Más de El paciente Caballero

Jan 17, 2009 00:37

Yo!

Estoy un poco cansada hoy, y no pensaba postear hasta mañana (o pasado), teniendo en cuenta la oleada de comentarios que he recibido por los banners que posteé ayer - y que pienso contestar uno por uno, aunque no sea estrictamente necesario, simplemente porque me gusta agradecer que la gente se moleste en comentar ^^ -, pero bueno, tampoco es tan difícil eso de copiar y pegar, ¿no?

Fandom: Prince of Tennis
Título: El Paciente Caballero (4/5)
Pareja: Yagyuu Hiroshi/Niou Masaharu
Género: Shonen ai, semi-angst
Rating: NC-13
Resumen: Ganar no lo es todo. Niou, por lo menos, no se conforma si no tiene alguien con quien celebrarlo. Sin embargo, hay otras personas que no piensan lo mismo.
Disclaimer: Konomi Takeshi fue quien hizo aún más divertidos los torneos de tenis xD
Notas: Muchas gracias a Vendetta, porque sin su ayuda escribir este fic no me habría sido posible. Le debo desde las frases en las que se basa cada capítulo hasta algunas ideas que me ayudaron a desarrollar el argumento, pasando, evidentemente, por aquella conversación en la que me soportó, respondió a todas mis dudas acerca de la apendicitis, el cálculo de los días de convalecencia y las operaciones, y me consiguió esa información tan importante sobre el absceso abdominal (sin eso, Yagyuu no habría pasado el tiempo suficiente en el hospital). Gracias, de verdad. ¡Satanasas powah! >.<

Por cierto, aunque ya sea un poco tarde, aún quiero felicitar a nakuruchan , y dedicarle este capítulo ♥ Espero que me perdones, últimamente no tengo cabeza más que para los exámenes. Pero también dicen que más vale tarde que nunca, ¿no? Pues aquí tienes mis felicitaciones, ¡un beso! Y no sé si te lo he dicho, y si lo he hecho te lo digo una vez más: ¡gracias por el fic que me escribiste!

Por si os habéis perdido, o alguien quiere leerlo desde el principio ^^

Capítulo uno: No soy nada, pero soy más de lo que tú aspiras a ser.
Capítulo dos: Sonríe, mañana será peor.
Capítulo tres: Tu silencio me ofende.

No fue consciente de ello hasta que vio a todo el mundo aplaudiendo a su alrededor, las caras reflejando algunas sonrisas verdaderas y otras forzadas, unas teñidas de envidia y otras de orgullo. De repente, sintió que la euforia que había desaparecido desde que supo que Yagyuu no podría estar a su lado en ese momento lo llenaba por completo y experimentó una súbita gratitud hacia todo el equipo que lo había ayudado a llegar hasta allí. Niou cogió el trofeo con ambas manos y lo alzó, cegado momentáneamente por el brillo del metal a la luz de los focos del estadio. Sonrió ampliamente, no porque quisiera presumir o se sintiese por las nubes, sino de forma sincera, porque, al contrario, se sentía humilde. Y, además, era pronto para dejarse llevar del todo y malgastar energías.

Aún deseaba compartir su éxito con alguien más.

~~

Si no se equivocaba, Niou jugaba en la final aquella misma noche. Y, consultando la hora, si sus cálculos no iban mal (y creía conocer lo bastante a su novio como para imaginar cuánto tardaría en aplastar a un oponente que no fuese miembro del club de ninguno de los colegios que consideraban rivales potenciales), ya tenía que estar celebrándolo. Y hacía muy bien. Reflexionando de forma egoísta, incluso lo prefería así. Al fin y al cabo, nunca había comprendido del todo la forma de divertirse de Niou, y era mejor no estar delante para no ver lo que hacía. Le gustaban demasiado esos locales ruidosos y atestados de gente cuando se iba de juerga.

A decir verdad, se encontraba bastante mejor. Aunque era evidente, un día después de la operación. Tal y como esperaba, Niou no había vuelto por allí desde la última vez que lo vio, la mañana del día anterior. Aquella misma tarde, Yukimura habló con él para aclarar las cosas. Yagyuu lo comprendió perfectamente, y le hizo saber que también pensaba que dejar que Niou centrase toda su atención en el torneo era lo correcto, de modo que ya no había ningún problema. Él iba a mejorar muy pronto, y Niou ya era un claro vencedor.

Se remangó la camisa del pijama y se acercó la bandeja de la cena, atacando la comida con un apetito renovado. La sopa que se le había antojado insípida los primeros días ahora tenía un agradable sabor a pollo. La sola idea de que quizá se estaba acostumbrando al hospital casi le hizo atragantarse.

En ese momento, se le ocurrió que tal vez él también podría hacer algo por Niou. Sonriendo de forma sarcástica, cogió el vaso de agua y lo levantó en el aire. Trató de no imaginar en lo que pensaría cualquiera que lo viese en una posición tan ridícula.

