EXO [Reminiscencia, Parte 1: Luz (de mi vida) (14/17){Parte 1/3}]

Sep 14, 2015 02:44

Título: Reminiscencia
Parte: Primera, Luz (de mi vida)
AU: Reminiscencia!AU
Fandom: EXO
Pairing: Chanyeol/Baekhyun, Kai/D.O, Suho/Chen
Rating: R
Palabras: 20.198
Summary: Baekhyun soñó. Soñó con las sirenas de las ambulancias, con el calor asfixiante sobre la piel. Soñó con un chico hecho de fuego, con un grito sobre el silencio; con otro hombre, de rostro muy joven y ojos muy cansados, leyendo la etiqueta que alguien le había colocado en el pie.
Y de repente, todo seguía pareciendo un sueño, pero él había abierto los ojos y estaba quieto, de pie, en el lugar en el que había empezado todo.
[Reminiscencia (del latín: reminiscentia)
-Acción de representarse u ofrecerse a la memoria el recuerdo de algo que pasó.
-Recuerdo vago e impreciso]


Entre la vigilia y el sueño, la luz y las tinieblas.
.


Parte Primera - Capítulo 14

Tan pronto como se hubo internado un par de pasos en el bosque, Baekhyun decidió que no le gustaba aquel lugar.

Si bien la ciudad, el lugar en el que había crecido, se había acabado convirtiendo en un sitio diferente después de su muerte, su esencia seguía siendo familiar. Era un mundo gris y roto, pero las calles, los edificios y la gente eran iguales a cuando había estado vivo, y aquello, en cierto sentido, siempre lo había calmado. Aquel bosque, sin embargo, era distinto.

Los árboles a su alrededor eran tupidos, densos, de un color verde parduzco, y sus ramas se retorcían sobre sus cabezas en formas imposibles, cerrándose a su alrededor como garras. Juegos de raíces sobresalían también del suelo de tierra, enredándose las unas en las otras por encima del musgo, el barro y las hojas secas. Baekhyun no sabía si un árbol era capaz de sufrir, pero en todo lo que podía pensar al observar los troncos grises y las ramas grotescamente curvadas era en que todo aquel lugar parecía haberse quedado paralizado en un estado de terrible agonía.

-Baek -la voz de Chanyeol, grave sobre la quietud casi enfermiza que reinaba a su alrededor, logró devolverlo a la realidad. El otro chico, que había estado caminando hacia el interior del bosque delante de él, se había detenido y lo estaba mirando con una mano en la cintura y el ceño fruncido. Antes de salir, había cambiado su sudadera azul metálica por una roja, que llevaba con las mangas arremangadas hasta el codo y la capucha cubriéndole la frente, y lo vivo del color parecía terriblemente fuera de lugar en la monotonía muerta de aquel lugar-. No te quedes atrás, hay monstruos aquí.

-En este mundo hay monstruos en todas partes -murmuró Baekhyun, apretando el paso, sin embargo. Chanyeol le dirigió algo parecido a una mirada de advertencia, volviendo a colocarse, en un par de zancadas, por delante de él.

-No como los de aquí -replicó-. Esto no es la ciudad. Aquí la Rueda no tiene tanta influencia, así que lo que hay es cincuenta veces más malo. Los monstruos son más fuertes, y más crueles. No te atacarán si no te separas de mí, pero si te quedas solo…

-¿Y por qué no iban a atacarnos, si vamos juntos? ¿Es que sienten más tolerancia por la gente que viaja en parejas o…?

-Digamos que la mayoría de las cosas que viven aquí sólo tienen respeto por la pura fuerza bruta. El poder, como tal. Pueden sentirlo. No se lanzarían contra mí; ni contra ti si vas conmigo y creen que eso puede provocarme. No son inteligentes, simplemente entienden la ley del más fuerte.

-Genial. Entiendo que eso quiere decir que a mí no me consideran amenazante, ¿uh?

-Bueno… -Chanyeol se llevó una mano a la nuca, meditó su respuesta como si verdaderamente temiera que Baekhyun fuese a sentirse mal si le recordaba que sus poderes seguían siendo virtualmente inútiles-. Si te sirve de consuelo, creo que a esta clase de monstruos el noventa por ciento de la población de Reminiscentes actual les parecerían criaturas indefensas. No son como lo que has visto hasta ahora.

-Mal por ellos. No deberían subestimarme, puedo… uhm, ¿brillar?

-Probablemente eso no les guste -replicó Chanyeol con algo parecido a una risita-. Ya has visto como es este sitio; no creo que esté precisamente lleno de amantes de la luz.

-Siempre es bueno saberlo.

Baekhyun ahogó un escalofrío, percatándose de que, por vez primera desde que había llegado a Reminiscencia, tenía frío y sentía la humedad en el ambiente pegándosele a la piel. Era extraño, especialmente después de que su cuerpo se hubiera acostumbrado ya a la temperatura constante de la ciudad. Hacía que parte de él se sintiese especialmente alerta, más consciente de su entorno de lo que había estado en semanas, y que algo en su interior se encogiese, víctima de un pánico al que era incapaz de ponerle nombre del todo. No eran sólo los monstruos, la humedad o la penumbra. Había algo más.

-Cuanto más tiempo estoy en este bosque, menos me gusta -acabó diciendo, aunque sólo fuera porque prefería decir algo, lo que fuera, antes de quedarse callado-. No se oye nada, como si todo a nuestro alrededor estuviera muerto. ¿Por qué iba a haber venido Kris con Sehun en un lugar así? ¿Qué es lo que quieren?

-No lo sé -Chanyeol frunció los labios, pasando por encima de una raíz especialmente retorcida, y Baekhyun se encontró envidiando sus botas militares cuando trató de imitarlo. Las zapatillas de deporte que llevaba puestas le habían servido en la ciudad, pero lo hacían sentirse inestable allí, y lo último que necesitaba era caerse de bruces y torcerse un tobillo en mitad de aquel sitio-. Pero nosotros no vamos a donde están ellos. No te habría traído conmigo si fuera así. Bastante arriesgado es esto ya.

