Fanfic, segunda parte
Llevo tanto tiempo delante del ordenador que ya ni veo. Anyway, aquí está la segunda parte del fanfic ^^
Una semana después...
"No besa nada mal" pensó mientras le acariciaba el pelo. Michael le estaba abrazando y comenzó a deslizar una mano por debajo de su blusa. Ella le empujó contra el respaldo del sofá y comenzó a desabrocharse los botones de la blusa. Michael comenzó a besarla por el cuello y acarició su espalda.
Y entonces llamaron a la puerta. Los dos pararon.
-¿Esperas a alguien a estas horas? - le preguntó Michael.
- No, qué va, yo... - respondió Cuddy con la voz entrecortada.
Volvieron a llamar a la puerta y Cuddy no tuvo más remedio que levantarse.
- Será un momento, vuelvo en seguida - comentó mientras se abrochaba la blusa.
Él asintió con la cabeza y resopló.
House volvió a llamar al timbre.
-¡Vamos, sé que estás en casa! ¡Las luces están encendidas!
Cuddy abrió la puerta y le miró furiosa.
-¿Qué demonios haces aquí?- dijo acercándose a él y entrecerrando la puerta
- Problemas en el hospital. Necesito que firmes una autorización - agitó la carpeta que llevaba en la mano.
-¿Para qué? ¿Para bajarle los pantalones a un paciente? No me necesitas para cada paso que das House ¡Actúa como siempre, haz lo que te dé la gana!
House se llevó una mano al pecho.
- Tus palabras me hieren, ¿sabes? Porque estoy intentando cambiar, ser un buen chico y tú...
- Se acabó. Vete a casa: alquila un dvd, bájatelo de internet, toca el piano, haz malabares con el bastón, lo que sea pero...
- No llevas sujetador - le interrumpió House mirándola fijamente.
Ella elevó las cejas y por un momento no supo qué decir.
- No puedo creer que esté teniendo esta conversación.
-¿¿Acabas de conocerlo y ya le estás enseñando todo el arsenal??
- Me gusta él y me gusta el sexo.
House torció el gesto.
- No sabía que eras tan facilona
- Tú...
House levantó el bastón y señaló hacia su casa.
-¡Él podría estar robándote las joyas ahora mismo! ¡Incluso husmeando en tu ropa interior, no lo conoces!
Ella se cruzó de brazos poniéndose a la defensiva.
- Se acabó. Estoy harta de toda esta mierda. No más comentarios indecorosos, ni vistazos a mi escote, ni comportamientos de niño de guardería. Estás haciendo esto por algo y estoy segura que no eres un buen samaritano que se preocupa por mí. Me quieres sólo para ti. Estás intentando arruinarme esto porque no quieres que funcione - extendió los brazos hacia él -. Habla claro House, ésta es tu oportunidad para decir lo que realmente estás pensando.
House se quedó sin palabras. Cuddy le miró fijamente y pudo ver cierto atisbo de duda en sus ojos. Pero ya había perdido la paciencia y estaba cansada de sus juegos.
Tras unos segundos y sin perder la compostura, House miró por detrás de Cuddy, hacia su casa.
- Se acaba de encender la luz de tu habitación. Creo que él ha entrado.
Cuddy le observó decepcionada.
- No sé ni por qué lo he intentado.
Se dio la vuelta para volver a su casa pero House habló de nuevo.
- Espera.
Cuddy se detuvo y se giró para mirarle. Estaba mirando al suelo, serio y pensativo.
- Sabes que hablar no es una de mis virtudes - dijo en voz baja.
Ella se acercó a él y casi podía sentir su respiración sobre su rostro.
- Pues haz algo - le contestó.
House levantó la cabeza y le miró fijamente. El tiempo pasaba y ninguno de los dos se atrevía a decir algo. House abrió la boca como si estuviera a punto de decir algo y ella hizo un pequeño gesto con la cabeza, animándole a que hablara.
-¿Lisa? ¿Ocurre algo?
La mirada dubitativa de House desapareció, mostrando de nuevo una expresión fría. Dio un paso hacia atrás y agitó la carpeta que tenía en la mano.
- Ya te la devuelvo. Sólo tenía que entregarle un informe - se lo ofreció a Cuddy.
