Aug 22, 2005 22:33
En mi breve viaje a Vigo este fin de semana, pude observar el deplorable espectáculo que ofrecía la carretera de los bosques gallegos: toda la provincia de Ourense y Pontevedra ardiendo, kilómetros y kilómetros de montes incendiados, ceniza flotando, el dulce olor de la madera quemada...
En la aldea donde vive mi abuelo, en el concello de Verín, los vecinos llevan tres noches sin dormir, manqueras en mano, temiendo a que las llamas lleguen a sus casas, mientras respiran a través de un paño, cegados por el humo...Es el claro ejemplo de la situación que se está viviendo en nuestra península, es deprimente...
Y te enteras de que uno de los primeros oficiales de la "flota" de bomberos de Celanova es el principal responsable de QUINCE de los incendios ocurridos en la provincia de Ourense.
Y sabes que todo esto no se debe a una triste casualidad o a un accidente; que no es fruto de un individuo con una enfermedad psiquiátrica que lo impulsa a cometer semejante atrocidad...sabes que es el resultado de la codicia, de intereses económicos, de mentes perturbadas que, al no mirar mas allá de sus adineradas arcas, se olvidan de que todos salimos perjudicados con esto, que Tierra solo tenemos una, que Ella nos da la vida y nosotros en cambio la recompensamos con la muerte.
Esta noche soñé que, al hacer una pegueña hoguera, una ceniza saltaba prendiendo fuego a la base de un árbol; yo echaba agua una y otra vez pero las llamas crecían de nuevo, y lloraba desesperada y no podía hacer nada...
Y nadie puede hacer nada, solo sentarse a esperar a que la humanidad escriba el guión de su vaticinado Apocalipsis.