- Por ti, por esta victoria, y por otras muchas más para Rikkai. - anunció en voz alta.

~~

Le sorprendió encontrarse con tal cantidad de luz al abrir los ojos. Al principio se sentía un poco desorientado, pero todo volvió a su sitio cuando entreabrió los ojos y distinguió claramente los números del reloj de la mesilla. Tuvo que volver a mirarlo para creerse que había dormido más de diez horas. Era la primera vez que no se desvelaba en mitad de la noche desde que le ingresaron.

Pero había algo que eclipsaba parcialmente la claridad que llegaba desde la ventana. Una silueta, una figura humana. Yagyuu se frotó los ojos y aún así tuvo que forzar la vista, puesto que todavía no se había puesto las gafas. Sin embargo, no le fue difícil averiguar quien era aquella persona.

- Eres un dormilón, Yagyuu.

- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? - preguntó el Caballero, con la voz ronca y adormecida.

Se apoyó sobre un codo y estiró el otro brazo para coger un vaso de agua, pero su novio se adelantó y se lo acercó a los labios. Yagyuu se lo agradeció con un gesto y se sujetó el vaso él mismo.

- Toda la noche. En realidad, también me han extirpado el apéndice.

El Caballero se tragó toda el agua de repente, apresurándose a comprobar si Niou, que alzó los brazos y le dejó levantarle la camiseta, claramente complacido, tenía los mismos puntos que él en el costado. Al ver que no era así, suspiró, dirigiéndole una mirada envenenada antes de volver a tumbarse.

- ¿Estás loco, o qué?

- Sí, ya lo sabes. - rió Niou, echándose hacia atrás en la silla. - Quería hacerlo, de verdad, pero mi padre se negó a firmar el permiso para la operación.

- Lógico. - dijo Yagyuu, arqueando las cejas. - Esa clase de cosas solo se te ocurren a ti.

- ¿Y no te hubiera gustado tener a tu novio en la habitación de al lado, poder pasar todo el tiempo que quieras con él y compartir la misma cicatriz? - canturreó Niou, apoyándose en la cabecera de la cama e inclinándose lentamente sobre el Caballero, quien se deslizó instintivamente bajo las sábanas. - A mi me parece una idea genial.

Yagyuu giró la cabeza y miró hacia otro lado, absteniéndose de hacer ningún comentario. Niou se cruzó de brazos.

- Al menos, admite que lo de la cicatriz está bien pensado. Podría notarse la diferencia si nos hacemos pasar el uno por el otro.- observó, en tono de gravedad. Al ver que su novio seguía sin responder, añadió, con el tono burlón de siempre - Y, además, muchos deportistas profesionales se someten a la operación para prevenir sustos de última hora. ¿Te imaginas que, en vez de pasarte a ti, me hubiera pasado a mí?

- Sigue siendo estúpido. - gruñó Yagyuu, incorporándose despacio para encontrarse con la sorpresa de que el dolor había desaparecido por completo. Decidió cambiar de tema. - Por cierto, ¿cómo fue la celebración de anoche?

- ¿Cuál?

- La de tu victoria en el torneo. - contestó el Caballero, con voz pesada. Sabía perfectamente que Niou se estaba haciendo el interesante.

- No hubo ninguna.

- No hace falta que me lo ocultes. Si te sirve de algo, yo hice un brindis en tu honor, aquí, solo.

- ¿En serio? - Niou esbozó una sonrisa pícara. No deberías haber comenzado sin mí, pensó. - Creo que por ahí alguien había organizado una fiesta, o algo así, pero yo no fui a ninguna parte.

- Vaya, nunca pensé que te perderías algo así.

- Es que tenía que levantarme pronto para ir a otra fiesta más especial, más… privada.

Cuando Yagyuu quiso darse cuenta, Niou casi se había tumbado sobre él, y sus labios se acercaban tentativamente a los suyos. Estaba loco de verdad si pensaba hacer lo que él se imaginaba. El Caballero intentaba alcanzar sus gafas cuando la mano de su novio le detuvo. Niou confirmó los temores de Yagyuu cuando dibujó una de aquellas sonrisas que sólo podía confirmar una cosa: comenzaba la diversión.

- Puri~

- ¿No pensarás…? - quiso preguntar Yagyuu, cuando Niou no se contuvo más y lo besó.

- Nunca digas nunca. Nunca será tarde. - susurró Niou, mientras le dejaba recuperar el aire que le había robado, ladeando la cabeza para atacar el cuello del Caballero. - Sabes que siempre encuentro mejores formas de hacer lo que me gusta. Y ahora me gustaría celebrarlo aquí, contigo.

¡El primer fic de PoT del año 2009! :D

El próximo ya será el último de El paciente Caballero... Espero que los que lo leáis lo estéis disfrutando ♥ Una vez más, gracias por vuestros comentarios *.*

Muchas gracias por leer~

yagyuu hiroshi, tenipuri, fanfic, el paciente caballero, niou masaharu

Previous post Next post
Up