Sigo sin el episodio de House.
Y mi madre ha puesto Mocedades a todo volumen.
Creo que estoy a punto de sufrir un brote psicótico.
Editado: ahora hemos pasado a Juan Pardo. Por favor, sacadme de aquí
Como me aburro he terminado la primera parte del fanfic que estoy escribiendo. Nunca pensé que diría esto... pero por muy absurdo que parezca, sí, tiene spoilers, del 3x14. Es en español
Título: Waiting
Autora: Barbara_Novak
Clasificación: PG-13
Palabras clave: Cuddy/other and House/Cuddy
Spoilers: jamás pensé que escribiría esto, pero... sí, este relato se basa en spoilers. Proceden de 3x14
Resumen: puede que Cuddy se haya cansado de esperar...
WAITING
- ¿Estás ocupado?- preguntó Wilson al entrar en la oficina.
- Hmm... depende de para qué - contestó House sin levantar la vista del ordenador
- Es la hora de comer - agitó la bolsa que sujetaba - hamburguesas dobles con queso, bacon, cebolla, lechuga, tomate y... jalisco.
- Ssshh! - le mandó callar House
Wilson se preguntó qué sería lo que estaba leyendo House. Se acercó hasta la mesa, dejó la bolsa encima y se sentó en una silla.
- ¿Qué estás haciendo? ¿Algo de porno nuevo que te acabas de bajar?
- Mejor que eso - Wilson enarcó una ceja - en realidad no, sólo quería acojonarte.
- ¿Dónde están tus marionetas?
- Les he dejado salir a jugar al parque - tecleó unas cuantas veces y se escuchó un ¡ding! en su ordenador -¡Ja! Y las puertas del conocimiento se abren para mí.
- ¿Qué has hecho? - Wilson se estiró para intentar ver la pantalla -¿Tienes un atardecer de fondo de pantalla?
House torció el gesto.
- Yo no. Cuddy sí.
Wilson se reclinó en su asiento y resopló.
- ¿Le has hackeado el ordenador otra vez?
- Y no creas que ha sido fácil. Su ordenador lo ha convertido en un búnker
- Lo cual no te ha detenido, por lo que veo.
- Ya sabes que mi sed de nuevos conocimientos es insaciable. Además, si Cuddy protege tanto su ordenador, es por algo.
- ¿Quizás para impedir que sucedan cosas como éstas? - sugirió Wilson.
- Tiene copiados y clasificados cada informe y expediente. Da hasta miedo. No, es por otra cosa...
- House, tendrá los archivos protegidos, te puedes tirar horas delante del ordenador y no conseguir nada.
House dejó de teclear y miró a Wilson.
- ¿Yyy?
Wilson se encogió de hombros.
-¿Sabes qué? Yo voy a empezar a comer, tú verás lo que haces - sacó de la bolsa una hamburguesa, la desenvolvió y le dio un mordisco -. Esto está sorprendentente bueno.
Se fijó en que los ojos de House comenzaron a brillar y mostró una irónica sonrisa.
-¿Sabes lo maravilloso de los programas de mensajería? Automáticamente crean una carpeta con todas tus conversaciones, clasificadas por hora y fecha, a menos que desactives esa opción ¿no es genial?
Wilson dejó de comer.
-¿Vas a leer sus conversaciones del messenger?
-¡Pues claro que no! ¿Quién te crees que soy? ¿Un monstruo?- respondió House con tono melodramático.
- Eres patético.
- Venga, haz los honores, elige un día.
- Ni hablar, no voy a participar en eso - respondió negando con la cabeza.
- Aguafiestas. Hmm... veamos: 14 de octubre - clickeó en un archivo.
- No entiendo cómo no te ha despedido ya - dijo Wilson mientras daba otro mordisco a su hamburguesa.
- Porque en el fondo soy una monada - comenzó a leer en silencio -. Su nick es sexydoctor, así le entrará cualquiera.
Siguió leyendo en silencio. Wilson esperó una reacción de House a lo que estaba leyendo. Aunque lo hubiera negado, también sentía curiosidad.
