo juntos.
La escena en la que Mulder y Scully salen del coche cuando pierden 9 minutos es súper guay, discutiendo bajo la lluvia.
Also, a continuación tenemos una auténtica rareza en el universo de los Expedientes X. Chris Carter debió ver la cosa muy negra para claudicar así para vender su serie, pero lo hizo. Primera y única vez en la vida que lo hará: Scully, bastante out of character, todo hay que admitirlo, aunque el fin justifica los medios, se encuentra unos lunares sospechosos en la espalda, y lo utiliza como excusa para meterse en la habitación de Mulder, despelotarse delante de él pidiéndole que la examine, y abrazarle!!! Con lo que le costó después, para la frustración de millones de fans (y de ellos dos, claro). Aunque Chris sucumbe al truquito de hacerlo todo más íntimo con las velas, intenta que se asuma implícitamente que la libido de Mulder está en Albacete porque las bragas de ella son totalmente de abuela. La cosa no le sale muy bien, la verdad, porque reconozcamos que ahí el plano de la curva de la silueta de Gillian Anderson casi desnuda con la cara de Mulder a 5 cm queda bastante sexy, y con esa sonrisilla que le vemos todos sabemos que la memoria fotográfica de Mulder ha fichado esa imagen para los restos. De nuevo, gracias, Duchovny.
Entonces viene LA ESCENA en la que Mulder y Scully se empiezan a hacer amigos: (y no, no voy a incidir en el hecho de que ella está en la cama de él, porque al final sólo es un detalle tontuno): Mulder le abre su corazón, le cuenta la historia que destrozó su familia, su vida y su cerebro, y ella, Scully reina de la lógica, en lugar de reírse, se lo toma completamente en serio y le pide que confíe en ella. Está supercute. Y aquí es donde empieza todo el meollo, porque si de algo iba esta serie, era de confianza entre dos personas más a allá de todo lo demás. Y esa confianza también está en el piloto. Estos detalles son los que convierten a este piloto en un diez. Está todo lo que luego sería la serie. Si lo quieres ver, búscalo.
A partir de aquí hay como detalles sutiles por ahí de que ya son un equipo. Mulder le está dando una oportunidad. Scully no la va a desaprovechar. En la escena del cementerio ya se complementan de una manera bestial atando cabos a medias y la risa de Scully es como que está diciendo: “Dios mío! He encontrado mi alma gemela”. Los dos se sienten híper bien en esa dinámica y es lo que sabemos que a partir de ahora va a ser como una droga que no les va a permitir separarse nunca.
Total, que vuelven al bosque, y, otro clásico, Scully se pierde todo lo interesante. Fin del caso.
Pero luego viaja a Washington y también es como muy guay que llega y en su primer caso con Mulder, en lugar de escribir un informe tirando por tierra todo el expediente que va a entregar Mulder, se presenta con una evidencia y justificaciones de todo lo que va a defender él en ese caso. Es un poco perturbadora la cara del Fumador. Heee. Pero ahí nos damos cuenta todos de la que es una de las cualidades de cabecera de Scully: la honestidad.
En resumen, un Piloto, muy, pero que muy bueno. Creo que el comentario me ha quedado demasiado shipper, pero es lo que veo, sorry. Si lo hubiera visto en su momento antes de ver ningún otro capítulo, sé que me habría enganchado irremediablemente. Viéndolo en retrospectiva después de conocer a los personajes y su historia, me parece muy bueno. Tiene a los personajes muy bien definidos y te encuentras un montón de elementos que van a estar en la columna vertebral de la serie. ♥♥♥♥
- Lo mejor: la interacción entre Mulder y Scully desde la primera a la última escena. Esa química es lo sobrenatural de esta serie!
- Lo peor: Las bragas de Scully. Sí, el maldito síndrome Luz de Luna también presente en el primer capítulo.
Here we go.