Título: Posesiones
Fandom: Original
Pareja: Kyle/ Kosuke/ Aishi, algo así.
Advertencias: un poco de incest, ligero. Shonen ai, practicamente nada.
Notas: Aburrido en pocas palabras, pero me gusta sacar cosas del sistema y pues, wee. Además que tenía tentación de hacer algo de este trío.
- ¡No es lo que parece!
Cuando Kosuke dice eso, Aishi siente como si todo fuera una especie de telenovela de esas cursis y llenas de clichés que dan en televisión. Y sabe que entonces lo que dice ese chico -su novio - es mentira y de pronto se siente estúpida, usada y enfurecida. Pero no lo demuestra, no está acostumbrada a mostrarlo.
Sus ojos carmesíes viajan de los ojos grises y que ruegan de Kosuke, hacía los ojos de azulados de su hermano, que parece divertido con la situación. Y no sabe si creer las palabras estúpidas de su novio o al gesto de satisfacción de su hermano.
- Perdón por interrumpir - Termina diciendo y ni ella comprende por qué lo hace y cierra la puerta de la habitación y camina -sin prisas, casi con tranquilidad - hasta la suya y cierra con llave y se acuesta en la cama, ocultando la cabeza en la almohada. Llora.
Maldice, maldice al estúpido infiel de Kosuke, maldice al idiota de su hermano, de su mellizo, promiscuo y seductor, horriblemente perfecto y se maldice a ella misma por ser tan débil, por no ser capaz siquiera de luchar o reclamar.
Tocan a la puerta.
- Ai, cariño...
- No tienes que explicarme, lo entiendo. - Musita y miente porque ella debe mentir. Se talla los ojos y trata de que su voz suene calmada, suene alegre.
- Pero Ai...
- Hablo en serio, Kosuke, entiendo - Y se levanta de la cama, llega a la puerta y la roza con las puntas de los dedos. - Entiendo que él...
- ¡Es Kyle, Aishi! ¿Crees que te engañaría con él?
Y se muerde los labios para no gritar que sí, que sí que lo cree. Y es que los vio. Kosuke sobre su hermano, en la cama, su hermano sin camisa, la mano de Kosuke en su pecho, la camisa de su novio abierta. Y es Kyle. Kyle Odergand. Consigue lo que quiere. TODO. Lo que sea o a quien sea.
- Aishi...
- Abre de una vez, mocosa estúpida - La voz de Kyle, fría, que ordena sin dar lugar a desobediencias, suena al otro lado de la puerta y ella tiembla. Quiere golpearlo, quiere gritarle y herirlo y a la vez quiere que le abrace y le consuele.
- No quiero hacerlo.
- ¡Déjala de una vez, Kyle! - Aishi escucha un golpe seco y se pregunta quién es el atacante y no está segura.
- Aishi, abre de una puta vez. O le disparo a Rod.
Roderique, su perro, el último recuerdo de su vida en familia, en seguridad, lo único -ahora -que es realmente suyo. Niega con la cabeza y recuerda que él no la puede ver. Despacio, abre la puerta y trata de que no se note que ha llorado.
Siente brazos a su alrededor, un abrazo posesivo, un beso en el cuello y se siente mala por no corresponder. Se siente cruel porque sabe que ella es lo único que Kosuke tiene, que es lo único en su mundo. Y ella no le creyó y ahora que lo abraza sí.
- Sí era lo que parecía - Comienza Kyle y su sonrisa es socarrona mientras se acerca y Kosuke le fulmina con la mirada. Le empuja con fuerza y una mirada basta para indicarle que si se acerca es hombre muerto.
- Kyle... - Ella retrocede un paso, luego dos y no importa cuanto retroceda porque él avanza más y le sujeta del mentón y aprieta y sabe que va a quedar marcado, sólo un poco. Se atreve a mirarle con odio y él le sonríe con más malicia.
- Se resistió. ¿Puedes creerlo? Preferirte a ti - Desvía la vista apenas un poco y clava sus ojos azules en los grises que siguen asesinándole. Pero él es el jefe ahí y es intocable. - Qué malos gustos.
La suelta con brusquedad y una de sus manos se deslizan con rapidez hasta su cintura y la atrae hacía sí. Ella se resiste lo más que puede, pues tarda en reaccionar cuando siente el beso en sus labios y es superficial, pero él le muerde el labio. Kyle se separa, la empuja y retrocede a tiempo para escapar de una caja de música que iba directo a su cabeza, cortesía del joven Kosuke Kitajima.
Kosuke le mira furioso mientras el ojiazul sale de la habitación, pero se detiene en el umbral y gira el rostro. Y Kosuke enrojece y no sabe si de rabia o de pena, porque Kyle le guiña un ojo, con una sonrisa que raya en la coquetería y se humedece el labio inferior con la lengua.
- Cuídalo, Aishi - Ríe y termina de salir, fijando la vista en Kotaro que está en la sala y se ha mantenido al margen. Molestar a Newes también es buena idea.
Aishi termina por sonreír y no sabe bien por qué y comienza a pensar que es idiota o algo así. Siente que Kosuke la abraza y murmura algo que le suena a perdón. Ella hunde los dedos en el cabello negro, se siente importante, se siente aliviada y lo hala más a su lado, sentándose en la cama y él también lo hace. No deja de tocarla y ella le besa.
- Tu hermano...
- Olvídalo - Dice y se encoge de hombros. - Le gusta molestar.
- Te lastima.
- Trata de comprenderlo - Y es algo que ella también quiere aprender a hacer. Y recuerda que Kosuke la prefiere a ella, que es la primera persona que no la compara con él. O al menos eso quiere creer.
- Soy esquizofrénico y creo que él está más enfermo.
Aishi asiente porque no sabe cómo rebatir eso. Y vuelve a besarlo y Kosuke es de pronto como un niño y se acurruca. Y ella lo quiere y es único. Y maldita sea, todo le parece demasiado novela.
- Deberías de confiar más en mi - Interrumpe él y ella se muerde la lengua para no contarle que ella es la sombra, el plato de segunda mesa y lo que sobra, jamás capaz de superar a Kyle en nada. Invisible, pequeñita y bastante torpe.
- Lo haré.
- Y ponerle cinturón de castidad a ese loco.
Y Aishi se ríe, le parece de pronto divertido y lo tira en la cama, se acurruca en su pecho y le dice que lo pensará. Y francamente, no bromea, porque tiene que cuidar lo que es suyo