-Chanyeol, eh -el chico casi podía sentir la tensión en los hombros del otro Reminiscente, el deje frustrado en su voz. Lo habría hecho detenerse y le habría posado una mano en el hombro, pero el pensamiento lo hizo ponerse nervioso, así que lo descartó-. Tal vez nosotros también encontremos algo.

-Puede que sí. Yo no digo que nuestra misión sea inútil ni nada parecido, pero yo quería…

-Créeme que te entiendo. No te preocupes.

Su afirmación no obtuvo respuesta alguna pero Chanyeol, al menos, pareció relajarse un tanto. Los dos continuaron internándose en el bosque en silencio, con Chanyeol abriendo el paso y Baekhyun a su espalda, observando con desconfianza el paisaje gris a su alrededor. Luhan no había vuelto a contactar con ellos desde que les había anunciado que Suho ya había sido correctamente informado de la presencia de Baekhyun allí, y el chico echaba de menos su voz en su cabeza. Con Luhan parloteando en su cerebro, al menos parecía que estaban conectados con el resto del mundo, no aislados en mitad de ninguna parte.

-Hablando en serio, ¿por qué querría nadie venir a este sitio? -comentó cuando, tras diez minutos de marcha escasos, los árboles se hicieron tan frondosos que parecieron tragarse al sol y cualquier rastro de un sendero se difuminó bajo sus pies-. ¿Qué hay aquí, aparte de musgo, troncos y monstruos? ¿No estarían mejor quedándose en casa?

-Ya ves -contra todo pronóstico, y por primera vez desde que lo había visto aquel día, Chanyeol se permitió mirarlo y sonreír, y Baekhyun tuvo que esforzarse para mantener la concentración, seguir andando al mismo sin tropezar con nada-. Cuando estaba con nosotros, Kris solía ser un tanto, uh… ¿Cómo decirlo? ¿Esnob? No solía quejarse en voz alta, pero miraba a Suho mal cada vez que lo enviaba a patrullar a algún sitio turbio. Era divertido de ver.

-¿Turbio? ¿Turbio como dónde? ¿Como la colmena en la que te caíste el otro día?

-Algo así, sí -Chanyeol hizo una mueca y Baekhyun estuvo a punto de soltar una carcajada, incluso a pesar de estar en mitad de un sitio potencialmente peligroso e infestado de monstruos asesinos-. Parece que lo de sentir predilección de repente por los bosques tenebrosos le ha venido después de Caer. Queda bien con toda la imagen de villano, supongo.

-Bosques tenebrosos, planes malvados y mucho cuero negro, ¿eh? -bromeó Baekhyun con una sonrisa, meditando durante un instante antes de suavizar la voz y formular su siguiente pregunta-. Antes de Caer, ¿cómo era? Kris, quiero decir. Ahora no parece demasiado amigable, pero supongo que sería distinto, cuando era tu amigo.

En los meses que llevaba allí, Chanyeol era la persona con la que Baekhyun había pasado más tiempo. A aquellas alturas, el otro Reminiscente conocía todos los detalles de su historia dentro de aquel mundo, y también fragmentos de lo que el chico había sido antes de morir - su familia, su casa, su vida amorosa lamentable y su familia. Ahora bien, y a pesar de que había detalles que Baekhyun también sabía de él - que Chanyeol, quitando las estrellas, no recordaba su pasado; que tenía un poder increíblemente fuerte y parecía asustado de descontrolarse; que tenía una cicatriz en la espalda y que no recordaba su primer beso - por mucho que esa fuera información que había descubierto poco a poco y de cuya posesión se sentía extrañamente orgulloso, no había tardado en descubrir que, por lo general, y aunque Chanyeol soliera ser muy amable, si había algo que no hacía era hablar de sí mismo con los demás.

-Era… Para muchas cosas era igual que ahora -comenzó a decir su amigo entonces, chasqueando la lengua, y hubo algo en su tono que hizo a Baekhyun pensar que volvería a cerrarse en sí mismo, pero, contra todo pronóstico, el otro Reminiscente añadió algo más-. Siempre hacía las cosas a su manera. Y siempre, siempre me trataba como a un niño.

-Venga ya, ¿cuántos años os lleváis? -Baekhyun se permitió ahogar una sonrisita.

-No lo sé, me gustaría saberlo, pero yo no soy tan joven -replicó Chanyeol-, y él no es tan mayor. Lo único que ocurre es que tiene complejo de padre. O de, no sé, rey malvado. Ahora no estoy seguro de cuál de las dos.

Baekhyun había abierto la boca para responder cuando sintió al otro chico quedarse muy quieto. Todo transcurrió en el lapso de un segundo escaso: al principio, Chanyeol lo estaba mirando, sonriendo y con los ojos brillantes, y en un parpadeo había tensado la espalda, observando los troncos retorcidos a su alrededor con los puños apretados y la mandíbula cuadrada.

-¿Qué…? -comenzó Baekhyun.

-¿Has oído eso?

El chico no había oído absolutamente nada - todo era silencio, silencio enfermizo, silencio tan profundo que lo hacía estar empezando a tener asustarse - pero sintió la garra del miedo, cerrándose sobre la boca de su estómago. Su poder estaba ahí, brillando en sus entrañas, y Baekhyun trató de aferrarse a él, de invocarlo y canalizarlo, porque cualquier cosa que pudiera hacer era mejor que nada.

No vio a Chanyeol hasta que lo tuvo encima. No lo sintió detrás de él hasta que una mano áspera se cerró sobre su boca y otra lo aferró por la cintura, tirando de él hacia atrás.

