Fandom: Shaman King.
Claim: Yoh Asakura/Lyserg Diethel.
Tabla:
Tabla Angst.Tema: #13 - Corazón.
#14 - Viaje.
#15 - Infinito.
Título: Monochrome Story [15/15]
Resumen: Yoh no sabe dónde está, pero una cosa es segura, debe estar muerto.
Advertencias: Yaoi. Post-series. Drama. Angst. Misterio. Semi AU. Mención de Yoh/Anna. Muerte de un personaje. Referencias a tortura y violación.
Rating: PG-13.
Disclaimer: Nada me pertenece, todo es de su respectivo autor y se usa sin fines de lucro <3
XIII.
Yoh sabía muy bien que Lyserg había tenido que dejar esa nota con una razón, aunque ignoraba cuál sería y sin embargo no pensaba rendirse para descubrirlo. No creía que simplemente lo hubiese hecho porque sí. Sentía que algo importante estaba pasando con la persona que amaba y no sabía cómo enterarse de ello. Lo sentía en su corazón.
Sin embargo, la solución le llegó de pronto. No sabía que tan seguro sería hacerlo, ni tampoco estaba 100% seguro de que respondería si es que lo llamaba pero nada perdía con intentarlo. Cerró los ojos y suspiró.
― Ah… ehm… nii-chan… digo, Hao… ehm… ¿necesito preguntarte algo?
Pailong se había ido a otro lugar porque necesitaban hacer unas preguntas al dueño del hotel, por lo que Yoh estaba solo. Los primeros minutos no pasó nada, hasta que detrás de Yoh se escuchó una risita sarcástica.
― No seas impertinente, Yoh. Aunque al menos me has llamado por mi nombre. ¿Qué quieres?
Yoh se mordió el labio una vez se giró y vio a su hermano ahí, ahora que lo tenía enfrente no estaba seguro de que tan buena idea era la que estaba a punto de hacer.
― Ehm... ¡hola, nii-chan! Quería preguntarte por… etto… Lyserg… tú, como dios del mundo, debes saberlo. ¿Sabes dónde se encuentra? ¿Por qué está escapando?
Hao alzó una de sus cejas, él había estado observando todo ese juego desde la Sociedad del Shaman King y sabía muy bien lo que estaba ocurriendo aunque realmente no esperó que Yoh se diese cuenta… ¡tan tarde! De que podía preguntarle a él dónde estaba Lyserg Diethel.
― Me sorprende que te hayas dado cuenta tan tarde de que podías preguntarme a mí sobre esta situación. Pero lo único que te diré es que Lyserg no está en este continente.
En este continente, repitió Yoh en su cabeza. En ese caso, ¿en qué continente estaba?
XIV.
El viaje para encontrar a Lyserg se hizo mucho más difícil desde que Hao se negó a decirle de qué estaba escapando el peliverde. Porque Yoh sabía, muy bien, que no estaba escapando de él. Porque conocía a Lyserg y con ello sabía que no era posible que simplemente estuviese escapando de él.
Viajaron a Europa, sin embargo pronto Ren le llamó gritándole que era un inútil porque era imposible que si Lyserg sabía que lo estaba persiguiendo se fuese a Europa donde era obvio que iban a encontrarlo y por ende tampoco se regresaría a Japón.
Pasaron dos meses antes de que se diesen cuenta de que en los países que iban visitando Lyserg no se encontraba, y por ello terminaron en Australia en donde encontraron otra carta. La última, una de despedida que hizo a Yoh temer lo peor.
“Yoh, se ha acabado.
El tiempo ha terminado y tú no seguiste mi orden. No sabes en lo que te estás metiendo, y es peligroso. Esta es la despedida, Yoh, deja de buscarme o tú y yo sufriremos.”
Yoh suspiró y guardó la carta en su bolsillo.
― No lo entiendes, Lyserg, yo sufro porque no estoy contigo.
XV.
Lyserg miró por la ventana del avión en el que estaba, mientras Marco conducía y suspiró apesumbrado. No creía que Yoh le haría caso, pero de verdad empezaba a temer un poco de la situación en la que se encontraba. Marco se había vuelto violento en los últimos meses, le había hecho temerle mucho más de lo que pensó posible, porque ya no se detenía en los golpes sino que iba más allá. Abusaba de él de formas que jamás pensó de un ángel de la antigua doncella Jeanne. La última de aquellas veces, se dio cuenta de que nunca pararía.
Cuando arribaron en Inglaterra, se llevó la sorpresa de su vida al encontrarse a Ren Tao ahí y no solo eso sino que también Yoh estaba a su lado. No supo que decir, pero en cambio Marco reaccionó más rápido que él. Los gritos comenzaron, la pelea y finalmente Lyserg pudo ver la pistola que Marco llevaba oculta en su saco apuntándole a él.
Cerró los ojos.
― Te amo, Yoh.
Murmuró antes de escuchar el disparo.
Yoh cayó al suelo, al mismo tiempo que el cuerpo de Lyserg lo hacía y Ren se lanzó con furia ciega a atacar a Marco hasta asesinarlo. Yoh tomó el cuerpo de su amado y sintió las lágrimas deslizarse por sus mejillas, mientras Ren solo podía observarlo.
― Lyserg… te amaré, por siempre. Desde hoy hasta el fin de mis días… en este mundo y en el otro. Hasta el fin de los tiempos.
Hasta el infinito.
Ren suspiró a su lado y cerró los ojos, sabía lo que Yoh estaba sintiendo y lo podía ayudarlo de ninguna forma porque nada ayudaba. Al final, lo ayudó a levantarse y ambos llevaron el cuerpo de Lyserg a otro lugar para darle un entierro porque era lo mínimo que podían hacer. Mientras que a Marco, a él lo hubiesen dejado ahí pero pese a su odio infinito Yoh no pudo y decidió que se lo llevasen también.
En otro lugar, cierto hombre castaño vestido con una capa sobre su cuerpo observaba lo que pasaba en la tierra y suspiró rendido cuando notó que todo había ocurrido. Ya había supuesto que eso ocurriría.
― Me sorprende que hayas llegado aquí… aunque no tendría porque. Eres un guerrero elemental, ¿no?
El espíritu que se encontraba frente a él bufó y se encogió de hombros mientras Hao se levantaba.
― No te preocupes por nada, Yoh, yo cuidaré a tu amado hasta que tu vengas. ¿No es así, Lyserg?
El peliverde le fulminó con la mirada pero suspiró.
― Así es… te estaré esperando, Yoh.
Hasta el fin de los tiempos.