El Paciente Caballero: el final
Yo! Hisashiburi, ne? Hoy no estoy de muy buen humor debido a ciertos asuntos personales (cortesía de mi familia friki, en especial ary666 ), pero hacía mucho que no posteaba, y hay algo que os debo:
Fandom: Prince of Tennis
Título: El Paciente Caballero (5/5)
Pareja: Yagyuu Hiroshi/Niou Masaharu
Género: Shonen ai, semi-angst
Rating: NC-13
Resumen: Ganar no lo es todo. Niou, por lo menos, no se conforma si no tiene alguien con quien celebrarlo. Sin embargo, hay otras personas que no piensan lo mismo.
Disclaimer: Konomi Takeshi fue quien hizo aún más divertidos los torneos de tenis xD
Notas: Muchas gracias a Vendetta, porque sin su ayuda escribir este fic no me habría sido posible. Le debo desde las frases en las que se basa cada capítulo hasta algunas ideas que me ayudaron a desarrollar el argumento, pasando, evidentemente, por aquella conversación en la que me soportó, respondió a todas mis dudas acerca de la apendicitis, el cálculo de los días de convalecencia y las operaciones, y me consiguió esa información tan importante sobre el absceso abdominal (sin eso, Yagyuu no habría pasado el tiempo suficiente en el hospital). Gracias, de verdad. ¡Satanasas powah! >.<
Capítulo uno: No soy nada, pero soy más de lo que tú aspiras a ser.
Capítulo dos: Sonríe, mañana será peor.
Capítulo tres: Tu silencio me ofende.
Capítulo cuatro: Nunca digas nunca (nunca será tarde).
Yagyuu tomó a Niou por los hombros y lo apartó para levantarse de la cama, acercándose a la puerta a toda prisa para asegurarse de que no había nadie rondando por allí cerca. Asomó la cabeza y miró, primero a la izquierda y después a la derecha. Solo había una señora dormitando, sentada en un banco al otro lado del pasillo.
- ¿Te preocupa que nos vea alguien? - oyó de repente la voz de Niou junto a su oreja, al mismo tiempo que unos brazos se ceñían con fuerza en torno a su cintura. El Caballero contuvo la respiración. - Eso es parte del morbo de la situación, Yagyuu.
- La enfermera aparecerá de un momento a otro. - avisó a su novio, con la voz entrecortada, mientras los labios de Niou volvían a hacerle estremecer.
- No te preocupes. Le he dicho que teníamos que hablar. - la lengua de Niou rozó el lóbulo de la oreja del Caballero, haciendo que cerrase la puerta con un golpe seco. - No vendrá.
Después de echar el pestillo, Niou empujó a Yagyuu contra la puerta y lo mantuvo acorralado, recorriendo sus labios con la lengua hasta que el Caballero le dejó acceder a su boca. Sin perder el tiempo, le desabrochó los botones de la camisa del pijama y deslizó las manos por el pecho de su novio, acariciando la suave piel que tanto había añorado. Yagyuu no dejaba de temblar.
- El otro día estabas más caliente. - comentó Niou, despegándose de él unos segundos. - Esto hay que arreglarlo.
Yagyuu permaneció callado y se limitó a cerrar los ojos con fuerza y aferrarse a los bordes de la puerta, mientras su novio dejaba su torso al desnudo y metía una mano por debajo de su pantalón, deteniendo las caricias cuando llegó a la nueva cicatriz. Yagyuu gimió suavemente y se revolvió al sentir un escalofrío cuando Niou la recorrió despacio con la yema de los dedos, provocando un suave cosquilleo. Hacía un tiempo que esa zona estaba dormida.
Después, Niou deslizó los dedos hasta llegar a la entrepierna, buscando despertar aquella faceta de su novio que sólo él había llegado a descubrir. Yagyuu se mordió el labio inferior para no gritar, limpiándose la sangre con el dorso de la mano cuando la sintió resbalar por su barbilla. Cuando lo creyó oportuno, Niou volvió a detenerse y lo besó otra vez, saboreando el gusto dulce de la pequeña herida.
- No sabes cuánto te he echado de menos. - murmuraron ambos a la vez.
~~
Yagyuu le echó un último vistazo a la habitación mientras se abrochaba el abrigo. Afortunadamente, Niou había decidido ser prudente y, después de hacerle todo lo que le apetecía, lo dejó dormido, sin hacer más ruido, avisando de paso a la enfermera para que le llevase la comida cuando despertase, horas después, empapado en sudor y envuelto en unas sábanas revueltas y arrugadas. Nadie le había comentado nada de aquel encuentro, aunque estaba seguro de que sus gritos tenían que haberse oído, como mínimo, en las habitaciones cercanas.