-¿Por qué..? -comenzó a decir, hasta darse cuenta de que los dedos sobre sus labios habían, en efecto, conseguido silenciarlo, y que todo lo que estaba saliendo de su garganta eran murmullos amortiguados.

-¿Qué haces? No hagas ruido. No invoques tu poder. Pueden sentir la energía.

Baekhyun tuvo que luchar para no resistirse, para dejarse arrastrar sin pelear. Chanyeol seguía tirando de él, retrocediendo con su cuerpo casi a cuestas como si estuviese cargando con un muñeco enorme. No paró hasta haberse internado en la espesura, separándose de la ruta que habían estado siguiendo y obligándolo a agacharse con él detrás de una especie de zarza cubierta de espinas.

-Quédate quieto -le susurró al oído, apartándole, por fin, los dedos de los labios y apoyándolos con suavidad sobre su hombro-. Y si algo nos ataca, corre, ¿de acuerdo?

-¿Pero qué es…?

-No lo sé.

Si aguzaba el oído, Baekhyun podía escucharlo: un sonido tenue, casi inaudible. Un sonido regular, amortiguado y continuo. Pisadas sobre el barro, humanas quizás, o tal vez no.

El chico no sabía qué clase de monstruos vivían en aquel lugar - si tenían aspecto humanoide o de bestias, si eran grandes, si tenían cuchillas, o garras, o dientes afilados - y tuvo que apretar los dientes para luchar contra el impulso de defenderse, de utilizar su poder aunque sabía que no serviría para nada. En lugar de eso, trató de concentrarse en Chanyeol, en su presencia tras él, en la calidez de su cuerpo a su espalda sobre el frío del bosque.

Durante un momento, pareció funcionar. El poder en su interior titiló, y se atenuó, dejando de llamarlo, y todo lo que quedó fueron los pasos, suaves y lejanos, en algún punto por delante de ellos.

Baekhyun se pegó más contra Chanyeol, y sintió los dedos del otro chico cerrándose con más fuerza sobre la tela de su suéter gris, justo sobre su estómago. Un segundo dio paso al siguiente, y Baekhyun se preguntó vagamente si los monstruos no podrían olerlos pero el instante se alargó, y los pasos no hicieron amago de acercarse.

Se alejaban, de hecho, atenuándose, y no tardaron en desaparecer, dejándolos, de nuevo, solos, en una quietud tan profunda que los únicos sonidos que Baekhyun era capaz de escuchar eran la respiración de Chanyeol contra su oído y su propio corazón, latiéndole con fuerza tras las costillas.

-¿Se ha ido? -murmuró, y sintió más que escuchó al otro Reminiscente chistándole contra el cuello.

-No lo sé. Espera.

Aunque hubiera querido, Baekhyun no habría podido moverse de todas formas. Chanyeol lo estaba sujetando contra él, con el cuerpo entre detrás y encima del suyo detrás de la zarza, y el chico dudaba que supiera hasta qué punto lo estaba haciendo con fuerza, apretando la tela de su jersey hasta arrugarla, clavándole los dedos en el hombro.

Todo estaba silencioso. No se oía absolutamente nada.

-Se ha ido -repitió Baekhyun, afirmándolo ahora, pero sin alzar la voz. Chanyeol, a su espalda, pareció relajarse un tanto, disminuyendo la presión de su agarre e inclinando la cabeza hacia delante, rozándole el cuello con la nariz.

-Oh, dios mío, menos mal -susurró, dejando salir una bocanada de aire que le impactó a Baekhyun contra la piel. El chico ahogó un escalofrío, trató de forzar algo parecido al humor en su voz.

-Creía que, de los dos, tú eras el luchador entrenado aquí -murmuró.

-Lo sería, si me gustase pelear.

Sus alrededores seguían estando en silencio, y fue entonces, con la tensión ante el peligro inminente comenzando a evaporarse por fin de su cuerpo, cuando el chico se percató, del todo y por fin, de la posición en la que habían terminado. Chanyeol seguía prácticamente encima de él, casi como si lo estuviera abrazando, con una mano prácticamente rodeándole la cintura y los labios sobre su cuello. A Baekhyun le habría gustado creer que no habría tenido ningún problema con ello de no ser por lo que había ocurrido en la azotea la noche anterior, que no podía evitar recordar demasiado bien, así que intentó no pensar.

-Deberías moverte -dijo en voz baja.

-¿Eh? -susurró Chanyeol, y su respiración era cálida, suave, contra su piel. Baekhyun lo maldijo interiormente y giró el cuerpo en la medida de lo posible para tratar de mirarlo de frente.

-Me estás… Bueno, aplastando un poco.

El rostro del otro chico estaba ahora en su campo de visión, lo suficientemente cerca como para que Baekhyun pudiera contarle las pestañas. Chanyeol siempre había tenido los ojos grandes, brillantes como los de un niño cuando estaba de buen humor, pero la luz pareció congelarse en sus pupilas cuando los abrió aún más, pillado por sorpresa.

-Ah. Ah -exclamó, haciendo el amago de apartarse, pero sin acabar de moverse del todo-. Perdón. No pretendía…

-No pasa nada. Es sólo que deberíamos continuar hacia donde estábamos yendo. ¿No?

-Sí. Sí, claro -Chanyeol lo estaba mirando a los ojos, todavía con expresión ligeramente espantada, y Baekhyun se humedeció los labios, separándolos para bromear de nuevo, tratar de quitarse al otro chico de encima así. Cuando los ojos de éste se apartaron un segundo de los suyos, descendiendo para volver a subir, algo parecido a una intuición lo golpeó como un puño en el estómago.

Lo sabe. Mierda, lo sabe.

No podía saberlo, ¿no?

-Yeol -Baekhyun pronunció el nombre sin saber muy bien qué iba a decir a continuación, dio un respingo cuando otra voz lo interrumpió.

-¿Se puede saber qué estáis haciendo vosotros dos?

