No sé que tiene este diario que, aunque mi vida sufra altibajos, cambios o desgana, al final siempre acabo volviendo a escribir algo en él. Es reconfortante darme cuenta de que las palabras no se me han agotado a pesar del tiempo que hace que no las uso. Suenan chirriantes, oxidadas, pero al menos siguen sonando
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Fue precioso, absolutamente precioso. Has regresado con todo, realmente.
Adoré el encontronazo de Anis con la naturaleza. Él es un hombre de ciudad, nacido y crecido allí. Como dijiste: "Todo el mundo sabe que él es un hombre hecho de asfalto, que tiene gasolina corriendo por sus venas y que sólo necesita un poco de humo para respirar." (Me encantó esa descripción como tantas otras que no agrego para no hacer el comentario eterno.) Y como la naturaleza le ganó; cómo hizo que se halle solo, nostálgico, sentimental, todo lo que él no se permite ser. Y cómo le trajo seres incomprensibles, fantásticos, que lo llevarían hasta el extremo de la locura y el placer, y de nuevo de vuelta.
"Su beso fue un suspiro de deseo que dejó la voluntad del rapero hecha jirones contra aquel árbol." (otra frase que adoré).
Y finalmente Anis se tuvo que reconocer como lo que es, en lugar del rey callejero implacable que ostentaba: "su tono insinuante era un presagio de placeres desconocidos y terribles. En ese instante se sintió tan miserable, tan... humano".
No hay más que decir, sólo que ¡me encantó! No sé cómo habrá sido el reto, pero supongo que lo has logrado con creces.
Besos, mi Archange <3
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