De todas formas, ya no tenía de que preocuparse. Por fin le habían dado el alta, después de pasar prácticamente una semana ingresado. No solía cogerle manía a nada, pero esta vez estaba seguro de que haría lo que fuese con tal de no volver a tener que pasar día y noche entre las mismas cuatro paredes. Guardó, por último, las tarjetas que su capitán y los demás compañeros de Rikkai le habían regalado, y se fue.
Sus padres habían insistido en ir a buscarlo, pero era obvio que Niou iba a estar allí el primero. Según caminaba hacia la salida, el Caballero pasó a despedirse y a agradecerle sus servicios a la enfermera que se había encargado de él y, cargado únicamente con la bolsa en la que sus familiares le habían llevado sus pertenencias más básicas, salió al aire fresco de la mañana, aliviado inmediatamente por una grata sensación de libertad.
No tardó en localizar a su novio, al otro lado de la avenida, esperando ante el escaparate de una tienda de electrónica. Caminó hasta el paso de peatones y aguardó a que los semáforos se pusieran en verde para cruzar a la otra acera. Niou fingía que no lo había visto cuando Yagyuu le sorprendió, abrazándole por detrás en medio de la calle.
- ¿Y esto? - dijo, más serio de lo habitual. - No me digas que te han vuelto a operar y esta vez te han extirpado al Perfecto Caballero.
- Que haga esto en público no quiere decir que haya dejado mi buen comportamiento de lado.
- Eres un indecente. - susurró Niou, jugando a retirar las manos de su novio de su cintura.
Yagyuu suspiró y se separó de él, justo cuando dos rostros bien conocidos aparecieron al doblar la esquina. Ambos se inclinaron para saludarlos.
- Ah, qué bien que ya te hayan dado el alta, Yagyuu. - sonrió el capitán. - Me alegro.
- Gracias, Yukimura. - respondió el Caballero imitando su gesto.
- Enhorabuena de nuevo por tu victoria en el torneo, Niou. - dijo Sanada, tan inexpresivo como siempre. - Es un orgullo para Rikkai.
- Ya, muchas gracias. - contestó Niou, sin darle mucha importancia. - Pero esta es la última vez que lo hago.
- ¿Niou? - se sorprendió el Caballero, frunciendo el ceño.
Yukimura intercambió una mirada rápida con Sanada. Cuando éste asintió, el capitán sacó un folleto del bolsillo de su chaqueta y se lo tendió a la pareja. A Niou se le encendió el rostro en cuanto vio de qué se trataba. Era perfecto. Yagyuu coincidía con él. Yukimura no habría podido pensar en una mejor idea.
- El premio no es de mucho prestigio, pero podría ser interesante, ¿no?
Dentro de unos meses, iba a celebrarse un torneo de dobles en un club de tenis a las afueras de la ciudad, y el Rikkai estaba invitado a participar. Yukimura podía habérselo dicho a Marui y a Jackal, pero sabía de sobra que Niou y Yagyuu eran totalmente invencibles. Yagyuu pensó que tal vez se sentía mal por parte de lo sucedido, pero enseguida descartó la idea. No había hecho nada malo.
Simplemente, había hallado la combinación perfecta. El tenis, al fin y al cabo, no estaba por encima, ni entre ellos dos. Estaba al mismo nivel. Lo necesitaban con la misma intensidad.
- Vamos a ser los mejores, no lo dudes. - asintió Niou, satisfecho. Esta vez la victoria será nuestra, de nosotros dos, se dijo a sí mismo. - He descubierto que es inútil volver a lo que ha sido y no es ya. Antes me divertía mucho jugando en individuales, pero ahora necesito también a una pareja invencible. Si no, me aburro.
Yagyuu miró hacia otro lado. Que se aburría, decía. No cabía duda: tenía que estar ahí, o Niou no pararía quieto. De cualquier forma, siempre conseguiría arrastrarlo consigo.
-Fin-
Eso es todo ^^ Muchas gracias a todos los que habéis leído el fic y dejado comentarios hasta ahora ♥ Aprovecho para comentar que este va a ser el último fic que voy a publicar en un tiempo (aunque tengo otros en el horno y algún que otro RPS en fase B, es decir, pendiente de corrección), puesto que estoy trabajando en un nuevo LJ que utilizaré exclusivamente para publicar mis fics. Ya os lo presentaré y pondré el link bien a la vista cuando haya terminado de arreglarlo del todo... lo que quiere decir que, si consideramos todos los fics que he escrito y publicado hasta el momento (y tal vez alguno que olvidé publicar o no pensaba hacerlo y podría reconsiderarlo), aparte de que voy a mi ritmo lento, tardaré un par de meses en tenerlo listo xD
Mañana (o dentro de dos días, quién sabe) babblearé un rato en inglés, acerca de cómo la KAT-TUNmanía ha regresado a mi vida con ONE DROP y varias cosas más~
Debería responder al resto de comentarios de la última entrada pública que hice, pero sigo siendo demasiado vaga para estas cosas...
