Los libros de noviembre

Dec 15, 2010 16:19





El Horla y Otros Cuentos Fantásticos formaba parte de mi reserva de libros no leídos pero que hay que leerse aunque no sea más que por leer algo del autor. Guy de Maupassant es uno de esos musts  de la literatura, una figura clave en la creación y desarrollo de la historia corta y específicamente del relato corto de terror, que luego llevaría a su cima el Círculo de Lovecraft. En ciertas historias, como Las Prtimeras Nieves o El Horla, la influencia que ejerce en estos autores se detecta con claridad y a mi personalmente me resultan particularmente gratos; otros relatos en cambio, En El Río, no tienen nada de particular y hay que contextualizar al autor en su época para entender el avence en técnica narrativa que suponen. Muy bueno a ratos, aburrido en otros.

Cryoburn es la esperadísima (por los segidores de la saga, al menos) última novela de Lois McMaster Bujold sobre Miles Vorkosigan. Desde 2002 que publicó Inmunidad Diplomática nos tenía esperando y el resultado, la verdad, no es lo que esperaba. La novela empieza in media res (in media allucinatio, más bien) y aun así tarda tiempo en coger ritmo, más que nada porque no te enteras de qué rayos está pasando. La trama es, la verdad, mediocre y predecible, con unos personajes que, salvo los dos principales (Miles y Roic) no tienen profundidad alguna, quizá con la posible excepción de Vorlynkin, el cónsul de Barrayar en Kibou-daini, que va evolucionando con el libro. Y es una auténtica pena, porque la premisa de ciencia ficción en la que se basa el libro (una sociedad que crioniza a sus muertos para ser revividos cuando la ciencia médica haya resuelto el problema de la vejez, lo que hace que legalmente no estén muertos y tengan derechos ptrimoniales y al voto, que delegan desde hace siglos en las compañías de crionización) es tan original como inquietante y daba para, como muy poco, otro Cetaganda y, bien tratado, un La Radio de Darwin o incluso Un Mundo Feliz. Pero todo se disuelve en nada con la introducción del personaje de Jin, un mocoso de primer calibre que estropea la historia y que para mi ha sido el equivalente del niño estúpido que le abre la puerta a los zombis en las pelis de terror de serie B y al que quieres que se coman de una vez. Un desperdicio de premisa, honestamente. Ahora, las tres últimas palabras del libro son, para los fans de la saga, aterradoras, y el libro termina con un estrambote de cuatro o cinco páginas muy, muy bueno, pero que no tiene nada que ver con la historia que cuenta. En resumen, solo recomendable para los fans de Miles Vorkosigan que (como yo) tampoco se lo iban a dejar de leer aunque dijera que es más malo que el hambre en el mundo.

Wintersmith, después de leerme A Hat Full of Sky el mes pasado, tenía que caer en el mismo pedido de Amazon en el que llegaron la recién publicada Cryoburn y la casi recién publicada I Shall Wear Midnight. También me ha decepcionado un poco, dentro de que Pratchett siempre es Pratchett. La trama gira en torno al Wintersmith, un ente mítico (aunque ya se sabe que en el Mundodisco los entes míticos son bastante tangibles) a medio camino entre un dios y una personificación antropomórfica; no es el Invierno ni el dios del invierno, sino el tipo que se dedica a crear el invierno. a hacer cosas como copos de nieve y ventiscas y semejantes) que se obsesiona con Tiffany Aching (otros dirían que se enamora) tras que esta interrumpe un ritual de bienvenida al invierno. La trama en si misma me parece un tanto debilucha, la verdad, aunque se salva por la calidad de: (i) los personajes secundarios, sobre todo Granny Weatherwax (Yaya Ceravieja) y Nanny (Tata) Ogg pero sin olvidar a los imapagables Nac McFeegle y su peculiar idioma (por favor, que cuando traduzcan estos libros al español vuelvan al divertidísimo gallego de pega de Carpe Jugulum y no a la espantosa traducción de Pequeños Hombres Libres); y (ii) las tramas secundarias, en las que Tiffany sale a relucir (p.ej. su relación con las brujas mencionadas, con Ms. Treason, con Annagramma) por no olvidarnos de la centésima adición a la magia cabezológica: el boffo. Recomendable, como todos los Pratchett, sobre todo a quienes no hayan leído determinadas líneas de razonamiento ya seis o siete veces (la cabezología, la diferencia entre brujas y magos, etc. etc.). Curiosamente de este libro no extraigo líneas memorables...

pratchett, vorkosigan, libros

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