{trad. español} Default State Of Being - Capitulo 2.

Jan 06, 2014 01:10



Numero de palabras: 3,583
BETEADO POR ADMIN KISSYS LA DÉBIL MORTAL Y muchas gracias a Kathy Castillo Alegría por su ayuda con la traducción de este capitulo <3 ;u; el fic se ira actualizando poco a poco, NO DEJEN DE LEERLO y de revisar todos los días si subo capitulo nuevo(?). Tenemos fic para rato, así que deleitense~ disfruten la lectura.

dos;

―Está tardando demasiado ―se quejó Jongin irritado, mientras empezaba a romper la servilleta en pequeños pedazos.

―Ya estará aquí ―respondió Kyungsoo más divertido que molesto, mirando simplemente al joven a su lado. Por alguna vez, él no fue la razón de la impaciencia de Jongin.

Antes de que el más joven de los dos fuera capaz de continuar quejándose, Kris se sentó en la silla frente a Jongin mientras acomodaba su claro pelo encima de los ojos y cruzaba las piernas. Miró a los dos hombres sentados con él a modo de saludo antes de pescar su teléfono del bolsillo. Kyungsoo simplemente observaba con leve interés mientras los largos dedos de Kris acariciaban la parte exterior de su teléfono antes de deslizarlo y abrirlo.

La única palabra adecuada para describir a Kris era "sexual". Una de esas raras personas que parecían irradiar un aura de solicito sexo, sin importar lo que hiciera. No ayudaba el que ese hombre fuera totalmente consciente de su efecto en la gente. Y le encantaba tomar ventaja de ello. Al principio, al conocer a Kris, Kyungsoo le había puesto en la categoría bisexual como la mayoría de la gente hizo. Pero luego de saber como era realmente, Kyungsoo lo conoció mejor. Las categorías eran inexistentes para Kris. Si él pensaba que alguien era caliente, no importaba lo que fuera, estaría entre sus piernas. Esa era una cualidad admirable.

Sin embargo, Jongin, seguía con el ceño fruncido mirando al hombre alto sentado frente a él aún desgarrando su pobre servilleta. Era raro para Jongin no saludarlo en voz alta y después de unos momentos, Kris finalmente pareció darse cuenta. Levantó la mirada hacia el hombre más joven con una ceja levantada en cuestión.

―Sólo llegué un poco tarde.

―Un mensaje hubiera estado bien.

Kris  lo miró por un momento ―La próxima vez, mandaré un mensaje.

―Bien.

―Bien.

―De todos modos ¿Qué estabas haciendo que era tan importante? ―Jongin preguntó con interés. Kyungsoo también miró a Kris por una respuesta. Kris siempre era puntual y tenía poca paciencia para las personas que no lo eran.

―¿Meredith? ¿Martha? algo con M. Era... pegajosa.

Jongin visiblemente se estremeció en su asiento mientras hacía un sonido de disgusto. Kris se limitó a sonreír ante su reacción.

―Es muy satisfactorio enterrar la cara en un par de tetas regordetas.

―Personalmente, prefiero enterrarme en el par de nalgas regordetas de algún culo. Pero bueno, no te juzgo ―dijo Jongin con una sonrisa que hizo que Kyungsoo soltara una risita.

―Chúpamela ―dijo Kris con una breve carcajada.

Jongin se inclinó hacia delante, expectante ―Sólo si con eso, puedo follarte después.

Kris se inclinó hacia delante con los codos ahora descansando sobre la mesa ―Inténtalo si puedes.

Una sonrisa triunfal se esparció a través del rostro de Jongin antes que la camarera llegase para tomar sus pedidos. Y para ser honesto, Kyungsoo quería saber cómo acabaría eso. Ellos habían estado rondando en torno al tema de follar por más tiempo del que los había conocido. Sería, sin duda, entretenido si Jongin en realidad aceptara el reto. Para ser sincero, pensaba que el hombre más joven era intimidado por Kris. Pero había algo hablando en la sonrisa que actualmente se encontraba pegada en su cara que hizo que Kyungsoo pensara que podría tener la noche libre.

---Dos meses, 6 días después del contacto inicial---

Kyungsoo realmente no quería estar fuera en estos momentos. Y sobre todo, no quería ser arrastrado a un bar gay, a la mitad del día, con un enérgico Jongin. Quería estar dentro de su propia casa, en su propio entorno familiar. Ya era bastante malo que Jongin hubiera invadido su espacio personal, y ahora lo estaba llevando al límite. Ésta era una “mala idea” escrita en todas partes.