Ella permaneció quieta, intentando entender lo que había sucedido. El momento había pasado y sabía que no iba a volver. Finalmente cogió la carpeta pero al hacerlo rozó su mano intencionadamente con la esperanza de provocar una reacción.
House no rechazó el contacto. Pero tampoco hizo nada.
- Buenas noches - se limitó a decir Cuddy. No esperó a que House respondiera. Se dio la vuelta y entró en casa con Michael.
- Realmente es un tocapelotas - comentó Michael mientras andaba hacia el salón.
Ella dejó la carpeta encima de la mesa y la entreabrió.
Estaba vacía.
******************************************************************
Una semana después...
- Mierda - House comentó al perder por tercera vez a la consola. El último nivel del videojuego se le resistía y llevaba una hora para pasarlo.
Se frotó los ojos y estiró las peirnas. Miró al hombre en coma que estaba tumbado en la cama.
-¿Una partidita? - hizo una pausa -. Nah, lo suponía.
Pulsó el start y comenzó de nuevo. Escuchó el sonido de la puerta pero no levantó la vista de la consola.
-¿Estamos otra vez jugando a "Buscando a House"? Llevas unos días perdido - comentó Wilson.
House le ignoró y siguió jugando.
- Te estás escondiendo. Por algo - sentenció.
- Sí, de los pacientes. Me suele pasar - respondió distraído.
- Los pacientes no te buscan, huyen de ti. Cuddy, por el contrario, te suele buscar.
- Últimamente no. Está menos tocapelotas desde que folla. Al final hemos salido todos ganando.
- Vi a su... pareja el otro día. Vino a buscarla. El tio parece majo.
House no contestó.
- Pero lleva unos días que no aparece por aquí.
Wilson pudo detectar que la expresión de House cambió por un momento, pero volvió a centrarse en el juego.
- Estará demasiado ocupado mirándose al espejo y diciéndose lo estupendo que es.
- Puede que sí, puede que no - enfatizó sus últimas palabras.
Se escuchó un sonido de explosión procedente de la consola y House la lanzó encima de la cama.
-¿Es que ni rodeado de comatosos puedo jugar tranquilo?
- La evitas. Y has ignorado el tema desde que hackeaste su ordenador. Fuiste donde había quedado ¿verdad?
- Wilson, no me obligues a mandarte a la mierda - dijo House al levantarse de la silla.
Se dirigió a la salida de la habitación pero Wilson se puso en medio.
- Te vas a arrepentir - se limitó a decir.
House se le quedó mirando unos segundos. Entonces le apartó de su camino y salió sin contestar. Tomó el ascensor y fue al primer piso. Llegó a la recepción y se acercó a Brenda, que estaba tecleando en el ordenador.
- Anda, sé buena y pásame unos cuantos pacientes de los que se pueden despachar en un par de minutos.
- Siempre quieres de esos - respondió sin levantar la vista.
-¿Y no será mejor unos cuantos complicados? Si son fáciles al final atiendes a más. Y ya sabemos que la interacción con seres humanos no es tu fuerte - comentó una voz detrás suya.
Cuddy se colocó a su lado y Brenda le entregó unas carpetas. Las fue abriendo una por una para firmarlas.
- La doctora amor acaba de llegar - comentó sin entusiasmo.
- Vas con retraso House, como siempre. Consulta. Ya.
- No sin antes preguntarte qué tal te fue la semana pasada ¿Viste fuegos artificiales y escuchaste campanas a lo lejos?
Cuddy se fijó en que le había preguntado sin levantar la vista de sus informes. Ella terminó de firmar la última carpeta y la cerró.
- No. No pasó nada - comentó sin darle importancia.
House levantó la vista y sonrió irónicamente.
- Ya claro. Y yo me lo creo.
- No estoy mintiendo. He preferido... esperar.
House frunció el ceño y le miró fijamente.
-¿Esperar qué?
Cuddy meditó sus palabras un segundo y le contestó sin dudar.
- Algo, supongo - se acercó a él y bajó su tono de voz -. Pero sólo esperaré un poco más.
Tras esto, Cuddy comenzó a organizar las carpetas, entregando algunas a Brenda y quedándose con otras. Los informes de House estaban justo al lado y cuando ella cogió la última carpeta House extendió su mano para coger un informe. Fue entonces cuando él rozó su mano sutilmente.
Ella no se retiró.
FIN.
