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makesomenoiise me obliga a escribir TaeBom a estas horas. SÍ, LO SÉ, ESTA CHICA NO TIENE COMPASIÓN CON NADIE.
Advertencias: Yo de ti... huiría. Lejos. No lo leas, es muy malo @__@ No sé apenas nada de Taeyang ni de Bom, so... no pidáis realismo porque no lo vais a encontrar.
He aquí el fic. Taeyang (Big Bang)/Bom (2NE1). Es hetero sin ninguna sutil referencia al slash. TRANQUILIDAD, sigo bien de la cabeza (?)
- Déjame. En. Paz.
Le cierra la puerta en las narices. No necesita visión de rayos x para saber que al otro lado de la puerta, Taeyang se ha quedado con el ramo de flores y la cara de tonto que no sabe dónde, cuándo ni por qué. Menudo elemento.
Cuando se gira, Chae Rin está muerta de la risa en su cama, con una manzana aún bailando entre las manos. Se ríe y se retuerce, desordenando impúdicamente SUS sábanas. Maldita cría.
- Dale una oportunidad, anda-le comenta entre carcajada y carcajada. Bom se plantea hacerle tragar la manzana entera- Es el mejor candidato a marido perfecto.
Se tomaría el comentario en serio si no fuera porque, en primer lugar, no es el «candidato a marido perfecto» y en segundo lugar… bueno, cualquier cosa que salga de los labios de Chae Rin debería ser ignorada por el bien de la humanidad.
Bom se sienta de espaldas a ella, a ver si así capta el mensaje. Normalmente intenta soportar las quisquillosas y retorcidas palabras de la chiquilla, como el resto del grupo, pero hoy está irritada. Taeyang no le ha dejado en paz en todo el día y empieza a creer que se le está quemando el cerebro de tanto odiarle.
- No entiendo por qué no te gusta… - continua la menor, ignorando completamente el vacío que le hacen. Es una capacidad extraordinaria, la de Chae Rin: deja de notar que hay gente alrededor y sigue a su rollo aunque no la escuche nadie.
- Es un idiota. - responde, abriendo el libro más cercano que tiene- Se cree que siendo amable y esos rollos ya puede tener a cualquier mujer que se le cruce por el camino. - Chae Rin se ríe (aún encima de SU cama) por algún chiste privado que, decididamente, Bom no quiere compartir- ¡No tiene los humos subidos ni nada!
En ese momento, siente el colchón crujir como un viejo gruñón y al segundo tiene la mano fría de su compañera en el hombro. No se sobresalta, está acostumbrada a sus apariciones y desapariciones misteriosas. Casi podría decirse que estaba esperando el contacto.
- Entonces, ¿me lo puedo quedar? - le pregunta felizmente, dándole un buen mordisco a la manzana.
Bom se atraganta de la risa.
- Ni que fuera de mi propiedad, Chae Rin.
Y la menor sale de su habitación medio bailando, tremendamente contenta.
Al fin, con el silencio reinando entre esas cuatro paredes, puede concentrarse en la lectura. Tarda unos quince minutos en darse cuenta de que no entiende nada porque está en mandarín.
Por algún motivo, no puede quitarse de la cabeza la imagen de Taeyang y Chae Rin juntos. No pegan para nada. De hecho, aun sin saber por qué exactamente, odia la simple idea. Quizás es su instinto maternal, que no permite que «su niña» esté con un hombre… y menos con el idiota de Taeyang.
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Se suceden días de filmación de un programa del que no sabe ni el nombre (tampoco es que importe mucho). La cuestión es que también participa Big Bang y se quiere morir (un poco o, mejor, mucho) porque:
1. CL se ha pasado el día pegada a Taeyang.
Esto implica que Bom se haya pasado media mañana embobada, mirándolos con recelo. Sobre todo los movimientos de Taeyang, que se ha mostrado más que encantado ante la atención de la chiquilla. Lo más molesto de todo es que Chae Rin no para de hacer comentarios graciosos porque él se coge de la barriga con frecuencia y busca apoyarse en los demás para no caer al suelo (y no es que Bom se haya fijado, pero se ríe con una dulzura picante: echando el cuerpo hacia delante como si doliera y con los mofletes un poco coloreados como si le diera vergüenza).
Este punto también tiene sus ventajas, sin embargo, lo que nos lleva a:
2. Taeyang la ha ignorado todo el día.
Que no es que sea malo en sí (de hecho, está casi tranquila, si no fuera por esa sensación pesada en el estómago que le alerta de que falta algo), pero un poco preocupante sí que es y la tiene de un humor insoportable. Ji Yong le ha preguntado qué le ocurre en un momento de lucidez y a Bom le ha faltado ladrarle que «no pasa nada». Luego le ha dado pena y se ha disculpado, sí, pero nadie le puede quitar el aura de acércate y te quemas.