Plantó sus pies firmemente en el suelo y decidió mantener la compostura. Sin embargo, la mano en su muñeca le obligó a seguir adelante en contra de su voluntad. Se resistió a la tentación de hacer berrinche como un niño, pero el nerviosismo en el estómago estaba empezando a hacerle sentir náuseas. No era una persona sociable y ser lanzado a situaciones como ésta, podían hacerlo capaz de retroceder y apartarse de todo. Por supuesto que no podía decírselo a Jongin. Él era como una maldita bola de demolición, rompiendo agujeros y forzando a Kyungsoo a correr a través de ellos antes de recibir un golpe también.

El letrero en la puerta claramente decía CERRADO, pero no fue impedimento para que Jongin tire de la puerta y que un tipo reacio y mayor les abra desde adentro. El lugar estaba iluminado y la única figura que Kyungsoo podía distinguir era un hombre que estaba sentado en un taburete con una bebida en una mano y un montón de papeles en la otra.

Luego levantó la vista y la respiración de Kyungsoo se enganchó en su garganta.

―Kris ―dijo Jongin con una amplia sonrisa, su voz era demasiado ruidosa para la atmósfera en el ambiente ―Me gustaría que conocieras a Kyungsoo ―se detuvieron frente a Kris mientras bajaba del taburete y tendía su mano hacia él con una sonrisa en su rostro. Jongin puso la mano de Kyungsoo en el apretón de Kris manteniéndolo allí.

―He oído hablar mucho de ti. Es agradable ver finalmente de qué se trataba todo el alboroto.

Kyungsoo apartó su mano rápidamente cuando vio que los ojos de Kris examinaban su cuerpo de arriba abajo. De repente se sintió desnudo parado allí y tragó saliva.

―Kyungsoo, este es mi amigo Kris. Dueño de esta guarida de libertinaje.

―No sería tan malo, pero Jongin mantiene sexado el lugar.

Kyungsoo se encontró dándole una mirada comprensiva a Kris ―Sí, te entiendo también.

Kris rió tan increíble y profundo que Kyungsoo sintió su estómago tambalearse.

―Me gusta ―declaró mientras pasaba una mano por su pelo color claro. Kris se acercó al hombre todavía nervioso y se situó junto a él, deslizando una de sus grandes manos alrededor y asentándola en la espalda de Kyungsoo ―Déjame darte un tour.

No había algo que pudiera hacer realmente pero dejó que Kris lo llevara a la parte trasera del bar, Jongin arrastrándose detrás de ellos con desinterés evidente. Kyungsoo se encontró mirando el rostro del hombre alto mientras hablaba animadamente sobre las diferentes partes de su bar, que, al parecer, se convirtió más, en un club, los fines de semana. Estaba demasiado ocupado admirando los labios que se levantaron en una sonrisa impresionante cuando se dio cuenta que habían dejado de caminar y que esa cálida mano ya no lo presionaba contra él. Miró hacia atrás para ver a Jongin, pero en su lugar vio a Kris cerrando la puerta y girando la cerradura.

Su estómago se sacudió otra vez en ese momento mientras miraba a Kris caminando hacia él, despacio. Oyó golpes en la puerta y la voz de Jongin gritando.

―¿Qué demonios? Abre la maldita puerta.

Era obvio que Kris no tenía intenciones de contestar a Jongin, mientras retrocedía a Kyungsoo hasta un escritorio, donde el hombre se vio obligado a detenerse. Kris levantó una de sus manos maravillosamente esculpidas y pasó el pulgar lentamente por el labio inferior de Kyungsoo como si fuera la cosa más increíble que jamás hubiera visto. Su respiración se detuvo cuando un toque hizo que sus rodillas se tambalearan un poco.

―¿Dime qué debo hacer para que me la chupes? ―fue lo que salió de la profunda voz de Kris.

Kyungsoo salió de su ensoñación volviendo a la realidad.

―¿Esto es cosa de ustedes dos? ¿Van alrededor consiguiendo mamadas de todos a quienes conocen? ―le preguntó con exasperación pasando los dedos por su pelo. No podía creer que estaba sucediendo. . . de nuevo. ¿Acaso tenía un letrero de neón sobre su cabeza que decía ‘mamadas gratis'? Al diablo con esto. Al diablo con Kris. Y al diablo Jongin. Sabía desde un principio que tarde o temprano se arrepentiría de su decisión de dejar que Jongin lo 'ayudase'.

―Tienes unos labios realmente sorprendentes ―dijo Kris, dando un paso hacia adelante hasta que sus mitades inferiores se tocaron.