Lo sé, es muy lame y cheesy, pero es que los spoilers se prestan a ello ^^
Una semana después...
"No besa nada mal" pensó mientras le acariciaba el pelo. Michael le estaba abrazando y comenzó a deslizar una mano por debajo de su blusa. Ella le empujó contra el respaldo del sofá y comenzó a desabrocharse los botones de la blusa. Michael comenzó a besarla por el cuello y acarició su espalda.
Y entonces llamaron a la puerta. Los dos pararon.
-¿Esperas a alguien a estas horas? - le preguntó Michael.
- No, qué va, yo... - respondió Cuddy con la voz entrecortada.
Volvieron a llamar a la puerta y Cuddy no tuvo más remedio que levantarse.
- Será un momento, vuelvo en seguida - comentó mientras se abrochaba la blusa.
Él asintió con la cabeza y resopló.
House volvió a llamar al timbre.
-¡Vamos, sé que estás en casa! ¡Las luces están encendidas!
Cuddy abrió la puerta y le miró furiosa.
-¿Qué demonios haces aquí?- dijo acercándose a él y entrecerrando la puerta
- Problemas en el hospital. Necesito que firmes una autorización - agitó la carpeta que llevaba en la mano.
-¿Para qué? ¿Para bajarle los pantalones a un paciente? No me necesitas para cada paso que das House ¡Actúa como siempre, haz lo que te dé la gana!
House se llevó una mano al pecho.
- Tus palabras me hieren, ¿sabes? Porque estoy intentando cambiar, ser un buen chico y tú...
- Se acabó. Vete a casa: alquila un dvd, bájatelo de internet, toca el piano, haz malabares con el bastón, lo que sea pero...
- No llevas sujetador - le interrumpió House mirándola fijamente.
Ella elevó las cejas y por un momento no supo qué decir.
- No puedo creer que esté teniendo esta conversación.
-¿¿Acabas de conocerlo y ya le estás enseñando todo el arsenal??
- Me gusta él y me gusta el sexo.
House torció el gesto.
- No sabía que eras tan facilona
- Tú...
House levantó el bastón y señaló hacia su casa.
-¡Él podría estar robándote las joyas ahora mismo! ¡Incluso husmeando en tu ropa interior, no lo conoces!
Ella se cruzó de brazos poniéndose a la defensiva.
- Se acabó. Estoy harta de toda esta mierda. No más comentarios indecorosos, ni vistazos a mi escote, ni comportamientos de niño de guardería. Estás haciendo esto por algo y estoy segura que no eres un buen samaritano que se preocupa por mí. Me quieres sólo para ti. Estás intentando arruinarme esto porque no quieres que funcione - extendió los brazos hacia él -. Habla claro House, ésta es tu oportunidad para decir lo que realmente estás pensando.
House se quedó sin palabras. Cuddy le miró fijamente y pudo ver cierto atisbo de duda en sus ojos. Pero ya había perdido la paciencia y estaba cansada de sus juegos.
Tras unos segundos y sin perder la compostura, House miró por detrás de Cuddy, hacia su casa.
- Se acaba de encender la luz de tu habitación. Creo que él ha entrado.
Cuddy le observó decepcionada.
- No sé ni por qué lo he intentado.
Se dio la vuelta para volver a su casa pero House habló de nuevo.
- Espera.
Cuddy se detuvo y se giró para mirarle. Estaba mirando al suelo, serio y pensativo.
- Sabes que hablar no es una de mis virtudes - dijo en voz baja.
Ella se acercó a él y casi podía sentir su respiración sobre su rostro.
- Pues haz algo - le contestó.
House levantó la cabeza y le miró fijamente. El tiempo pasaba y ninguno de los dos se atrevía a decir algo. House abrió la boca como si estuviera a punto de decir algo y ella hizo un pequeño gesto con la cabeza, animándole a que hablara.
-¿Lisa? ¿Ocurre algo?
La mirada dubitativa de House desapareció, mostrando de nuevo una expresión fría. Dio un paso hacia atrás y agitó la carpeta que tenía en la mano.
- Ya te la devuelvo. Sólo tenía que entregarle un informe - se lo ofreció a Cuddy.
Ella permaneció quieta, intentando entender lo que había sucedido. El momento había pasado y sabía que no iba a volver. Finalmente cogió la carpeta pero al hacerlo rozó su mano intencionadamente con la esperanza de provocar una reacción.