¡Cuidaos mucho! また ね!
Fandom: Prince of Tennis
Título: El Paciente Caballero (5/5)
Pareja: Yagyuu Hiroshi/Niou Masaharu
Género: Shonen ai, semi-angst
Rating: NC-13
Resumen: Ganar no lo es todo. Niou, por lo menos, no se conforma si no tiene alguien con quien celebrarlo. Sin embargo, hay otras personas que no piensan lo mismo.
Disclaimer: Konomi Takeshi fue quien hizo aún más divertidos los torneos de tenis xD
Notas: Muchas gracias a Vendetta, porque sin su ayuda escribir este fic no me habría sido posible. Le debo desde las frases en las que se basa cada capítulo hasta algunas ideas que me ayudaron a desarrollar el argumento, pasando, evidentemente, por aquella conversación en la que me soportó, respondió a todas mis dudas acerca de la apendicitis, el cálculo de los días de convalecencia y las operaciones, y me consiguió esa información tan importante sobre el absceso abdominal (sin eso, Yagyuu no habría pasado el tiempo suficiente en el hospital). Gracias, de verdad. ¡Satanasas powah! >.<
Capítulo uno: No soy nada, pero soy más de lo que tú aspiras a ser.
Capítulo dos: Sonríe, mañana será peor.
Capítulo tres: Tu silencio me ofende.
Capítulo cuatro: Nunca digas nunca (nunca será tarde).
Yagyuu tomó a Niou por los hombros y lo apartó para levantarse de la cama, acercándose a la puerta a toda prisa para asegurarse de que no había nadie rondando por allí cerca. Asomó la cabeza y miró, primero a la izquierda y después a la derecha. Solo había una señora dormitando, sentada en un banco al otro lado del pasillo.
- ¿Te preocupa que nos vea alguien? - oyó de repente la voz de Niou junto a su oreja, al mismo tiempo que unos brazos se ceñían con fuerza en torno a su cintura. El Caballero contuvo la respiración. - Eso es parte del morbo de la situación, Yagyuu.
- La enfermera aparecerá de un momento a otro. - avisó a su novio, con la voz entrecortada, mientras los labios de Niou volvían a hacerle estremecer.
- No te preocupes. Le he dicho que teníamos que hablar. - la lengua de Niou rozó el lóbulo de la oreja del Caballero, haciendo que cerrase la puerta con un golpe seco. - No vendrá.
Después de echar el pestillo, Niou empujó a Yagyuu contra la puerta y lo mantuvo acorralado, recorriendo sus labios con la lengua hasta que el Caballero le dejó acceder a su boca. Sin perder el tiempo, le desabrochó los botones de la camisa del pijama y deslizó las manos por el pecho de su novio, acariciando la suave piel que tanto había añorado. Yagyuu no dejaba de temblar.
- El otro día estabas más caliente. - comentó Niou, despegándose de él unos segundos. - Esto hay que arreglarlo.
Yagyuu permaneció callado y se limitó a cerrar los ojos con fuerza y aferrarse a los bordes de la puerta, mientras su novio dejaba su torso al desnudo y metía una mano por debajo de su pantalón, deteniendo las caricias cuando llegó a la nueva cicatriz. Yagyuu gimió suavemente y se revolvió al sentir un escalofrío cuando Niou la recorrió despacio con la yema de los dedos, provocando un suave cosquilleo. Hacía un tiempo que esa zona estaba dormida.
Después, Niou deslizó los dedos hasta llegar a la entrepierna, buscando despertar aquella faceta de su novio que sólo él había llegado a descubrir. Yagyuu se mordió el labio inferior para no gritar, limpiándose la sangre con el dorso de la mano cuando la sintió resbalar por su barbilla. Cuando lo creyó oportuno, Niou volvió a detenerse y lo besó otra vez, saboreando el gusto dulce de la pequeña herida.
- No sabes cuánto te he echado de menos. - murmuraron ambos a la vez.
~~
Yagyuu le echó un último vistazo a la habitación mientras se abrochaba el abrigo. Afortunadamente, Niou había decidido ser prudente y, después de hacerle todo lo que le apetecía, lo dejó dormido, sin hacer más ruido, avisando de paso a la enfermera para que le llevase la comida cuando despertase, horas después, empapado en sudor y envuelto en unas sábanas revueltas y arrugadas. Nadie le había comentado nada de aquel encuentro, aunque estaba seguro de que sus gritos tenían que haberse oído, como mínimo, en las habitaciones cercanas.
De todas formas, ya no tenía de que preocuparse. Por fin le habían dado el alta, después de pasar prácticamente una semana ingresado. No solía cogerle manía a nada, pero esta vez estaba seguro de que haría lo que fuese con tal de no volver a tener que pasar día y noche entre las mismas cuatro paredes. Guardó, por último, las tarjetas que su capitán y los demás compañeros de Rikkai le habían regalado, y se fue.