Por fin, Chanyeol lo soltó, incorporándose como si algo bajo el suelo lo quemara. Libre otra vez, Baekhyun lo siguió, sintiendo las piernas levemente dormidas y temblorosas a causa del tiempo que había pasado prácticamente tirado sobre el barro. Un lateral de su vaquero estaba húmedo y machado de tierra, y la sensación habría resultado lo suficientemente desagradable como para hacerle torcer el gesto de no ser por la escena que tenía delante.

-¿Kyungsoo?

Baekhyun no acababa de entender muy bien de dónde había salido, pero el otro Reminiscente estaba allí, delante de ellos, con los brazos cruzados y el ceño fruncido debajo de su capucha negra. En mitad de aquel bosque parecía mucho más pequeño y malhumorado de lo habitual, y sus ojos oscuros se estaban paseando de Baekhyun a Chanyeol, con el mismo brillo de reproche exacto que cuando el chico lo hacía especialmente mal durante un entrenamiento.

-¿Dónde os habíais metido? Os estaba buscando -dijo en tono seco. Chanyeol abrió la boca para responder, haciendo ademán de señalar al arbusto con una mano, pero Kyungsoo sacudió la cabeza-. Olvida esa pregunta. Sé dónde estabais. Lo que quiero saber es qué hacíais ahí. Llevo diez minutos buscándoos.

-Uhm. ¿Escondernos?

-¿Esconderos de qué, Chanyeol?

-Oímos pasos -intervino Baekhyun con suavidad, decidiendo tomar las riendas de la conversación antes de que Kyungsoo se irritara lo suficiente como para lanzar a Chanyeol a las zarzas de una patada-. Parecían humanos. Pensamos que podía ser un monstruo, o alguien peligroso. Ahora que lo pienso, si habías venido a por nosotros, puede que fueras tú.

-Probablemente. Si hubiera sido un monstruo, o el enemigo, viendo lo alerta que estabais ya estaríais muertos.

-Eh, estábamos alerta -protestó Chanyeol-. Al principio.

-Puedo esperarme de Baekhyun que cometa fallos, Chanyeol, pero tú llevas años aquí. Deberías saber que en este bosque no se bromea.

-No estaba… Si nos estabas buscando, podías haberle dicho a Luhan que nos avisara.

“Lo intenté” la voz mental de Luhan llenó el cerebro de Baekhyun tan pronto como el otro chico hubo pronunciado su nombre, formando los pensamientos en sus cabezas casi como si se estuviera riendo. “Traté de contactar con vosotros cuando vi que Kyungsoo no podía encontraros, a pesar de haberlo enviado en la dirección correcta. Los dos bloqueasteis mi señal, supongo que porque estabais demasiado ocupados estando alerta.”

-Yo… Probablemente -Chanyeol suspiró. Se aclaró la garganta-. De todas formas, Soo, ¿para qué nos estabas buscando? Pensé que estabas en el otro grupo, con Suho y con Kai. ¿Ha pasado algo?

Kyungsoo chasqueó la lengua.

-Kai es lo que ha pasado.

-¿Kai? -repitió Baekhyun. Aquello sonaba como un nombre, uno que creía haber escuchado en la conversación entre Chanyeol y Luhan, antes de salir hacia el bosque, pero salvo eso no le era familiar en absoluto-. ¿Quién es Kai? ¿Uno de los Caídos?

-No -respondió Kyungsoo con sequedad, dirigiéndole una mirada breve antes de volverse hacia Chanyeol-. Ya sabes por qué venía con nosotros, ¿no? Se supone que iba a acompañarnos porque quería saber lo que pasa en su bosque, pero no llevábamos ni quince minutos aquí cuando se ha esfumado. Pensaba que podía estar con vosotros dos, pero…

Chanyeol arqueó las cejas.

-¿Para qué iba a venir aquí?

-No lo sé. Podíais haberos metido de lleno en un territorio de su bosque en el que no os quisiera, qué sé yo. Luhan no puede detectarlo a él; tampoco puede detectar ya a Kris, o a Sehun. Pensar que estaba con vosotros era la mejor opción de muchas otras en las que no quiero pensar.

-Ya. ¿No habéis encontrado nada?

-Aún no. No hemos llegado al punto en el que Luhan percibió la fuente de energía. Suho está esperando a que yo vuelva para seguir avanzando. Es mejor no adentrarse mucho en este bosque yendo solo y, como puedes ver, yo he tenido que desviarme del camino. Te avisaremos, si más adelante encontramos algo.

Chanyeol asintió con la cabeza, suspirando.

-Supongo que eso quiere decir que vuelves a irte.

-Sí -Kyungsoo miró a su alrededor, entornando los ojos, y Baekhyun pudo escuchar cómo tomaba aire en un sonido corto y seco sobre el silencio reinante-. Avisa a Luhan si encontráis algo. Y, por lo que más quieras, Chanyeol, intenta no cerrar tu mente a él. Puede que Suho haya dado su consentimiento para que Baekhyun nos acompañe en la misión, pero no está... digamos que del todo a favor de que se ponga en peligro. Todavía está en período de prueba.

-Ha dado permiso, de todas formas.

-Y puede que el hecho de que se lo pidierais prácticamente cuando ya habíais salido de la base haya tenido algo que ver, ¿no crees? -Kyungsoo sonrió en una mueca tensa, sin humor, antes de volver a fruncir los labios con seriedad-. Pero, de todas formas, tú estás a cargo aquí, Chanyeol. De vosotros dos, eres el Reminiscente más veterano, y el mejor entrenado. Me gustaría poder saber que puedo volver con mi líder y dejarte solo sin que decidas que la mejor estrategia para enfrentarte a tus enemigos es abrazar a tu compañero de misión detrás de un arbusto.

El tono de Kyungsoo había sido totalmente neutro, pero, aun así, Chanyeol tartamudeó.

