de Nacho viejoven y besos

Jul 16, 2012 15:53

Sielos santos. Acabo de darme cuenta de que que mi primer beso fue en el 97. Desde hoy hasta mi primer beso ha pasado más tiempo que desde mi primer beso hasta que nací.

Se lo acabo de comentar a mis padres y se han descojonado; llevan el doble de tiempo de casados que solteros. Pero no hablemos de la experiencia de gente más lista que yo; hablemos de mí.

En agosto cumplo 30 años. Tranquilo, lector de esto, que no va de crisis existenciales de los treinta. Desde mi última sesión del psicólogo soy capaz de trabajar mis problemas de insomnio. Llevo teniendo insomnio en mayor o menor grado desde los 12 o así. Del de no poder dormirse, del de despertarse en mitad de la noche y no poder dormirse y del de despertarse una hora después de acostarse y no poder volver a dormirse. Créanme, sé de lo que hablo cuando digo insomnio. Y ahora tengo herramientas para enfrentarme a ello. Y me siento bien.

Y tengo confianza en mí mismo. Y si tengo que hablar con alguien, lo hago directamente. Y no me asusta hablar con la gente más cercana, abrirme. Estoy empezando a aprender que puedo hacer las cosas que quiero en mi vida. Soy capaz de controlar las cosas que cuento y las que se me escapan; soy capaz de volver a tener un blog, por ejemplo. Las cosas no-contables están en papel. Y los patos me hacen gracia. Cuac. Jeje, ¿ves?

Mi primer beso fue mierda y mis treinta le parten la boca a to lo que ha habido antes. He dicho.

Selbstständigbildungsroman, hablemosdeltiempo, contenteces, dormir

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