Kyungsoo lo fulminó con la mirada, sin importarle por una vez lo condenadamente hermoso que se veía. Él no era un repartidor de mamadas ―Esto es una locura ―dijo antes de dar un paso hacia adelante, empujando a Kris lejos de sí para que pudiera dirigirse hasta la puerta. Sin embargo, Kris fue más rápido, lo capturó por la muñeca haciendo que Kyungsoo pare y gire hacia él. Abrió la boca y estaba a punto de decirle al hombre más alto dónde podía poner su pene, de no ser porque Jongin había comenzado a gritar otra vez.

―¡ÉL ME PERTENECE maldita sea! ¡Anda y encuéntrate el tuyo!

Los ojos de Kyungsoo se abrieron y apretó los dientes ―¿Pertenece? ―gruñó para sí mismo.

―Supongo que hemos terminado entonces ―dijo Kris mientras soltaba la muñeca del otro hombre, caminó pasando por su lado dirigiéndose a la puerta.

―A la mierda con esto ―dijo Kyungsoo apresurándose impidiendo que se vaya. Agarró su brazo y le hizo girar, empujando el cuerpo de Kris contra la puerta ―No hemos terminado.

―¿Qué están haciendo ahí? ¡Kris, no lo toques!

Kyungsoo vio la sonrisa floreciendo en la boca de Kris mientras se inclinaba para capturar sus labios en un beso acalorado. Hubo un brazo deslizándose alrededor de su cintura mientras Kyungsoo deslizaba su muslo entre las piernas del hombre más alto. Presionó duro contra sus caderas al sentir la lengua de Kris lamiendo lentamente a lo largo de sus labios. Gimiendo, Kyungsoo miró hacia arriba al tiempo que abría la boca, ahora y de forma obstinada, ignora los gritos procedentes detrás de la puerta. Jongin lo estuvo follando más veces de lo que normalmente lo haría, y era este momento en que finalmente tenía la oportunidad de vengarse. Iba disfrutarlo a fondo.

Kyungsoo deslizó lentamente una de sus manos por el pecho y el abdomen de Kris, en dirección al bulto empezando a formarse contra su muslo. Lo palmeó a través de sus jeans, provocando una maravillosa variedad de gemidos que estaba seguro que Jongin podía escuchar a través de la puerta. Kris no parecía del tipo vocal, pero tenía la sensación de que estaba montando un show sólo para Jongin. Kyungsoo aprobó sin recelo. El hombre más pequeño empezó a chupar el labio inferior Kris, mientras este desabrochaba y bajaba la cremallera de sus pantalones, deslizándolos y bajando el bóxer por sus muslos. Con un último tirón en el labio inferior, Kyungsoo se apartó y se puso de rodillas, los ojos mirando hacia Kris y una sonrisa satisfecha en el rostro. Kris le guiñó un ojo y Kyungsoo rió suave entre dientes.

Tomó la longitud de Kris en su mano, acariciando la cabeza ligeramente un par de veces antes de hacer círculos con su lengua. Un particular gemido fuerte escapó de Kris a la vez que apoyó su cabeza contra la puerta. Kyungsoo pasó su lengua por la parte trasera de su pene, presionando desde la base mientras lo hacía. Envolvió sus dedos alrededor antes de poner en su boca la mayor cantidad de él como pudo. Tragó duro antes de dejar que el pene se deslice hacia afuera, lo suficiente para envolver con su lengua alrededor de la cabeza otra vez. Sintió una de las manos de Kris enroscándose ligeramente en su pelo mientras manejaba con su lengua la hendidura de su pene.

Nuevamente Kyungsoo tomó en su boca pene de Kris tanto como pudo, Jongin se quedó en silencio y comenzó a golpear la puerta sin detenerse. Acción que hizo sacudir a Kris, provocando que el hombre más pequeño se atragante un poco. Se apartó por un momento, compartiendo una sonrisa divertida con el hombre por encima de él. Jongin se mantuvo golpeando contra la puerta, así que Kyungsoo estableció el ritmo teniendo el pene de Kris en su boca deslizándolo dentro y fuera con cada golpe. Jongin estaba haciendo la mitad del trabajo para él. Tendría que darle las gracias después. El golpeteo se detuvo después de un minuto y hubo silencio, salvo por los fuertes gemidos de Kris y la respiración de Kyungsoo. Aceleró el ritmo, acariciándolo ahora con sus dedos. La mano de Kris apretó sus cabellos justo antes de que sintiera que era empujado hacia atrás.

Kyungsoo miró hacia arriba y vio como el hombre se vino encima de él, adornando sus labios con una sonrisa. Kris se echó a reír cuando recuperó el aliento, subiéndose los pantalones cubriéndose a sí mismo. Kyungsoo se levantó, limpiando con su camisa la saliva de su boca.