-Era una táctica defensiva -comenzó a protestar-. Funciona con la mayoría de monstruos durante las patrullas. Estás a salvo si consigues que no te detecten.

-Y puede que en la ciudad tratar de ocultarte te sirva, pero en el bosque vas a necesitar mucho más que esconderte detrás de un tronco -Kyungsoo cambió el peso del cuerpo de un pie a otro. No llevaba botas militares, como Chanyeol, pero sí calzado de montaña, con los cordones negros atados con doble lazada a la altura del tobillo-. De verdad, Chanyeol. ¿Cuántas veces te han hablado de este lugar desde que llegaste aquí? ¿Cuántas lecciones hemos tenido sobre este sitio, todos juntos, cuando éramos más y entrenábamos en grupo?

-No lo sé. No es que las lecciones de Suho fueran precisamente divertidas. Probablemente me quedé dormido en más de una.

-Que yo sepa, Jongdae era el que se pasaba las clases magistrales de Suho roncando, no tú -replicó Kyungsoo-. Ni que tú pudieras dormir, con la cantidad de energía que generas. Al menos nos dejarías atender a los demás, si fuese así.

Chanyeol abrió la boca, la cerró, y Kyungsoo suspiró como si estuviera hablando con un niño especialmente terco, mientras Baekhyun paseaba los ojos del uno al otro, sintiéndose, de repente, muy alerta.

-Eh, yo también descanso. A veces.

-Lo que tú digas -resopló Kyungsoo, apretando los labios antes de dar media vuelta-. Pero, hagas lo que hagas, ten cuidado. Creo que el punto de poder al que vais no está ya demasiado lejos. Quince o veinte minutos caminando hacia el norte. No van muchos monstruos allí, ya sabes que no les gusta, así que si no hacéis tonterías estaréis relativamente a salvo. Si pasa algo, llama a Luhan. Estaremos atentos.

-Bien. Y suerte con vuestra misión, Kyungsoo. Avisad... Avisad si tenéis problemas, o queréis que vayamos. Estaremos allí en un momento.

El otro Reminiscente asintió con un gesto casi imperceptible, pero optó por no responder antes de internarse en la espesura. Las sombras grises no tardaron en tragárselo, haciéndolo desaparecer en una niebla que había empezado a levantarse. Baekhyun se estremeció, ocultando las manos bajo las mangas de su jersey. Todo a su alrededor estaba anormalmente tranquilo, de un modo que lo hacía sentirse inquieto, y el chico lamentó no haber tenido la ocurrencia de llevar consigo un arma, a ser posible una con filo.

-¿Vienes? -la voz de Chanyeol lo devolvió a la realidad, y al alzar la vista, Baekhyun vio al otro Reminiscente ante él, con la capucha de la sudadera todavía echada y los ojos muy grandes, extrañamente brillantes, clavados en él-. Cuando antes hagamos lo que hemos venido a hacer, antes podremos volver a casa.

De lo último que tenía ganas Baekhyun era de quedarse en un sitio como aquel más de lo estrictamente necesario, así que siguió a Chanyeol cuando éste retomó la marcha, avanzando a través de una niebla cada vez más densa hacia el corazón del bosque. Según proseguían la marcha, los árboles se hacían más altos, más negros y más retorcidos, y el silencio se volvía pesado sobre sus cabezas, calando más allá de la piel, hasta los huesos.

Baekhyun todavía sentía un ligero peso en el estómago, una intuición en un rincón de su cabeza.

-Chanyeol -dijo, cuando el silencio se hizo demasiado pesado y decidió que necesitaba hablar. Habría entendido que el otro chico lo mandase callar, que alegase que podía haber monstruos en los alrededores, pero no lo hizo. En lugar de eso, redujo la marcha un tanto y se giró a mirarlo, casi con precaución-. ¿Qué se supone que hay en ese punto de control que vamos a investigar?

A juzgar por la expresión en su cara, el otro chico pareció más aliviado que otra cosa.

-Es, uhm, no sabría qué decirte. Este mundo está lleno de trastos antiguos, como toda la chatarra en las habitaciones de las cuevas bajo el hotel, o el artefacto que Luhan tiene conectado a la cabeza. Esa clase de cosas. Ese punto de control es algo parecido. Es... un centro de poder, o algo así, una especie de caja de piedra que los antiguos Reminiscentes pusieron allí hace mucho, no sé si para algo en concreto -Chanyeol se llevó una mano a la nuca, esbozando una sonrisa de disculpa-. Este plano tiene muchos años y tuvo su época dorada, tiempo atrás. Ya te lo he dicho, hay chismes antiguos por todas partes, y ni siquiera Suho y sus clases magistrales han podido explicarnos para qué sirven la mayoría de ellos. Es por eso que a él y a Kyungsoo les preocupa lo que hayan podido estar haciendo con esa cosa. Tal vez hayan descubierto cómo funciona. Tal vez puedan hacer algo peligroso con ella si es así. O, al menos, esa es la teoría.

-¿Y qué es lo que pasa en la práctica?

-No lo sé. Tal vez estuvieran husmeando sin más. Quizá estuvieran buscando alguna cosa, y que en lugar de allí la hayan acabado encontrándola en el sitio al que están yendo Suho y Kyungsoo.

-Ya veo.

Chanyeol se mordió el labio, saltando de un lado a otro de lo que parecía el lecho de un arroyo, completamente seco y cubierto de piedras, y Baekhyun lo observó por el rabillo del ojo, tomando aire una vez más.

-Chanyeol -volvió a llamar, y esta vez el otro chico le respondió con un "mhn", distraído buscando la ruta para bordear, sin escalarla, una pequeña colina-. Sobre lo que tú y Kyungsoo habéis estado hablando antes...

El otro Reminiscente asintió para sí, ajeno a él casi por completo, y Baekhyun decidió que, si quería preguntar, más le valía hacerlo en aquel mismo instante.

