Primer día de clase
¡Por fin!
Podría cantar el aleluya.
Las clases son magníficas. El cuarto oscuro es una verdadera pasada. Y ¡los ordenadores! ¡No me puedo creer que vayamos a trabajar con Mackintosh! Ordenadores de última generación, alucinante. La clase de dibujo es grande y tenemos nuestros propios y enormes pupitres de trabajo. Donde antes -en mi instituto- dibujaban cuatro personas, ahora sólo trabaja una.
¡Y menuda lista de materiales! Desde lápices hasta una cámara digital profesional, una reflex para más inri. Ya tengo mi blok de esbozos A3, mis lápices HB, 2H y 3B -yo nunca había utilizado éste último-, mis gomas especiales para dibujo técnico y artístico, y mi sacapuntas. ¡Dios! Hace mil años que no compraba nada referente al dibujo, me siento como una niña con un nuevo juguete.
¡Y ya tengo mi adorada agenda! Esa que me va a seguir a todas partes durante mi año escolar. Estoy deseando estrenarla. Me la ha elegido mi padre, así que para mí es doblemente buena.
¡Y tengo una bata de laboratorio! Sí, de esas blancas con botones y bolsillos. Se supone que es para el cuarto oscuro, donde jugaremos a revelar fotos y menearemos componentes químicos. Bueno, yo que vengo de ciencias, me alegra que al menos perdure algo de mi vida anterior.
Bueno, ya seguiré contando. ¡Y colgaré los trabajos para que los veáis!
Podría cantar el aleluya.
Las clases son magníficas. El cuarto oscuro es una verdadera pasada. Y ¡los ordenadores! ¡No me puedo creer que vayamos a trabajar con Mackintosh! Ordenadores de última generación, alucinante. La clase de dibujo es grande y tenemos nuestros propios y enormes pupitres de trabajo. Donde antes -en mi instituto- dibujaban cuatro personas, ahora sólo trabaja una.
¡Y menuda lista de materiales! Desde lápices hasta una cámara digital profesional, una reflex para más inri. Ya tengo mi blok de esbozos A3, mis lápices HB, 2H y 3B -yo nunca había utilizado éste último-, mis gomas especiales para dibujo técnico y artístico, y mi sacapuntas. ¡Dios! Hace mil años que no compraba nada referente al dibujo, me siento como una niña con un nuevo juguete.
¡Y ya tengo mi adorada agenda! Esa que me va a seguir a todas partes durante mi año escolar. Estoy deseando estrenarla. Me la ha elegido mi padre, así que para mí es doblemente buena.
¡Y tengo una bata de laboratorio! Sí, de esas blancas con botones y bolsillos. Se supone que es para el cuarto oscuro, donde jugaremos a revelar fotos y menearemos componentes químicos. Bueno, yo que vengo de ciencias, me alegra que al menos perdure algo de mi vida anterior.
Bueno, ya seguiré contando. ¡Y colgaré los trabajos para que los veáis!