- Bah, nada interesante. Un tio ha dejado a una amiga suya, lo de siempre ¿Las tías no se cansan de tener este tipo de conversaciones?
- Tú no te cansas de hablar de las tetas de Cuddy - comentó Wilson.
- Eso es distinto ¡Somos machos! - respondió con un tono grave de voz - Venga, escoge un día, te mueres de ganas.
Wilson dio otro mordisco a su hamburguesa y miró a House.
- Vale, 18 de octubre.
- En el fondo eres una maruja - comentó.
House clickeó en el archivo y leyó por unos instantes. De pronto arqueó una ceja.
- Vaya, vaya, está hablando con un tal mike86. Vamos a ver como la jefa le manda a la mierda .
- A lo mejor el tio es majo.
House le miró como si le hubiera hablado un extraterrestre.
- Ya. Seguro que es un hombre maravilloso, rico, soltero, con un trabajo perfecto y que busca una relación seria. Es impensable que se la esté meneando mientras está hablando con ella.
Wilson cerró los ojos intentando borrar la imagen mental que le había venido a la cabeza.
- Tú siempre viendo el lado positivo de la vida -
Terminó su hamburguesa y se limpió con una servilleta. Después sacó una caja con patatas fritas, cogió un sobre de ketchup y lo echó por encima. Empezó a comer una patata tras otra mientras miraba a House.
-¿Algo interesante?
El rostro de House cambió, mostrando sorpresa.
-¿Qué pasa?- le preguntó
- Shh! - se limitó a contestar.
Wilson dejó de comer
-¿Qué has encontrado?
- Que te calles- le respondió
-¿Qué dice? - hizo una pausa antes de seguir hablando - Un momento, no estarán... bueno, ya sabes...
- Le parece majo - dijo House con incredulidad.
Wilson se removió en su asiento y cogió otra patata.
- Tal vez le esté mintiendo. Simplemente está siendo amable para quitárselo de encima.
- No, no está mintiendo.
Wilson elevó sus cejas.
-¿Me estás hablando en serio? Tú dices que todo el mundo miente.
- No es su primera conversación.
House clickeó en otro archivo y echó un vistazo. Abrió otros cuantos archivos y los leyó por encima. Wilson intentó asomarse y leer por encima de su hombro pero cuando House se dió cuenta tapó la pantalla con su brazo.
- Esto me lo he currado yo
Wilson se volvió a sentar y se cruzó de brazos. House siguió leyendo en silencio, con una extraña expresión en su cara.
- Ha estado hablando con él desde hace unos dos meses - sentenció.
-¿En serio?
- Y va a quedar con él. Mañana.
- Bueno, ella...
- Es idiota ¿Lo único que ha hecho es leer frases en una pantalla durante semanas y quiere conocerle? - siguió leyendo.
- Bueno, algunas relaciones empiezan en internet y después funcionan. Conozco a un amigo...
House elevó los brazos, desesperado.
-¡Dice que es médico! ¿Quién se lo cree? ¡Todo el mundo es maravilloso en internet! O son médicos, o abogados, o arquitectos, o banqueros...
Wilson apoyó su cara sobre su mano.
- ¿Y qué más te da? Cuddy ya es mayorcita para cuidarse sola, sabe lo que hace.
Por un momento la expresión de House cambió e inmediatamente después apagó la pantalla, cogió la bolsa y sacó una hamburguesa.
- Supongo que tienes razón - dijo mientras comía.
Wilson se le quedó mirando atónito mientras comía con la mirada distraida. Cuando House fue a coger una patata Wilson le detuvo.
- Qué.
- De repente, ya no estás interesado.
- No, ella sabrá lo que hace.
- Jamás me haces caso. Y mucho menos a la primera - Wilson cayó en la cuenta -. Un momento... no se te ocurrirá...
-¿Qué?
-¿Has leído dónde han quedado, verdad?
House se detuvo y se llevó la mano a la barbilla en un gesto pensativo.
- Pues no estoy seguro...
- Mentiroso.
-¿Vas a comerte las patatas o no?