-¿Por qué Kyungsoo ha dicho...? Quiero decir, ¿por qué ha dicho que no puedes dormir?

Chanyeol se había separado unos pasos de él, observando algo parecido a un sendero serpenteante que parecía bordear la colina, pero cuando lo escuchó hablar se quedó muy quieto, tenso, y Baekhyun sintió que el peso en su estómago empezaba a convertirse en algo sospechosamente similar a la vergüenza.

-Uhm -Chanyeol se aclaró la garganta y, por fin, se dio la vuelta para mirarlo. Estaba a varios pasos de él, y su expresión era seria, pero había un rastro de alarma en sus ojos-. Yo no... ¿No te lo he dicho nunca? Es un efecto secundario de mi poder, creo. Siempre tengo mucha energía dentro, genero mucha energía, así que normalmente mi cuerpo no se relaja y no duermo bien. O más bien no duermo mucho. O casi nada.

-Espera. ¿Cuánto es casi nada?

-No lo sé. ¿Tres o cuatro horas, puede?

-¿Al día?

-¿Más bien creo que al mes?

Baekhyun parpadeó, tratando de asimilar la información que acababa de escuchar. Chanyeol seguía delante de él, acercándose cada vez más, con los brazos ligeramente extendidos hacia él como si estuviera intentando calmar a un animal furioso, y el chico empezó a dudar si en su situación sería más conveniente que la tierra se lo tragase o si sería mejor estrangular a alguien. Preferiblemente a Chanyeol.

Lo sabía. Claro que lo sabía. No habría parecido tan culpable si simplemente le estuviese explicando curiosidades sobre sus hábitos de sueño.

-No estabas dormido, ¿verdad?

-¿Eh?

-En la azotea, ayer. No estabas dormido.

-Si te sirve de algo, estaba, ehm, ¿muy relajado?

Baekhyun tomó aire. Se sentía desorientado, cohibido y considerablemente humillado, por no hablar de que, a juzgar por el calor de sus mejillas, probablemente estuviera empezando a ruborizarse. En mitad de un bosque tenebroso. Simplemente genial.

-Chanyeol, por lo que más quieras... -comenzó.

-Escucha -el otro chico lo interrumpió, deteniéndose a unos cinco metros de él, y frunciendo el ceño y los labios mientras pensaba. Toda la escena era poco menos que surrealista, y Baekhyun todavía quería estamparle la cabeza contra el árbol más cercano, pero su gesto tenía algo de adorable, y aquello no era bueno-. Supongo que... Siento no haberte contado que no suelo necesitar dormir, pero no pensé que... Quiero decir, tenía los ojos cerrados, no te vi venir. No iba a abrirlos a mitad y a decirte que, hola, estaba despierto, cuando tú habías aparecido de la nada y estabas... ¿No habría sido eso peor?

Para su desgracia, Baekhyun se había quedado sin palabras. No podía negar que una parte de él estaba enfadada con Chanyeol por haberse hecho el dormido cuando podía haberlo esperado con los ojos abiertos (no era la primera vez que lo daba por dormido, por dios bendito) pero, si se paraba a pensarlo, él era el que lo había besado porque sí en primer lugar.

-¿Podemos no hablar de esto aquí? -propuso, con un tono más cortante del que había pretendido usar al hablar. Chanyeol seguía pareciendo considerablemente culpable, pero hizo un intento de componer la expresión y asintió-. Tenemos una misión, se supone, y tú estás a cargo, ¿no? Deberíamos seguir avanzando.

-Deberíamos.

Tras lanzarle un último vistazo dudoso, Chanyeol le indicó que lo siguiera a través del camino que había estado observando antes, y Baekhyun lo obedeció sin pronunciar palabra. El otro Reminiscente caminaba por delante de él, con los hombros tensos y la espalda muy recta, y el chico bajó la vista, prácticamente deseando que Kyungsoo volviera a aparecer de la nada otra vez, aunque sólo fuera para romper la quietud entre los dos.

Quien apareció en su lugar fue Luhan, entrando de golpe a sus pensamientos con algo que sólo podía ser una carcajada.

"¿Es en serio, Baekhyun? ¿Qué hiciste? ¿Lo asaltaste mientras estaba dormido?"

"¿Estabas escuchando?"

"Se supone que tengo que vigilaros. Ya os habéis escapado de mi radar una vez."

Baekhyun bufó entre dientes y Chanyeol, delante de él, giró la cabeza para mirarlo un momento, parpadeando antes de volver a enfocar la vista al frente.

"Yo no asalté a nadie," replicó el chico, tratando de pensar con la suficiente firmeza con para que Luhan captara el mensaje. "Estábamos solos, y se suponía que él estaba dormido. La culpa es técnicamente suya, y yo lo voy a matar."

"Venga ya. ¿Qué pasó? ¿Lo besaste?"

"Luhan, te digo lo mismo que a él. No voy a hablar de esto aquí."

"Como quieras, pero me debes esta conversación."

Había unos cuantos pensamientos que Baekhyun le habría dedicado a Luhan en aquel instante, ninguno, por cierto, demasiado agradable, pero el chico decidió que lo mejor que podía hacer era dejar la mente en blanco. El bosque a su alrededor seguía estando anormalmente silencioso, y Chanyeol, todavía abriendo la marcha, había reducido el paso, entornando los ojos para mirar a su alrededor, desorientado por la niebla.

-¿Sabes a dónde estamos yendo? -le preguntó Baekhyun, todavía algo seco, parándose a su lado cuando por fin se detuvo. Chanyeol bajó los ojos un instante, lo miró mordiéndose el labio.