House no rechazó el contacto. Pero tampoco hizo nada.
- Buenas noches - se limitó a decir Cuddy. No esperó a que House respondiera. Se dio la vuelta y entró en casa con Michael.
- Realmente es un tocapelotas - comentó Michael mientras andaba hacia el salón.
Ella dejó la carpeta encima de la mesa y la entreabrió.
Estaba vacía.
******************************************************************
Una semana después...
- Mierda - House comentó al perder por tercera vez a la consola. El último nivel del videojuego se le resistía y llevaba una hora para pasarlo.
Se frotó los ojos y estiró las peirnas. Miró al hombre en coma que estaba tumbado en la cama.
-¿Una partidita? - hizo una pausa -. Nah, lo suponía.
Pulsó el start y comenzó de nuevo. Escuchó el sonido de la puerta pero no levantó la vista de la consola.
-¿Estamos otra vez jugando a "Buscando a House"? Llevas unos días perdido - comentó Wilson.
House le ignoró y siguió jugando.
- Te estás escondiendo. Por algo - sentenció.
- Sí, de los pacientes. Me suele pasar - respondió distraído.
- Los pacientes no te buscan, huyen de ti. Cuddy, por el contrario, te suele buscar.
- Últimamente no. Está menos tocapelotas desde que folla. Al final hemos salido todos ganando.
- Vi a su... pareja el otro día. Vino a buscarla. El tio parece majo.
House no contestó.
- Pero lleva unos días que no aparece por aquí.
Wilson pudo detectar que la expresión de House cambió por un momento, pero volvió a centrarse en el juego.
- Estará demasiado ocupado mirándose al espejo y diciéndose lo estupendo que es.
- Puede que sí, puede que no - enfatizó sus últimas palabras.
Se escuchó un sonido de explosión procedente de la consola y House la lanzó encima de la cama.
-¿Es que ni rodeado de comatosos puedo jugar tranquilo?
- La evitas. Y has ignorado el tema desde que hackeaste su ordenador. Fuiste donde había quedado ¿verdad?
- Wilson, no me obligues a mandarte a la mierda - dijo House al levantarse de la silla.
Se dirigió a la salida de la habitación pero Wilson se puso en medio.
- Te vas a arrepentir - se limitó a decir.
House se le quedó mirando unos segundos. Entonces le apartó de su camino y salió sin contestar. Tomó el ascensor y fue al primer piso. Llegó a la recepción y se acercó a Brenda, que estaba tecleando en el ordenador.
- Anda, sé buena y pásame unos cuantos pacientes de los que se pueden despachar en un par de minutos.
- Siempre quieres de esos - respondió sin levantar la vista.
-¿Y no será mejor unos cuantos complicados? Si son fáciles al final atiendes a más. Y ya sabemos que la interacción con seres humanos no es tu fuerte - comentó una voz detrás suya.
Cuddy se colocó a su lado y Brenda le entregó unas carpetas. Las fue abriendo una por una para firmarlas.
- La doctora amor acaba de llegar - comentó sin entusiasmo.
- Vas con retraso House, como siempre. Consulta. Ya.
- No sin antes preguntarte qué tal te fue la semana pasada ¿Viste fuegos artificiales y escuchaste campanas a lo lejos?
Cuddy se fijó en que le había preguntado sin levantar la vista de sus informes. Ella terminó de firmar la última carpeta y la cerró.
- No. No pasó nada - comentó sin darle importancia.
House levantó la vista y sonrió irónicamente.
- Ya claro. Y yo me lo creo.
- No estoy mintiendo. He preferido... esperar.
House frunció el ceño y le miró fijamente.
-¿Esperar qué?
Cuddy meditó sus palabras un segundo y le contestó sin dudar.
- Algo, supongo - se acercó a él y bajó su tono de voz -. Pero sólo esperaré un poco más.
Tras esto, Cuddy comenzó a organizar las carpetas, entregando algunas a Brenda y quedándose con otras. Los informes de House estaban justo al lado y cuando ella cogió la última carpeta House extendió su mano para coger un informe. Fue entonces cuando él rozó su mano sutilmente.
Ella no se retiró.
FIN.
Lo sé, es muy lame y cheesy, pero es que los spoilers se prestan a ello ^^