Casa de tolerancia.

Oct 29, 2012 23:28



La película francesa nos cuenta la historia de una de las casas de tolerancia de París a finales del siglo XIX, a donde se acudía tanto a practicar sexo con meretrices como a buscar la simple compañía de mujeres al final del día para comentar las vicisitudes cotidianas ante una copa de champán. En un momento dado llega una nueva trabajadora, de dieciséis años, que muestra una serenidad pasmosa ante el negocio a pesar de su juventud, y a partir de ahí se van construyendo las diferentes vivencias del grupo en la casa.

Lo más interesante del enfoque es que en realidad no hay una historia; conseguir entretener dos horas desde esa premisa es meritorio. Se nos presenta una visión como desde una cerradura, contando sin cortapisas cierta época de la vida de las chicas en el burdel, sin obviar detalles inocentes ni tampoco lo más grotesco.

Totalmente contemplativa, hasta rozar el ejercicio de paciencia, es un lento retrato de las pasiones del ser humano y la capacidad vejatoria de quien tiene poder sin consecuencias (en guiño a las reflexiones de Sade); todo ello sumergido en una estética exquisita y una luz espectacular, convertida en vehículo para reflejar las catarsis personales: es diferente en los planos interiores, sofocantes, herméticos, a su uso en el exterior, donde están la libertad y la calma.



Es novedoso también mostrar el día a día de las prostitutas sin presentarlas como víctimas indefensas; algunas de ellas conservan su propia integridad y dignidad muy por encima de sus actividades, dejando claro que en ocasiones es el cliente el que se denigra y obsesiona, endiosando su figura física y emocional como pieza esencial en su vida mientras ellas se limitan a rentar esta dependencia. Otras incluso se lo pasan bien en las celebraciones de lujo, agradeciendo las atenciones y el poder que se desprende de observar la necesidad desesperada que despiertan en sus habituales, que en ocasiones protagonizan auténticos romances; sin perder de vista que en otros rozan lo despótico y la psicopatía más atroz. Luces y sombras, un híbrido de perspectivas muy diferentes que aporta frescura a un argumento ya manido en novelas y películas del género.



La música se descontextualiza a propósito sin lograr el efecto deseado, una mejor disposición le habría conferido mucha fuerza a los magistrales planos principales y es uno de los pocos fallos del resultado final, mezcla además demasiados estilos, proyectando anacronismo. El montaje flojea también en algunos momentos, quedándose corto el hincapié en ciertas escenas brillantes y largo en otras más vanas. Pero al margen, casa de tolerancia es un genial manifiesto feminista repleto de sutil tenebrismo, una descarga de magnetismo estético que traspasa los standards precedentes dando un enfoque distinto a las bajas pasiones.

--------------------------
Previous post Next post
Up