-Sé a dónde tenemos que ir. O, más bien, con toda esta condenada niebla es Luhan el que lo sabe -admitió, y Baekhyun volvió a resoplar, preguntándose si su amigo también había entrado riéndose en la cabeza de Chanyeol para preguntarle lo que había pasado en la azotea, y decidiendo a última hora que no quería saberlo-. Lo que no sé es cómo llegar hasta allí sin morir en el intento. El bosque por aquí es más denso, más peligroso, pero no estamos lejos ya. Debería haber un sendero en alguna parte, que nos lleve hasta el punto de control, y eso es lo que estaba tratando de encontrar.

"Yo puedo detectar la energía del punto de control, sé en qué dirección está," intervino Luhan, y Baekhyun casi pudo sentirlo encogerse de hombros en su habitación en el hotel. "Pero obviamente no veo dónde estáis vosotros. No sé lo que hay en ese bosque a un nivel concreto, más allá de rastros de energía. Si hay un camino, tenéis que encontrarlo vosotros."

-Ya veo -Baekhyun suspiró-. Así que dependemos de Chanyeol.

-No parece que lo digas como si depender de mí fuera una cosa buena -comenzó a protestar éste, con un tono que a todas luces trataba de ser ligero, pero que no terminó de lograr el efecto-. Escucha-, volvió a empezar tras una pausa-. He estado aquí antes, y hasta hace un momento reconocía lo que tenía a mi alrededor. Puede que nos hayamos desviado un poco por la niebla, pero sé que ese sendero está aquí, y que está cerca.

-Ya. ¿Y alguna idea de cómo encontrarlo?

Chanyeol abrió la boca para responder, tomando aire para decir algo, pero no tardó en cambiar de idea, frunciendo el ceño antes de dar un paso hacia él.

-Baekhyun -comenzó a decir, con una voz tan suave que parecía estar casi rogándole, en mitad del bosque y de la niebla. El chico se sintió un nudo formándose en su garganta y el primer ramalazo de pánico en las entrañas.

-Tengo una idea -anunció, interrumpiendo lo que quiera que Chanyeol hubiera tenido intención de decir-. Dices que el sendero está por aquí, ¿no? Vamos a separarnos y a buscarlo. El primero que lo encuentre que llame al otro.

-¿Qué? -Chanyeol se giró a mirarlo, con el ceño todavía fruncido-. No. No creo que sea la opción más segura, con toda esta niebla.

-¿Y qué es lo que propones, entonces?

-Ir juntos.

-¿Y avanzar a ciegas hasta que lo encontremos? -Baekhyun no sabía muy bien si estaba discutiendo porque su idea le parecía, a pesar de todo, la opción más razonable, o porque necesitaba aunque fuera cinco minutos de paz, como mínimo a veinte pasos de distancia de Chanyeol-. No se trata de separarnos tanto. Sólo un poco. Lo suficiente como para poder peinar más terreno en menos tiempo. Deberíamos estar bien si podemos escucharnos el uno al otro si nos llamamos, y además Luhan está aquí. Si ha podido guiar antes a Kyungsoo hasta donde estábamos nosotros, también puede acercarnos el uno al otro si nos alejamos de más.

"Baekhyun, no me metas a mí en vuestras..."

Chanyeol suspiró.

-De acuerdo, de acuerdo. No hay mucho más que podamos hacer, ¿no?

La presencia intangible que era Luhan pareció revolverse, inquieta, en interior su cerebro, pero Baekhyun relajó los hombros - que ni siquiera sabía cuándo había tensado tanto - al notar que parte de aquel ambiente raro se aligeraba un tanto.

-¿Cómo nos organizamos? Tú estás a cargo.

-Yo voy hacia la izquierda -propuso Chanyeol-. Tú busca por la derecha. Si encuentras el sendero, o si ves algo extraño, pégame un grito.

-Vale.

-Llámame, también, cada par de minutos. Pregunta si va todo bien. Si ves que no te contesto, pregúntale qué pasa a Luhan o, en el peor de los casos, vuelve atrás e intenta salir del bosque aunque sea por tu propia cuenta.

-Entendido.

Chanyeol seguía parado delante de él, sin parecer tenerlas todas consigo del todo, y Baekhyun se encontró dedicándole una sonrisa sincera sin pensarlo demasiado.

-Eh, no te preocupes. Estaré bien.

-Baek… -volvió a empezar Chanyeol, y Baekhyun casi pudo verlo perder del todo las ganas de discutir-. Ni siquiera sé por qué te hago caso.

-Porque soy convincente.

-Eso seguro. Ten cuidado, ¿sí?

-Lo mismo digo.

La niebla pareció hacerse más densa cuando se separaron, envolviendo a Baekhyun por completo como si lo estuviera aislando del mundo, enroscándosele en torno a las piernas como si tuviera vida propia. El chico sabía que tenía que buscar un camino, y estaba decidido a encontrarlo, pero a duras penas podía ver el suelo a sus pies, y los árboles a su alrededor se habían convertido en siluetas difusas.

Durante los primeros treinta segundos, Baekhyun agradeció la soledad, el silencio, pero en cuanto hubo avanzado algo más, tratando de mantenerse concentrado en el suelo ante él y en el sonido de su respiración, cada vez más superficial, empezó a sentirse inquieto.

-¿Luhan? -susurró. Su voz sonó menos firme de lo que hubiera querido pero, en cierto sentido, su sonido logró reconfortarlo-. ¿Estás ahí?

“¿Dónde iba a estar, si no?”

-¿Puedes decirme en qué dirección está el sitio al que se supone que vamos?

“Delante de ti. Algo a la derecha.”

-Estupendo.

En algún lugar, lo suficientemente lejos como para llegarle apagada, la voz de Chanyeol lo llamó. No se trataba de nada específico, sólo un grito sobre el silencio, una comprobación de que Baekhyun seguía estando a la suficiente poca distancia como para escucharlo, y el chico alzó la alzó la voz para responder con un “estoy aquí y estoy bien”, mordiéndose el labio antes de continuar su camino.

