26 años cumplen hoy mis gemelos, mis juguetes, mis niños que ya no lo son.
Miro sus ojos y aún los reconozco. En realidad no han cambiado, sólo han intensificado sus rasgos y se han hecho aún más ellos mismos. ¿Cómo reprocharles algo así? Yo también soy diferente a la chica que abrió tal día como hoy este rinconcito virtual, la que rompía su burbuja de timidez para empezar a formar parte real del fandom. Eran momentos de euforia, de estrellas rutilantes en el cielo, de multitudes enfervorizadas . Me pregunto qué habría tras esas rastas rubias, esos ojos profundos y maquillados. Ahora entiendo que juntos libraban una batalla contra el mundo, y que sólo tenían dos armas: en una mano la dulzura, en la otra el sarcasmo. Unidos se sentían capaces de todo, pero tras el telón las cosas siempre fueron difíciles. Contratos leoninos, explotación y una tierra prometida en USA que nunca llegó.
Siete años después nuestras estrellas errantes no han pedido fulgor, aunque quizás se ha reducido su espacio en el firmamento. Esa mezcla de transparencia y misterio que los envuelve sigue cautivando mi fantasía, y aunque estoy contenta y orgullosa de cada uno de los momentos que hemos compartido, empiezo a pensar que quizás, sólo quizás, este debería ser nuestro último aniversario.
Gracias por todo, mis queridos gemelos. Gracias por la música, la inspiración, la intensa emoción y cada persona que se ha cruzado en mi camino virtual durante estos siete años . Gracias por el amor, nunca os lo agradeceré lo suficiente.
¡Sigan dejando su huella en la historia durante muchos años! ¡Y sean muy felices!