―Definitivamente eres algo más ―dijo Kris mientras limpiaba el desorden del piso con una pequeña toalla que sacó de la parte trasera de su escritorio. Todavía estaba riendo y Kyungsoo no podía dejar de sonreír a pesar de saber que, probablemente, iba a tener que encontrar un baño para ocuparse de sí mismo por haber sido dejado con una furiosa erección.

Kris quitó el seguro de la puerta y la abrió. Caminó fuera y pasó por un descontento Jongin mirando, allí de pie con los brazos cruzados sobre el pecho y el ceño fruncido instalado en su rostro.

―Vaya. Es el guardia ―dijo el más alto por encima de su hombro.

Kyungsoo comenzó a caminar fuera de la oficina, con una expresión de satisfacción en su rostro cuando de repente tenía en frente a un no tan feliz Jongin empujándolo hacia atrás y cerrando la puerta. El hombre más alto estaba envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Kyungsoo y acercándolo, enterrando la cara en su cuello.

―Eso fue tan excitante ―susurró el más joven en su oído antes de besarlo por el cuello.

Bueno, al diablo. El objetivo era tratar de hacer enojar a Jongin. Ahora él era quien deseaba desesperadamente estar molesto con él, pero resultó ser muy difícil cuando aún estaba duro y el hombre presionando contra él usaba la lengua haciendo cosas asombrosas en su piel. Kyungsoo dejó caer su cabeza atrás, de modo que Jongin continuase abusando de él porque se sentía tan condenadamente bien. Dejó escapar un pequeño gemido cuando las manos del hombre más joven se trasladaron a su trasero atrayéndolo más cerca. Podía sentir cuán duro ya estaba Jongin a través de sus pantalones. Kyungsoo se dejó arrastrar por la habitación hasta quedar al ras de la pared.

Jongin había abandonado su cuello y ahora lo besaba arduamente, su lengua exigiendo y dominando en su boca. El hombre mayor se aferraba a él desesperadamente, necesitaba fricción para calmar el calor en su cuerpo. Los dedos ágiles de Jongin hicieron un trabajo rápido en los pantalones, logrando bajar ambos pares sin tener que alejar sus cuerpos. Kyungsoo gimió con fuerza en la boca de Jongin mientras este último envolvía su mano alrededor de los penes de ambos. Movió su cadera hacia arriba, sintiendo su pene deslizarse contra Jongin y una ola de placer regó por sus piernas, tanto que sus rodillas quisieron doblarse.

―Jongin, por favor ―rogó Kyungsoo contra los labios del otro hombre antes de que estuviera siendo besado a fondo otra vez.

La mano de Jongin era firme y cálida , presionando sus penes más o menos juntas mientras las acariciaba arriba y abajo rápidamente. Kyungsoo seguía tratando de empujar hacia arriba, haciendo que Jongin enredara los dedos en su pelo y tirara de su cabeza hacia atrás con fuerza.

―Deja de moverte ―Jongin le gruñó. Todo lo que el mayor pudo hacer fue dejar escapar un fuerte gemido y cavar sus dedos en los costados de Jongin. Se mordió el labio inferior con fuerza, concentrándose en cuán increíble se sentía el calor y la fricción alrededor de su pene y tratando de no empujar más. A medida los golpes se hicieron más y más rápidos, sintió la cabeza de Jongin caer sobre su hombro, con la respiración dificultosa, agitada y en voz alta a su oído. La presión en su estómago se intensificó, los muslos empezaron a temblar y el apretado control que tenían los dedos de Jongin, lo tenían desesperado por encontrar una base sólida para no caerse.

Kyungsoo se corrió con fuerza, un gemido áspero rasgando su garganta mientras el agarre de Jongin en su cabello se tensó y tiró su cabeza más atrás. Dejó que se limpiara sobre él mientras cerraba los ojos y corrió una mano hacia abajo para rodear a Jongin. Él comenzó a bombear junto con él, apretando entre sus dedos más fuerte hasta que el más joven llegó al orgasmo .

Kyungsoo sintió sus piernas desfallecer, pero Jongin deslizó la mano fuera de su cabello y lo envolvió alrededor de su cintura para sostenerlo. Tragó saliva, moviendo la cabeza lentamente y tratando de regular su respiración. El joven estaba levantando su cabeza del hombro de Kyungsoo, sonriendo mientras miraba al hombre todavía atrapado contra la pared.

―Eres tan jodidamente molesto ―dijo Kyungsoo, tratando de poner una cara seria. Pero no pudo y sonrió, una sonrisa brotando de su boca contra su voluntad.