- No se te ocurrirá ir adónde han quedado - le dijo con un tono serio.
- Claro que no, jamás haría algo así.
Wilson se le quedó mirando.
- Bueno, podría hacerlo. Relájate, si te preguntan di que no sabías nada.
- Cuddy te matará.
- Puede. Ya veremos.
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"No está mal" pensó Cuddy mientras daba un sorbo a su café y sonreía al hombre que estaba sentado en frente suya.
Después de una horrible cita hace un año se había jurado que jamás volvería a quedar con alguien que conociera por internet. Pero había pasado tiempo desde entonces y Michael parecía merecer la pena.
La primera impresión había sido buena. Michael no le había mentido: era alto, moreno de ojos verdes. Tenía un aire interesante. Era pediatra y trabajaba en Nueva Jersey. Había estado casado y se divorció hace dos años. Estaban seguros que se habían visto antes (probablemente en algún congreso)pero no se habían conocido personalmente. Después de treinta minutos de conversación la cita iba bien. Habían estado hablando de citas para olvidar y los nervios del principio comenzaban a desaparecer.
"Bueno, ya veremos" - se dijo a sí misma con ciertas reservas.
- Me apetece más azúcar ¿tú quieres? - le preguntó.
- No, así está bien. Gracias.
Michael se levantó y le sonrió antes de acercarse al mostrador. No pudo evitar fijarse en su trasero mientras andaba.Cuddy sonrió para sí,
dio otro sorbo a su café y se apartó un mechón de la cara. Se fijó en la ropa que había escogido: llevaba una falda negra con vuelo y un jersey verde con un modesto escote.
"Para una primera cita está bien"
-¿¿Lisa??- gritó una voz masculina detrás suya.
Un momento. Esa voz...
Se giró y ahí estaba, Gregory House, de pie delante suya. Llevaba su cazadora de cuero y debajo de uno de sus brazos sujetaba su casco de moto. Se inclinó sobre su bastón y se acercó más a ella con una fingida sorpresa.
-¡Qué casualidad! El mundo es un pañuelo ¿no crees?
-¿Qué haces aquí?- dijo ella mientras se levantaba.
- Volvía a casa en moto y he decidido parar aquí para tomar un café.
- Tu casa no está cerca de aquí.
-¿En serio?
- No cuela House. Nunca me llamas Lisa ¿Cómo sabías que estaba aquí?
- Intuición femenina.
- Eres un gili...
-¿Lisa?
Cuddy se quedó inmóvil por un momento y tuvo que reprimir las ganas de abofetear a House para borrarle la estúpida sonrisa de la cara. Consiguió mantener la compostura y girarse con naturalidad.
- Michael, me he encontrado con un colega. Michael, él es Gregory House. House, él es...
- He oído... hablar de usted - le dijo Michael con poco entusiasmo.
- Curioso, de usted no he oído nada.
-¿No tienes que irte ya? - le preguntó Cuddy impaciente.
- En realidad no tengo prisa. La puta de los martes no llega a casa hasta las once.
Si las miradas matasen, Cuddy ya habría cometido un asesinato. Pero para su sorpresa, Michael ni siquiera había pestañeado.
- Así actúa siempre ¿no? provocando a la gente para asustarles u ofenderles.
House hizo una mueca de exagerada sorpresa.
-¡Qué bueno es! - dijo dirigiéndose a Cuddy -¿Eres psicólogo o algo así?
- Esta conversación resulta fascinante pero creo que es hora de ponerle fin - les interrumpió.
House se quedó mirando a Michael por un momento y después echó un vistazo a su reloj.
- Mejor. Así llegaré antes a casa para los... preparativos, ya sabes - guiñó un ojo a Cuddy - Nos vemos Tom.
- Michael - le corrigió
House se abrochó la chaqueta y se encogió de hombros.
- Sí, claro - miró a Cuddy - nos vemos jefa.
Se giró y se dirigió al mostrador mientras Cuddy y Michael volvían a sus asientos.
-¿Así es todos los días?- le preguntó.
Cuddy puso cara de circunstancias sin saber qué contestarle.
Continuará...