“Había formas menos peligrosas de darle esquinazo, si eso es lo que querías,” comentó Luhan, perfectamente acomodado en algún lugar de sus pensamientos. Técnicamente, no estaba usando la voz para hablar, pero Baekhyun seguía siendo perfectamente capaz de reconocer el tono en sus palabras.

-Lo único que quiero yo es encontrar el dichoso camino antes de que algo me ataque -lo interrumpió Baekhyun, apretando el paso. La idea de algo saliendo de entre los árboles para atacarlo, especialmente cuando lo único que podía hacer él para defenderse era brillar, no era precisamente alentadora y, de repente, el haberse separado de Chanyeol no parecía tan buena idea. No le hacía gracia estar solo, pero tampoco quería volver con el otro Reminiscente con el rabo entre las piernas, así que la única opción que le quedaba para mantener su dignidad era hacer precisamente lo que había dicho que haría y encontrar el sendero cuanto antes-. No puede ser tan difícil, ¿no?

La presencia de Luhan parecía haberse confinado, silenciosa, en algún rincón al borde de su mente consciente, y Baekhyun decidió dar gracias por el silencio y seguir avanzando, tratando de concentrarse en seguir caminando y no en el modo en el que los jirones de niebla parecían enroscarse en torno a él.

Había olvidado hasta qué punto era profundo el silencio que lo envolvía hasta que oyó a algo romperlo - un chasquido, como el de una rama al partirse, seco y súbito como un disparo en algún punto a su izquierda.

-¿Qué ha sido…? ¿Chanyeol?

Su voz reverberó entre los árboles durante un segundo eterno, para luego apagarse y dejarlo sumido de nuevo en un silencio sepulcral. Fue entonces cuando Baekhyun se dio cuenta de que llevaba un buen rato andando y no había vuelto a escuchar la voz del otro chico llamándolo para comprobar su posición prácticamente desde que se habían separado.

“Mierda.”

-¿Yeol? -repitió, alzando la voz-. ¿Estás ahí?

Nadie respondió.

-Joder. Luhan. Luhan.

Baekhyun podía sentir los retazos de la presencia de su amigo, todavía en su cabeza, y dejó escapar el aliento que había estado conteniendo sin saberlo cuando lo notó tomar consciencia en su cabeza, malear sus pensamientos externos para hablarle.

“¿Baek? ¿Qué ocurre? Suho y Kyungsoo siguen sin encontrar a Kai, necesito concentrarme en ellos para…”

-Estoy llamando a Chanyeol y no me responde. Creo que nos hemos separado demasiado.

Luhan tardó un instante en responder, y cuando lo hizo sonaba mucho más exasperado de lo que Baekhyun lo había escuchado sonar nunca.

“De verdad. ¿Os gusta aliaros para hacer que coordinaros a todos sea imposible o…?”

-No ha sido a propósito. Te juro que pensé que estábamos más cerca, pero me he despistado, y...

"De acuerdo," suspiró Luhan. "Voy a contactar con Chanyeol. Mientras tanto, ¿puedes...?"

Baekhyun nunca llegó a enterarse de lo que Luhan quería que hiciera, porque el mismo chasquido de antes, ahora más cerca, en algún lugar por detrás de él, resonó con tal claridad que lo hizo aguantar la respiración y avanzar involuntariamente un par de pasos, deteniéndose cuando la puntera de su deportiva rozó la raíz protuberante de un árbol.

"¿Baek?" lo llamó Luhan. "¿Estás ahí?"

-Escúchame -dijo el chico en voz baja-. No es por alertarte, pero necesito que hables con Chanyeol ya y me digas dónde está.

"¿Qué pasa?"

-Creo que aquí hay algo.

El otro Reminiscente tardó un instante en responder, pero cuando lo hizo sonó verdaderamente alarmado.

"Joder, Baekhyun. No puedes luchar tu solo."

-Dime, por favor, hacia dónde voy.

Todo a su alrededor había vuelto a sumirse en el silencio, pero Baekhyun también estaba quieto, alerta, y si prestaba atención, estaba casi seguro de poder oír algo - un rumor por encima de su respiración - entre los árboles. Por un momento, se preguntó de quién habría sido la maravillosa idea de separarse en un lugar tan peligroso como aquel. Luego, recordó que el que había querido dejar a Chanyeol atrás había sido, técnicamente, él.

"No consigo comunicarme con Chanyeol. No sé si estará alterado o qué le ocurre, pero de momento no puedo hablar con él."

-¿Y no puedes guiarme hacia donde está?

"Puedo indicarte una dirección aproximada, pero, Baek, el bosque es un lugar peligroso y yo no tengo la capacidad para hacerte un mapa mental de un sitio así. Ya has visto cómo es todo eso: el terreno es irregular y hay monstruos. No sé si deberías..."

Hubo un nuevo sonido, un murmullo de hojas, a su izquierda, y, ahora sí, Baekhyun dio un respingo, convirtiendo las manos en puños y entornando los ojos para observar el paisaje blanco a su alrededor. Luhan no podía contactar con Chanyeol, y puede que aquello no significase nada... o puede que allí estuviese pasando algo.

-Luhan -susurró-. Puedes saber en qué dirección general está Chanyeol, ¿no? Es lo que has dicho. Guíame hacia allí.

Su interlocutor permaneció callado tanto tiempo que Baekhyun pensó que se negaría, pero, finalmente, el chico lo sintió relajarse en su mente, resignarse y ceder.

"Está bien. Deberías acercarte a donde creo que está si giras a la izquierda y continúas todo recto. Muy posiblemente se esté moviendo, no va a estar quieto en un sitio, pero es probable que se haya dado cuenta de que no estás te esté buscando, así que... En fin."

-Tendré cuidado.
[Capítulo 13]   [Capítulo 14, Parte 2]

!multi-chaptered, pairing: chanyeol/baekhyun, rating: r, pairing: suho/chen, au: reminiscencia, pairing: kai/kyungsoo, fandom: exo, fic: reminiscencia

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