Sus padres habían insistido en ir a buscarlo, pero era obvio que Niou iba a estar allí el primero. Según caminaba hacia la salida, el Caballero pasó a despedirse y a agradecerle sus servicios a la enfermera que se había encargado de él y, cargado únicamente con la bolsa en la que sus familiares le habían llevado sus pertenencias más básicas, salió al aire fresco de la mañana, aliviado inmediatamente por una grata sensación de libertad.
No tardó en localizar a su novio, al otro lado de la avenida, esperando ante el escaparate de una tienda de electrónica. Caminó hasta el paso de peatones y aguardó a que los semáforos se pusieran en verde para cruzar a la otra acera. Niou fingía que no lo había visto cuando Yagyuu le sorprendió, abrazándole por detrás en medio de la calle.
- ¿Y esto? - dijo, más serio de lo habitual. - No me digas que te han vuelto a operar y esta vez te han extirpado al Perfecto Caballero.
- Que haga esto en público no quiere decir que haya dejado mi buen comportamiento de lado.
- Eres un indecente. - susurró Niou, jugando a retirar las manos de su novio de su cintura.
Yagyuu suspiró y se separó de él, justo cuando dos rostros bien conocidos aparecieron al doblar la esquina. Ambos se inclinaron para saludarlos.
- Ah, qué bien que ya te hayan dado el alta, Yagyuu. - sonrió el capitán. - Me alegro.
- Gracias, Yukimura. - respondió el Caballero imitando su gesto.
- Enhorabuena de nuevo por tu victoria en el torneo, Niou. - dijo Sanada, tan inexpresivo como siempre. - Es un orgullo para Rikkai.
- Ya, muchas gracias. - contestó Niou, sin darle mucha importancia. - Pero esta es la última vez que lo hago.
- ¿Niou? - se sorprendió el Caballero, frunciendo el ceño.
Yukimura intercambió una mirada rápida con Sanada. Cuando éste asintió, el capitán sacó un folleto del bolsillo de su chaqueta y se lo tendió a la pareja. A Niou se le encendió el rostro en cuanto vio de qué se trataba. Era perfecto. Yagyuu coincidía con él. Yukimura no habría podido pensar en una mejor idea.
- El premio no es de mucho prestigio, pero podría ser interesante, ¿no?
Dentro de unos meses, iba a celebrarse un torneo de dobles en un club de tenis a las afueras de la ciudad, y el Rikkai estaba invitado a participar. Yukimura podía habérselo dicho a Marui y a Jackal, pero sabía de sobra que Niou y Yagyuu eran totalmente invencibles. Yagyuu pensó que tal vez se sentía mal por parte de lo sucedido, pero enseguida descartó la idea. No había hecho nada malo.
Simplemente, había hallado la combinación perfecta. El tenis, al fin y al cabo, no estaba por encima, ni entre ellos dos. Estaba al mismo nivel. Lo necesitaban con la misma intensidad.
- Vamos a ser los mejores, no lo dudes. - asintió Niou, satisfecho. Esta vez la victoria será nuestra, de nosotros dos, se dijo a sí mismo. - He descubierto que es inútil volver a lo que ha sido y no es ya. Antes me divertía mucho jugando en individuales, pero ahora necesito también a una pareja invencible. Si no, me aburro.
Yagyuu miró hacia otro lado. Que se aburría, decía. No cabía duda: tenía que estar ahí, o Niou no pararía quieto. De cualquier forma, siempre conseguiría arrastrarlo consigo.
-Fin-
Eso es todo ^^ Muchas gracias a todos los que habéis leído el fic y dejado comentarios hasta ahora ♥ Aprovecho para comentar que este va a ser el último fic que voy a publicar en un tiempo (aunque tengo otros en el horno y algún que otro RPS en fase B, es decir, pendiente de corrección), puesto que estoy trabajando en un nuevo LJ que utilizaré exclusivamente para publicar mis fics. Ya os lo presentaré y pondré el link bien a la vista cuando haya terminado de arreglarlo del todo... lo que quiere decir que, si consideramos todos los fics que he escrito y publicado hasta el momento (y tal vez alguno que olvidé publicar o no pensaba hacerlo y podría reconsiderarlo), aparte de que voy a mi ritmo lento, tardaré un par de meses en tenerlo listo xD
Mañana (o dentro de dos días, quién sabe) babblearé un rato en inglés, acerca de cómo la KAT-TUNmanía ha regresado a mi vida con ONE DROP y varias cosas más~
Debería responder al resto de comentarios de la última entrada pública que hice, pero sigo siendo demasiado vaga para estas cosas...
¡Cuidaos mucho! また ね!