Y, para más inri, Taeyang no deja de reírse con Chae Rin y le lleva flores. ¿Desde cuándo esa cría es graciosa? Jamás en la vida ha contado un buen chiste, pero Taeyang parece decidido a recompensarle en pocos días esos silencios violentos que crean sus paranoias. (Y en serio, se ríe como si la risa naciera de la tierra y subiera vertiginosa por todo el cuerpo, hasta llegarle a la cabeza y dejarlo mareado).
Lo acepta.
Le molesta mucho que Taeyang se junte con Chae Rin. Y sigue convenciéndose de que es porque tiene miedo de que la niña salga herida por los tontos caprichos de él.
(Lo peor es saber que siempre ha tenido razón. Taeyang no es diferente al resto de hombres: solo se centra en sus deseos y caprichos y cuando se cansa, cambia de juguete. Menos mal que ella dejó de ser una muñeca hace tiempo).
Un día se los encuentra. Por casualidad, porque el destino está aburrido y juega a hacérselo pasar mal a las personas.
En el cuarto de baño. Muy cerca. Más cerca de lo permitido. Taeyang no lleva camiseta. Chae Rin está sonrojada. Bom da media vuelta antes de matar a alguien.
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Está furiosa. Tanto que podría arrancarle las uñas a alguien una por una.
Quiere pegar a alguien. A Taeyang por ser un caprichoso de mierda y un asaltacunas de cuidado. Si por ella fuera, le pegaría un buen puñetazo hasta partirle el labio (pero la YG la sancionaría o algo por estropear su imagen de esa manera tan burda). Pero también a Chae Rin. Por dejarse llevar por un tipo que hasta hacía unos días la «quería» a ella, por permitirle acercarse tanto, por hacerle reír como nunca lo ha hecho Bom, por pedirle permiso y dar por sentado que le daba permiso, porque, maldición, debería haber estado ELLA en su lugar…
Oh.
Mierda.
Gran problema.
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Lo bueno de Park Bom es que es una mujer resuelta y decidida que resuelve problemas de proporciones épicas a velocidad inhumana.
Días después, tras haber perdonado a Chae Rin una vez le explicó lo ocurrido (Que son solo amigos, que las flores no eran nada, que a Taeyang se le manchó la camiseta por su culpa y ella estaba ayudándole a lavarla, pero cuando se dio cuenta de que estaban solos en el lavabo y él medio desvestido, le entró vergüenza y se puso colorada) y haberla obligado a ser su criada durante un par de semanas, Bom se dirige a la habitación de Taeyang.
Y en cuanto éste le abre, se lanza sobre sus labios.
Así de sencillo.
Bom le ataca por todas partes, completamente decidida a acabar con Taeyang y su caballerosidad. Manos que vuelan veloces y expertas por su camiseta, repasa sus labios con la lengua y él, al principio confuso, tarda medio segundo en responder, justo en el momento en que su espalda colisiona con la pared.
Bom le aprieta hasta que cree que puede traspasarle si continua y a Taeyang le falta tiempo para colocar las manos en su espalda. Caballeroso como siempre, la chica se irrita porque, en serio, es muy molesto que pretenda seguir haciéndose el dulce y respetuoso cuando lo que quiere Bom es… follar. Así que se separa, dejándolo perplejo y sin aliento, le coge las manos y las lleva hasta su culo.
- A ver si - comienza, entre beso y beso y caricias en zonas prohibidas- te enteras… que no me gusta la caballerosidad.
Taeyang desplaza una de sus manos hasta su pelo, para facilitar el cambio de posición. Gira sobre sí mismo y la empuja contra la pared, delicado porque no sabe ser de otra manera. Bom sonríe salvaje dentro del beso, cuando le nota totalmente caliente y excitado, pegado a ella. Arden, y les falta oxígeno para dejar de besarse.
Lo hacen allí mismo.
En algún momento, él gime algo parecido a «vamos a la cama», pero Bom no se lo permite. Le agarra con fuerza y le clava las uñas en la espalda. Él suelta un jadeo, jamás se imaginó que Park Bom fuera así. Pero eso no impide que, victorioso y feliz, se deje guiar por esa muchacha medio loca toda la noche.
En cuanto a ella, bueno, no le gusta la caballerosidad, ni le gustó ni le gustará, pero con Taeyang…
Quién sabe, quizás podría acostumbrarse.
NO. NO QUIERO SABER LO MALO QUE ES. GRACIAS.