Jongin solo sonrió ampliamente antes de inclinarse para presionar sus labios contra los de él por un momento. Luego, se movió hacia atrás, retirando lentamente su brazo de Kyungsoo para asegurarse de que no iba a caer si lo soltaba. Jongin le dio un guiño antes de que lo soltara y se alejara. Kyungsoo simplemente cerró los ojos, dejando que la mayor parte de su cuerpo quede inerte contra la pared sin tener que preocuparse por el desorden en su camisa y en su mano. Dejó que el aire fresco azote su piel cubierta de sudor y envíe un escalofrío agradable por su espina dorsal. Se estremeció y abrió los ojos al sentir a Jongin limpiando su mano con una toalla antes de intentar limpiar su camisa. Era una causa perdida para el hombre mayor puesto que estaba molesto de que terminaran sobre su camisa y la de Jongin siguiera limpia.

Kyungsoo permitió a Jongin que le saque la camisa, lo envolvió y lo lanzó antes de tomar el suyo propio. El más joven puso su camisa en Kyungsoo, y éste último lo dejó allí de pie, con la boca abierta en estado de shock.

―Oh vamos. Ni que fuera un completo idiota ―un Jongin en topless dijo deslizando su brazo alrededor de la cintura de Kyungsoo y llevándolo fuera de la habitación.

―¡Hasta más tarde, Kris! ―gritó Jongin mientras caminaban pasando alrededor del hombre que se volvió a sentar en la barra del bar.

―Encantado de conocerte, Kyungsoo ―devolvió el saludo.

Kyungsoo deseaba poder arrastrarse en un agujero y morir de vergüenza. Como primera impresión, probablemente esta fue de lo más abrumador.

--- Día de hoy : Apartamento de Kyungsoo ---

Kyungsoo salió arrastrando los pies de su dormitorio con los ojos todavía medio cerrados, saltando ligeramente al oír ese maldito fuerte golpe en su puerta. Solo una persona podía llegar a hacer un sonido de golpe tan necesitado.

―Jongin, si no estás enroscado en un charco de sangre, lo estarás pronto ―gruñó mientras abrió de golpe la puerta con una feroz mirada.

Kyungsoo trató de mantener firme su ferocidad en el lugar donde claramente un Jongin agotado le sonreía tranquilamente.

―Vete a casa ―dijo débilmente mientras ahogó un bostezo.

―Está demasiado lejos y estoy demasiado cansado ―Jongin se quejó.

Kyungsoo suspiró derrotado y se movió, para que el más joven pudiera pasar. Esto le valió un pequeño beso en la comisura de la boca, luego Jongin caminaba y se dirigía directamente a la habitación. En el momento en el que había cerrado de nuevo la puerta con llave, Jongin había logrado hacer todo el camino al cuarto de Kyungsoo, dejando un rastro de ropa tras de él. El mayor puso los zapatos de Jongin por la puerta junto a los suyos antes de tomar el mismo rumbo al dormitorio, recogiendo las ropas desechadas en el camino. Tenía un pensamiento a medias acerca de domesticarlo, pero estaba demasiado adormilado como para dejar que la idea se formule totalmente.

Entró en su habitación, tirando la ropa en la esquina. Alguien podría lidiar con eso mañana. Quizás. Miró su cama y rodó los ojos. Jongin estaba desnudo y tendido boca abajo exactamente en el centro de la cama. Se acercó y cuando estaba a punto de exigirle que se mueva o sería roceado con agua helada, eso no fue lo que salió de su boca.

―¿Por qué estás verde? ―Kyungsoo se acercó y se sentó en la cama para inspeccionar una mancha verde en la base de la columna vertebral en su piel.

Jongin se limitó a gruñir y frotó su cara en las almohadas que había empujado debajo de su cabeza. Kyungsoo extendió la mano y tocó el punto misterioso y Jongin se encogió, silbando entre dientes por el dolor.

―No lo toques ―dijo antes de acomodarse otra vez ―Duele.

Kyungsoo se limitó a arquear las cejas preguntando al hombre que trataba de quedarse dormido en su cama ―¿Por qué?

―Porque Kris es un idiota ―murmuró Jongin.

Ah, Kris. Kyungsoo debió haberlo sabido. Empujó a Jongin a un lado de la cama y se robó una de sus almohadas. Una vez que se sentía cómodo, el mayor apagó la lámpara y cerró los ojos. Ah, el sueño. Sueño maravilloso.

―¿Kyungsoo?

―¿Mmm?

―Nunca tengas sexo en una mesa de billar.

―Mmm.

Oh.



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